Por Guido Braslavsky - Diario Clarín
El Tango 01, la aeronave insignia de la flota presidencial, no vuela hace dos semanas porque su turbina izquierda recalentó. Pero hay más: ese motor había sido alquilado hace muy poco para que el avión pudiera regresar desde España. Fue llevado hasta allí sin pasajeros en marzo para dejar en reparación su turbina izquierda original, en la que se halló una extraña avería . A punto tal que el Gobierno espera el informe definitivo del fabricante Rolls-Royce para establecer si fue un sabotaje y denunciarlo ante la Justicia .
El T-01 -un Boeing 757- había regresado en noviembre de una exhaustiva inspección programada que se le realizó por 40 días en los talleres de Iberia, en Madrid. Prestó servicio normalmente, llevando a la presidenta Cristina Kirchner en sus desplazamientos.
En marzo, en una nueva inspección de rutina pero de menor envergadura, hecha en los talleres de Aerolíneas en Ezeiza, al descubrirse la carcasa del motor izquierdo se halló un extraño puntazo en la cámara de compresión . Se habla que se habría usado un punzó o un destornillador, “un daño hecho con precisión y por alguien que conocía”, relataron a Clarín fuentes del ambiente aeronáutico.
Técnicos de la Rolls-Royce que vieron la turbina instaron a parar el avión. A la turbina se le hizo una reparación de emergencia para que pudiera afrontar el viaje y el T-01 partió sin pasajeros a Barajas, desde donde la Rolls-Royce la trasladó a Inglaterra, donde está en revisión.
Para que el T-01 volviera desde España, Presidencia le alquiló una turbina usada a Iberia. Pero hace dos semanas, tras aterrizar con la Presidenta proveniente de El Calafate, se advirtió que esa turbina alquilada recalentaba. Técnicos de Iberia vieron ese motor pero no pudieron arreglarlo, y el avión no opera desde entonces.
Clarín consultó a la oficina del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien no quiso dar información aunque tampoco desmintió el presunto sabotaje. La idea del daño intencional no es ajena al Gobierno: en el verano, Parrilli le ordenó al entonces jefe de la Casa Militar, coronel Alejandro Graham, denunciar a la Justicia la rotura sufrida por el Tango 02, que apareció con un corte profundo en un ala cuando estaba estacionado en la base aérea de El Palomar, y debió dejar de volar. La Justicia archivó, luego, el caso. Así, ninguno de los tres aviones de la flota oficial está actualmente en servicio . El Tango 03, un Fokker F-28, fue deshabilitado días atrás por problemas de instrumental.
Los problemas con el T-01 -adquirido en los 90 por Carlos Menem- resucitaron versiones sobre su posible reemplazo, aprovechando el envión si Cristina es reelecta. Desde 2003, lobbistas e intermediarios de distintas fabricantes ofrecen sus aviones. El Gobierno lo tenía en carpeta al asumir Cristina, y en marzo de 2008 se dispuso una partida de $52 millones para comprarle un avión presidencial a Embraer. Pero en agosto pasado y después de algunas críticas, Cristina archivó el proyecto y destinó esos fondos a hacer hospitales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.