El acto se hizo en el astillero SPI, en el puerto de Mar del Plata. El barco fue encargado por un armador privado de la ciudad de General Lavalle
La empresa TPA Argentina dio un paso más en su camino industrial, al llevar a cabo la botadura del Tuyupesca II, en las instalaciones del astillero SPI, que prestó su sistema Syncrolift para la maniobra de entrada al mar de la nueva nave.
El acto contó con la presencia de autoridades portuarias y de la Prefectura Naval Argentina. Además, estuvieron presentes los diseñadores, el estudio Naval Fontec engineering, armadores del buque y personal del astillero constructor.
Tuyupesca II es un pesquero arrastrero de 16 metros de eslora, 2,5 metros de puntal y 6,2 metros de manga. Cuenta con un motor propulsor de 450 HP, sistema de guinche de pesca y rulier de accionamiento hidráulico. Tiene acomodación para cinco tripulantes y una capacidad de bodega de 60m3. El motor posee tecnología electrónica de última generación, y sistema de gobierno con interfase para piloto automático guiado de forma satelital, GPS, radar, comunicación por BLU y VHF y equipos de sonda para detección de cardúmenes. Esta embarcación está preparada para cualquier tipo de pesca de arrastre, pero con características que la hacen particularmente apta para la pesca de corvina.
En diálogo con Transport & Cargo, Enrique Godoy, socio Gerente y dueño mayoritario de TPA, expresó satisfacción por la botadura, teniendo en cuenta que TPA es un astillero chico. Desde SPI, afirmaron que se trata de una muy buena noticia ya que hechos como éste fortalecen a la industria naval de Mar del Plata y del país. La firma TPA es la misma que realizó la ingeniería de las mangas de embarque y los sistemas de movimiento de la terminal de Ferry de Puerto Madero, y que construyó los nuevos coches de pasajeros del Tren del Fin del Mundo, en Tierra del Fuego.
Sobre el futuro de la compañía, Godoy se mostró confiado: Hay proyectos en carpeta y negociaciones encaminadas. Como el astillero que administra no tiene salida al mar, el gran objetivo, señaló, es instalar uno que sí tenga acceso al mar. En el caso de Tuyupesca II, su construcción y botadura se hizo por gentileza de SPI. Otro de las metas de TPA, fundada a fines de 1993, es continuar con las construcciones y reparaciones más grandes. Desde el puerto de esa ciudad, Tuyupesca II es el cuarto buque que emerge de su factoría. El barco pesquero, encargado por un armador privado de la ciudad de General Lavalle, provincia de Buenos Aires, operará con la clasificación de Costero Cercano.
Durante la botadura, el presidente de la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata, José Ramón Garrido, expresó esta botadura implica una profunda alegría para la Cámara de la Industria Naval a la que represento, ya que es una herramienta más de trabajo, de captura. Para la industria naval, esto que se está llevando a cabo en el puerto es un avance y una forma de progresar , ya que se implican en este proyecto varios actores como empleados, el sector naval, lo que genera trabajo, un nuevo emprendimiento y desarrollo para el sector, remarcó.
El diseñador del barco, Ricardo Fonquerny, explicó que "esta serie de barcos nació hace unos seis años y, debido a su diseño, puede estar en ciertas condiciones de mar complicadas como casos de tormentas, lo que lo hace más productivo. TPA Argentina es una empresa de ingeniería especializada en el desarrollo y realización de proyectos de distinta envergadura. Con un staff de 45 empleados, trabaja con tecnología high tech. Su fuerte es la ingeniería metalmecánica y lleva adelante emprendimientos industriales, navales y de transporte. La firma se ocupa de emprendimientos como el diseño de grandes techos para estadios deportivos, la instalación de emisarios submarinos o el diseño de puentes vehiculares de acero con y sin movimiento.
Con esa experiencia, Godoy se apoya para marcar algunas deudas pendientes. Hay elementos que son fundamentales para apoyar la actividad. Por ejemplo, una Dirección General de Industria Naval. La prometió el ex presidente Kirchner un mes antes de dejar el Gobierno, y el ministro Julio De Vido también hizo promesas pero no se vieron resultados concretos, aseveró y añadió: Por cualquier trámite, hay que hablar con un pilón de interlocutores, y eso no es lógico. La interpretación del directivo es que se demuestra muy poca vocación por la industria naval.
Fuente: Cronista.com
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