El boom que atraviesan la Argentina y Brasil en el sector automotor está llamando la atención de las multinacionales que aún no tienen un pie en estas tierras. Y, aunque llegan un poco tarde, realizan apuestas que hacen pensar que esperan que la buena racha se extienda. Ese el caso de la canadiense Magna, que acaba de quedarse con las tres plantas de Pabsa, la tercera fabricante de asientos del país, que estaba en manos de un fondo de inversión y un empresario local.
“Quizá llegamos un poco tarde”, admite Wilhelm Keller, número uno de Magna Seating para Sudamérica. “Por eso compramos una empresa en funcionamiento y que, a diferencia de los rivales, está integrada (hace desde la estructura hasta las fundas)”, agrega.
Se trata de una compañía con ventas por US$ 110 millones, que emplea a 960 personas. Con los contratos que sumen gracias a sus contactos internacionales, estiman que la facturación podría llegar a los US$ 140 millones en 2011. Pabsa abastece a Volkswagen, Renault, Mercedes-Benz y PSA Peugeot Citroën con fábricas en Benavídez, Pacheco y Córdoba. Tiene el 26% del mercado, y pelea con Johnson Controls y Lear.
Magna se radicó en Brasil el año pasado y espera ventas por US$ 550 millones en 2011 en el Mercosur. A nivel global, es un gigante que factura US$ 21.000 millones. En la Argentina, tenía participación en Lithium Americas, que busca litio (materia prima para las baterías de los autos eléctricos) en las provincias del Norte.
Fuente: Diario Clarín.
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