El INTA con sede en Río Negro realizó un estudio sobre las especies de árboles del sur de nuestro país y determinó que tiene una excelente calidad, rápido crecimiento y destacada aceptación. En los últimos 20 años, las especies forestales patagónicas produjeron más de 120 millones de dólares.
Estudios realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Bariloche, demostraron que las especies patagónicas son una muy buena alternativa comercial con excelente calidad de madera, rápido crecimiento y destacada aceptación.
Leonardo Gallo, especialista en genética forestal del INTA en Río Negro, indicó que “hasta ahora las especies utilizadas para la producción forestal son especies de pinos originarias del hemisferio Norte”.
En los últimos 20 años, las especies forestales nativas patagónicas –como el raulí y el roble– produjeron más de 120 millones de dólares. “Esto los ubica en un lugar privilegiado en el mercado y pueden competir con las especies maderables foráneas utilizadas en la actualidad, si se elige la genética y el ambiente adecuados”, expresó Gallo. Ensayos realizados por el grupo de Genética ecológica y mejoramiento genético forestal del INTA Bariloche junto con Parques Nacionales demostraron que el raulí, el roble pellín, la lenga –especies del género Nothofagus– y el ciprés son aprovechables.
Según Gallo: “La madera de estas especies es muy requerida en el mercado y su precio en los últimos 15 años ha superado hasta diez veces al del pino”. Las proyecciones indican que la demanda de madera de calidad será creciente y está asegurada. Actualmente, los volúmenes de exportación de esta madera, son muy escasos y provienen de árboles retirados del bosque natural, con estricto control de los planes de ordenamiento.
Con el foco puesto en el desarrollo del sector, se realizaron experiencias para determinar los índices de crecimiento. “En sitios adecuados, los raulíes obtuvieron un crecimiento relativamente rápido ya que en un período de diez años lograron un porte de hasta siete metros”, señaló el especialista. Para quien, “forestar con especies nativas es una opción productiva pensada con perspectiva de varias décadas”. El turno de corte para las especies de Nothofagus criollos se estima en unos “50 años para obtener productos maderables y con destino a la mayoría de los usos posibles”.
La madera de las especies de Nothofagus nativos es semi pesada, fácil de trabajar, veta homogénea, de alta calidad y su uso –según la especie– es muy amplio, desde usos rurales hasta finos muebles.
Para más información, está disponible el sitio web http://intainforma.inta.gov.ar/
Fuente: Presidencia de la Nación (Secretaria de Medios)
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