viernes, 1 de octubre de 2010

Más secuelas nocivas del derrame en el Golfo de México

Científicos de Greenpeace descubrieron restos de petróleo y gas en las profundidades del mar, a 500 kilómetros del sitio del desastre. Las aguas presentan bajos niveles de oxígeno
Pese a que British Petroleum anunció que gastó ya 11.200 millones de dólares por la marea negra, siguen apareciendo restos de petróleo en la zona del desastre. La suma incluye los gastos para contener y limpiar el crudo vertido, la perforación de pozos auxiliares, el dinero pagado a los estados de EEUU afectados y a las autoridades federales, así como indemnizaciones a particulares.

Un equipo de científicos de Greenpeace recorrió durante diez días las áreas afectadas por el derrame y tomó muestras de agua y de oxígeno disueltos, resultado de la degradación de bacterias de petróleo y gas, dijo la organización ecologista. "En las mediciones tomadas, vemos signos de deficiencia de oxígeno a lo largo de una franja de 500 kilómetros" del sitio, dijo el biogeoquímico Rainer Amon, uno de los científicos que participó en la expedición. "La cantidad de componentes de petróleo y gas que hay todavía en el agua es algo que necesitamos investigar ahora en laboratorio", añadió Amon, tras finalizar el recorrido con el buque.

La expedición realizó cuatro muestreos al oeste del pozo siniestrado, a fin de investigar la que se considera la principal trayectoria del crudo vertido tras la explosión de la plataforma Deepwater Horizon, el 20 de abril. "A pesar de lo que a BP y al Gobierno les gustaría que pensáramos, la verdad es que el impacto del derrame de petróleo no se ha terminado", dijo el director de investigación de Greenpeace, Kert Davies. "Los científicos lo saben, los pescadores lo saben, la gente del Golfo lo sabe y ciertamente (también) quienes se encargan de limpiar las bolas de alquitrán (...) El Gobierno y BP tienen que ser honestos con todos sobre la extensión del daño", reclamó Davies.

La expedición realizó paralelamente un estudio de la flora y fauna, y obtuvo muestras de sedimento a una profundidad de 1.300 metros en el fondo del océano, a 8 kilómetros del sitio del desastre. Algunas de las muestras obtenidas contenían visibles cantidades de petróleo con un fuerte olor.

En octubre, otros científicos de universidades estadounidenses se unirán a la expedición de Greenpeace, que empleará un sumergible para bucear en el fondo oceánico en el Golfo de México y estudiar los efectos del desastre petrolífero en hábitats marinos y de arrecifes de coral.

La plataforma petrolera Deepwater Horizon, gestionada por BP, se hundió el 22 de abril tras una explosión en la que murieron 11 personas. Durante 87 días, hasta que el pozo logró ser sellado, se calcula que se vertieron unos 4,9 millones de barriles de crudo, en el peor desastre ecológico de la historia de los Estados Unidos.

Fuente: Infobae.com

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