Por Carlos Guajardo - Diario Clarín
Diego “Pocas Pilas” Huenelaf es delegado de la UOCRA en Trelew. Un hombre lo señaló como uno de los ladrones que entró a su casa. Un juez quiere detenerlo, pero la Constitución provincial se lo impide. Se ampara en sus fueros sindicales para evitar la cárcel
A “Pocas Pilas” lo detuvieron en Trelew bajo la acusación de haber entrado a robar en una casa junto a un cómplice y haberle puesto un cuchillo en el cuello al dueño . La víctima lo identificó en rueda de presos y, dados sus graves antecedentes penales, el juez del caso decidió mantenerlo detenido con prisión preventiva. Entonces ocurrió lo inesperado: el imputado alegó tener fueros gremiales, dada su condición de subdelegado local de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), y forzó su liberación. La Justicia le pidió a la conducción regional del gremio su desafuero, pero éste lo rechazó.
El caso amenaza con convertirse en un escándalo. Diego “Pocas Pilas” Huenelaf sigue libre, la víctima del robo está aterrada y el juez del caso no sabe cómo actuar, ya que teme que los antecedentes del acusado –si es hallado culpable, irá indefectiblemente preso– lo impulsen a escapar.
Todo empezó en la mañana del 11 de agosto, cuando dos hombres entraron a robar a una casa ubicada en la calle Condarco, en Trelew. Como se activó la alarma, tomaron algunos elementos y decidieron huir. Pero cuando se iban se encontraron con el dueño, que justo llegaba en su auto. Lejos de amedrentarse, uno de los ladrones se acercó al vehículo y lo amenazó con un cuchillo en el cuello . Los dos ladrones subieron a un auto robado –un Ford Fiesta– y huyeron. A las pocas cuadras, lo abandonaron. La Policía lo encontró y, con el testimonio de algunos testigos, llegó hasta la casa de uno de los sospechosos: Diego “Pocas Pilas” Huenelaf. Allí se habrían encontrado algunos de los elementos robados. El hombre y su supuesto cómplice fueron detenidos de inmediato .
Enseguida se hizo una rueda de reconocimiento. Allí, el dueño de la casa asaltada señaló a Huenelaf como el ladrón que le puso el cuchillo en la garganta . Se hizo la audiencia de control de detención –un mecanismo previsto por la ley chubutense– y el juez Fabio Monti decidió mantener al sospechoso detenido en prisión preventiva. Sin embargo, pasadas apenas 40 horas de la detención , tuvo que liberarlo. Huenelaf invocó su carácter de delegado sindical, gracias al cual goza de inmunidad gremial amparada por el artículo 248 de la Constitucional Provincial de Chubut. Este habla de la prohibición de detener a un delegado, salvo cuando se lo sorprende in fraganti delito.
Inmediatamente, el juez Monti solicitó el desafuero al gremio. Pero el 6 de septiembre, la comisión directiva de la sede de la UOCRA en Puerto Madryn le respondió que no hará lugar. En un comunicado, indicó que considera que la protección constitucional de la que goza el acusado “en nada afectará el desarrollo de las investigaciones ni el eventual juicio que pudiera preverse”. Agregó que “Huenelaf no va a fugarse ni a entorpecer la investigación” y que su detención “podría entorpecer el normal funcionamiento de la organización gremial”. De todas maneras dejó la puerta abierta “revisar” esta postura si es necesario “asegurar que haya justicia”.
Así, Huenelaf seguirá libre mientras se realice la investigación. Será citado nuevamente cuando se lleve a cabo el juicio oral en su contra. Pero para entonces el juez Monti deberá volver a pedir el desafuero . Si se lo niegan otra vez, seguirá libre –incluso después de la condena– hasta que termine su mandato gremial. Para eso faltan dos años.
Por el momento, los argumentos del juez para mantener detenido a Huenelaf siguen firmes. El Código Procesal provincial le da la posibilidad de hacerlo cuando puede existir peligro de fuga o de entorpecimiento de la investigación. En este caso, el gremialista tiene antecedentes penales –el primero de ellos, a los 17 años– y una condena previa que también sería por robo, por lo cual de ser condenado nuevamente debería ir a la cárcel, según le confirmó a Clarín el propio Monti. Esta expectativa lo llevó a deducir que el acusado podría fugarse.
El juez reconoció que, hasta el momento, Huenelaf “cumplió con los requisitos de presentarse periódicamente en el juzgado”. De todas maneras, se mostró en contra de la aplicación del artículo 248 en hechos que no tengan que ver con la actividad sindical. No es el único que piensa así. Consultado ayer por Clarín , el procurador general, Jorge Miquelarena, calificó la situación como “una locura” y dijo que parecería que algunos “tienen permiso para matar” . Aseguró que el artículo 248 debe ser revisado “cuanto antes” porque debe ser modificado.
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