Por Nicolás Pizzi
Subieron inspectores sin identificar, con GPS. En secreto, controladores de la Nación y la Ciudad pagan el boleto y anotan todas las irregularidades que ven y detectan con los dispositivos. En quince días viajaron en 42 líneas, casi un tercio del total.
La falta de apego a las normas de tránsito por parte de los colectiveros está lejos de ser un mito. En las últimas dos semanas, la Ciudad y la Nación “infiltraron” inspectores en más de 100 colectivos y comprobaron que las infracciones más graves se repiten con alarmante frecuencia a pesar de los controles y de la ola de accidentes que ya causó 22 muertos .
En el 22% de los viajes relevados los “espías” detectaron que se violó la luz roja al menos una vez, y que en el 30,5% se detectó alta velocidad, según los datos a los que accedió Clarín . Los inspectores trabajan en parejas, uno de la CNRT y otro del Ente Regulador porteño, pero no se identifican, por eso se los llama “observadores”: pagan el boleto como el resto de los pasajeros y anotan todo lo que ven. Así detectan infracciones cometidas por los colectiveros y el comportamiento de los peatones o de otros automovilistas que pueda afectar al transporte público.
Para medir las velocidades, cuentan con GPS móviles que compró la CNRT. Todos los datos se vuelcan en tres tipos de planillas previamente diagramadas. Con ese procedimiento, en apenas dos semanas, se relevaron 42 líneas de colectivos, casi un tercio del total . “Repetimos viajes en una misma línea para que no haya casualidades y las empresas no tengan excusas”, explicó una fuente oficial.
Los controles se implementaron luego de la reunión que mantuvieron a mediados de agosto funcionarios del Ministerio del Interior, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, la Agencia Nacional de Seguridad Vial y de Seguridad y Tránsito del Gobierno porteño. Luego de ese encuentro en la Rosada, el Gobierno nacional también anunció la instalación de GPS fijos en todas la unidades, una medida que todavía está muy lejos de implementarse. No obstante, varias líneas ya lo tienen funcionando, aunque esas imágenes son monitoreadas por los propios empresarios.
Con los GPS móviles, hasta ayer se habían controlado 124 viajes (se hace un tramo del recorrido). En ningún caso, los inspectores fueron detectados. En el 22%, unos 27 viajes, se violó la luz roja al menos una vez (hubo un caso donde se registraron tres infracciones en el mismo recorrido), en el 29% de los casos cruzaron con la luz amarilla (técnicamente no es una infracción) y en el 30,5% se detectó que circulaban a alta velocidad. “Hay casos que superan la máxima permitida y otros que no se excedieron pero iban más rápido que el resto del tránsito”, explicó una fuente que accedió a los datos. El caso más grave fue un colectivo a 73 km/h. Según la planilla, tenía la máquina de boletos rota.
Violar la luz roja es la infracción más común entre los colectivos. De hecho, representan el 50% de las 60.000 multas que le envió hace una semana el Gobierno porteño a la CNRT y a la Cámara que nuclea a las empresas de colectivos para que identifiquen a los colectiveros. Es un paso muy importante, porque actualmente la enorme mayoría de las multas no se pueden cobrar por ese motivo.
En los controles también quedó registrado si los colectiveros hablaban por celular mientras circulaban, si arrimaban al cordón –un 42% no lo hizo– y se detallaba el motivo, y si circulaban con la puerta abierta, entre otras cosas. Con esos datos no se pueden labrar multas: serán utilizados únicamente para tener un diagnóstico de la situación actual.
“Las observaciones que estamos haciendo con la CNRT permiten detectar las violaciones e irregularidades de los conductores y del tránsito en general. Es algo positivo porque hemos logrado que distintos organismos de control trabajen conjuntamente”, opinó Miguel Von Rozenberg, director del Ente porteño.
Fuente: Diario Clarín
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