En la mañana de este lunes, cuando la opinión pública fijó la mirada en los documentos sobre los operativos en Afganistán dados a conocer por el sitio Wikileaks (www.wikileaks.org), la página web misteriosamente desapareció del sistema durante varias horas.
El fallo de sistema puede haberse dado por un incremento masivo y repentino del interés en la página, que reúne informaciones secretas oficiales de fuentes anónimas. Y no sólo de Afganistán.
Entre la información más destacada publicada por el sitio puede hallarse documentación sobre procesos en la prisión de Guantánamo; correos electrónicos de la Unidad de Investigación Climática (Climate Research Unit); así como un vídeo secreto de 2007 que muestra el ataque de un helicóptero estadounidense en Irak en el que se mató a decenas de civiles, incluyendo a dos periodistas desarmados.
No faltarán quienes atribuyan la falla de esta jornada a una revancha por parte de los agentes de la administración estadounidense o de alguno de sus aliados que no ocultaron su indignación ante la actual filtración de miles y miles de documentos secretos sobre la guerra de Afganistán.
Lo cierto es que este fin de semana, tres años y medio después de que el sitio fuera lanzado, a fines de 2006, Wikileaks pasó a estar en los titulares por dar a conocer 91.000 documentos secretos con información detallada registrada durante los seis años de guerra de las fuerzas aliadas internacionales en Afganistán.
Al igual que YouTube y Facebook, Wikileaks es fiel reflejo de la actual era digital y comparte con Wikipedia bastante más que las primeras cuatro letras del nombre. Siendo una organización voluntaria basada en Escandinavia y cofundada por su actual editor en jefe, el periodista y activista australiano Julian Assange, sólo cuenta con cinco empleados de tiempo completo, pero con una red de más de 1.000 voluntarios que evalúan, editan y publican lo que actualmente de seguro se ha convertido en la mayor base de datos de documentos filtrados de la historia.
La organización se define como apolítica en el sentido de que no presta atención sobre quién filtra información. Se guía por el principio de la "transparencia radical" en la creencia de que cuantos menos secretos haya, mejor.
Sin embargo, en un primer momento sí señaló estar basado en el "interés primordial de exponer a régimenes represores de Asia, el antiguo bloque soviético, África subsahariana y Cercano Oriente", al tiempo que destacaba: "Pero también queremos brindar asistencia a personas de todas las regiones que quieran revelar comportamientos faltos de ética por parte de sus gobiernos o empresas". Si bien la idea original era que cualquier persona pudiera subir documentos, esta manera de operar demostró ser inviable, por lo que actualmente la información es enviada online y evaluada por los miembros y voluntarios de Wikileaks especializados en áreas como la lingüística, informática y derecho.
A pesar de que tiene la intención de operar como insurgencia mediática, el efecto que pueda lograr la página aún depende de los viejos medios, que son los que dictan la agenda noticiosa. Tal es así que Wikileaks dio acceso exclusivo a la documentación al "New York Times", "The Guardian" y "Der Spiegel" semanas antes de que fuese publicada en el sitio.
Actualmente Wikileaks, fundada en 2006 por disidentes chinos, periodistas, matemáticos, gente del área de informática de Estados Unidos, Taiwán, Europa, Australia y Sudáfrica, trabaja en documentos relacionados con el vertido de petróleo de la británica BP. Pero la publicación de esta información se ve demorada por falta de financiación y de personal.
Fuente: Diario El Argentino.
Si el gobierno y el ejercito norteamericano hiciera las cosas como tiene que hacerlas poco tendrian que preocuparse de estas ONGS.
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