Por Jorge Elías
En 1984, ya la Fuerza Aérea Argentina había realizado un requerimiento a la entonces FMA, dada la necesidad de Argentina de contar a la mayor brevedad posible con una aeronave multipróposito y rentable, que sea apta para el transporte de pasajeros, carga, reconocimiento aeromarítimo, lanzamiento de paracaídas y uso militar, impulsó a esta empresa a la tarea de investigación y desarrollo de un nuevo proyecto: el avión de transporte ligero ATL, un monoplano de ala alta tipo cantilever, tren de aterrizaje retráctil, cabina presurizada-lo que le permitia pasar sobre las tormentas- y que fuera diseñado para permitir una rapida transformación para que pudiera cumplir con eficacia cada una de las misiones impuestas.
Ya han pasado 26 años. Lamentablemente, la falta de una visión estrategia, asociada a malas administraciones gubernamentales, nos han llevado al estado de postración que presentan nuestras FFAA.
Luego del anunciado traspaso a manos del Estado de la Fábrica Argentina de Aviones de Córdoba, la empresa que pertenecía a la norteamericana Lockheed Martin, proclamo que tenia decidido un proceso de sustitución de importaciones de aeronaves que tenia como objetivo equipar a las flotas de las gobernaciones provinciales. La realidad indico todo lo contrario.
Fue entonces que resucitaron el viejo proyecto del ATL, acuñado años atrás por técnicos e ingenieros de la ex-Fábrica Militar de Aviones, denominado ahora ATLR (Avión de Transporte Liviano Regional) para cabotaje intermedio y carguero liviano que contaría con una capacidad de 26 y 32 plazas.
Este proyecto es uno de los impulsados por la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), y único sindicato de la Fábrica Argentina de Aviones. Ricardo Cirielli, secretario general de APTA, aseguró que el ministro de Planificación Julio De Vido y la presidenta Cristina Kirchner están al tanto de estos proyectos. “Tienen conocimiento de esto, ya que nosotros se lo propusimos y lo están analizando, porque el objetivo es recuperar la producción aeronáutica”.
Pero la realidad indica otra cosa, las recientes adquisición de aviones Embraer y Airbus, si bien de otro tipo, nos alejan del rumbo que nunca se debió abandonar. La industria aeronáutica esta con una enorme capacidad ociosa. Ahora, aparecen nuevos posibles acuerdos con imperios tecnológicos para la construcción de aeronaves de baja tecnología factibles de fabrica en Argentina. Un posible camino, si se requiere soluciones para corto plazo, sería asociarse con industrias de avanzada para la fabricación local de las aeronaves que necesita Argentina y Latinoamerica.
El despegue de nuevas aeronaves fabricadas en nuestro país, espera... Mientras tanto, solo se escuchan vacías palabras...
Lamentablemente aún faltan algunos lustros para tener una clase dirigente con visón estrategica y, futuro para nuestro país.
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