(FNM) Lejos de atenuarse, circulan con creciente insistencia las versiones sobre un supuesto traslado de la Base Naval Mar del Plata, con miras a la realización de un proyecto recreativo y turístico en los espacios que hoy ocupa. No existen datos o informaciones objetivas que permitan afirmar la existencia de tal proyecto. Las referencias más cercanas, tiene origen en un artículo publicado el 12 de abril último por el diario La Capital de dicha ciudad.
En efecto, hacia el final de una nota titulada “El martes, De Vido recibirá a intendentes de la región”, el mencionado matutino expresa – bajo el subtítulo “¿Regata y puerto deportivo?” -, lo siguiente: “Asimismo, cabe destacar que con motivo de la celebración del Bicentenario de la República, Mar del Plata será sede de una regata internacional con pocos antecedentes en esta parte del continente. Al menos 14 veleros de distintos países del mundo permanecerán frente a las costas marplatenses para sumarse a los festejos”.
Continúa La Capital, afirmando que “De la mano de esta Regata, no es descabellado volver a insistir -como oportunamente se sugirió desde estas mismas páginas- en la necesidad de transformar el predio que hoy ocupa la Base Naval Mar del Plata, en un puerto deportivo de nivel internacional que, sin dudas, realzaría aún más todo ese sector de la costa marplatense, generándose un nuevo polo de atracción.
La generación de un puerto deportivo, la parquización y puesta en vigencia de todo ese sector que hoy ocupa la Base Naval, constituirían un cambio radical que bien puede comenzar a concretarse en el año del Bicentenario de la República. Un nuevo puerto para embarcaciones deportivas, junto a restaurantes y espacios verdes convertirían a la actual base militar en un "Puerto Madero" autóctono Las condiciones están dadas. La decisión es eminentemente política.”Hasta aquí, textual, lo afirmado por el diario La Capital.
Pocos días después, en un programa radial de la Emisora LU6 – Atlántida, perteneciente al Multimedios La Capital, se afirmó que la Presidenta de la Nación anunciaría, durante una visita a realizarse el día 22, la decisión de poner en marcha el proyecto en cuestión. Con posterioridad, y según lo informado por el portal marplatense de noticias “Puntonoticias. com”, el secretario general de la representación local de ATE, Darío Ledesma, expresó la preocupación de los trabajadores estatales que cumplen tareas en la Base Naval ante los rumores de un posible cierre de ese sector militar.
Al respecto, el dirigente habría reconocido que ese rumor es muy fuerte "desde altos funcionarios del Ejecutivo". Lo cierto es que la visita presidencial no se concretó, y que tampoco se efectuaron pronunciamientos ni anuncios sobre el particular. En rigor, no debe sorprender la ausencia de tan disparatado anuncio. En efecto, un proyecto como el enunciado por el centenario diario marplatense, no sólo resultaría descabellado, sino decididamente escandaloso.
Varias son las razones para descartar de plano un mamarracho como el sugerido. En primer lugar, la simple idea de transformar espacios e infraestructura portuaria operativa de incalculable valor, en un “Puerto Madero autóctono”, denota cuanto menos una monumental falta de discernimiento.
Convertir un puerto para buques de porte, sus muelles, infraestructura y espacios de maniobra en plenas condiciones de operación, en un embarcadero deportivo y un paseo gastronómico implicaría una mutilación inadmisible a la condición Marítima de Mar del Plata, a la que debería por el contrario proveerse de proyectos de ampliación de sus actuales espacios portuarios.
Se trataría en fin, de la recreación, aumentada en varios órdenes de magnitud, del célebre escándalo de la “Escuela shopping” de Buenos Aires.
Se trataría en fin, de la recreación, aumentada en varios órdenes de magnitud, del célebre escándalo de la “Escuela shopping” de Buenos Aires.
Pero existe además en esta trasnochada iniciativa, una gravosa consecuencia para la Defensa Nacional. Afirma el artículo de marras que “las condiciones están dadas”, sin efectuar mención alguna al supuesto lugar de nuevo emplazamiento de las capacidades navales hoy apostadas en la Base Naval Mar del Plata, incluida la fuerza de submarinos. Mar del Plata es uno de los escasos puntos de nuestro litoral marítimo, que permite un acceso relativamente próximo desde la costa a las profundidades aptas para la inmersión de este tipo de medios. Es esta una de las claves para minimizar la vulnerabilidad de esta formidable –e imprescindible- capacidad de defensa.
Ni Buenos Aires, ni Puerto Belgrano – con largos canales de acceso a aguas profundas, proveen este seguro, esencial para los submarinos. No se entiende entonces cuál sería el nuevo lugar de emplazamiento que los “entrepreneurs” del “nuevo polo de atracción” marplatense están avizorando para nuestras unidades submarinas. Excepto, claro, que el “detalle” les resulte intrascendente.
Las dos razones muy brevemente expuestas, que en modo alguno agotan el conjunto de argumentos contrarios a tan insensata propuesta,(ténganse en cuenta por ejemplo los servicios y escuelas emplazados en la base naval, con instalaciones tan costosas como las de buceo de gran profundidad de la Escuela de Buceo, que son únicas en el país), son suficientes como para suponer que ningún ministerio de planificación, y ningún ministerio de defensa en sus cabales, podrían asesorar a sus autoridades superiores en favor de tal dislate. Resultaría patético además, que una comunidad que pugnó hace pocos años por ostentar el título de “Capital Nacional de los Intereses marítimos”, viera transformar una parte vital de su patrimonio marítimo en un nuevo y triste negocio inmobiliario.
Por eso, insistimos, no debe sorprender que el tema quede en el olvido. Sin embargo, una clara señal por parte de las autoridades, indicando su rechazo a la idea planteada, contribuiría grandemente a aventar la inquietud que no pocos sectores de la sociedad, y en particular de la comunidad marítima, están experimentando en relación con esta desafortunada especie. Esperemos que la señal llegue pronto.
Fuente: NUESTROMAR
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