miércoles, 1 de abril de 2009

Sorpresa y enojo en la comunidad judía e Israel

Por Jaime Rosemberg - LA NACION
"Hay confusión en el Gobierno", opinaron. "Es una barbaridad, como comparar peras con manzanas. ¿Quién asesora a la Presidenta?", se preguntó ayer un experimentado dirigente de la comunidad judía argentina.

Reaccionó así luego de leer las declaraciones de la presidenta Cristina Kirchner, que en la reunión de Doha afirmó que tanto el reclamo argentino por Malvinas como la demorada creación de un Estado palestino "son dos ejemplos terribles de no cumplimiento de las normas de los organismos internacionales en materia de derecho y reconocimiento de nuestros países".

El enojo comunitario, compartido por la representación israelí en Buenos Aires, se exteriorizó luego de leer las declaraciones de la Presidenta, aunque el tono fue, en público, mucho más moderado que en las reuniones reservadas. "La observación (de la Presidenta) no corresponde y nos sorprende", afirmó a La Nacion Iftaj Curiel, agregado cultural de la embajada israelí en Buenos Aires. El funcionario, que participó como oyente de un seminario en el CARI sobre la relación entre la Argentina y los países árabes, eligió una ironía para complementar su opinión. "Allí me quedó claro que Israel tiene la culpa de todos los problemas de los árabes. Pero no sabía que llegábamos hasta Malvinas."

El presidente de la DAIA, Aldo Donzis, afirmó que sólo se referiría a las declaraciones de la Presidenta en este punto. "Me parece una altísima confusión equiparar dos situaciones tan distintas. Comparamos una situación colonial como la británica, que lleva seis años, con Israel, que no ocupa un centímetro de territorio palestino ni en Gaza ni en Cisjordania." El titular de la entidad política de la comunidad judía argentina también distinguió entre "el pueblo israelí, que acuerda con la creación de un Estado palestino, y los kelpers, que desean ser británicos".

Con similares argumentos, el titular de la Organización Sionista Argentina, Carlos Frauman, sostuvo que "no hay punto de comparación" entre ambas problemáticas y que "la Presidenta se equivocó al comparar un enclave colonial con un Estado como Israel, reconocido por las Naciones Unidas". Para Sergio Widder, delegado local del centro Simón Wiesenthal, "hay que recordar que tanto en 1948 como ahora Israel acepta la existencia del Estado palestino, y quienes boicotean la creación del Estado palestino son los terroristas de Hamas".

La defensa de la Presidenta, como era de esperar, corrió por cuenta del ex piquetero Luis D´Elía. "Son cuestiones muy similares, dos violaciones del derecho internacional sobre la soberanía de dos pueblos, el palestino y el argentino", afirmó el ex funcionario del Gobierno a La Nacion. Para D´Elía, constante defensor del gobierno fundamentalista iraní, "es bueno recordar que en los plenarios de la ONU los países árabes e Irán votan siempre en favor de la Argentina, y Estados Unidos e Israel lo hacen en contra".

La comunidad judía analizó con preocupación estas declaraciones, y las consideró parte de un camino ya transitado de desencuentros. "Cuando D´Elía dice lo que dice sobre Israel, o cuando hay manifestaciones con esvásticas, es porque en el Gobierno tienen permiso de alguien. Piensan que hay colonialismo israelí y no se atreven a decirlo", afirmaron las fuentes.

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