viernes, 23 de enero de 2009

Final exitoso para la provisión de la base más austral de la Argentina

Es la Belgrano II, la más aislada de las bases nacionales. Técnicos, científicos y especialistas lograron así uno de los objetivos más complejos de la Campaña Nacional Antártica del verano 2008/2009, en un trabajo conjunto de la Cancillería y el Ministerio de Defensa.
El reaprovisionamiento, para un período de dos años, de la Base Belgrano II, la más extrema y aislada del Sistema Antártico Argentino, concluyó ayer con éxito en una operación monitoreada por el canciller Jorge Taiana y las más altas autoridades del Ministerio de Defensa, según se informó en un comunicado de la Cancillería. Belgrano II es una de las 6 bases permanentes del Sector antártico de nuestro país, y se puede acceder a ella únicamente en ésta época del año. Por eso, luego de casi dos años sin un aprovisionamiento total, el 15 de enero arribaron a la base argentina el buque polar ruso de investigación "Vasili Golovnin" y el rompehielos ruso "Dranitsyn", contratados por el Gobierno nacional luego del incendio del Almirante Irízar, que está en reparación.

El "Dranitsyn" abrió la llamada "barrera de hielo", es decir, las aguas antárticas congeladas, para que el "Golovnin" pudiera acceder a la base Belgrano II y se procedió al relevo de todo el personal (19 hombres reemplazaron a la actual dotación compuesta por 10 personas, entre científicos, técnicos y militares) y la descarga de combustible, víveres y medicamentos para la más austral de las bases argentinas, junto a la San Martín.
Al mismo tiempo, todo en un trabajo conjunto de la Cancillería y el Ministerio de Defensa, científicos y técnicos argentinos a bordo de los buques pudieron completar, junto a sus colegas de la Base Belgrano II, diferentes tareas científicas, de monitoreo y recambio de equipos vitales para el funcionamiento y el trabajo en la zona.
Esos mismos especialistas seguirán viaje desde hoy a otras bases, tales como Orcadas, Jubany y Marambio, para entregar las provisiones correspondientes a cada una de ellas. Hay que destacar que a partir de este año se desarrollará una mayor cantidad de actividades científicas en Base Belgrano II. Para ello, se instaló una estación sismográfica (se emplazó el sismógrafo más austral montado en roca firme en esas latitudes) y nuevos sistemas para medir con más detalle los niveles de ozono.
Estos últimos días, las actividades desarrolladas en Base Belgrano II fueron, entre otras el control de las instalaciones y equipamiento en general del laboratorio, se calibró el instrumento de medición de ozono, se concretó el lanzamiento de dos ‘ozono sondeos’ como training de los nuevos operadores, se realizó la coordinación de las actividades de magnetosfera y el control de espectrómetros (para medir también el nivel de ozono en la atmósfera). Además, se realizó el montaje y puesta en servicio del equipo Lidiar (Light Detection And Ranking), que sirve para evaluar la magnitud del daño a la capa de ozono estratosférico que provoca el famoso "agujero de ozono" durante la primavera austral. El Lidiar utiliza un láser con un telescopio que apunta al cenit.

Fuente: Infobae.com

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