Se sumarán a la lucha contra los piratas; los captores del Sirius Star piden US$ 25 millones
Ante el preocupante aumento de la piratería frente a las costas de la anárquica Somalia, Rusia anunció ayer que enviará más barcos de guerra a la zona para proteger las embarcaciones que circulan por esas aguas. "Es una medida necesaria, porque los piratas han intensificado sus actividades en el cuerno africano y el golfo de Adén", declaró el comandante en jefe de la marina rusa, Vladimir Visotski, a la agencia oficial Ria Novosti.
Actualmente, Rusia sólo cuenta en la costa oriental de Africa con una fragata, llamado Intrépido, que está equipado con misiles y 200 tripulantes a bordo; fue enviado a la zona a fines de septiembre pasado, luego de que unos piratas somalíes secuestraran un carguero ucraniano que transportaba 30 tanques y varios marinos rusos.
Pese a que Visotski no detalló cuántos ni cuándo serán enviados los buques de guerra que acompañarán al Intrépido, el diario moscovita Gazeta informó que Rusia evalúa la posibilidad de "alquilar" sus navíos como escoltas de cargueros extranjeros en la conflictiva zona. Por su parte, el embajador ruso ante la OTAN, Dimitry Rogozin, exigió ayer que se realizaran operaciones militares en tierra para combatir la piratería. "La Unión Europea, la OTAN y otros deben poner en marcha operaciones desde las costas para eliminar a los piratas", declaró Rogozin, e insistió en que "la acción naval no es suficiente para acabar con la amenaza de la piratería".
El incremento de los audaces actos delictivos en la zona ha llevado a la OTAN, Francia y Estados Unidos a reforzar el patrullaje en el océano Indico y el golfo de Adén, pero con escasos resultados.
La multiplicación de los ataques pirata también inquieta a los países africanos ribereños del mar Rojo, que temen que la inseguridad en la zona reduzca el tráfico marítimo en el Canal de Suez.
Por tal motivo, representantes de Egipto, Yemen, Arabia Saudita, Sudán y Jordania se reunieron ayer en El Cairo para elaborar una estrategia conjunta contra la piratería en el golfo de Adén.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en tanto, aceptó imponer nuevas sanciones para detener el flujo de armas hacia Somalia. Con el objetivo de reforzar al gobierno de transición somalí y debilitar a los grupos armados que fomentan la inestabilidad en la que se encuentra sumergido el país desde hace casi dos décadas, el Consejo autorizó la creación de un grupo de expertos que deberá identificar a quienes estén vinculados con la piratería y con grupos armados. Además de sufrir sanciones financieras, estas personas no tendrán derecho a viajar fuera de Somalia.
El Consejo, además, divulgó un informe que señala que, en lo que va del año, los piratas han capturado 65 barcos y han obtenido unos 30 millones de dólares en concepto de rescates.
Esa cifra podría crecer sustancialmente si los piratas que secuestraron el buque petrolero saudita Sirius Star consiguen la recompensa que piden por su liberación. Según trascendió ayer, los captores exigen por el superpetrolero, secuestrado el sábado pasado, un rescate de millonario en un plazo de diez días. "Pedimos 25 millones de dólares a los propietarios", declaró Mohammed Said, uno de los piratas a bordo del Sirius Star. "Los sauditas -agregó- tienen diez días para satisfacer la exigencia. De lo contrario, actuaremos de una forma que podría ser desastrosa."
El Sirius Star, de 330 metros de eslora, fue capturado a unos 800 kilómetros de la costa de Somalia con un cargamento de petróleo valuado en 100 millones de dólares, hecho que fue considerado la operación de piratería más espectacular jamás ocurrida en la historia reciente.
La Unión Africana (UA), en tanto, denunció que el aumento de la piratería en el cuerno africano es consecuencia directa del caos que reina en Somalia y pidió el envío de cuerpos de paz de la ONU a ese país lo antes posible.
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