Los líderes del mundo se comprometieron a reformar y fortalecer los mercados financieros. Se reunirán en seis meses para evaluar los progresos obtenidos.
La cumbre celebrada en Washington finalizó con un comunicado en el que las principales economías desarrolladas y en desarrollo, incluidas España, Argentina, México y Brasil, acordaron "sentar las bases de una reforma para garantizar que una crisis global, como ésta, no se repita".
La cumbre celebrada en Washington finalizó con un comunicado en el que las principales economías desarrolladas y en desarrollo, incluidas España, Argentina, México y Brasil, acordaron "sentar las bases de una reforma para garantizar que una crisis global, como ésta, no se repita".
El plan expuesto en el comunicado final de diez páginas prevé, entre otros asuntos, un sistema de alerta ante problemas como los que provocaron la crisis en el sector inmobiliario estadounidense y prevé el establecimiento de mecanismos para detectar inversiones arriesgadas o fraudulentas.
Determinar cómo vayan a hacerlo corresponderá ahora a sus ministros de Economía, que tienen para ello de plazo hasta finales de marzo.
Los mandatarios volverán a reunirse antes del 30 de abril, posiblemente en Londres. Para entonces ya será presidente de EEUU Barack Obama, el sucesor del anfitrión de la cumbre, George W. Bush.Obama no acudió a la cumbre, para evitar hacer sombra a Bush, aunque envió a dos representantes, la ex secretaria de Estado, Madeleine Albright, y el ex congresista republicano Jim Leach, que mantuvieron una intensa agenda de reuniones con los participantes en la reunión del G-20.
En una declaración al final de encuentro, Bush declaró que esta cumbre ha sido un "éxito" pero advirtió que "queda mucho trabajo por hacer" y que por sí sola "no va a resolver los problemas del mundo"Estados Unidos ha logrado imponer su tesis de que no conviene crear organismos y supervisores internacionales, como defendía Europa, así como su oposición a una regulación excesiva que atente contra el libre mercado.
El G20 afirmó que las reformas que se van a poner en marcha tendrán éxito solo si "descansan en el libre mercado, en el respeto a la propiedad privada, y la libertad de comercio e inversión".
En esta misma línea, el comunicado final anima a concluir antes de final de año la ronda de liberalización comercial de Doha. No obstante, los países del G20 reconocen que es necesario fortalecer la transparencia y la regulación de los mercados, pero deja claro que ello debe ser responsabilidad de cada país.
Las reformas adoptadas por un país debe descansar sobre cinco principios, entre los que se incluye aumentar la responsabilidad y la transparencia de los mercados, así como reforzar la regulación, señala el documento. En concreto, recomienda que se ponga límite a las remuneraciones excesivas de los altos directivos, se controlen mejor las actividades de las entidades financieras trasnacionales, y se tomen medidas anticíclicas, para evitar el agravamiento de las crisis. Precisamente, España aportó como ejemplo en la cumbre las provisiones anticíclicas que el Banco de España impuso a las entidades financieras a principios de esta década, y que permitió crear un colchón financiero para los tiempos de crisis.
El último de los puntos hace referencia al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, que debería ser reformados para, entre otras cosas, dar un mayor peso a las naciones en desarrollo.
Fuente: EFE
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