jueves, 5 de junio de 2008

El "efecto Irak" en el Medio Oriente

La invasión encabezada por Estados Unidos a Irak en 2003 terminó con un gobierno que había jugado un papel preponderante en toda la región por más de tres décadas y por esa razón afectó a todas las fichas de ese tablero que conocemos como Medio Oriente.

Una de las principales consecuencias de la caída de Saddam Hussein fue la nueva influencia que cobró el enemigo acérrimo del ex presidente iraquí, la República Islámica de Irán. "Irán se ha vuelto ahora más importante en la región a partir de la caída de Irak, pero no es nueva esta ambición iraní. Lo nuevo es el tipo de intervención que trata de llevar a cabo y el juego de alianzas", dijo a BBC Mundo el analista político jordano Mustafá Hamarne.

Para Abdel Moneim Said, director del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos Al Ahram con sede en El Cairo, "la intervención estadounidense en Irak cambió el mapa de coaliciones y fuerzas regionales. Hay un nuevo posicionamiento de chiítas y sunitas". "Por un lado existe esta suerte de coalición entre los gobernantes alawitas en Siria, Hezbolá, Irán y los chiítas iraquíes. Y por el otro lado Arabia Saudita, Egipto y los sunitas del Líbano e Irak", explicó Said.

Para Hilal Khashan, analista político de la Universidad Americana de Beirut, "la invasión estadounidense destruyó la 'ecología política' de la región. Irán se volvió una fuerza preponderante en Irak y por extensión en Líbano. Sin este nuevo papel de Irán como poder regional Hezbolá no podría haber hecho todo lo que ha hecho". No todos los cambios han sido tan visibles para el mundo, como el surgimiento de Hezbolá como uno de los principales actores en el Medio Oriente. Otras consecuencias de lo ocurrido en Irak sólo han sido captadas por los que viven en estos países.

Para Mustafá Hamarne la post-guerra en Irak "tuvo un efecto muy negativo en el desarrollo político de la región. Complicó las cosas en Líbano e incluso aquí en Jordania, un país que desde el año 1989 era escenario de una liberalización política". Y añade que "aquí los gobernantes siempre están utilizando como excusa en contra de este proceso de apertura las amenazas externas y ahora la mayor amenaza en términos de seguridad es Irak. Irak ha sido usado como excusa no sólo para no avanzar en el camino de la democratización y la libertad sino también para revertir alguno de los logros alcanzados".

A pesar de las críticas a lo sucedido en estos cinco años, pocos parecen extrañar al gobierno de Saddam Hussein, pero la forma en que fue sacado del poder y el caos posterior a su caída no son fáciles de olvidar. "Algo bueno que es digno de mencionarse: la caída de un dictador. ¿Pero fue una buena forma de deshacerse de él? Sabemos que EE.UU. a través de sus medios de información pudo terminar con los sistemas de Europa del Este. Ellos deberían haber hecho lo mismo con Irak pero prefirieron hacerlo a través de la sangre", indicó a BBC Mundo George Jabbour, ex asesor del presidente sirio Hafez al Assad.

Siria fue uno de los países que siguió con más atención lo ocurrido en Irak, debido a que en más de una ocasión durante 2003 se pensó que el gobierno de Damasco seguiría la misma suerte que su par iraquí. "En los primeros días de la guerra, EE.UU. solía decir que había incursiones sirias en territorios iraquí y que ellos tenían el derecho de hacer todo lo posible para evitarlo, pero después se vieron inmersos en una difícil situación en Irak, sus ambiciones se vieron limitadas y ahora están clamando por ayuda", concluyó Jabbour.

Otro país que hasta el día de hoy sigue la evolución de lo que sucede en Irak es Turquía, que a fines de febrero lanzó una ofensiva terrestre contra posiciones de los guerrilleros separatistas del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) en el Kurdistán iraquí.

Para el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Bilkent en Ankara, Ersel Aydinli, "al destruir Irak, la intervención estadounidense creó una suerte de vacío de poder en el norte, lo que no fue una buena noticia para Turquía debido al accionar de los guerrilleros del PKK en la región". "El crecimiento de la autonomía de los kurdos y el nuevo llamado a la independencia del Kurdistán complicó aún más las cosas para Turquía, porque los seguidores del PKK lograron una mayor justificación para su tendencia separatista a partir de esta mayor exposición pública de la política kurda".

Pero según Aydinli, no todas fueron malas noticias para el gobierno de Ankara debido a que, más allá de algunas diferencias, ambos países siempre han sido aliados cercanos. "Creo que esta sociedad histórica hace más fácil la coordinación de ciertas acciones ahora que antes, cuando aún estaba en el poder Saddam Hussein. Podemos ver parte de las implicaciones de esa nueva cooperación en la intervención militar turca en el norte de Irak tras la información de inteligencia suministrada por EE.UU".

Aunque a comienzos del año 2008 George W. Bush visitó Israel y los territorios palestinos, muchos en la región -como el consejero del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, Abdel Husni- se quejan de que en estos cinco años el conflicto histórico del Medio Oriente no tuvo importancia para Washington. "La cuestión palestina pasó a un segundo o tercer plano porque los esfuerzos y los intereses norteamericanos han estado concentrados durante este período en el caos causado en Irak", explicó Husni.

En el caso de Israel, pocos lamentan la caída del partido Baas y de su líder en Bagdad, pero nadie tiene mucho tiempo para celebrar como dijo a BBC Mundo Yigal Palmor, vocero del gobierno israelí. "Saddam Hussein era una amenaza permanente para Israel, tanto por los misiles que había disparado en el año 91, como por la ayuda económica y militar a los grupos terroristas palestinos. Todo esto desapareció, pero los movimientos terroristas no desaparecieron con él, ahora siguen apoyados por Irán". Con o sin Saddam Hussein, Medio Oriente sigue siendo una de las regiones más volátiles del planeta. Lo ocurrido en marzo de 2003 no parece haber apagado las llamas sino avivado el fuego.

Fuente: por Matías Zibell (BBC Mundo)