viernes, 6 de junio de 2008

AFGANISTÁN ...Y todo sigue igual

Tras el desalojo del poder de los talibán, grupos fundamentalistas han ocupado su lugar, impidiendo el desarrollo de la democracia, en un país en el que la situación es caótica.

La leyenda de que ningún invasor extranjero había conquistado Afganistán desde los tiempos de Alejandro Magno se vino abajo con la fulgurante operación 'Libertad Duradera'. ¿O no tanto? La prometida democratización no ha llegado a un país en el que las elecciones de 2004 y 2005 se celebraron salpicadas por rumores de fraude, y la violencia está presente en la mayor parte del país. Los talibanes se rearman y la producción de opio y heroína alcanza niveles desproporcionados. Estados Unidos se vanaglorió de quitar los 'burkas' a las afganas, pero ahora la comunidad internacional está atascada en el corazón de Asia.

Las mujeres despojándose de las prendas impuestas por los integristas y los hombres afeitándose sus barbas fueron una operación de imagen, ya que en la práctica el fundamentalismo sigue vigente en Afganistán con los nuevos grupos que ocupan el poder, como la Alianza del Norte, bajo la bendición de Washington. Organizaciones de defensa de las libertades, como Rawa (Revolutionary Association of the Women of Afghanistan), denuncian que no hay mucha diferencia entre la actual situación y la de la época talibán. Además, éstos últimos se han reagrupado en las montañas del sur del país y, en algunas zonas fronterizas, llegan a controlar la Administración, representando una amenaza para el debilitado poder central. A esto hay que sumar los continuos enfrentamientos de las guerrillas y la desesperada situación de los más de dos millones y medio de refugiados que han regresado al país desde que, en diciembre de 2001, cayese el régimen talibán. Otros 2,7 millones de afganos aún no han podido regresar.

La Historia dice que ni británicos ni soviéticos habían conseguido doblegar a un pueblo indómito, en un territorio muy favorable para la lucha de guerrillas. Los primeros nunca llegaron a controlar del todo a un país que consiguió su independencia en 1919. Los segundos encontraron su propio Vietnam en una guerra que duró de 1979 a 1989. Los 'muyaidin' afganos, armados y entrenados por EEUU, metieron en un callejón sin salida al poderoso ejército ruso. Pero ni después de la retirada de los tanques de Moscú un país empobrecido conoció la paz, sumido en un caos en el que multitud de facciones luchaban por hacerse con el control del Estado.

En septiembre de 1996, uno de esos grupos tomó Kabul. Eran los 'estudiantes del Islam' o talibán, que no tardaron en imponer su extremista concepto de la religión musulmana: prohibición del derecho al trabajo y a la educación para las mujeres, amputación de manos para delitos como el robo o castigo de apedreamiento para los casos de adulterio, entre otras violaciones de los derechos humanos, a la que asistía impotente la comunidad internacional.

Los atentados del 11 de Septiembre cambiarían el destino de Afganistán. Los estadounidenses pidieron a los talibán la cabeza de Bin Laden, y como éstos se negaron a concedérsela, entraron a buscarla el 7 de octubre de 2001 con su 'Libertad Duradera' (el nombre elegido en primer lugar para la operación, 'Justicia Infinita', se sustituyó para no ofender a los musulmanes). Nunca encontraron al líder de Al Qaeda.

Una coalición internacional y algunos de los grupos opositores al régimen anterior, la Alianza del Norte, desalojaron a los talibán del poder. La ONU se hizo cargo en diciembre del mismo año de mantener la paz tras la salida de los integristas, a través del mandato de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), hasta la celebración de unos comicios democráticos, que llegarían en 2004 con la victoria de Hamid Karzai. Durante todo ese tiempo, este líder 'pastun' asumió la presidencia del país dirigiendo un nuevo Gobierno de transición con representantes de todas las etnias afganas.

Desde agosto de 2003, es la OTAN la encargada de controlar la ISAF, su primera misión de paz fuera de Europa. Formada por unos 30.000 soldados, repartidos en cinco comandancias regionales —Kabul, norte, oeste, sur y este—. Las fuerzas españolas ascienden a cerca de 700 efectivos, destacados en Herat, al oeste del país. Una de sus tareas más decisivas, ante el temor de atentados, fue la supervisión el 18 de septiembre de 2005 de los comicios en los que los afganos acudieron a las urnas para elegir el primer Parlamento en más de tres décadas.

Ahora, la raquítica democracia afgana convive con los cada vez más poderosos talibán, que, enriquecidos gracias a la acelerada producción de opio (6.100 toneladas en 2006, un 59% más que el año anterior), pagan hasta cinco kilos de oro por cada soldado de la OTAN que maten. Así, la organización atlántica que dirige el holandés Jaap de Hoop Scheffer, se juega gran parte de su futuro y credibilidad en un conflicto en el que se ha demostrado impotente, y cada semana acumula muertos por ataques a convoyes, secuestros y guerrillas. España también ha sufrido el zarpazo de los talibán, y como el nuestro, la mayoría de los países vacila a la hora de aumentar su presencia militar en un país en el que los soldados tienen 3,5 veces más posibilidades de morir que en Irak. Bush llama a la desesperada a colaborar en el país, donde además el respeto por los derechos humanos sigue siendo una utopía. En marzo de 2007, la OTAN y el ejército afgano lanzan el mayor ataque conjunto contra las milicias talibán, movilizando a más de 5.500 soldados.
FICHA
Nombre oficial: República Islámica de Afganistán
Capital: Kabul
Sistema de gobierno: República Islámica
Jefe del Estado: Hamid Karzai. La Autoridad Interina Afgana es un Gobierno de unidad nacional formado por varios partidos.
Primer Ministro: Hamid Karzai. Designado desde diciembre de 2001 en la Conferencia de Bonn para la reconstrucción de Afganistán. Respaldado por las urnas en los comicios celebrados en octubre de 2004.
Partidos de la Autoridad Interina Afgana: Frente Islámico Unido por la Salvación de Afganistán (Alianza del norte). Grupo de Roma (Monárquicos), Grupo de Peshawar.
Población: 31.056.997 habit. (2006)
Superficie: 647.500,00 km²
Idioma: Pashtu (35%), Afgano-persa (50%), lenguas de Turkic (11%), 30 lenguas de menor importancia (4%)
Religión: Musulmanes-Suníes (84%), Musulmanes-Chiíes (15%), minoritarias (1%)

Fuente: Por RUBÉN CABEZAS (Diario El Mundo (España)