El Reino Unido respondió al planteo argentino por las licencias petroleras en Malvinas con una reivindicación de que las islas y las aguas que las rodean son parte de su soberanía. "El gobierno de las islas Falklands (Malvinas) tiene derecho a desarrollar su industria de hidrocarburos en las aguas bajo su jurisdicción, iniciativa que el Reino Unido apoya y apoyará", dijo el portavoz de la embajada británica en Buenos Aires. El canciller Jorge Taiana había denunciado la medida como "un acto ilícito".
Dudas de funcionarios británicos sobre su derecho a las islas:
-Duque de Wellington, primer ministro en 1834: "he revisado todos los papeles relativos a las Malvinas. De ninguna manera encuentro claro que alguna vez hayamos sido titulares de la soberanía de dichas islas".
-Sidney Spicer, titular del Departamento América del Foreign Office en 1910: "...la actitud del gobierno argentino no es enteramente injustificada y nuestra acción ha sido algo despótica".
R. Campbell, secretario asistente del Foreign Office en 1911: "quién tenía el mejor derecho al tiempo que nosotros anexamos las islas. Yo pienso que el gobierno de Buenos Aires [...] Nosotros no podemos hacer fácilmente un buen reclamo y astutamente hemos hecho todo lo posible para evitar discutir el tema en la Argentina".
-Sir Malcolm A. Robertson, embajador británico en Buenos Aires en 1928: "las reclamaciones argentinas a las islas Malvinas en ninguna forma son sin fundamentos", e insistía en otro documento que "el caso inglés no es lo suficientemente fuerte como para afrontar una controversia pública".
-George Fitzmaurice, consejero legal de la cancillería inglesa en 1936: "Nuestro caso posee cierta fragilidad" y aconsejaba lo que finalmente se hizo: "Sentarse fuerte sobre las islas, evitando discutir, en una política para dejar caer el caso".
-John Troutbeck, alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores británico en 1936: "...nuestra toma de posesión de las islas Malvinas en 1833 fue tan arbitraria [...] que no es por tanto fácil de explicar nuestra posición sin mostrarnos a nosotros mismos como bandidos internacionales".
Argumentos argentinos sobre su posesión: -Argentina tras su independencia, heredó los derechos del imperio español en virtud de la doctrina del uti possidetis iuris.
-España basó sus derechos sobre las islas en las bulas Inter Coetera y en el Tratado de Tordesillas y nunca renunció a su posesión —por lo que no podrían ser consideradas res nullius— inclusive cuando existieron asentamientos británicos.
-El Reino Unido ocupó las islas por la fuerza en 1833, expulsando a su población y no permitiendo su retorno, vulnerando así la integridad territorial argentina (los primeros seres humanos nacidos en el archipiélago fueron argentinos al ser este un territorio en el cual Argentina ejercía soberanía).
-No cabría la posibilidad de la aplicación del derecho de autodeterminación, pues su ejercicio por parte de los habitantes de las islas causaría el "quebrantamiento de la unidad nacional y la integridad territorial" de la Argentina. De esta forma sólo habría dos partes en la disputa de soberanía, la República Argentina y el Reino Unido.
-Gran Bretaña abandonó su asentamiento en 1765 y renunció a su soberanía firmado un tratado. Mientras Argentina siempre ha reclamado su soberanía y nunca ha renunciado a ella (nunca ha hecho de relictio y menos aún ha cedido por tratado alguno su soberanía sobre las islas).
-La invasión de 1833 fue ilegal ante el Derecho de Gentes.
-Las islas están localizadas en la plataforma epicontinental sudamericana conocida como Mar Argentino. Este hecho se traduciría, de acuerdo con la Convención sobre plataformas continentales de las Naciones Unidas de 1958, en derechos de soberanía.
Argumentos británicos:
-Las bulas Inter Caetera no fueron reconocidas por el Reino Unido por no ser un país católico romano y el Tratado de Tordesillas, derivado de ellas, al ser celebrado sólo entre España y Portugal.
-La firma del tratado para no colonizar territorios en Sudamérica, no incluía territorios sin control efectivo.
-El principio del uti possidetis, según los británicos, "no es válido en derecho internacional".
-El derecho a la autodeterminación de sus ciudadanos es prioritario sobre cualquier reclamación argentina.
-El Reino Unido afirma que la población argentina de 1833 "no era indígena" y que la única población original de esas islas es la actual británica que habita desde el siglo XIX
Los actuales malvineros son la quinta generación nacida allí.
Países que apoyan la causa argentina: La totalidad de los países latinoamericanos apoya el reclamo argentino. El Grupo de Río, que incluye al Caricom, ha respaldado sistemáticamente a la Argentina en la disputa de soberanía por las Islas Malvinas. También España y Portugal, miembros de la Unión Europea, han apoyado a Argentina en foros internacionales. Recíprocamente, Argentina siempre ha apoyado los reclamos españoles sobre Gibraltar. La República Popular China suscribe al reclamo argentino y utiliza toponimia hispana en sus mapas, a la vez que la Argentina no reconoce a la República de China (Taiwán).
Países que apoyan la causa británica: La Mancomunidad Británica de Naciones apoya la posición británica sobre las Malvinas y sus territorios de ultramar. La Unión Europea, en su borrador de constitución, incluía a las Malvinas junto al resto de las dependencias de países de la Unión, como uno de los territorios a los que se aplicarían las disposiciones relativas a los "países y territorios de ultramar". Las Malvinas han recibido fondos de la Unión Europea.
Otros estados tienen una actitud neutral o indiferente ante la situación: Estados Unidos es oficialmente neutral respecto a la soberanía de las Islas Malvinas, aunque apoyó material y tácticamente al Reino Unido durante la Guerra de Malvinas tras fracasar esfuerzos diplomáticos. Chile bajo la dictadura de Augusto Pinochet, apoyó logísticamente al Reino Unido durante la guerra. Durante el conflicto bélico, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los países alineados con ella tuvieron una actitud pasiva, al sentirse ajenos a un enfrentamiento entre dos países capitalistas y con gobiernos anticomunistas; no obstante, Cuba apoyó a la Argentina en esa ocasión.
Fuente: Diario La Nación y Wikipedia