Un grupo inversor español iniciará en la provincia de La Rioja el desarrollo de plantaciones de jatrofa, -una planta llegada de la India- es cultivo utilizado para la generación de biocombustibles no contaminantes. La inversión inicial en este proyecto ascenderá a 300.000 euros. El emprendimiento en biocombustibles estará a cargo de la Corporación Ibérica de Desarrollos Energéticos, que ya adelantó que también tiene en estudio otros emprendimientos en la Argentina en los rubros de vides y olivos.
La denominada jatropha curcas en el ámbito científico, un arbusto capaz de producir ingentes cantidades de aceite, que se puede transformar en biodiésel mediante el simple procedimiento de calentarlo y añadirle metanol. Pero esta planta presenta, además, un gran cantidad de ventajas. Por ejemplo, contrariamente a la soja y al maíz -las fuentes más comunes de biodiésel- no es apta para el consumo humano ni animal, debido a su elevado grado de toxicidad.
Otra de sus grandes ventajas es que su fruto -con forma de nuez y con tres semillas en su interior- produce cuatro veces más aceite que el maíz y 10 veces más que la soja.
Por otra parte, el aceite resultante del prensado de la semilla de la jatrofa tiene un bajo contenido en azufre, lo que hace que sea utilizable por los motores diésel más recientes.
La denominada jatropha curcas en el ámbito científico, un arbusto capaz de producir ingentes cantidades de aceite, que se puede transformar en biodiésel mediante el simple procedimiento de calentarlo y añadirle metanol. Pero esta planta presenta, además, un gran cantidad de ventajas. Por ejemplo, contrariamente a la soja y al maíz -las fuentes más comunes de biodiésel- no es apta para el consumo humano ni animal, debido a su elevado grado de toxicidad.
Otra de sus grandes ventajas es que su fruto -con forma de nuez y con tres semillas en su interior- produce cuatro veces más aceite que el maíz y 10 veces más que la soja.
Por otra parte, el aceite resultante del prensado de la semilla de la jatrofa tiene un bajo contenido en azufre, lo que hace que sea utilizable por los motores diésel más recientes.
Además, tiene la capacidad de crecer en terrenos desérticos o baldíos -como los saturados por los pesticidas- y de regenerar el suelo, ya que genera una capa de manto fértil.
En concreto, produce 0,7 centímetros de sedimentos por año y hacen falta 10 centímetros para que la tierra sea cultivable. Un verdadero milagro, ya que por medios naturales haría falta un milenio para obtener lo que la jatrofa puede lograr en poco más de 14 años.
Debido a su dureza, capacidad regenerativa y resistencia a la falta de agua, podría ser una planta ideal para los países subdesarrollados y, especialmente, para los del área subsahariana, cuya población está emigrando en masa ante la falta de perspectivas de vida dignas.
La India ya se ha volcado en el problema y cultiva la planta en una extensión de 1.000 hectáreas en el estado de Andra Pradesh, en el sudeste del país.
En marzo de 2008 la superficie cultivada ascenderá a 8.000 hectáreas, lo que permitirá producir 16 millones de litros a finales de ese año, aunque el objetivo final es llegar a una producción anual de 90 millones.
Los planes del Gobierno indio contemplan la extensión del cultivo de esta planta a un total de 400.000 hectáreas -repartidas en 22 de los 28 estados indios-, lo que garantizaría una producción de unos 756.800 millones de litros de aceite.
Además, ya se trabaja en una variante genéticamente modificada de la jatrofa, que podría estar lista hacia 2012, y cuyas semillas contendrían más del 40% de aceite, que es la tasa actual.
Mercedes-Benz es una de las marcas pioneras en el trabajo con esta planta. De hecho, el fabricante alemán lleva a cabo pruebas con la jatrofa tanto en la India como en Madagascar.
Los ingenieros de la marca de la estrella han calculado que si este tipo de combustibles supliese el 20% del consumo de combustibles fósiles en Europa, se dejarían de lanzar a la atmósfera 200 millones de toneladas de CO2 cada año. Junto a esto, se conseguiría reducir al 50% las emisiones de partículas, algunas de las cuales son cancerígenas.
En concreto, produce 0,7 centímetros de sedimentos por año y hacen falta 10 centímetros para que la tierra sea cultivable. Un verdadero milagro, ya que por medios naturales haría falta un milenio para obtener lo que la jatrofa puede lograr en poco más de 14 años.
Debido a su dureza, capacidad regenerativa y resistencia a la falta de agua, podría ser una planta ideal para los países subdesarrollados y, especialmente, para los del área subsahariana, cuya población está emigrando en masa ante la falta de perspectivas de vida dignas.
La India ya se ha volcado en el problema y cultiva la planta en una extensión de 1.000 hectáreas en el estado de Andra Pradesh, en el sudeste del país.
En marzo de 2008 la superficie cultivada ascenderá a 8.000 hectáreas, lo que permitirá producir 16 millones de litros a finales de ese año, aunque el objetivo final es llegar a una producción anual de 90 millones.
Los planes del Gobierno indio contemplan la extensión del cultivo de esta planta a un total de 400.000 hectáreas -repartidas en 22 de los 28 estados indios-, lo que garantizaría una producción de unos 756.800 millones de litros de aceite.
Además, ya se trabaja en una variante genéticamente modificada de la jatrofa, que podría estar lista hacia 2012, y cuyas semillas contendrían más del 40% de aceite, que es la tasa actual.
Mercedes-Benz es una de las marcas pioneras en el trabajo con esta planta. De hecho, el fabricante alemán lleva a cabo pruebas con la jatrofa tanto en la India como en Madagascar.
Los ingenieros de la marca de la estrella han calculado que si este tipo de combustibles supliese el 20% del consumo de combustibles fósiles en Europa, se dejarían de lanzar a la atmósfera 200 millones de toneladas de CO2 cada año. Junto a esto, se conseguiría reducir al 50% las emisiones de partículas, algunas de las cuales son cancerígenas.
Fuente: Diario La Nación y Fernando Lizundia (http://www.elmundo.es/elmundomotor)