La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) ha decidido desarrollar sus propios cazabombarderos después de las dificultades encontradas para adquirir los que necesita para sustituir los que están cerca del fin de su vida útil, según fuente oficiales citadas hoy por el diario O Estado de Sao Paulo.'En lugar de comprarlos afuera, decidimos gastar los 2.000 millones de dólares que habían sido aprobados para el proyecto FX-2 para revitalizar los que ya tenemos e invertir en el proyecto de construcción de un caza brasileño', afirmó el ministro de Defensa, Nelson Jobim.
El proyecto prevé que la Fuerza Aérea Brasileña negocie un acuerdo con un fabricante de alguna potencia militar mundial que, mediante una elevada transferencia de tecnología, le permita desarrollar un caza de cuarta generación de fabricación nacional.'Una cosa está definida: será un caza supersónico. Pero aún es prematuro para hablar de socios', afirmó por su parte el comandante de la Aeronáutica brasileña, brigadier general Juniti Saito.
Según la versión periodística, fabricantes de Francia, Rusia e India ya manifestaron interés.De acuerdo con el comandante de la Aeronáutica, la idea nació en enero de este año.'Inicialmente le pedimos al Estado Mayor que analizara los pasos necesarios para concebir un caza de una nueva generación. El miércoles pasado el Estado Mayor entregó el estudio y, tras incluir unos nuevos requisitos, el jueves firmamos el documento que da inicio al proceso', afirmó Saito.'
Ahora será creada una comisión especial para definir, a lo largo de un año de trabajo, qué caza sería ideal para la Fuerza Aérea: características, desempeño, armas, etcétera', agregó el comandante.De acuerdo con el oficial, la meta es que el caza brasileño comience a volar hacia 2016, cuando comenzarán a ser desactivados progresivamente los F-5 y los Mirage 2000 que Brasil posee y que tienen vida útil hasta medidos de la próxima década.La iniciativa pone fin al proyecto FX-2, un concurso público autorizado por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a mediados del año pasado y que preveía la compra de 36 aviones militares con un presupuesto de 2.000 millones de dólares.
El proyecto buscaba sustituir cazas que ya están con la vida útil en su fin y superar los problemas de la Fuerza Aérea, que llegó a tener el 37 por ciento de su flota de 719 aviones militares en tierra por carecer de condiciones de volar. Sin embargo, las propuestas presentadas por fabricantes de todo el mundo mostraron que el presupuesto sería insuficiente para adquirir el tipo de caza deseado por Brasil, incluso de cuarta o quinta generación. Ello debido a que las ofertas preveían poca transferencia de tecnología, precios elevados y características netamente ofensivas.
Según Saito, el proyecto de desarrollo de un caza brasileño será incluido en el Plan Estratégico para las Fuerzas Armadas que será anunciado este año.Dicho plan viene siendo preparado por Jobim desde agosto del año pasado y prevé millonarias adquisiciones de armamentos en los próximos tres años, así como incentivos para la industria brasileña de defensa.
Fuente: Terra Actualidad - EFE