Es necesario dar prioridad a seis grupos de peligros para la salud ambiental: la seguridad del abastecimiento de agua en la vivienda, la falta de higiene y el saneamiento deficiente, la contaminación del aire, las enfermedades transmitidas por vectores, los peligros químicos y los traumatismos no intencionales (accidentes).
1. La seguridad del abastecimiento de agua en la vivienda
El acceso confiable a agua salubre contribuye en gran medida a la salud, permitiendo y fomentando la higiene mediante el lavado de las manos, la higiene de los alimentos, el lavado de la ropa y la higiene general del hogar. El agua contaminada puede transmitir enfermedades, y la falta de agua puede obstaculizar los hábitos de higiene necesarios para proteger la salud. La enfermedad más importante transmitida por el agua es la diarrea, la segunda causa más importante de mortalidad en la niñez en el mundo, que ocasiona la muerte de 1,3 millones de niños al año.
2. La higiene y el saneamiento
La eliminación adecuada de heces humanas, incluidas las heces de los niños, es indispensable para proteger la salud. Cuando no hay saneamiento básico se transmiten varias enfermedades importantes por medio de la contaminación fecal del hogar y el vecindario, como diarrea, esquistosomiasis, hepatitis A y E, disentería, cólera y fiebre tifoidea. La falta de saneamiento está asociada también a la infección por helmintos y tracoma. En todo el mundo, 2.400 millones de personas, en su mayoría de zonas periurbanas o rurales de países en desarrollo, no tienen acceso a ningún tipo de instalaciones de saneamiento mejoradas. Incluso si se dispone de buenas instalaciones de saneamiento, no siempre son suficientes para mejorar la salud de la gente. Hay que recomendar a niños y adultos que se laven las manos con jabón o ceniza antes de las comidas y después de defecar.
3. La contaminación del aire
La contaminación del aire es una importante amenaza ambiental para la salud de los niños y un factor de riesgo de enfermedades respiratorias aguda y crónicas, así como de otras enfermedades. Cada año, alrededor de 2 millones de niños mueren de infecciones respiratorias agudas. Muchas son agravadas por peligros ambientales. La contaminación del aire en interiores es un factor importante asociado a las infecciones respiratorias agudas en los países en desarrollo. La contaminación del aire en exteriores, debido principalmente al tráfico y a procesos industriales, sigue siendo un problema grave en las ciudades de todo el mundo, especialmente en las megaciudades en constante crecimiento de los países en desarrollo. Se estima que la cuarta parte de la población mundial está expuesta a concentraciones nocivas de contaminantes del aire tales como partículas, dióxido de azufre y otras sustancias químicas.
4. Los vectores de enfermedades
Las enfermedades transmitidas por vectores constituyen una grave amenaza para la salud de los niños. Algunas presentan una amenaza especial porque el sistema inmunitario de los niños no puede hacer frente al ataque del agente infeccioso o porque el comportamiento de los niños puede aumentar su vulnerabilidad a la enfermedad. Entre estas enfermedades se encuentran las siguientes:
La malaria, transmitida por mosquitos, mata principalmente a niños.
La filariasis linfática, infestación por gusanos parásitos, puede causar graves deformaciones en niños. Solo la malaria supera a esta enfermedad en magnitud.
La esquistosomiasis, enfermedad transmitida por el agua y causada por gusanos que afecta a niños y adolescentes. La infestación crónica lleva al debilitamiento y a enfermedades degenerativas. Hay 200 millones de personas infestadas en el mundo.
La leishmaniasis, enfermedad parasitaria transmitida por pequenos insectos, se manifiesta en forma de lesiones cutáneas o en daños a órganos internos que pueden llevar a la muerte.
La fiebre del dengue, también afecta a niños pequeños en forma desproporcionada en los países con una gran carga de esta enfermedad. La forma más letal, la fiebre hemorrágica del dengue, mata a más de 10.000 niños al año en todo el mundo. Cuando se producen brotes, los hospitales de niños pueden llegar a paralizarse porque hay un gran aumento de hospitalizaciones.
5. Los peligros químicos
En el hogar, la escuela, los lugares de juego y el vecindario donde viven los niños hay muchos peligros químicos. Los contaminantes químicos son liberados en el medio ambiente por industrias no reglamentadas o emitidos por vehículos o sitios donde se vierten desechos tóxicos. Cada año mueren alrededor de 50.000 niños de 0 a 14 años como consecuencia de intoxicaciones accidentales. Los plaguicidas mal usados, almacenados y desechados pueden perjudicar a los niños y su entorno. Los productos para la limpieza doméstica, el querosén, los solventes, los productos farmacéuticos y otros productos químicos son peligrosos si se guardan en recipientes inadecuados y al alcance de los niños. Los niños pequeños son "exploradores naturales": pueden ingerir productos químicos peligrosos y sufrir una intoxicación aguda que ponga en peligro su vida.
La exposición crónica a diversos contaminantes presentes en el entorno ocasiona daños al sistema nervioso e inmunitario y afecta a la función reproductiva y el desarrollo. Eso se debe a que la exposición se produce durante períodos de especial susceptibilidad del niño o adolescente en crecimiento. Por ejemplo, los niños son muy vulnerables a los efectos neurotóxicos del plomo en la pintura y en el aire, que puede reducir su coeficiente intelectual y causar problemas de aprendizaje. También son vulnerables a los efectos del mercurio liberado en el medio ambiente o presente en los alimentos como contaminante. En la mayoría de los casos, la exposición a productos químicos tóxicos y contaminantes es evitable. Se dispone de varios instrumentos y mecanismos para detectar peligros químicos, crear entornos más saludables y prevenir la exposición de los niños.
6. Los traumatismos no intencionales (accidentes)
Los traumatismos no intencionales, como los ocasionados por accidentes de tráfico, las intoxicaciones, las caídas, las quemaduras y los ahogamientos, causaron la muerte de unos 685.000 niños menores de 15 años en 2001. Los traumatismos no intencionales de los niños son un problema mundial, pero en ciertas regiones del mundo los niños y adolescentes se ven afectados de forma desproporcionada.
Las soluciones
Hay muchas soluciones para estos problemas de salud ambiental, incluida toda una gama de intervenciones eficaces en los campos de la normativa, la educación, la concientización, el desarrollo tecnológico y los cambios del comportamiento. Estas intervenciones, que están al alcance de los encargados de las decisiones y las políticas, así como de las familias, los vecindarios, los educadores, los empleados públicos y muchas otras partes interesadas, pueden ser sumamente eficaces en función del costo.
Ejemplos de medidas eficaces para proteger a los niños de los riesgos del agua:
- Mayor acceso a fuentes de agua mejoradas en zonas rurales y urbanas.
- Orientación de la educación sobre higiene a hábitos para los niños.
- Almacenamiento de agua salubre en la vivienda y tratamiento del agua en la vivienda si su calidad es dudosa, que reduce la contaminación del agua y redunda en beneficios comprobados para la salud.
- Abastecimiento confiable de agua salubre en las escuelas ya que tiene un efecto directo en la salud y es una intervención modelo que contribuye a la educación.
- Protección de todos los recursos hídricos para evitar su contaminación.
- Medidas dirigidas a zonas afectadas por la presencia de productos químicos peligrosos en el agua para beber tales como plomo, flúor y arsénico.
Ejemplos de medidas eficaces para mejorar la higiene y el saneamiento:
- Cerciorarse de que los niños tengan acceso a instalaciones sanitarias sin riesgos y que sus heces sean eliminadas debidamente.
- Disponer de letrinas adecuadas y separadas para niños y niñas en la escuela y promover su uso.
1. La seguridad del abastecimiento de agua en la vivienda
El acceso confiable a agua salubre contribuye en gran medida a la salud, permitiendo y fomentando la higiene mediante el lavado de las manos, la higiene de los alimentos, el lavado de la ropa y la higiene general del hogar. El agua contaminada puede transmitir enfermedades, y la falta de agua puede obstaculizar los hábitos de higiene necesarios para proteger la salud. La enfermedad más importante transmitida por el agua es la diarrea, la segunda causa más importante de mortalidad en la niñez en el mundo, que ocasiona la muerte de 1,3 millones de niños al año.
2. La higiene y el saneamiento
La eliminación adecuada de heces humanas, incluidas las heces de los niños, es indispensable para proteger la salud. Cuando no hay saneamiento básico se transmiten varias enfermedades importantes por medio de la contaminación fecal del hogar y el vecindario, como diarrea, esquistosomiasis, hepatitis A y E, disentería, cólera y fiebre tifoidea. La falta de saneamiento está asociada también a la infección por helmintos y tracoma. En todo el mundo, 2.400 millones de personas, en su mayoría de zonas periurbanas o rurales de países en desarrollo, no tienen acceso a ningún tipo de instalaciones de saneamiento mejoradas. Incluso si se dispone de buenas instalaciones de saneamiento, no siempre son suficientes para mejorar la salud de la gente. Hay que recomendar a niños y adultos que se laven las manos con jabón o ceniza antes de las comidas y después de defecar.
3. La contaminación del aire
La contaminación del aire es una importante amenaza ambiental para la salud de los niños y un factor de riesgo de enfermedades respiratorias aguda y crónicas, así como de otras enfermedades. Cada año, alrededor de 2 millones de niños mueren de infecciones respiratorias agudas. Muchas son agravadas por peligros ambientales. La contaminación del aire en interiores es un factor importante asociado a las infecciones respiratorias agudas en los países en desarrollo. La contaminación del aire en exteriores, debido principalmente al tráfico y a procesos industriales, sigue siendo un problema grave en las ciudades de todo el mundo, especialmente en las megaciudades en constante crecimiento de los países en desarrollo. Se estima que la cuarta parte de la población mundial está expuesta a concentraciones nocivas de contaminantes del aire tales como partículas, dióxido de azufre y otras sustancias químicas.
4. Los vectores de enfermedades
Las enfermedades transmitidas por vectores constituyen una grave amenaza para la salud de los niños. Algunas presentan una amenaza especial porque el sistema inmunitario de los niños no puede hacer frente al ataque del agente infeccioso o porque el comportamiento de los niños puede aumentar su vulnerabilidad a la enfermedad. Entre estas enfermedades se encuentran las siguientes:
La malaria, transmitida por mosquitos, mata principalmente a niños.
La filariasis linfática, infestación por gusanos parásitos, puede causar graves deformaciones en niños. Solo la malaria supera a esta enfermedad en magnitud.
La esquistosomiasis, enfermedad transmitida por el agua y causada por gusanos que afecta a niños y adolescentes. La infestación crónica lleva al debilitamiento y a enfermedades degenerativas. Hay 200 millones de personas infestadas en el mundo.
La leishmaniasis, enfermedad parasitaria transmitida por pequenos insectos, se manifiesta en forma de lesiones cutáneas o en daños a órganos internos que pueden llevar a la muerte.
La fiebre del dengue, también afecta a niños pequeños en forma desproporcionada en los países con una gran carga de esta enfermedad. La forma más letal, la fiebre hemorrágica del dengue, mata a más de 10.000 niños al año en todo el mundo. Cuando se producen brotes, los hospitales de niños pueden llegar a paralizarse porque hay un gran aumento de hospitalizaciones.
5. Los peligros químicos
En el hogar, la escuela, los lugares de juego y el vecindario donde viven los niños hay muchos peligros químicos. Los contaminantes químicos son liberados en el medio ambiente por industrias no reglamentadas o emitidos por vehículos o sitios donde se vierten desechos tóxicos. Cada año mueren alrededor de 50.000 niños de 0 a 14 años como consecuencia de intoxicaciones accidentales. Los plaguicidas mal usados, almacenados y desechados pueden perjudicar a los niños y su entorno. Los productos para la limpieza doméstica, el querosén, los solventes, los productos farmacéuticos y otros productos químicos son peligrosos si se guardan en recipientes inadecuados y al alcance de los niños. Los niños pequeños son "exploradores naturales": pueden ingerir productos químicos peligrosos y sufrir una intoxicación aguda que ponga en peligro su vida.
La exposición crónica a diversos contaminantes presentes en el entorno ocasiona daños al sistema nervioso e inmunitario y afecta a la función reproductiva y el desarrollo. Eso se debe a que la exposición se produce durante períodos de especial susceptibilidad del niño o adolescente en crecimiento. Por ejemplo, los niños son muy vulnerables a los efectos neurotóxicos del plomo en la pintura y en el aire, que puede reducir su coeficiente intelectual y causar problemas de aprendizaje. También son vulnerables a los efectos del mercurio liberado en el medio ambiente o presente en los alimentos como contaminante. En la mayoría de los casos, la exposición a productos químicos tóxicos y contaminantes es evitable. Se dispone de varios instrumentos y mecanismos para detectar peligros químicos, crear entornos más saludables y prevenir la exposición de los niños.
6. Los traumatismos no intencionales (accidentes)
Los traumatismos no intencionales, como los ocasionados por accidentes de tráfico, las intoxicaciones, las caídas, las quemaduras y los ahogamientos, causaron la muerte de unos 685.000 niños menores de 15 años en 2001. Los traumatismos no intencionales de los niños son un problema mundial, pero en ciertas regiones del mundo los niños y adolescentes se ven afectados de forma desproporcionada.
Las soluciones
Hay muchas soluciones para estos problemas de salud ambiental, incluida toda una gama de intervenciones eficaces en los campos de la normativa, la educación, la concientización, el desarrollo tecnológico y los cambios del comportamiento. Estas intervenciones, que están al alcance de los encargados de las decisiones y las políticas, así como de las familias, los vecindarios, los educadores, los empleados públicos y muchas otras partes interesadas, pueden ser sumamente eficaces en función del costo.
Ejemplos de medidas eficaces para proteger a los niños de los riesgos del agua:
- Mayor acceso a fuentes de agua mejoradas en zonas rurales y urbanas.
- Orientación de la educación sobre higiene a hábitos para los niños.
- Almacenamiento de agua salubre en la vivienda y tratamiento del agua en la vivienda si su calidad es dudosa, que reduce la contaminación del agua y redunda en beneficios comprobados para la salud.
- Abastecimiento confiable de agua salubre en las escuelas ya que tiene un efecto directo en la salud y es una intervención modelo que contribuye a la educación.
- Protección de todos los recursos hídricos para evitar su contaminación.
- Medidas dirigidas a zonas afectadas por la presencia de productos químicos peligrosos en el agua para beber tales como plomo, flúor y arsénico.
Ejemplos de medidas eficaces para mejorar la higiene y el saneamiento:
- Cerciorarse de que los niños tengan acceso a instalaciones sanitarias sin riesgos y que sus heces sean eliminadas debidamente.
- Disponer de letrinas adecuadas y separadas para niños y niñas en la escuela y promover su uso.
- Manejo adecuado de desechos y traslado de los vertederos a sitios alejados de los asentamientos humanos ya que protege a los niños del riesgo de hurgar en la basura y otros peligros.
- Promover el lavado de las manos con jabón antes de las comidas y después de defecar reduce el riesgo de transmisión de enfermedades diarreicas.
Ejemplos de medidas eficaces para proteger a los niños de la contaminación del aire:
- La buena ventilación, el uso de combustibles poco contaminantes y la mejora de las cocinas disminuyen la contaminación del aire en interiores y la aparición y exacerbación de infecciones respiratorias agudas.
- Proteger a los niños del tabaquismo y del humo de tabaco reduce el riesgo de trastornos respiratorios y otros efectos nocivos para la salud que se manifiestan más tarde.
- El uso de gasolina sin plomo reduce la exposición de los niños a este metal y previene trastornos del desarrollo.
- Una buena política de transporte y de salud reduce las enfermedades respiratorias y los traumatismos no intencionales en los niños de zonas urbanas.
- Los planes para proteger la calidad del aire disminuyen la exposición de los niños a la contaminación del aire en exteriores.
Ejemplos de medidas eficaces para proteger a los niños de las enfermedades transmitidas por vectores:
- Como los niños suelen irse a dormir a la hora en que los mosquitos comienzan a estar activos, el uso de mosquiteros tratados con insecticidas y la instalación de alambre tejido en ventanas, puertas y aleros es un método muy eficaz para proteger a los niños de la malaria.
- El buen manejo general del medio ambiente, incluida la mejora del tratamiento del agua en las zonas de regadío y el desagüe o rellenado de lugares donde se acumula agua, ayuda a reducir los riesgos de transmisión.
- La educación sobre higiene y la designación de lugares seguros para nadar, así como otras medidas ecológicamente racionales y el tratamiento vermífugo periódico, ayudan a reducir los riesgos de transmisión de la esquistosomiasis y a controlar esta enfermedad.
- Cubrir los recipientes para el almacenamiento de agua y vaciar y secar periódicamente recipientes donde se acumula agua, como baldes, recipientes de alimentos desechados, bidones, floreros y neumáticos, a fin de eliminar posibles criaderos de mosquitos, ayuda a reducir los riesgos de transmisión del dengue.
- Promover el lavado de las manos con jabón antes de las comidas y después de defecar reduce el riesgo de transmisión de enfermedades diarreicas.
Ejemplos de medidas eficaces para proteger a los niños de la contaminación del aire:
- La buena ventilación, el uso de combustibles poco contaminantes y la mejora de las cocinas disminuyen la contaminación del aire en interiores y la aparición y exacerbación de infecciones respiratorias agudas.
- Proteger a los niños del tabaquismo y del humo de tabaco reduce el riesgo de trastornos respiratorios y otros efectos nocivos para la salud que se manifiestan más tarde.
- El uso de gasolina sin plomo reduce la exposición de los niños a este metal y previene trastornos del desarrollo.
- Una buena política de transporte y de salud reduce las enfermedades respiratorias y los traumatismos no intencionales en los niños de zonas urbanas.
- Los planes para proteger la calidad del aire disminuyen la exposición de los niños a la contaminación del aire en exteriores.
Ejemplos de medidas eficaces para proteger a los niños de las enfermedades transmitidas por vectores:
- Como los niños suelen irse a dormir a la hora en que los mosquitos comienzan a estar activos, el uso de mosquiteros tratados con insecticidas y la instalación de alambre tejido en ventanas, puertas y aleros es un método muy eficaz para proteger a los niños de la malaria.
- El buen manejo general del medio ambiente, incluida la mejora del tratamiento del agua en las zonas de regadío y el desagüe o rellenado de lugares donde se acumula agua, ayuda a reducir los riesgos de transmisión.
- La educación sobre higiene y la designación de lugares seguros para nadar, así como otras medidas ecológicamente racionales y el tratamiento vermífugo periódico, ayudan a reducir los riesgos de transmisión de la esquistosomiasis y a controlar esta enfermedad.
- Cubrir los recipientes para el almacenamiento de agua y vaciar y secar periódicamente recipientes donde se acumula agua, como baldes, recipientes de alimentos desechados, bidones, floreros y neumáticos, a fin de eliminar posibles criaderos de mosquitos, ayuda a reducir los riesgos de transmisión del dengue.
Ejemplos de medidas eficaces de protección contra peligros químicos:
- Mantener los productos de limpieza, combustibles, solventes, plaguicidas y otros productos químicos de uso doméstico y escolar envasados y guardados en un lugar seguro y claramente etiquetados.
- Promover el uso de envases con cierre de seguridad para productos farmacéuticos y químicos.
- Informar a los padres, maestros y personas que cuidan a los niños sobre los posibles peligros químicos presentes en los lugares donde los niños pasan el tiempo.
- Enseñar al personal de salud a reconocer, prevenir y manejar la exposición a sustancias tóxicas y a usar la historia pediátrica ambiental para investigar riesgos específicos a los cuales están expuestos los niños.
- Incorporar la enseñanza del uso correcto de productos químicos y la salud en los programas escolares.
- Crear y aplicar leyes para promover el uso y la eliminación correctos de productos químicos.
- Promover medidas para reducir y corregir la contaminación ambiental.
- Evitar la construcción de viviendas, escuelas y juegos cerca de zonas contaminadas e instalaciones peligrosas.
- Promover campañas de educación orientadas a la lucha contra las intoxicaciones.
Ejemplos de medidas eficaces de protección contra traumatismos no intencionales (accidentes):
- Adoptar una política nacional de prevención de traumatismos y promover la asignación de mayores recursos para combatir este problema.
- Mejorar el cumplimiento de las leyes vigentes.
- Instituir la vigilancia sistemática de traumatismos no intencionales.
- Enseñar primeros auxilios.
- Coordinar los servicios de urgencia.
- En la vivienda, instalar protectores en las ventanas y barandillas en la cama.
- Usar casco para andar en motocicleta, escúter y bicicleta.
- Usar asientos de seguridad para niños y cinturón de seguridad en los automotores.
- Elevar o cerrar los lugares para cocinar.
- Enseñar a los niños a nadar y promover la supervisión de los niños cerca del agua.
- Uar telas resistentes al fuego.
- Usar tapas de seguridad para los recipientes de plaguicidas, medicamentos y querosén.
- En lo posible, organizar campañas de información pública sobre la prevención de traumatismos.
- Mantener los productos de limpieza, combustibles, solventes, plaguicidas y otros productos químicos de uso doméstico y escolar envasados y guardados en un lugar seguro y claramente etiquetados.
- Promover el uso de envases con cierre de seguridad para productos farmacéuticos y químicos.
- Informar a los padres, maestros y personas que cuidan a los niños sobre los posibles peligros químicos presentes en los lugares donde los niños pasan el tiempo.
- Enseñar al personal de salud a reconocer, prevenir y manejar la exposición a sustancias tóxicas y a usar la historia pediátrica ambiental para investigar riesgos específicos a los cuales están expuestos los niños.
- Incorporar la enseñanza del uso correcto de productos químicos y la salud en los programas escolares.
- Crear y aplicar leyes para promover el uso y la eliminación correctos de productos químicos.
- Promover medidas para reducir y corregir la contaminación ambiental.
- Evitar la construcción de viviendas, escuelas y juegos cerca de zonas contaminadas e instalaciones peligrosas.
- Promover campañas de educación orientadas a la lucha contra las intoxicaciones.
Ejemplos de medidas eficaces de protección contra traumatismos no intencionales (accidentes):
- Adoptar una política nacional de prevención de traumatismos y promover la asignación de mayores recursos para combatir este problema.
- Mejorar el cumplimiento de las leyes vigentes.
- Instituir la vigilancia sistemática de traumatismos no intencionales.
- Enseñar primeros auxilios.
- Coordinar los servicios de urgencia.
- En la vivienda, instalar protectores en las ventanas y barandillas en la cama.
- Usar casco para andar en motocicleta, escúter y bicicleta.
- Usar asientos de seguridad para niños y cinturón de seguridad en los automotores.
- Elevar o cerrar los lugares para cocinar.
- Enseñar a los niños a nadar y promover la supervisión de los niños cerca del agua.
- Uar telas resistentes al fuego.
- Usar tapas de seguridad para los recipientes de plaguicidas, medicamentos y querosén.
- En lo posible, organizar campañas de información pública sobre la prevención de traumatismos.
Fuente: Oficina Panamericana de la Salud