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miércoles, 31 de mayo de 2017

Mesa de la carne: Macri pidió producir más y generar empleo

Mesa de la carne: Macri pidió producir más y generar empleoPor Martín Bravo - Clarin
"¿Por qué no se completa la cuota Hilton?", preguntaron los funcionarios a los productores.
EL PRESIDENTE MAURICIO MACRI RECIBIÓ HOY EN LA CASA ROSADA A REPRESENTANTES DE LA MESA DE GANADOS Y CARNES.

Los funcionarios del Gobierno ya habían mostrado números para dar cuenta de avances en el control de la informalidad en el sector, cuando Mauricio Macri aprovechó para plantear la exigencia a un grupo de empresarios ganaderos: “Nos habíamos comprometido a transparentar la cadena y ustedes a crear empleo. Nosotros estamos haciendo nuestra parte, ustedes hagan la suya”. Fue en una reunión de la Mesa de Carnes, en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada, en la que hubo coincidencias y contrapuntos. Los productores pidieron abrir mercados externos, el Presidente les reclamó mayor inversión.

“Tenemos que abrir más mercados. El consumo interno está en el límite, con un promedio de 120 kilos anuales por habitante. Y la producción avanza más de lo que crece la exportación”, aseguró el empresario David Lacroze, coordinador de la mesa, y dio como casos a Estados Unidos “por lo que significa” y a China “por el volumen”. El Gobierno replicó con otra mirada. “No es un problema de falta de mercados, no hay excedente de producción. China está abierto: en 2016 exportamos 50 mil toneladas y este año serán unas 70 mil. ¿Por qué no se completa la cuota Hilton?”, sostuvo uno de los funcionarios presentes, que reforzó el pedido de inversiones de Macri: “Hay previsibilidad, hay crédito, bajamos los trámites. Están dadas todas las condiciones”.
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Al salir de la Casa Rosada, Luis Etchevehere enumeró los ejes para mejorar la competitividad del sector: “Bajar la inflación, acuerdos comerciales como el del Mercosur con la Unión Europea, mejor infraestructura para bajar costos en el transporte”, dijo el titular de la Sociedad Rural, que negó la presión por una devaluación: “Es un atajo que tarde o temprano se vuelve en contra”. Para los funcionarios la exigencia no deja de estar presente: “Sabemos que es un tema latente”. A Macri lo secundaron Gustavo Lopetegui -vicejefe de Gabinete-, Ricardo Buryaile -ministro de Agroindustria-, Alberto Abad (titular de la AFIP) y Ezequiel Sabor, secretario de Trabajo. “Ha reconocido el sector privado que hubo avances en el control de la informalidad y en materia sanitaria”, remarcó Buryaile. Macri también se comprometió a un reintegro adicional del 1,8 a las exportaciones, anualizado y retroactivo al 1° de enero.

De la reunión no surgieron medidas para bajar el precio de la carne. “Está en un valor adecuado con el poder adquisitivo, en relación con otros alimentos”, aseguró Etchevehere, y expresó su apoyo al Gobierno para las próximas elecciones: “Estas son las políticas que ayudan al potencial productivo. Con el kirchnerismo perdimos 12 millones de cabezas de ganado".

lunes, 29 de mayo de 2017

La vaca tiene rival para el asado: el búfalo

La vaca tiene rival para el asado: el búfaloPor Marina Aizen - Clarin (Viva)
La carne de búfalo gana terreno en el paladar gourmet argentino. Tiene menos grasa y su ganadería se adapta a zonas inundables. Secretos de un asado diferente.

En el país de las vacas, resulta difícil pensar en un asado que no pertenezca a nuestro rumiante de culto. Y, sin embargo, un grupo de productores del Delta de Entre Ríos, una tierra por naturaleza inundable, está probando desde hace años con otro animal que también anda en cuatro patas, está forrado de cuero y tiene cuernos. Es el búfalo de agua.

Juan Astorga arría una manada de búfalos en el campo La Filiberta, Entre Ríos / Rubén Digilio.

El búfalo emite un mugido más bajito que su pariente bovino, es un bicho más curioso y su color es negro profundo, azabache. Bello. Y tiene un sabor contundente, menos grasa intramuscular y menos colesterol. Es rico en hierro y en omega 3, un ácido que el cuerpo humano no puede fabricar, que es muy bueno para la salud cardiovascular. Además, se está poniendo de moda porque su producción es más sustentable, un requerimiento que aprecian los consumidores que se preocupan (con razón) por el ambiente. Y su oferta avanza en las cartas de los locales cool. Por ejemplo, Mauro Colagreco, el argentino que fue elegido entre los 50 mejores cocineros del mundo, lo sirve en Carne, su hamburguesería, en pan de remolacha. Y la gente lo ama, dicen en el restaurante.

El búfalo de agua es oriundo de la Mesopotamia asiática, donde florecieron las primeras civilizaciones urbanas. O sea que viene acompañando a la humanidad desde los tiempos míticos de Ur, Lagash, Nippur y Babilonia. Pero fueron los ingleses quienes lo trajeron a esta parte del mundo, desde la India a Trinidad y Tobago en el siglo XIX, para que se usara tanto como fuente de proteínas como animal de arrastre.

En la Argentina, ingresó como un intento fallido: lo quisieron cruzar con la vaca. Y como es natural, el engendro biológico no funcionó. Pero los búfalos quedaron rondando ya en nuestra Mesopotamia, donde se los cría. Se calcula que hay unas 100 mil cabezas, contra 50 millones de vacas. Son literalmente, una gota en el mar. Un mar vacuno.

Quien quiera mandarse la parte de gourmet, sabe desde los ‘80 que la muzzarella posta es la que se hace con la leche de búfala de agua. Es más cremosa (e infinitamente más rica) que la que está hecha con leche de vaca, a la que los italianos llaman –en realidad– fior di latte. Pero de la carne de búfalo sólo recién se empezó a escuchar en los últimos años. Y esto es por el empeño de un tipo muy testarudo llamado Armando Cadoppi, del establecimiento La Filiberta. El se dio cuenta de algo fundamental en los tiempos que corren: que al vivir en el agua, los búfalos podían habitar en tierras anegadizas, como las del Delta entrerriano. No había que adaptar el terreno al animal (como se suele hacer en detrimento del ambiente), sino que el animal se adaptaba al terreno. Y entonces, se largó a “hacer búfalo” cerca del inmenso río Paraná.

En los días aciagos de calor, mientras la vaca que pastorea reza por un árbol que le haga sombra, los búfalos buscan tranquilamente un charco en el que meterse. Y se refriegan en el barro, como quien se pone bronceador, aunque con el fin de controlar su temperatura corporal. Como son extremadamente gregarios –y lo que hace uno, hacen todos– van juntos a bañarse como a una Pelopincho. Y así se pasan horas, comiendo, engordando, rumiando… La digestión la hacen como la hace una vaca, a través de cuatro estómagos, con lo cual es inevitable que eructen metano por la nariz, producto de una larga digestión anaeróbica (sin oxígeno). El metano es un gas de efecto invernadero: atrapa el calor del sol, calienta la atmósfera. Y mucho.

Pero el búfalo engorda literalmente en la mitad del tiempo que una vaca, sobre todo en esta parte de Entre Ríos, que tiene suelos biológicamente muy ricos, producto de esa constante exposición al agua, algo así como el Nilo inundando sus valles en el antiguo Egipto, dicen los expertos consultados por Viva. Excepto que esta lección de historia de los tiempos de faraones, en el Delta del Paraná es mirada con miedo. Y... No es fácil ver la tierra desaparecer por la angurria de un río marrón que viene de lejos.

Pero a los ciclos de la naturaleza se los puede ayudar o se los puede empeorar. La cultura de tratar de “ganarle al Paraná” y de intentar que el Delta se parezca a la Pampa, ha perjudicado enormemente todo el sistema natural. Se han secado intencionalmente arroyos y construido diques a lo largo de 5 mil kilómetros con el fin de impedir que entrara el agua a los campos, ya sea para poder plantar cultivos de alta rentabilidad (soja) o para construir countries.

Como resultado, el que antes se inundaba algo, ahora se inunda el triple, porque las salidas naturales de los cursos de agua están bloqueadas cual piquete en la ruta. Lo que era el lecho de un arroyo, ahora es un camino zigzagueante de totoras. Los puentes han pasado a ser una reliquia, ya que no cumplen ninguna función: no corre agua debajo de ellos. Pero otros sitios, como –por ejemplo–los campos comunales de Ibicuy, que son claves para la vida de los isleños, siguen inundados aunque la creciente ya pasó: no se pueden desagotar.

Entonces, dice Cadoppi, “es necesario volver al esquema de producción sustentable”, no sólo porque suene políticamente correcto y lindo, sino porque es –en definitiva– más simple y más barato. Y va de acuerdo con la zona. “El búfalo –sostiene Cadoppi–, es excelente en ese contexto.” Ya hay cinco productores más que se han pasado a la especie de los bubalinos (así se los llama también), y en los restaurantes de Buenos Aires y mercados chic, los están esperando con la boca abierta y el corazón contento.
La vaca tiene rival para el asado: el búfalo
La carne de búfalo tiene poca grasa intramuscular. Hay que cocinarla a fuego lento.

Un nuevo clásico. En el bajo de San Isidro, donde hay una cultura descontracturada, siempre atenta a las últimas tendencias, las hamburguesas de búfalo son un hit. En el Puesto de Fabio, venden 200 kilos por mes. “Ya son un clásico”, cuenta Johnnie Giebert, el chef. El nos espera con un costillar que estuvo en el ahumador varias horas para darle un gustito extra. Y a todos se le cae la baba.

La de búfalo, al ser una carne magra, hay que tratarla con cariño. Esto es: no hay que darle fuego a full, porque el músculo se deshidrata y quedará hecho una piedra. En cambio, hay que irle despacito, como un mimo, para lograr que esa escasa grasa se transforme en una gelatina. Pero no todos los cortes de búfalo son nacidos iguales. Cuanto más calidad tenga, más fácil es cocinarlo. Por ejemplo, no hay que hacer un tratamiento muy distinto con una colita de cuadril, una picaña o un ojo de bife. Se cocina exactamente igual que un corte similar de vaca. La diferencia es que es una carne más jugosa, sanguinolenta, de color que tira al violáceo.

Johnnie, que además es dueño junto a Diego García Todesco de un grupo de restaurantes en la zona, sirve en el Austria, otro de sus comederos, un goulash de búfalo. Ya se convirtió en parte fija del menú de invierno. “Lo vendemos mucho y lo usamos como sugerencia mensual”, cuenta. Para este tipo de preparación usa una cocción larga, a muy baja temperatura, que es una de las técnicas de la cocina moderna.

El cocinero, que también es entrerriano, dice con rabia que es injusta la prensa que se le ha hecho al búfalo, y lo atribuye a la sobreabundancia de carne vacuna y a la uniformización del gusto que causó la cría a feed lot: ya queda poca vaca que engorde rumiando el pasto, es casi un lujo encontrarla; ahora, la moda de los productores es engordarlas rápido, con una dieta a base de granos. Y luego, la comemos nosotros.

Los búfalos, por supuesto, también se alimentan a pastura, y de ahí su gusto a campo. En realidad, son una máquina biológica de convertir productos derivados de la fotosíntesis en proteína roja. A nada le hacen asco. Hay pasto, comen pasto. Hay cortaderas, comen cortaderas. ¿Totoras para alguien? O sea: no es necesario tener pasturas especiales para que el bicho engorde.

Ahí van los rumiantes, dispuestos a comer, engordar y yacer. Son animales increíblemente pacientes. Los gauchos los manejan a caballo, y ellos corren, se detienen, caminan, se enciman, casi en pose de scrum, cual jugadores de rugby. Siempre juntos. “Tienen una fortaleza y una agilidad impresionantes”, cuenta Cadoppi, el productor.

Es muy importante el correcto manejo de la especie porque, como es un animal que puede nadar, se puede escapar por los arroyos. Y si se reproduce de manera silvestre como, por ejemplo, lo han hecho los chanchos cimarrones en la zona de los Esteros del Iberá, en Corrientes, se volvería una plaga sin predador. Y los chanchos salvajes son una máquina de destruir.

Donde hubo mar. Cuando te llevás un pedazo de comida a la boca, no sólo estás comiendo ese alimento, también estás mordiendo lo que no ves: el terruño. La gente que hace vino ha hecho de esto una marca, y hasta lo dice en francés: terroir. Pero no sólo importa el lugar de origen, sino el impacto que estos productos tienen en ese ambiente en que han crecido y madurado, ya sea sobre raíces o sobre dos pares de patas.

Pensar que el Delta, hace 4.500 años, fue un golfo marítimo. Y los productores lo saben por experiencia propia, porque apenas se ponen a hurgar en el subsuelo, brota ese ambiente salado que supo ser. Ahora, la transformación de este territorio por parte del hombre “puede salinizar los suelos”, advierte Rubén Darío Quiroga, presidente de la Fundación Humedales, que también es investigador de la Universidad de San Martín y del Conicet. “Al alterar el régimen hidrológico, ya sea mediante un drenaje, un relleno o un endicamiento, cambian las especies y la vegetación, y se afecta la integridad ecológica del sistema. Con esto, también se afecta la provisión de bienes y servicios, entre ellos, el amortiguamiento de inundaciones y la purificación del agua”, agrega.

De nuestra vida cotidiana solemos omitir el pequeño detalle que el Delta es el que filtra el agua que toman millones de argentinos desde Rosario a La Plata. Todo el sistema está sujeto a las presiones, río arriba por las crecientes del Paraná, y río abajo por las sudestadas. Por eso, con el calentamiento climático, y la creciente intensidad de los fenómenos “Niño”, este conjunto de islas resulta estratégico en más de un sentido.

Asado de búfalo. En un día de cálido otoño, un grupo de productores isleños se sienta en torno al asado de búfalo en el campo. Sale primero un matambre, luego un costillar con huesos francamente enormes. Allí, Víctor Broggi, productor de Villa Paranacito, se queja de que los empresarios grandes (como los de los llamados “pooles de siembra”) han cambiado la geografía de la zona aprovechando ciertos años de “bonanza”, sin inundaciones. 

Pero, eventualmente, la crecida volvió y se los comió. “Esta última ha sido terrible”, dice. ¿Por qué con tanta fuerza? “Primero, por la deforestación del Norte, en todo lo que es Brasil y Paraguay, y también en la Argentina. Y en el departamento de Ibicuy, por los grandes terraplenes. Nada se hace con estudio de impacto ambiental. Todo se modifica sin control municipal. Y el vecino pequeño, que se muera”, dice mascullando rabia. “A los productores oriundos los arruinaron. Taparon los arroyos y no dejaron salida –cuenta–. En campos como estos, tendría que haber búfalos. No búfalos de cría, sino búfalos engordando.” Quiroga, el investigador, dirá luego: “No dudo de que, en comparación con la ganadería vacuna, el búfalo tiene ventaja en un ambiente de humedal”. 

En momentos en que el calentamiento de la atmósfera está transformando el clima de manera desconocida, los humedales cumplen una función clave: secuestran dióxido de carbono (CO2), uno de los gases que atrapan el calor del sol, provocando el llamado “efecto invernadero”. Además, los humedales son núcleos de vitalidad biológica y de impresionante diversidad.

Por todas esas cosas, Cadoppi insiste en que la “región del Delta tiene una oportunidad enorme” con el búfalo. No sólo es sustentable, y genera empleo, sino que además “la carne es muy noble”. Por ejemplo, está totalmente libre de hormonas y es 100 por ciento a pasto. Por lo tanto, es más natural que un bicho de feedlot. El productor exporta desde hace años a Alemania.

El búfalo tiene todos los elementos de marketing para la gente que apuesta a un consumo responsable y de calidad, una cosa que reclaman en Europa y los Estados Unidos, donde desde hace rato se han puesto de moda las carnes rojas alternativas, como el bisonte. Como parte de esa ola, el búfalo ya se encuentra en algunas góndolas argentinas y no sólo en los restaurantes de lujo. También lo comercializa Biomarket, donde Julián Larroca nos cuenta que “cuando la gente descubre que la carne no es dura, la vuelve a llevar”.

Por ahora, lo que más se vende en el negocio son cortes clásicos como la colita de cuadril, que es para el horno, o la tapa de asado, para bifecitos. Las hamburguesas, que vienen congeladas, sin ningún agregado, ni siquiera de sal, son directamente un golazo. “Salen a lo loco”, agrega. Es una manera de pensar en la panza llena y en el entorno de donde viene la comida: ni más ni menos que en nuestra propia casa.

martes, 24 de enero de 2017

El Gobierno subió los reintegros para las carnes vacuna y aviar

Resultado de imagen para El Gobierno subió los reintegros para las carnes vacuna y aviarPor Cristian Mira - LA NACION
Los aumentó 1,8% y 1%, respectivamente, para mejorar la competitividad. Con el propósito de avanzar en la "agenda de la competitividad" y enfrentar cimbronazos como el que provocó la decisión del gobierno norteamericano de postergar por 60 días la autorización para el ingreso de limones argentinos en los Estados Unidos, el presidente Mauricio Macri decidió ayer aumentar los reintegros para las exportaciones de carne vacuna y aviar.

Según informó el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, la carne vacuna tendrá por un año un incremento de 1,8% en los reintegros a la exportación (de 4% pasan a 5,8%) y la aviar, 1% (de 4% pasa a 5%). La decisión fue fruto de una propuesta de la Mesa de las Carnes, un conglomerado de 25 asociaciones de la producción, el comercio, la industria y el trabajo de todas las carnes, que ayer fue recibida por Macri en la Casa Rosada.

Al aumento de los reintegros se agregará la unificación de los distintos convenios laborales que rigen para los trabajadores de la carne. En el encuentro participó el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. Esos cambios laborales, dijeron fuentes de la Mesa de las Carnes, no implican impulsar la flexibilización laboral de la actividad a la manera de los convenios suscriptos por el yacimiento de gas Vaca Muerta.

El presidente de la Federación de Industrias de la Carne, Alberto Fantini, aclaró que su gremio no avala la "flexibilidad laboral". El gremialista señaló: "Acá se debe ordenar la actividad y como primera medida eliminar la informalidad empresaria que daña a la economía del país".

Sobre este punto hubo consenso en que el Gobierno impulsará, mediante la AFIP, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), y la Subsecretaría de Control Comercial Agropecuario el control de la evasión y la informalidad en la industria de la carne. Según cálculos de la industria frigorífica, la cadena perdía 1000 millones de dólares anuales por la competencia desleal. En concreto apuntarán a las denominadas "cooperativas de trabajadores" que, en rigor, según los industriales frigoríficos son administradas por empresarios que se aprovechan de esa condición para evadir impuestos. A partir de marzo habrá nuevas medidas.

Además de las propuestas de la Mesa de las Carnes, el Ministerio de Agroindustria elaborará en breve un conjunto de propuestas para impulsar el aumento de la producción y las exportaciones de las carnes, según dijo Buryaile a la nacion.

En el sector privado valoraron el gesto de Macri de recibir a la cadena de las carnes. "Es la primera vez que nos recibe un presidente a todos los eslabones de las cadenas de las cuatro carnes principales [vacuna, porcina, ovina y aviar]; es inédito", dijo el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere. Durante el encuentro acordaron continuar con una agenda de trabajo.

martes, 25 de octubre de 2016

Formalizan creación del primer consorcio para exportar carne de cerdo

Formalizan creación del primer consorcio para exportar carne de cerdoPor  MANUEL PARERA - Cronista.com
Se trata de Argenpork, una iniciativa desarrollada por 13 compañías locales. Buscan abrir mercados internacionales donde colocar producción local.

Unas 13 empresas criadoras porcinas están a un paso de oficializar el primer canal formal de exportación de carne de cerdo del país. El Consorcio de Cooperación de Exportación de Carne de Cerdo, denominado Argenpork, ya inició el trámite de inscripción en la Inspección General de Justicia (IGJ) y en 15 días espera tener todo formalizado para avanzar, junto al Ministerio de Agroindustria, en la apertura de mercados en el exterior. Así lo afirmaron desde la entidad, en una iniciativa que comenzó a tomar forma en octubre de 2015.

Entre las empresas que componen el consorcio, unas 13 en total, están Aceitera General Deheza (AGD), Bravestar, Cabaña Argentina, El Hinojo, Ingacot y Santa Fe Agro, entre otras. Éstas, contaron con el apoyo de la Asociación Argentina de Productores Porcinos. "La demanda internacional está en pleno crecimiento y Argentina tiene ventajas competitivas como estar libre de enfermedades y cumplir con los estándares internacionales. Las clases medias del mundo demandan cada vez más proteína animal. En China, por ejemplo, el consumo de cerdo crece al 15% ó 20%", afirmó Gustavo Nogues, de Cabaña Argentina, quien adelantó que ya hay otras cinco empresas con intensiones de sumarse.

Según difundieron, el cuello de botella de la actividad porcina se encuentra en la comercialización. El consumo interno está en alza, con 13,76 kg. en promedio por habitante (un crecimiento sostenido desde hace 7 años a diferencia de lo que sucede en el consumo bovino que muestra en los últimos años una tendencia a la baja, con crecimiento de precios). Sin embargo, en cuanto a los productos elaborados, "el mercado se encuentra en una meseta, donde el crecimiento anual se explica por el crecimiento demográfico de sus consumidores".

La apuesta pasa por afianzar la producción. Actualmente, el 99% de lo que se produce tiene destino el mercado interno. "Las empresas exportaban de forma aislada y con acciones muy puntuales. El objetivo es abrir mercados y crecer dando previsibilidad para agregar valor cumpliendo normas internacionales", afirmó Nogues. Según la consultora IES, en los primeros ocho meses del año la producción porcina alcanzó 340.000 toneladas, un 8,7% más que en igual período de 2015.

jueves, 20 de octubre de 2016

La Argentina volvió a exportar carne a Canadá, después de 15 años

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(La Nación) - El primer envío llegó hoy, tras reabrirse el mercado en diciembre pasado.

El primer envío de carne vacuna argentina llegó hoy a Canadá tras quince años de cierre de ese mercado, reabierto en diciembre del año pasado luego de prolongadas negociaciones y un fallo de la Organización Mundial de Comercio a favor de Argentina.


El cargamento arribó este mes a Montreal para abastecer a una cadena de restaurantes especializado en comida argentina, según informó hoy la Cancillería en un comunicado.

El año anterior al cierre del mercado, ocurrido en 2001, producto de la crisis por la fiebre aftosa, Argentina exportó a Canadá 26.000 toneladas de carne bovina argentina fresca y congelada.

En la actualidad, Canadá importa unas 250 mil toneladas anuales, con lo que la Cancillería consideró Argentina puede volver a tener una participación importante en el mercado canadiense, abastecido por Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Uruguay.

La reapertura del mercado fue posible tras años de negociaciones diplomáticas y de un trabajo conjunto de los respectivos servicios sanitarios, y resultó clave que en 2015, un tribunal arbitral de la OMC convalidara el reclamo argentino contra las medidas impuestas por Estados Unidos para prohibir el ingreso a ese país de carne vacuna argentina refrigerada o congelada.

La OMC reconoció que esas disposiciones no tenían justificación científica, ni estaban basadas en un análisis de riesgo, además de ser discriminatorias, dado que países con condiciones idénticas o similares a las de Argentina no tenían esas restricciones para exportar a ese mercado. La recomendación de la OMC a Estados Unidos de levantar esas medidas llevó a la reconsideración de medidas similares en otros países, como en el caso de Canadá.

lunes, 17 de octubre de 2016

Hay que pasar de la media res al corte

Por Arturo Vierheller (h.) - LA NACION
Es necesario encarar en forma rápida e integral el ordenamiento la cadena de la carne, una tarea inexcusable que debe llevar adelante el Ministerio de Agroindustria.

No es preciso ser originales, ya está todo escrito desde hace años. El sector ganadero, especialmente las cabañas y los criadores, que son quienes hacen la inversión "fuerte" de toda la cadena, no pueden pensar en invertir en tecnología, esto es genética y forraje, si no tienen las señales por tanto tiempo esperadas: el premio económico a la calidad de la carne y la supresión del comercio de media res para pasar al corte. Estas son dos medidas absolutamente imprescindibles a las que se debe poner fecha lo antes posible. Luego que el resto de la cadena se vaya reconvirtiendo durante el tiempo concedido.
Hay que ordenar la cadena de la carne.
Hay que ordenar la cadena de la carne.

En cuanto a la calidad de la carne, medida esencialmente por el ojo de bife, el marmoleado y las grasas, debemos pasar a tener un sistema de tipificación que en forma obligatoria -y no opcional- pague la prima por calidad. Si dejamos que los frigoríficos consumeros y los matarifes tengan la opción, está claro que se va a escapar una parte enorme de la faena y eso no servirá a generar la competitividad deseada.

Claro, para medir estos atributos hay que cortar la res. Es justamente por eso que hay que terminar "de un seco" -como se dice en el campo- con ambas cosas: nueva tipificación y paso de la media res al corte, y que se corten todas las reses para medirlas.

Otro cambio que debería introducirse es la maduración de la carne a la salida del frigorífico. Cuesta entender cómo, en "el país de la mejor carne del mundo" puede tocarnos la experiencia de comer un corte duro comprado hasta en una buena carnicería.

Los productores ganaderos deben reclamar acciones que permitan ganar competividad en la cadena. Y esta competitividad tiene que ser construída en el plano institucional. Este es el gran atraso de la cadena de la carne si la comparamos con la de los granos. Fue ese andamiaje institucional lo que le permitió a nuestra agricultura ser del primer mundo, y su inexistencia lo que dejó la cadena de la carne sumergida en el doble standard sanitario, la competencia desleal, el abigeato y "el negro".

Nuestro organismo sanitario exige en algunos casos, para importar semen o embriones, mayores requisitos que los que pide el propio organismo sanitario de los Estados Unidos, pero al mismo tiempo en cualquier pueblo se faenan en forma clandestina cientos de cerdos y a la vuelta de la esquina, en la carnicería compramos salamines que, a la vista de todos no tienen ni marca ni control sanitario. Es necesario que los funcionarios se arremanguen a ordenar la cadena de la carne. ¿Habrá que tocar intereses? Ésa es la tarea del Estado. El bien superior es lo que está en juego. Rescatar de su largo letargo a la ganadería nacional.

jueves, 25 de agosto de 2016

Ganadería en el bosque, la nueva opción sustentable

La combinación de la forestación con la ganadería abarca 34 millones de hectáreas en el país, con destacadas ventajas económicas y ambientales. FOTO: INTA.(SuperCampo) - Los sistemas silvopastoriles ganan terreno en el país. Especialistas aseguran que se puede hasta cuadruplicar la producción en relación con los manejos extensivos.


La combinación de la forestación con la ganadería abarca 34 millones de hectáreas en el país, con destacadas ventajas económicas y ambientales. FOTO: INTA.

En un mundo destinado a cargar con un incremento en la cantidad de habitantes en las próximas décadas con un consecuente aumento en la demanda de alimentos, la intensificación productiva se vuelve una realidad que choca con una dicotomía: conservar o producir. ¿Es posible ser sustentables y productivos? ¿Hay tecnología disponible para enfrentar este desafío?

Para Marcelo Navall –ingeniero forestal del INTA Santiago del Estero– la compatibilización entre una ganadería más intensiva, un manejo forestal y el mantenimiento de las funciones del ecosistema es posible.

“Considero que existen combinaciones de sistemas silvopastoriles que pueden superar la dicotomía producción versus conservación”, aseguró Navall, para lo cual consideró “fundamental” la innovación técnica, el reconocimiento de los servicios ambientales y el control social.

En consecuencia, diversificar la producción surge como una alternativa promisoria. Es así que, mediante la implementación de un sistema silvopastoril –combinación del manejo forestal y la ganadería– se puede cuadruplicar la producción respecto del ganadero extensivo, entre otras numerosas ventajas económicas y sociales para el productor y el ambiente.

Es que el corrimiento de la barrera agropecuaria también afecta a la ganadería, una actividad desplazada hacia zonas de bosque nativo, donde el manejo del estrato leñoso es fundamental para la sostenibilidad ambiental y social de los sistemas productivos.

En consecuencia, surge la implementación de sistemas silvopastoriles (SSP) como una alternativa que optimiza la utilización de los recursos naturales.

De acuerdo con Pablo Peri –ingeniero forestal del INTA Santa Cruz / UNPA / Conicet–, “los SSP son la modalidad de uso de la tierra más frecuente en amplias zonas del país, que actualmente abarca 34 millones de hectáreas”.
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Para el especialista, existe una “clara tendencia” de avance de la ganadería sobre regiones originalmente ocupadas por bosque nativo, en especial la región chaqueña y otras zonas en donde la actividad forestal constituye la base de la economía, como en Misiones, noroeste de Corrientes y el delta bonaerense.

En este sentido, aclaró: “Los SSP presentan características particulares de acuerdo al tipo de formación forestal: nativa o exótica, a la región de que se trate y al estrato de productores que lo implemente”.

De todos modos, subrayó que en todas las circunstancias presentan ventajas comparativas a los sistemas ganaderos o forestales puros en el aspecto productivo, ambiental y social.

Entre éstas, Peri destacó su aporte a la sustentabilidad ambiental por tratarse de una alternativa que permite la protección de los bosques nativos –en línea con los objetivos de la Ley Nacional 26.331– y la recuperación productiva de las amplias zonas de bosque nativo degradado.

En cuanto a los SSP instalados en forestaciones, se optimiza el uso de recursos, se diversifican las producciones y son compatibles con la producción de madera de calidad.

Dime dónde y te diré cómo

En los últimos 15 años, los SSP están en constante expansión en la Argentina, principalmente con bosques cultivados en Misiones, Corrientes, Neuquén y la zona del delta bonaerense del Río Paraná, mientras que su implementación en bosque nativo se concentra en las regiones Patagónica y Chaqueña.

Los sistemas de pastoreo en los SSP de las diferentes regiones se diferencian por su grado de intensidad, desde sistemas extensivos –caracterizados por largas extensiones de superficie y baja inversión de trabajo y capital- hasta los intensivos, donde la incorporación de recursos y tecnologías permite principalmente mejorar la calidad y cantidad de forraje disponible para los animales.

En Misiones, un 20% de la superficie total forestal corresponde a los SSP, de las cuales los productores familiares representan un 15%, unas 50 mil hectáreas. Fueron adoptados por numerosas ventajas, tales como la reducción del estrés calórico de los animales por efecto de la sombra de los árboles y la obtención de madera de grandes dimensiones.

Además, los productores notaron el incremento de la productividad forrajera y su concentración protéica, como así también la disminución de los riesgos de incendio por el pastoreo, y un efecto menor de las heladas y sequías prolongadas sobre la pastura o pastizal.

Por su parte, Corrientes es una de las principales zonas con bosques cultivados del país, con 6 millones de hectáreas de pastizales con ganadería pastoril. El sistema tradicional de cría en la provincia evolucionó a sistemas integrados de cría, recría e invernada.

Inicialmente, la integración de los sistemas forestales y ganaderos estaba acotada al uso del ganado con el único fin de eliminar el material combustible, y abarcaba solo un 25% del ciclo forestal. Luego, los productores ganaderos adoptaron los SSP como una alternativa para diversificar y mejorar la rentabilidad del sistema tradicional.

Hoy, la provincia cuenta con alrededor de 30 mil hectáreas bajo SSP compuestos por sistemas ganaderos de cría y/o recría y, en algunos casos, de ciclo completo. “Aquí, el desempeño productivo en términos de ganancias de pesos y reproductivos observados en los SSP son superiores a los sistemas ganaderos tradicionales”, detalló Peri.

Y agregó: “Para engorde de novillos, se mejoró de 0,198 kilos por animal por día en un sistema tradicional de ganancia diaria de peso vivo a 0,27 kg/animal/día en los sistemas silvopastoriles. Para vaquillonas en sistema de recría, se pasó de 0,255 a 0,32 kg/animal/día”.

De acuerdo con el Primer Inventario Forestal de Bosques Cultivados de 2002 el recurso forestal de Buenos Aires estaría compuesto por unas 100 mil hectáreas totales de bosques cultivados concentradas, principalmente, en la región del delta bonaerense del río Paraná y en la región sudeste. Este dato ubica a la provincia entre las principales del país con desarrollo de la actividad foresto-industrial.

El Delta cuenta con unas 80 mil hectáreas, de las cuales 60 mil se encuentran bajo manejo y otras 48 mil con potencial uso silvopastoril. “En esta zona, eliminar la biomasa de pastos que crecen espontáneamente debajo de las plantaciones mediante el uso del ganado vacuno es una técnica que va en aumento, lo que fomenta la implementación de los SSP”, explicó Peri.

Por su parte, aproximadamente el 70% de los bosques de ñire en la Patagonia tienen un uso silvopastoril con un escaso manejo integral en los establecimientos. De la superficie total forestada, la mayor actividad de SSP con plantaciones se desarrolla en Neuquén.

Allí, la Corporación Forestal Neuquina (Corfone) es la principal entidad que la desarrolla con vacunos que pastorean ambientes de plantaciones de pino ponderosa conjuntamente con áreas de mallines.

Entre las ventajas percibidas por los productores se destacan la protección que provee al ganado de los fuertes vientos o bajas temperaturas (principalmente en época de parición) y el aporte de forraje de calidad.

Asimismo, está la región Parque Chaqueño que comprende más de 60 millones de hectáreas y es la región forestal más grande del país. “En esta región, el término ‘silvopastoril’ se aplica inadecuadamente a una diversidad de prácticas o tratamientos”, aclaró Peri.
En un extremo, se ubican las modalidades con poco manejo y planificación como la ganadería a monte que consiste, simplemente, en hacer pastar o ramonear a los animales en el bosque nativo. Estas prácticas, repetidas durante décadas, alteran la estructura del bosque por su efecto directo sobre la regeneración, la calidad del suelo y el funcionamiento del ecosistema.

En el otro extremo, se han difundido notablemente prácticas de alta intensidad en remoción de biomasa leñosa, como el desmonte selectivo con siembra de especies forrajeras megatérmicas con el fin de incrementar la producción de carne bovina.

Este tipo de uso altera significativamente la estructura del bosque por dejar en pie arboles de las clases de tamaño mayores, no tiene en cuenta la reposición del estrato arbóreo ni la biodiversidad del ecosistema, y se suman prácticas que le dan mayor intensidad al tratamiento como repasos de rolados, agroquímicos y fuego.

Se estima que existen alrededor de 6 millones de hectáreas que tienen algún tipo de uso silvopastoril entre esos extremos.

Para lograr un equilibrio aceptable entre la mejora de accesibilidad y la conservación de las comunidades vegetales, Navall destacó que los tratamientos iniciales para intensificar la ganadería en comunidades leñosas deben ser de menor intensidad, menor severidad y menor frecuencia que los comúnmente aplicados.

“El tratamiento más difundido para reducir la dominancia de leñosas, incrementar la oferta forrajera y mejorar la accesibilidad en ecosistemas del Chaco Semiárido es el rolado”, recomendó Navall.

FUENTE: INTA Informa

martes, 21 de junio de 2016

La ganadería lidera la inversión en el campo

Por Fernando Bertello - LA NACION
La Rural prevé que aporte este año US$ 22.500 millones, 39% del total del sector


La actividad ganadera liderará este año la inversión en el campo, con un aporte de 22.500 millones de dólares, por encima de la contribución que hará la agricultura al sector. Esto se debe al proceso de recuperación que lleva adelante la producción de carne, que impactará en el resto de la cadena productiva.

Según un informe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA) difundido ayer, todas las actividades del campo inyectarán este año a la economía, entre inversión y gastos, un total de 58.000 millones de dólares. De ese monto, la ganadería contribuiría con el 39%.

"El productor destinará 13.765 millones de dólares a la reposición de hacienda. Se espera un aumento de la participación en la faena de novillos pesados destinados habitualmente para exportación, con el beneficio de que la mayor cantidad de kilos por cabeza, a su vez, generará más cantidad de carne para el mercado interno", indica el trabajo.

Desde hace un tiempo hay en la actividad ganadera un proceso de retención de vientres con el objetivo de aumentar el stock de animales. Esto significa que el ganadero se queda con las hembras para producir más terneros a lo largo de su vida útil.

Vale recordar que durante las tres administraciones kirchneristas se perdieron 10 millones de cabezas del rodeo, por las intervenciones del Gobierno en el mercado y las trabas que se aplicaban para exportar carne, que llevaron a una liquidación progresiva de la hacienda por parte de los productores.

Ese proceso se agravó en medio de la intensa sequía que afectó al campo en los años 2008/2009. Como resultado, para fines de 2010 el stock ganadero había caído a 48,3 millones de cabezas.


Foto: LA NACION / IEE-SRA y Senasa

Hoy, el rodeo bovino ya está en 52,6 millones de cabezas, mostrando una recuperación de casi el 10% respecto de la caída que tuvo en los años anteriores.

"Este sector invertirá también 3446 millones de dólares en gastos directos, principalmente suplementación, confección de pasturas y sanidad, entre otros. Además, inyectará 2576 millones de dólares en gastos indirectos, principalmente en estructura y financiamiento. Por último, el sector ganadero adquirirá bienes de uso durable por 1075 millones de dólares", detalla el informe de la Rural sobre la actividad ganadera.

"Esta expectativa estimula a una mayor demanda de semillas forrajeras. Se espera que esta tendencia se afirme para la siembra de primavera, sumando la conformación de reservas, la renovación de alambrados, molinos y aguadas, entre otros insumos necesarios para mejorar la productividad", añade el trabajo.

Segundo en el ranking

El rubro que seguirá en el ranking de inversiones en el campo este año será la agricultura, con 21.000 millones de dólares, equivalentes al 36% del total. Para ello, el informe calcula que la siembra se expandirá en 2,5 millones de hectáreas. En este contexto, se espera que se sumen un millón de hectáreas más con trigo, otro millón de hectáreas extras con maíz y 450.000 adicionales con girasol.
En esos tres cultivos bajaron a cero las retenciones a las exportaciones, lo que hizo que mejoraran los ingresos de los productores en medio de un repunte de precios de los granos.

"Se sembrará un total que superaría los 34 millones de hectáreas, con una producción de más de 110 millones de toneladas. De esta manera, transportar la cosecha de este año generará cinco millones de viajes de camión, 500.000 más que el año pasado, y que podrán alcanzar a seis millones el año que viene", precisa el estudio de la cámara.

En la Sociedad Rural están convencidos de que la rebaja de las retenciones al sector y la quita de las trabas para exportar, medidas que tomó el gobierno de Mauricio Macri apenas asumió, fueron clave para incentivar las inversiones este año.


Foto: LA NACION / IEE-SRA y Senasa

En la entidad destacan que gran parte de la inversión del agro se gasta en los pueblos del interior. "La reactivación es evidente: el 80% de ese dinero se gasta y se invierte en los pueblos donde se produce, o sea, en cada rincón de cada provincia", remarca el informe.

El trabajo también explica que el Estado percibirá por retenciones a la exportación de soja de la campaña actual (este grano continúa gravado con una alícuota del 30%) 7155 millones de dólares.

Ya hay un clima de reactivación en el sector que se observa en diversos indicadores. Las ventas de fertilizantes crecieron un 25% durante el primer cuatrimestre de este año, las de sembradoras lo hicieron en un 28% y las de implementos agrícolas en general sumaron 9 por ciento.

En la industria automotriz también se siente el repunte del agro, con una demanda de camionetas que subió 25% en lo que va del año.

No subieron al tren

Sin embargo, no todos los sectores del campo se subieron al tren. Los productores tamberos afrontan una fuerte pérdida de rentabilidad, en medio de un aumento de costos, y los productores de porcinos, además del incremento de precios de insumos clave y la caída de ingresos, protestan por la importación de carne de cerdo desde Brasil.

Respecto de este último tema, la Federación Agraria Argentina (FAA) se movilizará mañana en el acceso del puente Rosario-Victoria para reclamar medidas de apoyo al sector. La movilización al puente tiene un valor simbólico para este sector, ya que "por ahí es donde entran los camiones con carne que vienen de Brasil", dijo Pablo Paillole, dirigente de la entidad convocante. Y alertó que "por este camino, centenares de chacareros que nos dedicamos a la producción chanchera vamos a tener que abandonar la actividad en poco tiempo".

La Rural ve una recuperación incipiente en otros sectores que estaban afectados por la situación anterior. "Los cultivos plurianuales, si bien han tenido fuertes pérdidas a causa de condiciones climáticas adversas, como en el caso de la vitivinicultura, las manzanas, el azúcar y el tabaco, entre otros, comienzan a ver una reacción positiva a partir de los cambios en los precios relativos. En esta línea, en el caso de las exportaciones desde los puertos al sur de Bahía Blanca, durante los primeros cinco meses del año, los embarques de peras frescas aumentaron un 9% y los de jugos de frutas concentrados, un 33%", concluye el informe.

El optimismo de la Rural por el futuro del sector se refleja en otro dato. Cree que en los próximos cinco años la actividad puede crear 1,3 millones de empleos nuevos, directos e indirectos.

Del editor: qué significa. La mayor inversión derivará en una mayor producción de carne. Y ésta, en una baja de los precios en el mercado interno, si se cumple la ley del mercado

viernes, 6 de mayo de 2016

Se recompone el stock bovino y está en el nivel más alto desde 2010

(Clarin Rural) - Según el Senasa, el rodeo nacional es de 52,6 millones de animales, un 2,3 por ciento más que en marzo del año pasado.
Hay más de 1.200.000 cabezas respecto de las existencias en marzo de 2015, según el Senasa.
Hay más de 1.200.000 cabezas respecto de las existencias en marzo de 2015, según el Senasa.

Con un total de 52.636.778 millones de animales al 31 de marzo de 2016, el stock ganadero bovino muestra una recomposición del 2,3% respecto del mismo periodo del año pasado, informó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
 
"Observamos que las actuales existencias bovinas son las mayores desde el año 2010, cuando se había alcanzado un total de más de 48 millones de animales, según los datos que publica anualmente el Senasa desde el año 2008", destacó el presidente del Senasa, Jorge Dillon.
   
El funcionario agregó que "la Provincia de Buenos Aires suma 17,9 millones de bovinos, un incremento del 3,17 por ciento, y otras provincias ganaderas, como Córdoba y La Pampa, muestran variaciones positivas en sus stocks de más del 4 y 8 por ciento, respectivamente".
 
De acuerdo a la información registrada en el Sistema Integrado de Gestión para la Sanidad Animal (SIGSA) del Senasa, el total de bovinos en la República Argentina al 31 de marzo de 2016 muestra una recomposición de algo más de 1.200.000 cabezas respecto de las existencias en la misma fecha de 2015.
 
Tomando la composición del rodeo, las tasas de variación fueron del 1,95% en la categoría correspondiente a hembras y del 3,32% en la correspondiente a machos.
 
Otro dato sumamente alentador es la suba interanual del 5,6% de la cantidad de terneros y terneras en el periodo mencionado. Al 31 de marzo de 2016 están registrados 14.107.537 de animales de ambas categorías contra los 13.358.360 en la misma fecha del año pasado.
 
Con una menor participación en el total nacional se destaca el aumento de la población bovina en San Luis, un 8,81%, y Santiago del Estero, 9,12%; en tanto que presentan leves mejoras respecto del año anterior las provincias de Entre Ríos y Chaco, con 0,23 y 0,32%, respectivamente, y registran ligeras caídas las existencias de la especie en Santa Fe, 2,52%, y Corrientes, 1,31%.

jueves, 7 de abril de 2016

Una empresa china compra tres frigoríficos de la brasileña Marfrig

Por Héctor Huergo (Clarin.com) - Foresun pagará US$ 75 millones por esas plantas y un feetlot a la brasileña Marfrig, que decidió quedarse en la Argentina.


La compañía china Foresun adquirió tres frigoríficos y un corral de engorde de ganado (feedlot) de la brasileña Marfrig Global Foods (MFG) en Argentina. Se trata de los frigoríficos Hughes (Santa Fe) , Estancias del Sur (Córdoba) y Vivoratá (Buenos Aires). El feedlot, recién construido y con capacidad para 20.000 animales, está en la cordobesa Monte Ralo. Tanto el feedlot como dos de los tres frigoríficos estaban inactivos. Solo el de Hughes operaba.

Según se informó simultáneamente desde San Pablo y Buenos Aires, MGF mantendrá el frigorífico de Villa Mercedes, el mayor y más activo, con un plantel de 400 operarios y una faena diaria de 700 cabezas. Es la única planta que actualmente está en operaciones.  El monto de la venta asciende a US$ 75 millones, con pagos en cuotas, la primera ayer mismo y la última dentro de los doce meses.

Foresun inició un vertiginoso desarrollo hace menos de quince años. Su sede central está en la provincia de Heilongjang y es la principal operadora de carne vacuna de la República Popular China. Cuenta con un patrimonio neto de US$ 320 millones y ha definido un plan de internacionalización, cuyo objetivo explícito es convertirse en la mayor proveedora de carne vacuna del mundo. En 2014 compró dos plantas de faena en Victoria (Australia) y el año pasado desembarcó en Uruguay, adquiriendo un frigorífico en Rosario, a 70 km de Colonia.

Esta incursión tiene impacto global. China, con sus 1.400 millones de habitantes, se ha convertido en una aspiradora de proteínas animales y los insumos para producirla (soja y maíz). Adquirieron dos grandes operadoras internacionales de estos básicos (Noble y la mitad de Nidera), y hace un par de años se hicieron de Smithfield Co, una de las grandes compañías de cerdos y pollos de los Estados Unidos. Ahora vienen por la carne vacuna.

La Argentina, a pesar de haber cedido muchísimo terreno en el concierto mundial de la carne vacuna, conserva su imagen de proveedor de excelente calidad. Los embarques se han reducido a una mínima expresión, con 250.000 toneladas, menos de la mitad de los volúmenes exportados a principios de siglo. La administración K privilegió el consumo interno. Para ello, impuso fuertes derechos de exportación y llegó incluso a prohibirlas, en 2005. Esa política derivó en una fuerte caída del stock, con abundancia de carne en el corto plazo, pero comprometiendo el abastecimiento futuro.

La pérdida de 10 millones de cabezas (el stock cayó de 60 a menos de 50 millones) derivó en un creciente faltante de hacienda para faena. Entró en crisis la mayor parte de la industria frigorífica y sufrieron en especial los más orientados a la exportación. Entre ellos, los que había adquirido la brasileña Marfrig, que ingresó en el negocio al despuntar el siglo XXI comprando Quickfood (Paty), y luego las plantas de Unquillo, Hughes y Vivoratá.

El objetivo de Marfrig era, precisamente, la exportación. Después de varios ejercicios en rojo, fue concentrando la faena en el frigorífico Villa Mercedes, el único que (con fluctuaciones) tenía períodos de rentabilidad. Mientras tanto, la empresa resolvió reestructurar el negocio global. Una pesada deuda y la acumulación de negocios de baja rentabilidad los llevaron a la fórmula de “Focar para Ganar” (focalizar para ganar).

Bajo este paradigma, MFG inició la venta de activos que ahora se completa. Así lo afirmó ayer mismo, el CEO de Marfrig Global Foods, Martín Secco. También aseguró la continuidad de la planta de Villa Mercedes: “Reconocemos la importancia de la Argentina en el mercado global de carnes. El cambio de perspectiva del escenario macroeconómico en la Argentina es un factor positivo. Las nuevas medidas adoptadas por el gobierno y la expectativa de recuperación del rodeo nacional deben llevar a un fluido mercado en los próximos años. Siendo así, consideramos que permanecer en el país tiene importancia estratégica, y para ello mantendremos la operación de nuestra mejor planta”. Al respecto, Alain Martinet, responsable de la operación argentina de MGF, resaltó la competitividad de esta planta y la calidad de la hacienda que se produce en la región.

El negocio con Foresun fue sumamente trabajoso. Las negociaciones llevaron más de un año. Poco se sabe de los objetivos y planes de esta empresa privada china. Pero la realidad es que el más tradicional de los negocios de la Argentina ahora tiene un operador directo, desde el mercado más promisorio. Cosas veredes, Sancho…

martes, 5 de enero de 2016

Inversión china en la industria frigorífica

Por Gabriela Origlia - LA NACION - Foresen Group operará Estancias del Sur en Córdoba
El frigorífico Estancias del Sur, que dejó de faenar en agosto del año pasado, comenzará a operar en marzo próximo, según informó el intendente de la ciudad de Unquillo, Jorge Fabrizin.

El funcionario se reunió hace unos días con representantes del holding chino Foresen Group, que compró las instalaciones de Estancias del Sur al grupo brasileño Marfrig. Cuando cerró, el frigorífico acumulaba seis meses de inactividad y Marfrig indemnizó a los 600 empleados que tenía; la empresa explicó que el establecimiento era inviable porque producía a un cuarto de su capacidad operativa por los problemas para conseguir novillos de exportación.

Aunque Fabrizin dijo que en marzo el frigorífico comenzará a operar, referentes de la industria entienden que trabajar a pleno le llevará más tiempo, porque, entre otros aspectos, debe volver a tramitar el cupo de la cuota Hilton.

El presidente de la Asociación de Frigoríficos e Industrias de la Carne de Córdoba (AFIC), Daniel Urcía, destacó que Foresun Group es la primera empresa china "enteramente" dedicada al sector que llega al país. Explicó que por su tamaño tiene capacidad de pago suficiente para adquirir la materia prima, aunque los números de la exportación aún no son positivos. Además de la compra de Estancias del Sur, los empresarios chinos habrían cerrado las de los frigoríficos Hughes, en Santa Fe, y Vivoratá, en la provincia de Buenos Aires. Los chinos empezaron su desembarco en la región en Uruguay, donde adquirieron el establecimiento Rosario. El grupo controla un tercio de las exportaciones de carne de Australia al gigante asiático.

En su mejor momento, Estancias del Sur faenó 15.000 animales mensuales y tenía un cupo de Hilton de 1000 toneladas. Esa asignación se perdió con el cierre, pero los nuevos dueños ya están haciendo gestiones por las habilitaciones vencidas. El establecimiento mantiene su infraestructura completa, aunque requiere de mantenimiento después de dos años con trabajos mínimos.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Silos de autoconsumo: 5 claves del nuevo auge

(Maquinac) - Los comederos tolva o silos de autoconsumo se adoptan cada vez más en una ganadería que se intensifica. Las soluciones que aportan siempre que se manejen adecuadamente.
Silos de autoconsumo: 5 claves del nuevo auge
La ganadería argentina ha perdido, en buena medida, su carácter de extensiva y se hace en menores superficies. Dentro de esa tendencia, ganan terreno los sistemas automáticos para alimentar a los animales. Como señala un informe reciente del INTA Balcarce (Buenos Aires) “en los últimos años se ha difundido ampliamente el uso de silos o comederos tolva para autoconsumo de dietas en base a granos y subproductos”.

Silos de autoconsumo - PlanificaciónAunque estos equipos tienen su historia, transitan una nueva etapa basada en las siguientes claves:

1) Accesos. Resuelven los problemas de falta de piso para el tránsito de maquinaria en lugares anegadizos o de mucha humedad. También solucionan inconvenientes temporales en épocas de lluvias que tornan desaconsejable la circulación diaria de maquinaria pesada.

2) Planificación. Permiten cargar determinada cantidad de alimento en función de la cantidad de ganado que tendrá acceso a la comida. Los silos de autoconsumo constituyen un sistema que se adapta bien para la terminación de animales con dietas altas en concentrados, siempre que haya un período previo de acostumbramiento y luego se ingrese al área del comedero tolva.

3) Ruedas de auxilio. Cubren el suministro de las dietas en días domingos o feriados o bien en días que se deben dedicar a tareas más urgentes en el establecimiento.

4) Costos. Posibilitan la reducción de costos y solucionan problemas operativos relacionados con la falta de personal rural. Debe recordarse, de todas maneras, que es conveniente llegar un registro del consumo aproximado y registros de pesadas para detectar posibles problemas de acidosis subclínicas.

5) Complemento. Constituyen una alternativa para atender a determinado lote de animales, mientras el mixer y el tractor hacen su trabajo en otros sitios o con otras categorías. De igual forma que en los sistemas de alimentación tradicional, no se recomienda armar lotes con distintas categorías de hacienda.

De todos modos, el uso de los comederos tolva debe sujetarse a criterios de manejos para evitar enfermedades nutricionales (por ejemplo, la acidosis), tal como se detalla en el informe del INTA Balcarce.

domingo, 4 de enero de 2015

El clima no suele esperar a la falta de previsión y a los canales de drenaje

Por María Martini  | Para LA NACION
Muchas regiones de la provincia de Buenos Aires están amenazadas de sufrir nuevos anegamientos por tener las napas más altas y la ausencia de inversiones en infraestructura canalera

Las aguas en los campos bonaerenses se estacionaron por meses y provocaron pérdidas difíciles de soportar para los productores. Foto: Archivo / Fabián Marelli

De abril a septiembre de 2014, buena parte de la provincia de Buenos Aires estuvo bajo el agua.

Nada menos que diecinueve distritos de la provincia fueron declarados en emergencia y/o desastre por parte de la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario de la provincia de Buenos Aires (Cedaba).

¿Fue una situación excepcional o, muy por el contrario, de ahora en más se debería tomar como un evento recurrente?

La viabilidad económica de muchas explotaciones, sean ganaderas, tamberas o agrícolas, depende de la frecuencia que tengan estas inclemencias en el futuro.

Como muchos otros, el caso de Pedro Merbillhaa, ex presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) y productor agropecuario de la zona de General Guido, puede servir para tomar cuenta de la dimensión del problema. De las mil hectáreas de su explotación, 600 estuvieron literalmente bajo el agua, se perdieron 300 hectáreas de verdeos, las vacas tuvieron que parir en plena inundación y los caminos vecinales de acceso al campo parecían ríos. Sin embargo, ésta no es la inundación más cruel que vivió Merbillhaa. "La inundación de 1980 fue la peor que recuerdo", señala casi con la resignación de quien ve pasar los años sin ser testigo de los cambios necesarios para paliar los desastres que provocan los excesos de lluvias no sólo en el sector agropecuario, sino también en los cascos urbanos, con eventos cada vez más frecuentes desde comienzos de la década del 70.

Si se tomaran las últimas inundaciones que sufrió la provincia de Buenos Aires, es evidente que aumentaron tanto la frecuencia como el riesgo de sufrir pérdidas en la producción. Un hecho incontrastable es que las napas en buena parte de la provincia se encuentran muy altas, a poca profundidad del suelo, por lo que se necesitan muchos menos milímetros de lluvia como para que éstos sufran inundaciones. En Junín y Bragado, por ejemplo, es común encontrar la napa a menos de 50 centímetros del suelo.

Según los productores, técnicos y especialistas consultados, este incremento en la recurrencia de los anegamientos se debe a una multiplicidad de factores. En algunos de ellos el hombre puede intervenir como para evitar o morigerar los efectos, mientras que en otros, como el cambio climático o los ciclos húmedos (por el que se estaría transitando desde la década del 70), sólo se pueden tomar como un dato de la ecuación productiva.

Pero la política agropecuaria que implementa el Gobierno no es neutra, sino que es uno de los factores que aumentan el riesgo de tener excesos de agua en los campos. Las restricciones y falta de estímulo al cultivo del trigo provocaron en los últimos años una caída en la cantidad de hectáreas destinadas a cultivos invernales (de 3 millones de hectáreas como promedio de los últimos 40 años a 1,8 millones de hectáreas de la campaña 2014/15) que afectó el balance hídrico de los suelos. "Hay 300 a 400 milímetros de agua que comienzan a sobrar en los suelos porque no hay cultivos invernales para utilizarlos", razonan los productores. A pesar de esto, muchos buscan atenuantes técnicos, como siembras tardías y tempranas en maíz para diversificar riesgos climáticos y tiempos de cosecha, o el uso del silobolsa, que permite diferir el transporte de la cosecha hasta cuando los caminos rurales así lo permitan.

Sin dudas, la falta de infraestructura es la gran asignatura pendiente -y responsabilidad- del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Hasta el momento no pareciera haber tomado nota de esta situación, y nuevamente se pone en evidencia la falta de una solución integral y definitiva para el manejo del agua. ¿Cuál es la solución que plantean las autoridades provinciales? Todos los remedios se enarbolan en el Plan Maestro Integral para la Cuenca del Río Salado (PMI-CRS) -a pesar de las numerosas voces que se alzan en su contra (ver recuadro)-, que fue el resultado de un estudio que a fines de los 90 la provincia de Buenos Aires encomendó a la consultora inglesa Sir William Halcrow & Partners con el financiamiento del Banco Mundial y para elaborar un plan de recursos hídricos con el objetivo de terminar, en el largo plazo, con el problema de las inundaciones en la provincia de Buenos Aires. "En la actualidad se estima que se ha ejecutado tan solo el 40% del total de las obras del Plan Maestro Integral para la Cuenca del Río Salado (PMI-CRS)", dice el diputado Carlos Brown, es decir, un total de 700 millones de dólares de los 1800 millones del presupuesto inicial. Su ejecución comenzó en 2002, cuando se constituyó el Fondo Hídrico y se obtuvieron los fondos para su iniciación. Se estableció un plazo de 11 años para la concreción de las obras para unas 17 millones de hectáreas.

La obra debería haber concluido en 2013. Sin embargo, se está lejos de ese objetivo. Según explica Brown, se encuentran terminadas sólo dos de las cuatro etapas del Plan. El proceso licitatorio se abrió para el tercer tramo recién durante 2010.

Pero además de la realización de las obras en tiempo y forma, los productores reclaman también su mantenimiento. Los más memoriosos recuerdan que cuando en la Argentina comenzaron a realizarse los primeros canales, a principios del siglo XX, existía la figura del canalero, que controlaba su correcto funcionamiento.

DOLORES DE CABEZA

Hoy día no es una excepción encontrar trabajos inconclusos y mal construidos, falta de dragado en los canales o compuertas rotas.

Tal es el caso de Dolores, localidad en la que llovieron 1600 mm en 2014, lo que hizo desbordar el Canal 1 a la altura de una obra de retención que en el momento de mayor caudal tenía un terraplén de tierra por una obra de mantenimiento inconclusa, que hizo de tapón.

Como resultado, al ex presidente de la Rural de Dolores Germán Galdos, que trabaja 3500 hectáreas entre propias y alquiladas, sólo le quedaron 450 libres de agua entre abril y octubre. Sin embargo, Galdos decidió no acogerse a los beneficios de la declaración de emergencia y/o desastre porque considera que los paliativos son mínimos (diferimientos impositivos y en el mejor de los casos exenciones) y porque si lo hace tiene un alto riesgo de perder los créditos a los que accedió, incluso los del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Por eso cree que es el momento para terminar las obras que quedaron a mitad de camino y que, según cuenta, les prometió el Ministerio de Asuntos Agrarios.

Éstas son, entre otras, una compuerta automática en el Canal, el reforzamiento del terraplén sur, la reparación de las compuertas abandonadas y ensanchar el cauce primario hasta el paraje del 60. En el Canal 1, la mencionada obra de retención a la altura del Tordillo, fundamental para que pueda abrirse y aliviar la zona en épocas de inundación, y ensanchar el cauce primario del Canal 2 hasta el arroyo La Favorita.

Hasta ahora, ninguna de las obras comenzó. "Hay que insistir en que se hagan las obras, y que los intendentes las pidan, porque pasa el agua y se olvidan", dice Galdos.

JUAN P MERBILLAA - Productor : "El plan de la cuenca del Salado hubiera sido extraordinario si se circunscribía sólo a la tarea de drenaje de la cuenca."

CARLOS BROWN - Diputado Nacional: "Se han ejecutado sólo el 40% del Plan Maestro. La obra debería haber concluido en el 2013, pero se está muy lejos del objetivo. "

CAUSAS Y CONSECUENCIAS

Napas altas - A menos de 50 cm .Representan una amenaza latente para la producción por el riesgo que ante una lluvia con un milimetraje promedio se vuelvan a anegar los campos

Aislamiento rural

Abandono de campos - En una inundación los caminos rurales terminan siendo intransitables por muchos meses. Cada vez menos gente quiere trabajar bajo estas condiciones.

Falta de trigo

Agua sin consumir - El milimetraje que no consumen los cultivos invernales explica en parte los excesos de agua

Canales ilegales

Sálvese quién pueda - Hay quienes agudizan los excesos de agua buscando soluciones individuales.

martes, 2 de diciembre de 2014

Santa Elena: la debacle de un frigorífico, retrato del país

Por Fernando Bertello  | LA NACION
Antes empresa modelo, "ciudad-fábrica", no le queda nada de lo que fue

Hoy. Aun en su estado actual, con sectores virtualmente abandonados, la planta deja ver huellas de un pasado de esplendor. Foto: Marcelo Manera 

SANTA ELENA, Entre Ríos.- Como todavía no era mayor de edad, a los 16 años, a Jesús María Peralta Ramírez le dieron un pequeño librito que decía: "Libreta de trabajadores menores". Fue el 3 de marzo de 1959. Se había incorporado al frigorífico del pueblo y, por tener esa edad, la libreta significaba que sólo podía trabajar seis horas diarias. Se quedó allí toda una vida, hasta que, en 1993, el frigorífico cerró. En sucesivas tandas de despidos, él y unas 2200 personas quedaron en la calle. "Nunca pensé que iba a terminar así", dice.

En la industria de la carne, el frigorífico Santa Elena fue un gigante que representó el esplendor del sector. Hoy es uno de los tantos ejemplos que se citan para graficar la contracara de una actividad, y de un país, que por vaivenes políticos, económicos y de manejo se sumió en una profunda crisis. Precios máximos, intervenciones y retenciones han sido en distintas épocas factores comunes que fueron asestándole golpes mortales a la industria.

El Santa Elena empezó en 1871 como saladero de carne salada y seca, conocida como tasajo o "charqui", con Federico González y Eustaquio y Norberto de la Riestra. Luego fue Empresa Kemmerich & Cía., que introdujo el extracto de carne, un caldo concentrado en pequeños frascos, idea que el alemán George Christian Giebert había traído al Río de la Plata a partir de un invento del químico Justus von Liebig. Más tarde, en 1909, capitales ingleses de Establecimientos Argentinos de Bovril Ltda. la compraron e hicieron durante 63 años una especie de "ciudad fábrica".

El frigorífico fue construido de cara al río Paraná, por el que salía la producción en barcos propios y desde un puerto también propio. El extracto de carne iba a Europa durante la Primera Guerra Mundial para alimentar a las tropas aliadas y sus latas se hicieron famosas en todo el mundo. Más recientemente, en 1982, en Santa Elena se hacía estofado con carne para las tropas argentinas en Malvinas.

El pueblo de Santa Elena se constituyó alrededor del frigorífico. Decenas de trabajadores de otras provincias e inmigrantes llegaba e iban a lo que aquí se conocía como "los cuarteles" de solteros, casas construidas a un costado del establecimiento. Hoy, ese lugar está en ruinas y muchas casas desaparecieron. El pueblo, que tenía 500 personas en 1871, hacia 1910 saltó a 3000 habitantes.

Con la Bovril también se hizo el barrio inglés, donde paraban los jerárquicos arribados de Londres. En las casas de mejor categoría, las mujeres de los jefes competían por tener el jardín más lindo. La empresa pagaba dos jardineros por casa.

El cierre, en 1993, fue una bomba. Nadie estaba preparado para ese final. La desocupación trepó a más de 90%. En un pueblo con poco más de 18.000 personas, unas 13.000 viven gracias a diferentes planes sociales.

"Después del cierre, muchos chicos no han vuelto a ver trabajar a sus padres y cuesta inculcarles la cultura del trabajo", dice Alberto Martínez, jefe de taller de la escuela técnica Fernando Torres Vilches.

El extracto de carne iba a Europa durante la Primera Guerra Mundial para alimentar a las tropas aliadas y sus latas se hicieron famosas en todo el mundo. Más recientemente, en 1982, en Santa Elena se hacía estofado con carne para las tropas argentinas en Malvinas
De meca que atraía trabajadores Santa Elena terminó expulsando población. "Se fueron unas 6000 personas", apunta Nicolás Salvador Sarfati, fotógrafo investigador. "Ésta fue una ciudad de clase media; ahora, de desempleados."

El cierre trajo su ola de tensión, depresión y hasta de suicidios. Los que se sobrepusieron al golpe anímico se las rebuscaron como pudieron. Algunos fueron a trabajar a frigoríficos de la zona de Rosario, se hicieron albañiles, pusieron quioscos y, con el río Paraná al lado, otros se dedicaron a pescar dorados y surubíes. Eso fue lo que hizo Peralta Ramírez. Con su esposa llegó a preparar 100 kilos de milanesas de surubí por fin de semana. "Fue mi salida", cuenta.

El frigorífico lo reabrió el polémico empresario kirchnerista Sergio Tasselli en 2005, pero nunca más fue el mismo. Corrales de espera de hacienda, sala de faena, mesas de despostado, la "tripería", entre otras áreas, están vacías. Algunos sectores parecen intactos, como esperando una señal de largada que no llega. De sus 42.500 metros cuadrados sólo está ocupado el 5%. De producir 225.000 kilos de carne por día hoy apenas llega a 5000 kilos, que van a planes oficiales del gobierno nacional, su principal cliente, que le debe pagos por $ 14,5 millones. Su producción es sólo el 2,2% de su época de esplendor. Faenaba 1000 cabezas por día; hoy, nada. Hace cuatro años que aquí no se mata un solo animal porque no es rentable. La carne que se usa y termina en latas es comprada a otras empresas.


"Hoy tengo la esperanza de poder jubilarme", se consuela Oscar Larrea, de 61 años, uno de los 40 empleados de una planta que llegó a tener 2300. Antes del cierre de 1993, en 25 años nunca había faltado a su trabajo. Fue uno de los tantos que se dedicaron a otra cosa. Se hizo albañil, hasta que volvió al oficio en el área donde se esterilizan las latas con carne. "Lo fui a buscar a la casa. Necesitaba poner en marcha el frigorífico con los viejos", explica John Giebert, administrador del establecimiento y descendiente de George Christian Giebert, que introdujo el extracto de carne.


Si el frigorífico no fue el mismo de antes, tampoco lo pudo ser la ciudad de Santa Elena. "Esto era otra cosa cuando el frigorífico funcionaba a pleno. Los vendedores ambulantes se chocaban fuera del establecimiento para venderte algo", relata Juan Ramón Casco. "Cacho", como es conocido, fue uno de los que sufrieron el cierre y que para sobrevivir se dedicaron a la refrigeración.

"Del frigorífico antes venía mucha gente a comer y a llevarse comida. Ahora hay poco trabajo, salvo cuando viene gente a pescar al río, y en verano, por las vacaciones", dice Rodrigo Acevedo, que atiende un restaurante sobre la costanera. "El pueblo no genera trabajo y muchos se dedican a la caza y la pesca."

La política del kirchnerismo fue el golpe que le faltaba al frigorífico para hacerle olvidar lo que alguna vez fue. Tras intervenciones de mercado y prohibición de exportaciones, que comenzaron en 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner, en el país cerraron 138 plantas frigoríficas y se perdieron 18.000 empleos. La Argentina, que era el cuarto exportador del mundo en 2005, con 775.000 toneladas, cayó a 207.000 toneladas en 2013. Ahora es 13° en el ranking.

Hoy, en la plaza principal de la ciudad se homenajea a Kirchner en la base de un mástil, mientras que a 20 metros de ese lugar hay un monolito donde, en 1971, con los 100 años del pueblo, se dispusieron en una cápsula diversos mensajes para que sean abiertos en 2071, en el Bicentenario. También objetos. Entre ellos, latas de carne de la época que nunca volvió.

CIUDAD-FÁBRICA


Sin faena. El Santa Elena ya no tiene carne propia; la compra a otros frigoríficos. Foto: Marcelo Manera


Los ingleses de la Bovril habían construido un frigorífico paternalista. Hospital propio, panadería, carnicería, sodería, canchas de tenis y de golf, escuela y guardería para hijos de las 600 mujeres que trabajaban en él. Y hasta un cine, en el que hoy funciona un boliche.

Para el investigador Roque Casals, que está haciendo un libro sobre la historia de la ciudad, Santa Elena fue también un "pueblo de propiedad privada", porque todo era del frigorífico. De hecho, sólo en 1950 se constituyó en municipio.

Al frigorífico también se lo conoció como "ciudad-fábrica" porque se aprovechaba al máximo la hacienda para elaborar productos. De aquí, por ejemplo, también salían pestañas postizas para mujeres hechas con el pelo de la oreja de la vaca. Incluso se construyó una fábrica de hojalatas para los envases. El imperio fue más allá del frigorífico, ya que también había 600.000 hectáreas con 400.000 cabezas.

En 1972, los ingleses se fueron repentinamente. Para algunos, lo hicieron porque la exportación a Gran Bretaña había perdido el atractivo. Londres fue privilegiando con sus compras a la comunidad de naciones de la Commonwealth, como Australia.

Al frigorífico también se lo conoció como "ciudad-fábrica" porque se aprovechaba al máximo la hacienda para elaborar productos. De aquí, por ejemplo, también salían pestañas postizas para mujeres hechas con el pelo de la oreja de la vaca

También está la teoría de que se fueron temerosos del regreso de Juan Domingo Perón de su exilio en España. La relación con Perón había tenido momentos tirantes. En 1944, una noche la gente se agolpó en las barrancas para ver pasar el barco en el que iba a pasar el líder peronista. Pero el frigorífico, que proveía de energía a los habitantes, mandó a dejar a oscuras el pueblo. Luego, siendo ya presidente, Perón volvió a pasar por allí y, al divisar la bandera inglesa, ordenó su retiro bajo la amenaza de hacerla arriar a cañonazos.

El Santa Elena pasó a manos de empresarios santafecinos, agrupados en la firma Safra SA, que lo tuvo hasta que, en 1984, fue estatizado por el gobernador radical Sergio Montiel. La empresa privada había recibido millonarios créditos sin llegar a resolver conflictos de funcionamiento.

La administración estatal tampoco fue eficiente, pese a que en un primer momento mostró éxitos: en 1985 exportó 450 toneladas mensuales de carnes enfriadas y congeladas y 800 toneladas de conserva. De la gestión estatal todavía se recuerda la compra de 20 Ford Falcon, de los cuales al frigorífico sólo llegaron dos...

Con el peronista Jorge Busti en el poder en Entre Ríos, Santa Elena se privatizó en 1991. Para ese entonces arrastraba una deuda de 100 millones de dólares. Fue la primera privatización de la era menemista. El presidente Carlos Menem estuvo en su traspaso. Se hizo cargo un grupo cuya cara visible era el empresario Rodolfo Costantini (hermano de Eduardo), del frigorífico Rioplatense, que lo cerró a los 18 meses. "La coyuntura era pésima. Perdía un millón de dólares por mes y bajaron la cortina porque estaba comprometiendo al resto del grupo", dice un ex directivo. "Fue terrible. Todo el pueblo estaba colgado del frigorífico."

Al momento del cierre, la empresa se había endeudado en más de 40 millones de dólares con el Estado nacional y el provincial. El Banco Nación era el principal acreedor. Nunca recuperó todo lo que había dado en créditos. En 2005, después de casi 13 años parado, Tasselli pagó primero 3,5 millones de pesos por las máquinas y luego 2 millones por el edificio, que, como acreedor, había retenido el Banco Nación.

ESCUELA DE PODER


Desuso. Corrales que eran modelo por su adaptación a las mayores exigencias internacionales hoy no tienen un solo animal. Foto: Marcelo Manera


Que Santa Elena ya no sea lo que fue es una onda expansiva que afecta también a productores de la región. "Yo hago un novillo de exportación y ahora tengo que pagar un flete más caro a Rosario. La gran mayoría de los productores vendían al frigorífico porque estaba cerca", grafica Guillermo Aranguiz, presidente de la Sociedad Rural de La Paz, a 40 kilómetros.

"Para nosotros, el frigorífico fue una escuela", recuerda Tiburcio del Barrios, un veterinario del Senasa que se desempeñó con otros colegas en el establecimiento verificando procesos de faena e industrialización.

Tan potente fue el Santa Elena en su época dorada que el sindicato de la carne se daba el gusto de influir políticamente en la ciudad y en los pueblos vecinos. "A los intendentes los poníamos nosotros", rememora Roque Gómez, un ex secretario general del sindicato que también fue diputado nacional por el peronismo. De hecho, al frigorífico se lo llegó a conocer como la capital del peronismo entrerriano. Hoy la ciudad parece haberse convertido en la capital de los planes sociales..

Pensar que hace mas de 30 años, iba a pescar cercano al frigorifico, ya que arrojaban al agua, el residuo del faenamiento. Los peces eran enormes, estaban hiperalimentados por esta enorme cantidad de alimentos y el "pique" estaba asegurado... ¿Cómo cambió nuestra patría?

jueves, 20 de noviembre de 2014

China compra cada vez más carne congelada argentina

Por Fernando Bertello  | LA NACION
Es el tercer mercado, detrás de Rusia y de Chile; los envíos subieron 89% entre enero y septiembre de este
año.

Además de la soja, China viene por la carne vacuna. En sólo dos años, el gigante asiático pasó a ocupar un lugar de privilegio en el podio entre los compradores de carnes congeladas. En ese segmento, para la Argentina ya es el tercer mercado, luego de Rusia y Chile.

Según datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), entre enero y septiembre pasados China adquirió 11.936 toneladas. En dinero, según fuentes del mercado, representa un monto superior a los US$ 50 millones. En el mismo período de 2013 había comprado aquí 6306 toneladas. Entre un año y otro hubo un salto de 89% en los envíos.

La Argentina accedió al mercado chino luego de la firma de un protocolo, en julio de 2012. Entre otros productos, este año se llevó brazuelo, bola de lomo, bife angosto, paleta, cuadril, bife ancho y aguja. Los cortes van congelados y se envasan en films de polietileno.

El convenio fue fruto de negociaciones que llevó adelante el Gobierno, con el apoyo del sector privado, a través del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina.

"La exportación se abrió en 2012 y lo relevante es que en dos años se convirtió en un mercado importante", dijo Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra). "De cero pasó a esto que es hoy", agregó. Hoy, son cinco las plantas habilitadas para vender a ese mercado.

Para Schiariti, el crecimiento del mercado chino va a ser explosivo "cuando entre carne con hueso". Mientras la Argentina firmó con China un protocolo para la carne congelada, Uruguay tiene protocolos para carnes enfriadas, termoprocesadas, con hueso y menudencias. En el caso de menudencias, la Argentina coloca productos que terminan en China vía Hong Kong.


En el sector sostienen que por una aceleración de las compras de China en los últimos meses aumentaría también el volumen total mensual exportado.

Debido a que se aproxima el año nuevo chino, en febrero, desde septiembre aumentaron los embarques totales. Se estima que en ese mes se exportaron cerca de 22.000 toneladas a todos los destinos contra 17.100 del promedio de los primeros ocho meses del año. "En octubre la cantidad de toneladas exportadas totales habría superado las 24.000 toneladas", indicó Ernesto Ambrosetti, economista de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

domingo, 19 de octubre de 2014

A la Patagonia se le abrieron las puertas del gran mercado

Por Alejandra Groba  | Para LA NACION
En 10 días, Estados Unidos reconocerá a la región como libre de aftosa sin vacunación; la baja producción de corderos impedirá su aprovechamiento inmediato

Todavía no hay plantas habilitadas para exportar a Estados Unidos. Foto: Archivo

En un pésimo momento de la relación bilateral, el gobierno de Estados Unidos acaba de tenderle un demorado puente a la carne ovina y bovina argentina, desterradas de su territorio desde hace 13 años por los brotes de aftosa ocultados desde 2000 ¿Por qué? Porque, según varias versiones, la OMC estaba por fallar a favor de la Argentina en el juicio por discriminación que le inició al país del Norte, uno de los mejores mercados cárnicos del mundo.

Justo el viernes previo a la audiencia pactada en Ginebra para el lunes 1° de septiembre, el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA) hizo públicas dos iniciativas contemporizadoras. La primera: le reconoció a la Patagonia, a partir del 28 de octubre, el status de libre de aftosa sin vacunación (algo que la OIE, que es la autoridad mundial en materia de sanidad animal, le otorgó en 2002), con lo que, con alguna auditoría mediante, la región austral podría empezar a exportar carne ovina y bovina fresca y congelada a ese país, así como los rumiantes vivos.

En cuanto la región al norte del Río Colorado, donde se encuentran unos 50 de los 51 millones de bovinos del país y que debe vacunar contra aftosa para tener el status de libre, difundió un borrador de norma para someter a consulta pública hasta el 28 de octubre, de cuyo análisis surgiría la habilitación definitiva. Esta diligencia, que es la de mayor importancia económica para la Argentina, está más verde por el el lobby ganadero estadounidense, que desde 2008 viene mancomunando esfuerzos con los tenedores de fondos argentinos en default para que no se le compre carne fresca a la Argentina.

Hace unos días, la National Cattlemen's Beef Association (NCBA) junto con otras asociaciones del sector, solicitó una extensión de 120 días para la medida, que ahora el USDA APHIS debe decidir si acepta o no. Fuentes que conocen el palo creen que algún plazo les otorgará.

En tanto, si bien los vacunos son pocos y no alcanzan a cubrir el consumo local, en la Patagonia se concentran más de dos tercios del stock ovino nacional.

Los productores del exquisito cordero patagónico deberían estar saltando en una pata con la mejor noticia que se les presenta en muchos años. Pero tienen una alegría más teórica que práctica porque, dicen, para aprovechar ese mercado hay un montón de inconvenientes que resolver.

Por empezar, todavía no hay plantas habilitadas, y los frigoríficos aún no tienen claro si Estados Unidos mandará una misión para hacerlo o confiará en un prelisting del Senasa, como hace la Unión Europea. Pero esta cuestión no es la más seria.

"Las perspectivas de tener Estados Unidos abierto son excelentes, porque también es una carta de presentación", dijo Eduardo González Ruiz, gerente de la Cámara de Frigoríficos Patagónicos (Cafropat), cuyos asociados producen casi el 97% de la faena registrada por el Senasa en la región (aunque, vale aclararlo, el Senasa registra cerca de una cuarta parte del total, mientras que el resto son plantas sin habilitación interprovincial y mataderos clandestinos). "El problema es la producción", dice el directivo.

En los últimos años, la Patagonia se ha vuelto más seca. Esto, más el desmanejo de algunos productores que sobrecargaron campos con ovejas y perdieron las pasturas y a veces los suelos. A lo que hay que agregar la competencia cada vez más poderosa del guanaco sobre todo en Santa Cruz. Como si esto fuera poco están los depredadores y las cenizas del volcán Puyehue (equivalentes a más de 900 estadios de River según el INTA Bariloche) que taparon buena parte de Río Negro, que fueron letales para muchos productores ovinos. Se calcula que, en promedio, se perdió cerca del 20% del rodeo. Hoy hay entre 11 y 12 millones de ovinos, cuando hace unos diez años eran unos 15 o 16 millones. Y "entre fin del siglo XIX y comienzo del XX había 75 millones", recordó González Ruiz.

Michael O'Byrne, presidente de la Sociedad Rural de Río Gallegos, coincide: "Estamos produciendo la mitad que hace 20 años. El productor pequeño no puede recapitalizarse, y la ley ovina, que era una herramienta excelente, se desvirtuó al vencerse los primeros diez años", en 2011.

Para peor, la macro tiene a las economías regionales contra las cuerdas. De hecho, la Argentina tiene una especie de cuota Hilton ovina, de 23.000 toneladas, que nunca llegó a completarse. Cuando mejor estuvo, en la década pasada, se enviaron unas 8000 toneladas anuales. Pero de allí vino en picada y en 2013, el total de carnes y despojos ovinos exportados a todos los destinos fue de solo 1359 toneladas, según el Senasa.

El valor del dólar oficial con inflación en muchos casos no permite exportar. Este año, por la devaluación de 20% de enero, los despachos ovinos al exterior crecieron frente al año pasado. En julio alcanzaban 1867 toneladas. Pero esa ventaja se fue va disolviendo.

Más allá de lo económico y climático, otras cuestiones complican a esta cadena, como el abigeato (práctica frecuente y a veces organizada a escala), el guanaco (que salta alambrados y compite por el pasto y el agua), y los depredadores: el puma, el zorro colorado y los perros cimarrones en Tierra del Fuego.

Otro disgusto es la logística de transporte. La zafra ovina coincide con la de frutas y la exportación pesquera. Ambas actividades resultan mucho más importantes para las navieras que llegan hasta los puertos patagónicos, que lógicamente les dan prioridad, y muchas veces los ovinos quedan sin embarcar. "Una solución ha sido ir en camión y despachar por San Antonio o Bahía Blanca. Pero esto tiene un costo muy alto", dijo O'Byrne. Esto se agravó desde que el Gobierno desactivó el puerto de Montevideo, con lo que el trasbordo pasó al congestionado Brasil, donde se suman cuatro o cinco días de navegación..
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