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jueves, 6 de abril de 2017

Cómo es el nuevo Plan Espacial Nacional 2016/2027

(Telam) - Prevé la construcción de satélites y lanzadores de satélites, de utilidad en la agricultura, la salud y la vida cotidiana. 
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La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) elaboró el Plan Espacial Nacional (PEN) que regirá la actividad del sector entre 2016 y 2027 y que contempla la fabricación en la Argentina de satélites y lanzadores de satélites y la incorporación de la Arquitectura Segmentada, un concepto paradigmático de desarrollo de satélites. Aún resta el decreto presidencial del nuevo PEN.

La CONAE es un ente autárquico que funcionaba en la órbita del Ministerio de Planificación Federal y a pasó a depender del Ministerio de Ciencia y Tecnología a comienzos del 2016. El Ministerio de Ciencia y Tecnología tiene la misión de impulsar, acompañar y darle seguimiento estratégico al PEN.

El nuevo Plan Espacial incluye entre sus principales objetivos la fabricación en la Argentina de los satélites de Observación de la Tierra SAOCOM 1A y 1B, que tendrán impacto en áreas como la agricultura y la salud. Es un proyecto desarrollado en colaboración con la Agencia Espacial Italiana.

 El objetivo central de los satélites SAOCOM, que se hallan en fase de desarrollo, es la medición de la humedad del suelo y aplicaciones en emergencias, tales como detección de derrames de hidrocarburos en el mar y seguimiento de la cobertura de agua durante inundaciones.

El SAOCOM 1A planean lanzarlo entre fines de 2017 y mediados de 2018, mientras que el SAOCOM 1B sería enviado al espacio entre 8 y 10 meses después del 1A, adelantó a Télam Conrado Varotto, Director Ejecutivo yTécnico de la CONAE. Otro de los puntos centrales del nuevo PEN es la fabricación del lanzador argentino de satélites Tronador II, que estaría operativo entre 2019 y 2020. Para lograr el objetivo del Tronador II, que tendrá capacidad de poner en órbita polar de 600 kilómetros de altura satélites de hasta 250 kilos, la CONAE está realizando pruebas de lanzamiento, en vuelo, de vehículos experimentales.

La CONAE está testeando estos prototipos del Tronador II en el Polo Espacial de Punta Indio, provincia de Buenos Aires, que fue inaugurado en diciembre de 2014. Este polo está ubicado en la localidad de Pipinas, sobre la Ruta Provincial Nº 36 y cuenta con una superficie total de 2.000 metros cuadrados. La CONAE, asimismo, está construyendo la base de lanzamiento del cohete en Puerto Belgrano.

En cuanto a la Arquitectura Segmentada, surge como consecuencia de la necesidad de dar una respuesta rápida a las demandas de los usuarios de datos de observación de la Tierra desde el espacio.

Se trata -explicaron en la CONAE- del desarrollo tecnológico de una nueva generación de satélites e instrumentos,mediante el uso de un conjunto de plataformas pequeñas (segmentos), que operadas coordinadamente proporcionen respuestas equivalentes o mejores a las que es posible obtener mediante una única plataforma. 

El desarrollo de la línea de lanzadores Tronador forma parte del programa de Arquitectura Segmentada.

martes, 22 de noviembre de 2016

CONAE prepara el lanzamiento del Vector VEX-5A

Por Pablo Alvarez, Argentina En El Espacio
Según información llegada a nuestro blog, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) se encuentra realizando los preparativos para realizar la prueba del vector VEX-5A.
Vehículo Experimental VEX-5A. Foto: SADE.

De no mediar inconvenientes climáticos en el área de la Bahía de Samborombón, el lanzamiento del Vehículo Experimental VEX-5A está planificado para efectuarse entre los días 22 y 24 de noviembre.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Rusia pronto podrá atacar objetivos en el espacio

Por ALEXANDER VERSHININ, PARA RBTH
Próximamente el espacio cercano podría convertirse en el escenario de conflictos militares. En Rusia están desarrollando un nuevo tipo de misil capaz de abatir objetivos fuera de la atmósfera.
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Las tropas rusas de defensa antiaérea planean recibir un sistema antimisiles de intercepción de largo alcance, según informó el general teniente Víktor Gumenny, segundo comandante en jefe de las Fuerzas Aeroespaciales, a finales de agosto. “Esto permitirá cumplir las misiones de las tropas de defensa antiaérea y antimisiles impuestas por el Comandante Supremo y el ministro de Defensa en los plazos establecidos”, comentaba a la radio Servicio Ruso de Noticias.

Las primeras declaraciones sobre el nuevo sistema antimisiles de largo alcance aparecieron a finales del año pasado, una vez finalizadas con éxito las pruebas de vuelto.

El nuevo misil ruso forma parte de un programa altamente confidencial. El nombre exacto del modelo no se ha revelado. Lo único que se sabe es que se trata de un objeto que no tiene análogos en el mundo. Sus componentes electrónicos también son únicos entre los desarrollos rusos y su motor, según la idea de los ingenieros, será el más rápido de los motores existentes en todos los ejércitos del mundo. Según la comandancia, se trata de un misil de largo alcance de acción. Esto puede implicar que el misil sea capaz de derribar objetivos que se encuentren en el espacio cercano.
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La historia de los sistemas antimisiles rusos capaces de enfrentarse a misiles balísticos y satélites se remonta a hace 40 años. Ya entonces nació en la mente de los ingenieros una valiente idea: la amenaza procedente del potencial nuclear de un probable enemigo puede reducirse a cero con la ayuda de un escudo de misiles.

Para eliminar la posibilidad de poner en peligro la paridad nuclear entre las superpotencias, la URSS y EE UU firmaron en 1972 un acuerdo que limitaba la posibilidad de construir sistemas nacionales de defensa antimisiles. Únicamente se podía instalar estos sistemas en una zona restringida geográficamente. La Unión Soviética cubrió Moscú con un paraguas nuclear.

El más importante de los misiles que cubren la capital es el modelo 53T6, Gazelle según la clasificación de la OTAN. Su funcionamiento es idéntico al de los estadounidenses: un misil de combustible sólido de varios metros de tamaño equipado con una ojiva nuclear. Sin embargo, el rendimiento de su análogo soviético lo convertía en un desarrollo único.
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Con un peso de 10 toneladas y un potente motor, se elevaba a una altura de 30 kilómetros en 5 segundos. La carga nuclear de 10 kilotoneladas explotaba en la estratosfera y eliminaba las cabezas de los misiles balísticos del enemigo. Y lo más importante, los creadores del misil previeron el tremendo potencial de su modernización. Gracias a ello, el 53T6 es hoy en día un peligroso enemigo de los satélites de la órbita baja terrestre, incluidos los que cuentan con sistemas de navegación global.

Sin embargo, el misil como medio de destrucción de satélites tiene varios defectos. En algunos casos pueden resultar más eficaces los medios que no se encargan de la destrucción directa de un aparato, sino que únicamente lo desactivan.

Entre ellos figuran algunos instrumentos terrestres de interferencias. Unas construcciones metálicas instaladas en chasis de automóvil y equipadas con aparatos electrónicos que resultan mortalmente peligrosas para los satélites. El Complejo de Lucha Radioelectrónica ruso contra sistemas de satélite está equipado con unas antenas especiales que reciben y transmiten la señal. Estos sistemas atacan al talón de Aquiles de los satélites de la órbita baja. Solo con que el sistema logre interceptar unas pocas señales, toda la agrupación de satélites queda incomunicada.

Las últimas pruebas han mostrado que el desarrollo del Instituto Radiotecnológico de Moscú ha resultado más eficaz de lo que esperaban sus creadores. En caso de que este se despliegue en el Ártico ruso, el sistema podría cerrar el espacio sobre la mayor parte del hemisferio norte. La lucha por el espacio entra en una fase activa y requiere una intervención cada vez mayor de las innovaciones tecnológicas.

jueves, 30 de junio de 2016

Invertirán $ 2900 millones para desarrollar y poner en órbita nuevos satélites

 La empresa rionegrina Invap está trabajando con proveedores nacionales en el satélite Saocom  Por MARÍA GABRIELA ENSINCK - Cronista Comercial
El dinero se utilizará en la construcción de varios satélites durante este año; generar un software para el procesamiento de imágenes y finalizar el lanzador Tronador II


La empresa rionegrina Invap está trabajando con proveedores nacionales en el satélite Saocom

Sólo 11 países del mundo tienen capacidad para desarrollar y poner en órbita satélites y uno de ellos es la Argentina. El Plan Espacial Nacional que se lanzará próximamente desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, involucra una inversión de $ 2.900 millones para este año, y desembolsos anuales similares hasta 2027.

La idea es impulsar la construcción de satélites de baja órbita como el Saocom, para observación terrestre, y el Sabia-MAR, un satélite argentino-brasileño de información sobre recursos hídricos. También se usará para la puesta a punto del lanzador Tronador II para satélites livianos y el desarrollo de empresas proveedoras de partes y servicios. La iniciativa no incluye a Arsat (hoy bajo la órbita del Ministerio de Comunicaciones), cuyo tercer satélite de una serie de ocho, el Arsat III, está discontinuado. "Uno de los objetivos de este plan es generar capacidades, recursos humanos y tecnologías para la consolidación de un complejo industrial específico", apuntó Fernando Hisas, gerente de Proyectos de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae). "En las primeras misiones, los paneles solares satelitales eran importados y hoy se fabrican localmente, así como instrumentos de navegación GPS avanzados y otros componentes", agregó.

Por su parte, Agustín Campero, secretario de Vinculación Tecnológica del ministerio de Ciencia, sostuvo que "en esta etapa se va a trabajar sobre una nueva generación de satélites de arquitectura segmentada: livianos y de menor tamaño, cuya colocación en órbita es más económica y simple".

La industria satelital local involucra a tres grandes jugadores: Invap, propiedad de la provincia de Río Negro con participación de la Comisión Nacional de Energía Atómica, CNEA; Arsat, creada en 2006, y uno de cuyos negocios es la construcción de satélites para comunicaciones; y VENG, compañía que funciona en las instalaciones de la Conae en Falda del Carmen, Córdoba. A estas empresas se suman unas 70 Pymes proveedoras, generando 1700 empleos directos.

"Estamos trabajando en el Saocom, un satélite de observación terrestre que será lanzado en 2017", comentó Guillermo Benito, gerente del Área Espacial de Invap. No obstante, el ejecutivo admitió que están demorados los proyectos Arsat y SARE (satélite de arquitectura segmentada). "Tenemos previsto seguir exportando y ahora estamos enviando un sistema de navegación y una computadora de abordo a Brasil", apuntó Benito y destacó que "de nuestros 2000 empleados, 500 se dedican a la fabricación de satélites y tenemos 50 pymes proveedoras, lo que implica 200 empleos más. En los últimos años pasamos de un 50% de partes nacionales a un 70%".

Una de las empresas proveedoras de esta industria es Sur Emprendimientos Tecnológicos, que surgió hace 10 años para desarrollar software de procesamiento de imágenes satelitales. Presentó su caso en la reciente jornada ‘Satélites por y para Argentinos’, organizada por la Conae. "Es una actividad que no se hacía en el país, ya que estábamos fabricando satélites pero no procesábamos las imágenes", comentó Alberto Perez Casinelli, uno de sus fundadores.

La firma, hoy con 53 empleados, provee software geoespacial para el agro, seguros y organismos del Estado y exporta servicios a la región. "La industria satelital es clave, porque la información geoespacial es vital para tomar decisiones en la producción", destacó.

lunes, 27 de junio de 2016

Polémica base espacial china ubicada en el sur de Argentina estará lista en pocos meses

(iProfesional.com) - Tras la polémica por el posible uso militar de la base y las denuncias sobre la existencia de cláusulas secretas en el acuerdo entre ambos países, desde la Conae defendieron el proyecto de cooperación que hay con el país asiático


En marzo de 2017 podría ser inaugurada la obra que prevé la construcción de una antena de 35 metros de diámetro por parte del organismo China Launch and Tracking Control General (CLTC).
Tras la polémica por el posible uso militar de la base y las denuncias sobre la existencia de cláusulas secretas en el acuerdo entre ambos países, desde la Conae defendieron el proyecto de cooperación que hay con el país asiático.

“El acuerdo suscripto con China es similar al realizado con la Agencia Espacial Europea (ESA), por el cual se instaló  en 2012 en Malargüe, Mendoza, una estación de apoyo a misiones de Exploración del Espacio Profundo (Deep Space). Nosotros al día de hoy no entendemos de dónde salió esa idea de que se habían firmado cosas que no eran públicas”, explicó Conrado Varotto, director de la Conae.

Por su parte, Félix Menicocci, secretario general de la Conae, detalló que en 2010 recibieron un pedido de China para su proyecto de exploración de la Luna y de Marte que requería contar con una estación ubicada en América del Sur, en la zona entre los paralelos 20° y 40°. “Se buscaron distintos escenarios, competimos con Chile y se eligió Neuquén. Es un proyecto totalmente civil de exploración del espacio. Es una sesión de tierras fiscales de la provincia en comodato a la Conae para que albergue el proyecto de apoyo a las misiones chinas a la Luna y Marte. Son acuerdos públicos, nosotros obtenemos el beneficio de acceder a 10% de tiempo de uso de la antena para el desarrollo de proyectos de investigación científica nacional”, defendió Menicocci.

El temor de un posible uso militar de la base se debe a que el CLTC, depende del Ejército Popular chino. “En China todos los desarrollos científicos tecnologicos están dentro de un conglomerado que es para la defensa. También pasa con otros países de la región, como Perú o Ecuador, donde las agencias espaciales dependen del Ministerio de Defensa. Eso no quiere decir que se vaya a desarrollar un proyecto militar.

En el caso de China, el convenio está bajo el amparo del acuerdo ante las Naciones Unidas de exploración pacífica del espacio. Tenemos la plenas garantías del uso civil y una carta de comprimiso de la CLTC, de que la estación no se va a utilizar para ningún tema militar y que tampoco habrá personal militar en la base”.

¿Por qué el interés por la Argentina? “Principalmente por su ubicación geográfica. Pero también porque tenemos una agencia espacial reconocida, ellos ven una contraparte ideal para que apoyen el programa de exploración espacial”., señala Perfil.

viernes, 3 de junio de 2016

Lanzador espacial argentino: la próxima prueba será entre julio y agosto

Entre julio y agosto se pondrá a prueba el lanzador que desarrolla la ConaePor Nora Bär - LA NACION
Lo dijo Fernando Hisas, responsable de proyectos de la Conae, durante un encuentro en el que se expusieron los proyectos de la agencia espacial


Entre julio y agosto se pondrá a prueba el lanzador que desarrolla la Conae. Foto: ¨CONAE

El VEX 5A, vehículo experimental que pondrá a prueba la tecnología para el Tronador II, el lanzador que desarrolla la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), será lanzado al espacio entre julio y agosto. Lo dijo ayer Fernando Hisas, gerente de proyectos de la Conae, durante una jornada organizada por el Encuentro Permanente de Asociaciones Científicas (EPAC) para analizar, debatir y difundir el impacto de la tecnología satelital en la sociedad.

Epac nuclea a más de 10.000 investigadores de todo el país. Algunos de ellos, además de estudiantes, y funcionarios de organismos públicos y privados, participaron del encuentro en el auditorio de la biblioteca de la Academia de Medicina.

El Tronador II está pensado para poner en órbita satélites de observación de la Tierra de hasta 250 kilos. Cuando esté operativo, algo que podría suceder entre 2018 y 2020, el país se sumará al selecto club de una decena de naciones que cuentan con sus propios lanzadores satelitales.

Pero el Tronador no es la única tarea que mantiene ocupados a los científicos de la Conae. "Tanto a partir de satélites propios como extranjeros, generamos imágenes para una comunidad que supera los mil usuarios a lo largo y ancho del país ", contó Sandra Torrusio, investigadora principal de la Conae.

Todos los ministerios y áreas del Estado que requieren información geoespacial tienen vínculo directo con la agencia espacial y reciben imágenes satelitales. Se utilizan para la gestión de emergencias, para orientar la planificación epidemiológica, para la ordenación territorial, la pesca y la gestión de bosques, por ejemplo.

De un solo sensor a bordo de un satélite se reciben en la estación terrena de Falda del Carmen, en Córdoba, más de 20.000 imágenes por año. "Es una enorme cantidad de información que se distribuye de diferentes maneras -explicó Torrusio-. Pero Conae no trabaja sola: nos servimos de todo el sistema científico tecnológico, tanto para el desarrollo de satélites, como de los instrumentos de monitoreo y comando".

En el área educativa,la agencia espacial lanzó el "Programa 2Mp", que intenta acercar la tecnología satelital a "2 millones de pibes"; es decir, que chicos desde los ocho años en adelante conozcan y utilicen la información satelital y la apliquen en las actividades escolares.

Además, anualmente más de 2000 personas se capacitan en su software de procesamiento de imágenes (SOPI), desarrollado por SUR Emprendimientos Tecnológicos, a través de cursos virtuales y presenciales, standard y a medida. "Estamos orgullosos de contar con este instrumento", afirma Torrusio.

En la línea de montaje

Ya finalizada la vida útil del SAC-D/Aquarius, cuya misión fue estudiar la salinidad de los mares y el cambio climático, los próximos en volar al espacio serán los satélites gemelos Saocom, con fecha probable de puesta en órbita en 2017 y 2018, y que se acoplarán a la constelación Siasge.

También está en marcha el Sabia-Mar, desarrollo conjunto con Brasil, un aparato de 500 o 600 kilos con instrumentos ópticos para ver la calidad del agua en costas y mares.

Y los Siasge II, que sumados a los Cosmo SkyMed permitirán tener 10 satélites volando en la misma órbita y observando el mismo punto con instrumentos que adquieren información en diferente longitud de onda. Según dijeron el doctor Conrado Varotto, director ejecutivo de Conae, y Roberto Battiston, presidente de la Agencia Espacial Italiana, la constelación del Sistema Ítalo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (Siasge) no sólo será "lo máximo" del estado del arte en tecnología satelital, sino la más importante que recorra el espacio tomándole el pulso a la Tierra.

A éstos les seguirá la serie SARE de pequeños satélites, también provistos de instrumentos ópticos, que permitirán obtener imágenes de alta resolución especialmente orientadas a gestión urbana y de seguridad.

En la jornada organizada por EPAC participaron además especialistas de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema), Investigación Aplicada (Invap), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y SUR Emprendimientos Tecnológicos; todos ellos desarrolladores o usuarios de la información satelital.

"Ahora nuestro gran desafío es la interoperatividad -concluyó Torrusio-: que el gran volumen de información que producen los satélites lleguen al celular. Todas las instituciones estamos apuntando a eso."

jueves, 5 de mayo de 2016

Preocupación del Gobierno por la construcción de otra base de China en territorio argentino

Por Aurelio Tomás - Perfil.com
A las instalaciones en Neuquén se sumaría una en San Juan. El Gobierno busca que el país asiático se comprometa al estricto uso civil.
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Imagen panorámica de la base espacial china en Neuquén. | Foto: Captura de TV.

Una segunda base espacial china, que se proyectaba construir en San Juan y se sumaría a la ya construida en Neuquén, complica las gestiones de la canciller Susana Malcorra para normalizar las relaciones con el gigante asiático. El proyecto no sólo afecta los planes espaciales de ambos países sino que también complica los planes económicos del oficialismo argentino: dentro del paquete chino “heredado” hay también grandes proyectos de inversión que la gestión macrista necesita para reactivar la economía.

Tres fuentes gubernamentales de primera línea confirmaron a Perfil.com la existencia de este proyecto que, hasta hoy, había sido mantenido en estricta reserva. El dato suma dolores de cabeza al gobierno argentino, que busca por estos días lograr un compromiso expreso del gobierno de China sobre el estricto uso civil de la base existente.

"En el tratado no hay ninguna definición al respecto y en las declaraciones del gobierno Chino se entiende que una rama militar del gobierno la que gestiona este proyecto", explicó una figura de primera línea de Cambiemos que, antes de asumir en el Ejecutivo, supo recorrer estudios de televisión rechazando la polémica base espacial.

Otra fuente de alto rango que interviene en el tema explicó que el proyecto de la segunda base, que se proyectaba construir en la provincia del cacique peronista José Luis Gioja, complica aún más las gestiones con el país asiático, por el fuerte interés chino en la concreción del proyecto espacial.

El temor surge porque la tecnología para el control de operaciones espaciales que trajo China a la Argentina es de “uso dual”, reconoció una de las fuentes. Puede ser utilizada para monitorear la llegada del primer astronauta chino a la Luna; pero también para controlar el curso de misiles balísticos intercontinentales nucleares chinos o de un tercer país.

La cuestión ocupa -y preocupa- a Malcorra, quien decidió pedir asistencia con el delicado tema de las bases a otras reparticiones del Gobierno. Durante la primera reunión del presidente Mauricio Macri con su par chino, Xi Jinping, se comprometieron a trabajar para confirmar los tratados bilaterales legados por la gestión kirchnerista.

La idea es lograr dicho objetivo antes del viaje de Macri a China para la reunión del G20, en septiembre. Además de la cooperación aeroespacial y el delicado tema de las bases, en la mesa hay grandes proyectos de infraestructura: dos plantas nucleares y las represas hidroeléctricas en Santa Cruz que el kirchnerismo bautizó Presidente Kirchner y Gobernador Cepernic.

Son iniciativas que el Gobierno necesita de forma urgente, ante el austero panorama económico. El objetivo es lograr anuncios de inversiones millonarias, con tasas razonables, como las que buscan acordar con las empresas estatales chinas involucradas en los proyectos energéticos.

El acuerdo por la base espacial que construye China en Neuquén, fue firmado por Cristina Fernández de Kirchner en febrero de 2015.

La denominada Estación del Espacio Lejano y debería iniciar sus operaciones en 2017. Se encuentra ubicada en las cercanías de la localidad de Las Lajas en Neuquén, a pocos kilómetros de la frontera con Chile.

viernes, 22 de abril de 2016

Un nuevo satélite científico argentino aprobó su último examen con honores

Por Nora Bär - LA NACION
Fue sometido a revisión por expertos argentinos, de la NASA, y de las agencias espaciales europea, italiana y canadiense
Durante una semana, expertos de distintas agencias espaciales evaluaron la marcha del Saocom, el próximo satélite científico argentino
Durante una semana, expertos de distintas agencias espaciales evaluaron la marcha del Saocom, el próximo satélite científico argentino. Foto: Gentileza Conae

En el centro de pruebas de la empresa rionegrina Invap ya empieza a correr la adrenalina: un nuevo satélite científico argentino, el Saocom 1a, uno de los dos aparatos gemelos que se están desarrollando en el campus de la compañía patagónica desde cuyas instalaciones se advierten las cumbres nevadas de los Andes australes, acaba de aprobar su último "examen" con honores. Esto significa que ingresa en la recta final de pruebas antes de su lanzamiento, el año próximo.

Como parte del protocolo adoptado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), que desde 1991 propone y ejecuta el Plan Espacial Nacional, el proyecto fue sometido durante la última semana a una revisión por expertos argentinos, pero también de la NASA y las agencias espaciales europea, italiana y canadiense.

Fueron jornadas intensas, que se extendieron desde las siete y media de la mañana hasta las ocho y media de la noche, y en las que no se pasó por alto ni el más mínimo detalle. Todo culminó con lo que en la jerga se llama RFA o request for action, un documento en el que se pueden sugerir cambios o análisis adicionales, pero con la satisfacción de que en este caso fueron mínimos.

"Es la metodología aceptada entre las agencias más importantes del mundo, en particular la europea -subraya el doctor Conrado Varotto, director ejecutivo y técnico de la Conae-. Este tipo de revisión en el más alto nivel es una manera de certificar el satélite."

"Hay distintas revisiones en la vida de un proyecto satelital (de diseño, de ingeniería de detalle y otras). Ésta, llamada «revisión de diseño preliminar» (o PDR, según sus siglas en inglés) fue probablemente la última de todas y consistió en demostrar con modelos que todo funcionará como debe hacerlo, porque cuando esté en el espacio no hay oportunidad de corregir errores", explica desde Bariloche el gerente de proyectos, Fernando Hisas.

Un proyecto ambicioso

"Los modelos son elementos físicos o matemáticos que permiten predecir qué comportamiento va a tener el satélite y sus componentes básicos en el ambiente o la funcionalidad para la cual fueron diseñados -agrega Jorge Medina, jefe de ingeniería de la misión Saocom-. Una vez concluidos y realizadas las observaciones necesarias, se congelan los requerimientos para empezar a desarrollar las antenas de ingeniería, las plataformas de servicio y los demás elementos."
Los dos Saocom gemelos, en su
El Saocom 1a forma parte de un ambicioso proyecto espacial que integran dos satélites gemelos. Ambos se sumarán a la constelación Siasge (Sistema Italo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias), que también conforman cuatro satélites de la constelación italiana Cosmo-SkyMed, de la Agencia Espacial Italiana (ASI). Los dos satélites argentinos serán idénticos y orbitarán a 180 grados uno del otro; es decir, que cuando uno está subiendo hacia el Ecuador por el meridiano de Greenwich, el otro va bajando por el antemeridiano.

"Los Saocom llevan radares de apertura sintética en banda L, polarimétricos, y trabajarán en conjunto con los cuatro satélites italianos equipados con radares de apertura sintética en banda X -agrega Hisas-. Es la primera vez que se va a ofrecer información de estas características en el mundo. Y, además, esta configuración única permitirá observar simultáneamente, en ambas bandas, en el mismo momento y el mismo lugar."

Para explicar los beneficios que otorga un radar de apertura sintética orbitando la Tierra a más de 600 km de altura, Hisas recurre a las imágenes médicas: "Tanto la tomografía de rayos X, por emisión de positrones o por resonancia magnética muestran cortes del organismo, pero cada una deja ver cosas diferentes -dice-. A diferencia de las imágenes ópticas, el radar de apertura sintética permite observar tanto de día como de noche, con buen tiempo o a través de las nubes."

Con un instrumento que ofrece una resolución de entre 10 y 100 metros, los Saocom permitirán trazar mapas de humedad de suelo para la producción agrícola, la hidrología y la salud.

Según la doctora Laura Frulla, investigadora principal de la misión Saocom, la elección del radar de apertura sintética surgió de intercambios con los usuarios, que pidieron un instrumento que dé soporte a la agricultura, la hidrología y las emergencias. "El parámetro que satisfacía todo esto es la humedad del suelo, que se puede medir precisamente por la banda L", explica.

Por otro lado, al formar parte de una constelación, el instrumento también puede hacer captaciones interferométricas, que brinden información de altura, de deformación del terreno o desplazamiento de volcanes. "Se podrá detectar la «respiración» que indica que están por entrar en erupción -subraya Frulla-.También, dado que se le exigió mucha sensibilidad al instrumento, sirve para analizar desplazamiento de placas, glaciares, nieve, avalanchas, para identificación de cultivos, monitoreo de derrames de petróleo, investigación oceanográfica, registro de áreas forestadas o deforestadas, cambios en las ciudades, basurales."

Cuando estén volando los seis satélites juntos, el lapso de revisita (el tiempo que transcurre hasta que vuelven a pasar por el mismo lugar) será de 12 horas.

Ya cumplida esta revisión, en los hangares de Invap comienza la fabricación del primer modelo, denominado protoflight, y el segundo, flight. Los ensayos en el centro de pruebas duran varios meses, en los cuales se somete al aparato a las condiciones extremas que enfrentará durante el lanzamiento y una vez que esté en órbita: debe resistir violentas vibraciones con diferentes frecuencias y cambios de temperatura que pueden pasar de los cien grados bajo cero a los 100 sobre cero. Simultáneamente, se "toma el pulso" de sus propiedades funcionales.

Su lanzamiento, a bordo de un lanzador Falcon 9 de la empresa Space X, está previsto para octubre de 2017, desde la Base Vandenberg, en California, la misma desde la que partió el SAC-D.

Conforme con la marcha del programa, el doctor Varotto destaca: "Este proyecto es de lo más avanzado que se está haciendo en el mundo".

martes, 15 de marzo de 2016

Planean más pruebas para el lanzador de satélites argentino

Medidas. Especialistas analizan propiedades del cohete integrado en la Base Aeronaval Punta Indio.Por Cecilia Farre - Perfil.com
La Conae prevé realizar en mayo un nuevo ensayo del cohete experimental VEX 5A. El prototipo despegará desde la localidad de Pipinas.


Medidas. Especialistas analizan propiedades del cohete integrado en la Base Aeronaval Punta Indio. | Foto: Gza: Conae

La Argentina continúa adelante con el proyecto Tronador II para tener un lanzador propio de satélites livianos. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) prevé que en mayo se hará el traslado del prototipo VEX 5A al sitio de lanzamiento ubicado en Pipinas, al este de la provincia de Buenos Aires.

Por ahora el VEX 5A, el tercero de los prototipos construidos, está protegido de las agresiones del ambiente y sometido a pruebas para su optimización en un hangar de la Base Aeronaval Punta Indio.

En mayo, un camión preparado para tal fin lo llevará hasta la base de Pipinas y, aunque la distancia es menor a 20 kilómetros, el viaje tomará horas. “No irá a una velocidad usual, debe ser muy lenta para tener menos riesgos en los sistemas electrónicos y en la estructura”, describió el ingeniero Pablo Servidia, investigador principal del programa de Inyector Satelital de Cargas Utiles Livianas de la Conae.

Una vez en Capetina, en Pipinas, el cohete entrará en una etapa de calibración y de evaluación de todas las comunicaciones. “Luego pasaremos al prealistamiento, en el que el vehículo se pone vertical y hay que realizar toda una serie de chequeos en esa condición. Al terminar, se puede decir que está listo para el lanzamiento”, detalló Servidia.

La fecha en la que despegará no se puede precisar porque además del tiempo necesario para los ensayos previos, se deben considerar las condiciones climáticas. Para Servidia, ya el hecho de trasladarlo y estar en Capetina es el comienzo de una serie de pruebas que culmina con el lanzamiento: “Es un hito más, desde ya muy importante, pero precedido por todos los demás”.

Características. El VEX 5A tiene 17,5 metros de largo; 1,5 metros de ancho y con combustible, al momento de ser lanzado, pesará 8.100 kilos. Aunque en su vuelo no saldrá de la atmósfera, por primera vez se probará un prototipo con dos etapas que se separarán al alcanzar la velocidad y condiciones indicadas. “Uno de los objetivos de estos ensayos es poder tener información que nos sirva para modificar los diseños siguientes. Este tipo de tecnologías no es algo que se pueda aprender en manuales”, afirmó el ingeniero.

Además, los cohetes de estas características cuentan con elementos de uso dual, civil o militar, que no se pueden comprar a otros Estados por lo que Servidia aclara que  “en el caso de Argentina, que no tiene ese tipo de tecnología, el acceso es a través del desarrollo autónomo”.

El proyecto se nutre del trabajo de la Conae y de distintos organismos e instituciones nacionales, como la Universidad de Buenos Aires, la de Córdoba, la de La Plata, la del Sur, y la de Mar del Plata, entre  otras. El querosén, por ejemplo, con el que funcionará el motor de la primera etapa junto con oxígeno líquido fue desarrollado por Y-TEC de YPF. Por su parte, la empresa VEN es la responsable de los sistemas del vehículo e Invap está a cargo de la construcción de la base de lanzamiento definitiva en Puerto Belgrano.

El objetivo del Tronador II, que se estima estará listo en 2020, es poder lanzar satélites pequeños (de hasta 250 kilos) destinados a la observación de la Tierra, monitoreo de emergencias o de recursos naturales e investigación. En la actualidad, para enviar al espacio un satélite pequeño se debe aguardar el lanzamiento de un satélite mucho más grande que permita incorporarlo como carga secundaria. Al VEX 5A le seguirá VEX 5B, cuyo lanzamiento está programado para 2017, al que se le sumará el desafío de abrir una cofia experimental, y el VEX 5C en 2019, con una tecnología similar a la del Tronador II.

Obama no iría a Invap. El último 3 de marzo desde la sede de Invap, en Bariloche, el presidente Mauricio Macri aseguró: “Muy pronto vamos a tener acá la visita de quienes pensamos tienen que ser parte del futuro del trabajo con Invap, que es volver a trabajar con la NASA” y adelantó que el presidente de los EE.UU., Barack Obama, estará en Bariloche el 24 de marzo. A partir de ese momento, comenzaron las especulaciones sobre la posibilidad de que se firmaran convenios para fabricar en conjunto satélites. Lo cierto es que, según pudo saber PERFIL, la visita de Obama a Invap aún no fue confirmada oficialmente. Fuentes de la Conae e Invap aseguraron que por el momento no está previsto la rúbrica de ningún convenio. “Más bien parece ser una visita pensada para que las partes actualicen el know how sobre las capacidades que viene desarrollando Invap”, comentaron los expertos

viernes, 11 de diciembre de 2015

Antes de irse Cristina quería lanzar un cohete, pero no pudo

Por Guido Braslavsky - Clarin.com
Pese al apuro, faltaron hacer las últimas pruebas.Es el Tronador II, para poner satélites en órbita. El gobierno presionó a los científicos para lanzarlo hoy. No llegaron.
Proyecto Tronador.El Vex 5, arriba, al momento de ser trasladado la semana pasada de Punta Indio a la plataforma de lanzamiento en Capetina. Tiene 17,5 metros y pesa casi 8 toneladas. A la izquierda, el primer cohete experimental, el Vex 1-A, que fue probado en febrero de 2014.
 Proyecto Tronador.El Vex 5, arriba, al momento de ser trasladado la semana pasada de Punta Indio a la plataforma de lanzamiento en Capetina. Tiene 17,5 metros y pesa casi 8 toneladas. A la izquierda, el primer cohete experimental, el Vex 1-A, que fue probado en febrero de 2014.

En el mayor de los secretos, el gobierno de Cristina Kirchner preparaba un último gran golpe de efecto para despedirse del poder: el lanzamiento de un nuevo cohete experimental en el marco del proyecto Tronador II. En las últimas semanas el Ministerio de Planificación intensificó las presiones sobre el equipo de científicos y técnicos que trabaja en el proyecto desde la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). En el cronograma, la fecha del lanzamiento aún señala “8 de diciembre”. Es decir, hoy. Iba a ser acaso el último acto de Cristina como Presidenta. Pero los tiempos de la ciencia no fueron en sintonía con las necesidades políticas, y el lanzamiento tuvo que ser pospuesto.

El Tronador II es un proyecto espacial ambicioso que busca desarrollar un cohete de transporte capaz de colocar satélites en órbita. En 2014 hubo dos lanzamientos de vehículos experimentales, en febrero y en agosto. El primero fue fallido, al elevarse el cohete de la plataforma unos dos metros y caer al suelo. El siguiente resultó exitoso: el cohete (el VEX 1-B) viajó durante 27 segundos hasta alcanzar los 2.200 metros de altura.

Desde entonces, la Presidenta se imaginó despidiendo su mandato encabezando el tercer lanzamiento. El 15 de agosto la CONAE anunció que ya estaba “en marcha” el ensayo con el nuevo cohete, el VEX 5.

Conrado Varotto, el científico italiano que dirige la CONAE, cabeza del proyecto, había bajado la premisa de que el lanzamiento debía hacerse “el 8 de diciembre sí ó sí”. El martes 1° el VEX 5 fue llevado de la base aeronaval de Punta Indio al paraje La Capetina, donde se asienta la plataforma de despegue, informó el periódico local El Colono. Los científicos y técnicos trabajaron contrareloj. En Capetina, un descampado próximo a Punta Piedras en la Bahía de Samborombón, y en el pueblito de Pipinas, a 15 kilómetros en el partido de Punta Indio, donde está el centro de control, la “Houston argentina” donde se “aprieta” el botón.

“Ella (por la Presidenta) quería el cohete en el aire antes de irse y no les servía que se lanzara después”, contaron a Clarín fuentes con conocimiento del tema. El apuro para llevar el cohete a la plataforma fue tal que faltaron hacerse pruebas, y tampoco hubo tiempo para engalanarlo con los logos de la CONAE y del Ministerio de Planificación.

Recién el viernes, se aceptó que “técnicamente no se llegaba a tiempo” y el equipo científico que pensaba trabajar a destajo todo el fin de semana largo supo que el lanzamiento iba a posponerse una vez más. Porque a lo largo de todo el año el Gobierno quiso que coincidiera con sus necesidades: se intentó hacerlo en marzo, luego antes de las PASO de agosto, más tarde previo a las elecciones del 25 de octubre. Las últimas presiones fueron para lanzarlo hoy, dos días antes del final de mandato. A los científicos, fuertemente comprometidos con el proyecto, les bajaba el mensaje que “si no se lanza en tal fecha se acaba la plata”.

El Gobierno invirtió 2 mil millones de pesos en el Tronador II. Hacer este lanzamiento tenía un efecto al que ya apeló la campaña cristinista en la reelección de 2011, con el spot “La fuerza de la ciencia”, con imágenes de un cohete que en realidad era de la NASA para poner en órbita un satélite argentino. El Gobierno montó en Pipinas, en “la ruta del cohete”, su mini-Tecnópolis espacial, un stand con la maqueta del Tronador para promocionar lo realizado en materia de “soberanía espacial”.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Programa Tiangong

Tiangong (chino: Palacio celestial) es un programa de estación espacial de la República Popular de China, con el objetivo de crear una estación espacial de tercera generación, comparable a la Mir. Este programa es autónomo y no tiene relación con otros países que realizan actividades en el espacio. El programa comenzó en 1992 como el Proyecto 921-2. En enero de 2013, China sigue adelante en un gran programa multifase de construcción que dará lugar a una gran estación espacial en 2020.

China lanzó su primer laboratorio espacial, Tiangong 1, el 29 de septiembre de 2011. Tras Tiangong 1, un laboratorio espacial más avanzado completado con la nave de carga, llamado Tiangong 2, será construido. Tiangong 3 continuará desarrollando estas tecnologías. El proyecto culminará con una estación orbital grande, que constará de un módulo principal de 20 toneladas, 2 módulos de investigación más pequeños y embarcación de transporte de carga. Dispondrá de alojamiento para tres astronautas durante largos periodos y está previsto que se complete justo en la fecha en la que la Estación Espacial Internacional está programada para ser retirada.

En 1999, el Proyecto 921-2 recibió finalmente autorización oficial. Se estudiaron dos versiones de la estación: un "laboratorio espacial" de 8 toneladas y una "estación espacial" de 25 toneladas.

En 2000, se dio a conocer en la Expo 1997 de Hanover el primer modelo de la estación espacial planeada. Estaba construida a partir de módulos derivados del módulo orbital de la Shenzhou. La longitud total de la estación sería de unos 20 metros, con una masa total de menos de 90 toneladas, con posibilidad de expansión añadiendo módulos adicionales.

En 2001, ingenieros chinos describieron un proceso para la realización del Proyecto 921 en tres etapas. Originalmente el proyecto debía estar completado en el año 2010.
- Primera, vuelo tripulado (Fase 1), que tuvo lugar con éxito en 2003.
- Segunda, puesta en marcha de un laboratorio espacial (Fase 2, con una versión reducida del modelo inicial) que contaría con tripulación sólo a corto plazo y quedaría en modo automático entre visitas.
- Tercera, involucraría el lanzamiento de un laboratorio espacial mayor, el cual estaría permanentemente habitado y sería la primera estación espacial china (Fase 3).
Originalmente, China planeaba simplemente realizar un encuentro espacial entre Shenzhou 8 y Shenzhou 9 para formar un laboratorio espacial simple. Sin embargo, se decidió abandonar dicho plan y lanzar en su lugar un pequeño laboratorio espacial. En 2007, se hicieron públicos los planes para el lanzamiento en 2010 de un "laboratorio espacial" de 8 toneladas denominado Tiangong 1. Este sería un módulo de laboratorio espacial de 8 toneladas con dos puertos de acopamiento. Los vuelos posteriores (Shenzhou 9 y Shenzhou 10) se acoplarían al laboratorio.

El 29 de septiembre de 2008, Zhang Jianqi Vice Director del programa espacial tripulado de China, declaró en una entrevista para la Televisión Central de China6 que el Tiangong 1 (es decir, no Shenzhou 8) sería el "objetivo de acoplamiento" de 8 toneladas, y Shenzhou 8, Shenzhou 9 y Shenzhou 10 serían naves espaciales que se acoplarían a Tiangong 1.

El 1 de octubre de 2008, la Administración Espacial de Shanghai, que participó en el desarrollo de Shenzhou 9, declaró que habían realizado con éxito el experimento de simulación para el acoplamiento de Tiangong 1 y Shenzhou 8.

El 16 de junio de 2012, se lanzó Shenzhou 9 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan en Mongolia Interior, China, con tres tripulantes. La nave Shenzhou realizó con éxito un encuentro espacial con el laboratorio Tiangong 1 el 18 de junio de 2012 a las 6:07 UTC, siendo el primer acoplamiento chino de una nave espacial tripulada. El 11 de junio de 2013, China lanzó Shenzhou 10 con una tripulación de tres personas con destino a Tiangong 1.

La "estación espacial" completa de 60 toneladas se ha retrasado hasta 2020-2022 y tendrá condiciones de vida para tres astronautas a largo plazo.

Los esfuerzos de China para desarrollar una estación espacial de órbita baja terrestre comenzarán con una fase de laboratorio espacial, con el lanzamiento de los tres módulos espaciales Tiangong. El objetivo de acoplamiento chino consiste en un módulo de propulsión (recurso) y un módulo presurizado para los experimentos, con un mecanismo de acoplamiento en cada extremo. El puerto de acoplamiento de la sección de experimentos soporta acoplamiento automatizado. Su longitud es de 10,5 metros y el diámetro es de 3,4 m. Tiene una masa de 8.000 kg. Fue lanzado el 29 de septiembre de 2011 y está destinado a estancias cortas de una tripulación de tres astronautas.

Tiangong 2 "laboratorio espacial" - El Laboratorio Espacial de China será lanzado en 2015.
Su configuración es la siguiente:
-Tamaño de la tripulación: 3, con víveres y recursos para 20 días.
-Longitud: 14,4 m
-Diámetro máximo: 4,2 m
-Masa: 20.000 kg
-Dos puertos de acoplamiento

Estación espacial Tiangong 3
En julio de 2013, está previsto que el Laboratorio Espacial de China sea lanzado en el marco de tiempo de 2020. Se evaluaran las condiciones de vida para tres astronautas durante 40 días y la tecnología de soporte vital regenerativo, asi como verificar la reposición orbital de propulsor y de aire.
China planea construir la tercera estación espacial multimódulo del mundo, siguiendo a la Mir y la ISS. Esto depende de la fecha de lanzamiento de Tiangong 3, y de la fecha de separación del OPSEK de la ISS. Los componentes previamente separados se integrarán en la estación espacial, dispuestos como:
- Core Cabin Module (CCM) - basado en la "estación espacial" Tiangong 3 y análogo al Mir Core Module. - El módulo principal de 18,1 metros de largo, con un diámetro máximo de 4,2 m y un peso en lanzamiento de 20 a 22 toneladas, será el primero en ser lanzado.
- Laboratory Cabin Module I (LCM-1) y Laboratory Cabin Module II (LCM-2) - basados en el "laboratorio espacial" Tiangong 2. Cada módulo de laboratorio tiene 14,4 metros de largo, con el mismo diámetro máximo y peso en lanzamiento que el módulo principal.
- Shenzhou - nave tripulada: Una nave de carga basada en Tiangong 1, que tendrá un diámetro máximo de 3,35 metros y un peso en lanzamiento menor a 13 toneladas, para el transporte de suministros y servicios de laboratorio a la estación espacial.

La estación más grande será acoplada en 2020-2022 y está diseñada para un ciclo de vida de 10 años. El complejo tendrá un peso aproximado de 60.000 kg y tendrá condiciones de vida para tres astronautas a largo plazo.

Tras el éxito del lanzamiento espacial tripulado de China, un funcionario chino expresó su interés en participar en el programa de la Estación Espacial Internacional. En 2010, el Director General de la Agencia Espacial Europea Jean-Jacques Dordain, declaró que su agencia estaba dispuesta a proponer a los otros 4 socios que China, India y Corea del Sur fueran invitados a unirse a la asociación de la ISS. China ha manifestado su disposición a seguir cooperando con otros países en la exploración tripulada.

viernes, 21 de agosto de 2015

Aniversario del Lanzamiento del Vehículo Vex 1B y próximos pasos del proyecto Tronador II argentino

(defensa.com) La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios conmemora el día 15 de agosto de 2015 el primer aniversario del  exitoso lanzamiento del Vehículo Experimental VEX 1 B, realizado en Punta Indio, provincia de Buenos Aires, como prueba para el futuro lanzador argentino de satélites Tronador II.
El Vex 1B permitió ensayar en vuelo el sistema de navegación, guiado y control, entre otros sistemas del vehículo, y también se probó el segmento terreno asociado, para la operación del vehículo. Tras estos resultados se avanzó al siguiente paso del proyecto: el desarrollo de los vehículos experimentales VEX 5 para realizar pruebas de mayor complejidad, hasta alcanzar el lanzador Tronador II operativo, para colocar en órbita satélites de observación de la Tierra de hasta 250 kilogramos.

El nuevo paso del proyecto ya está en marcha, con el próximo ensayo del Vex 5A en el Centro de Control de Lanzamiento de Vehículos Experimentales, en Punta Indio. Se trata de un vehículo de dos etapas, que reproduce a una escala de tiempo acotada y progresivamente, eventos similares a los del lanzador Tronador II, que tendrá también dos etapas y los mismos propelentes (combustible y oxidante) en cada una. La parte superior del Vex 5A (denominada segunda etapa)  tiene una configuración similar al Vex1B.

Al nuevo vehículo Vex 5 se le incorpora otro segmento: la primera etapa, que lleva como combustible un kerosene denominado KC-1, que se está desarrollando especialmente para este proyecto, y oxígeno líquido como oxidante.  Como parte del ensayo de la primera etapa del Vex 5A se prevé realizar un tipo de trayectoria con ascenso vertical (similar a la trayectoria del VEx1B),  propulsando durante más tiempo y con un empuje mayor. También habrá instancias de pruebas sucesivas de control por toberas a reacción, separación de etapas, encendido de la segunda etapa y terminación del vuelo. Durante el ensayo se evaluarán en tiempo real los parámetros del vuelo, pudiendo decidirse la terminación de la misión según los resultados parciales obtenidos.
El Vehículo Vex 5A es el primer ejemplar en el que se ensayarán eventos de mayor complejidad, en una secuencia progresiva. En los siguientes vehículos VEx-5 se continuarán probando los mismos eventos, para ganar confiabilidad. El objetivo final es la prueba de la tecnología asociada a los mecanismos y funciones que se deben cumplir en vuelo, para concluir con un ensayo final de todos los eventos de la misión, sumando otros que completen todas las características del lanzador, para su funcionamiento operativo.
Solo 10 países en el mundo cuentan actualmente con sus propios lanzadores de satélites, a ellos pronto se sumara el argentino. Mediante el proyecto Tronador II se está desarrollando completamente en el país la capacidad propia de lanzamiento de satélites desde territorio nacional. El Tronador II colocará en órbita a los satélites de la serie SARE de arquitectura segmentada para la observación de la Tierra, que aportarán información útil para agricultura,  pesca, hidrología, gestión de emergencias, salud, entre otras aplicaciones.

martes, 18 de agosto de 2015

El Arsat 2 viaja a Guyana Francesa para su lanzamiento en septiembre

Por Soledad Maradona  | Para LA NACION
A fines del mes próximo, el satélite argentino será lanzado al espacio, partirá desde Bariloche y acompañará al Arsat 1 que permanece en órbita

El Arsat 2 partirá hoy a Guyana Francesa hasta su lanzamiento al espacio. Foto: Alfredo Leiva
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El segundo satélite geoestacionario construido por la empresa rionegrina Invap, Arsat 2, parte hoy rumbo a Guyana Francesa donde será lanzado al espacio el 30 de septiembre.

El satélite que fue construido íntegramente en Bariloche aunque cuenta con partes importadas, fue trasladado esta madrugada en un contenedor especial desde la sede de Invap al aeropuerto internacional de Bariloche, con un operativo de seguridad vial que se inició a las 5 de la madrugada y se extendió hasta pasadas las 6, debido a que el vehículo transitaba a solo 15 km/h.

En el aeropuerto fue cargado en un avión Antonov de origen ruso donde será trasportado a Guyana Francesa previa escala en Neuquén y Ezeiza para la recarga de combustible.

El operativo de carga en el aeropuerto fue seguido por las autoridades de Invap, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretetilneck y la intendenta María Eugenia Martini, que destacaron el logro de la empresa estatal rionegrina que en menos de un año concluyó el segundo satélite geoestacionario argentino.

El satélite tiene una vida útil en el espacio de 15 años y previo a su partida fue sometido a rigurosos ensayos de termo-vacío, acústico, de vibraciones, de compatibilidad electromagnética, de campo cercano por radiofrecuencia y de propiedades de masa. Los resultados indicaron que "los sistemas funcionan adecuadamente y que el satélite es apto para resistir las distintas condiciones a las que se verá sometido desde su lanzamiento hasta la operación por 15 años en el vacío del espacio profundo", informó Invap.

El Arsat 2 es el segundo satélite argentino de una serie de tres que integran el Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones que coordina el Ministerio de Planificación Federal. Ofrecerá cobertura en todo el continente americano, incluso Estados Unidos y brindará servicios de telecomunicaciones (televisión, telefonía, Internet y datos).

Según se informó, el satélite será ubicado en la posición orbital 81° oeste, asignado a la Argentina por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

A fines de agosto del año pasado, desde Bariloche partió el primero de los satélites construidos en esta ciudad, el Arsat 1, que fue puesto en órbita en octubre y emite servicios de internet, telefonía, datos y televisión..

lunes, 20 de julio de 2015

China, interesada en adquirir una plataforma de lanzamiento espacial marítima rusa

(RT.com) - China está interesada en adquirir plataforma de lanzamiento espacial marino rusa
China está interesada en adquirir plataforma de lanzamiento espacial marino rusa
Wikipedia / Kosmos24

Sea Launch AG, la empresa operadora de la plataforma de lanzamientos espaciales marítima, perteneciente al consorcio espacial ruso Energuía, está negociando con el Gobierno de China la compraventa de este 'cosmódromo flotante', junto con cohetes propulsores Zenit-SL y una nave de mando.

Para cerrar esta transacción, los impulsores de la iniciativa tendrán que superar un 'campo minado' debido a posibles consecuencias jurídicas y políticas de este contrato en Rusia, China y EE.UU., en particular, en lo referente al régimen de no proliferación de tecnología de misiles, informa el portal chino Space News.

Sea Launch tiene su sede en Berna, Suiza, pero su puerto de origen es Long Beach, California, EE.UU. El cohete Zenit-3SL de Sea Launch está construido por fabricantes de Ucrania y Rusia, empresas de carácter estatal, y con Boeing en calidad de contratista principal original de la compañía. Sería complicado 'ordenar' los efectos de las restricciones estadounidenses de transferencia de tecnología de cohetería espacial y requerimientos del régimen del tráfico internacional de armas, señalan funcionarios rusos del sector.
En agosto del 2014, en plena crisis de relaciones entre Rusia y Ucrania, las operaciones de Sea Launch fueron suspendidas hasta mediados del 2015. Además, el viceprimer ministro ruso Dmitri Rogozin, encargado del sector de la industria militar, no descartó que Sea Launch pasara a operar desde Brasil.

El 14 de enero, el servicio de prensa de la Corporación Unificada de Cohetería Espacial, que agrupa a todas las empresas rusas del sector, informó que estaba considerando la posibilidad de sustituir el cohete ruso-ucraniano Zenit en el proyecto Sea Launch por el nuevo cohete propulsor ruso Angara.

La empresa internacional Sea Launch fue fundada en 1995 como el proyecto comercial internacional más grande de lanzamientos espaciales desde plataformas marítimas. La empresa y el puerto espacial flotante fueron creados para dar vida a la idea de lanzar cohetes espaciales desde el ecuador.

Nuevo radiotelescopio chino-argentino

(defensa.com) Con 40 metros de diámetro, será emplazado en el Parque Nacional El Leoncito, ubicado en el Departamento de Calingasta, en la zona cordillerana de la provincia de San Juan, limítrofe con Chile, desde donde realizará estudios en el campo de la geodesia y georeferenciación para proyectos astrofísicos complementarios.

En el proyecto participan el Conicet de Argentina, la National Astronomical Observatory of the Chinese Academy of Science (NAOC) y la Universidad Nacional de San Juan.


El convenio, firmado en el Rectorado de la Universidad Nacional de San Juan, establece que el CART realizará estudios en el campo de la geodesia y georeferenciación para el mejoramiento de las técnicas de Interferometría de Base Muy Larga (VLBI), junto con antenas similares ubicadas en todo el mundo. Es un nuevo pasó en el polémico acuerdo con Pekín sobre actividades espaciales, que permite al gigante asiático mejorar y ampliar su influencia en este ámbito en el hemisferio Sur.

miércoles, 15 de julio de 2015

China y Brasil ponen en funcionamiento su cuarto satélite conjunto

(iProfesional.com) - Ofrecerá información privilegiada sobre la deforestación de la Amazonía, la mayor selva tropical del mundo, según anunciaron los dos países.
China y Brasil pusieron en funcionamiento el satélite conjunto CBERS-4, el cuarto aparato de este tipo desarrollado y lanzado con éxito por los dos países dentro de su programa de cooperación.

El CBERS-4 fue lanzado el 7 de diciembre de 2014 desde la base espacial china de Taiyuan, en el norte del país, y los análisis realizados por los expertos han confirmado que está cumpliendo sus funciones, según confirmó la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional de China.

El satélite ofrecerá información privilegiada sobre la deforestación de la Amazonía, la mayor selva tropical del mundo, principal objetivo del anterior satélite CBERS-3 que cayó a Tierra por un fallo de funcionamiento del vehículo lanzador durante el vuelo.

Este nuevo aparato está, como el anterior, diseñado para fotografiar, rastrear y registrar actividades agrícolas, deforestación de los bosques, cambios en la vegetación, recursos hídricos y expansión urbana con una resolución muy superior a la de los anteriores satélites.

Toda la información que recoja el satélite, que dará una vuelta completa a la Tierra cada 100 minutos, será otorgada "de manera gratuita" a países de África y Latinoamérica, precisa hoy la agencia oficial Xinhua.

Bajo el marco del CBERS (siglas de China-Brazil Earth Resources Satellite), un proyecto de cooperación especial con dos décadas de historia, Brasil y China han desarrollado y lanzado anteriormente los satélites CBERS-1 (retirado en 2003), CBERS-2 y CBERS-2B (retirado en 2010), y CBERS-3 en 2013.

Los dos países ya planean la siguiente fase, el CBERS-4B, que será puesto en órbita en 2016.
La cooperación con Brasil en ciencia se enmarca en el interés de China por impulsar su programa espacial y demostrar que puede competir con tradicionales potencias tecnológicas después de décadas de subdesarrollo y aislamiento internacional.

lunes, 6 de abril de 2015

El potencial mercado espacial de América Latina

(Especial de Infoespacial para Infodefensa) - Silenciosa pero implacable, Latinoamérica vive su propia carrera espacial.

La batalla por los satcom la está ganando, por ahora, Argentina, pues, según el informe sobre la Indusria Espacial Española de la colección Perfiles de IDS, se ha convertido en el primer país de la región que diseña, construye, integra y pone en órbita su propio satélite de comunicaciones geoestacionario (GEO), el Arsat-1.


Según este artículo, el desarrollo del satélite argentino Arsal-1, que ya opera con normalidad, es el mejor ejemplo del enorme salto tecnológico que ha experimentado.

Latinoamérica en la última década en lo que al sector del Espacio se refiere. Este gran avance cualitativo queda reflejado en el gran interés que varios gobiernos del Cono Sur están demostrando por los satélites de fabricación propia y sus amplias aplicaciones, tanto civiles como militares.

El informe pasa revista a la situación en el sector espacial de los países latinoamericanos, concentrándose sobre todo en Argentina y Brasil.

Argentina

El Arsat-1, lanzado el 16 de octubre de 2014, ha sido todo un hito regional. Producido por la empresa tecnológica INVAP para la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima (ARSAT), la plataforma suministrará un amplio espectro de servicios de telecomunicaciones, transmisión de datos, telefonía y televisión por toda Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.

Como parte de una constelación programada de tres plataformas, el Arsat-1 porta 25 transpondedores (receptores-transmisores) en banda Ku -doce de 36 MHz, cuatro de 54 MHz y ocho de 72 MHz- que proporcionarán a los argentinos y a sus vecinos Televisión Directa al Hogar (DTH), internet accesible con antenas VSAT y telefonía IP.

A nivel regional, Argentina colabora con Brasil en el Satélite Argentino Brasileño para Información del Mar (SABIA-Mar). El organismo ejecutor del proyecto será la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y están planificados los satélites de observación de la Tierra Sabiamar A y Sabiamar B, que funcionarán como plataformas multi-misión, desarrolladas por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), mientras que los principales instrumentos de la carga útil serán desarrollados y provistos por la CONAE.

Los dos satélites tendrán aplicaciones en datos ambientales y meteorológicos; estudios marítimos y costeros; detección de luces urbanas, cobertura de nieve y hielo, incendios forestales y vigilancia marítima.

Gracias a intercambios con universidades estadounidenses y con centros de investigación de la NASA han surgido empresas argentinas punteras como Satellogic, que hacen nanosatélites y buscan “democratizar el espacio”, es decir, facilitar los servicios  necesarios para lanzar nano y microsatélites.

El 26 de abril de 2013, Satellogic puso en órbita, a bordo de un cohete chino, un satélite de 20 centímetros por 10 cm por 10 cm (2U) de sólo dos kilos y medio de peso que sigue girando a 450 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre, el Cube Bug-1 o Capitán Beto. Era el primer CubeSat argentino. Unos meses más tarde, lanzó desde la base rusa de Yasni al Cube Bug2 o Manolito, otro aparato de similares proporciones, y en el verano del año pasado debutó el tercer ingenio, de nombre Tita.

En cuanto a acceso al Espacio, Argentina está inmersa en el programa Tronador  II, la segunda fase del proyecto de fabricación de un cohete diseñado para colocar satélites en órbitas polares y colocar cargas en órbitas bajas terrestres (LEO). El propulsor “de  alta precisión” tiene como objetivo principal enviar al espacio los llamados “satélites de estructura segmentada”, un tipo de plataforma completamente innovador que investigan en el CONAE y que constaría de estructuras segmentadas y pequeñas, cada una de ellas con su propio instrumental autónomo que podrían irse ensamblando unas con otras en el Espacio o bien operando coordinadamente a modo de constelación.

Brasil

Brasil posee un importante y ambicioso programa espacial civil-militar. El desarrollo de naves de medio peso pivota sobre un acuerdo “estratégico global” suscrito en 1988 por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE) y la Academia China de Tecnología Espacial (CAST), prorrogado en 2002, para el desarrollo de plataformas de observación de la Tierra dentro del programa  . Hasta el momento se han lanzado cinco dispositivos,  el último, el CBERS-4,  en diciembre de 2014. y se negocia  la construcción de un sexto que podría ser puesto en órbita dentro de tres años.

Fruto de esta estrecha cooperación tecnológica con China, el Amazonia-1 se convertirá en el primer satélite de observación de la Tierra completamente  desarrollado en  Brasil tras su despegue programado para este año 2015.

Además de la familia CBERS, Brasil trabaja en un satcom de uso dual, en banda Ka y en banda X, el Satélite Geostacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas  (SGDC).  En 2012, la empresa Thales Alenia Space Francia ganó la licitación  internacional para el desarrollo de esta plataforma, que podría abrir posibilidades de negocio a empresas españolas  ya asentadas en Brasil como Indra o Hispasat.

Dentro del mundo de las plataformas de pequeño tamaño, el Gobierno de Brasilia ha destina- do recursos  humanos y financieros al proyecto o Sistema Espacial para Realização de Pesquisa e Experimentos com NanoSatélites. De este programa, que implica a estudiantes universitarios, salió un CubeSat 3U que esperaba turno para ser lanzado. Lo mismo le ocurría al ITASAT 1, un CubeSat 6U fabricado por el Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA).

Brasil, que fue el primer país latinoamericano en emprender un programa de lanzadores allá por los años 80, está planificando actualmente el programa VLS, que contempla el desarrollo, de aquí a 2020, de dos versiones de cohetes, el VLS Alfa y el VLS Beta, capaces de poner en una órbita de 500 a 800 kilómetros de altura una masa de 200 a 800 kilos. Para ello tienen presupuestados 1.140 millones de reales (353 millones de euros).

Además, y en colaboración con la Agencia Espacial Alemana (DLR), los ingenieros brasileños trabajan en un cohete lanzador de microsatélites (VLM) con una configuración en tres etapas. Finalmente, el tercer capítulo del programa nacional brasileño de actividades espaciales pasa por la modernización del actual Centro de Lanzamientos situado en Alcántara. Para ello, crearon con Ucrania una empresa binacional llamada Alcântara Cyclone Space para realizar desde Brasil lanzamientos comerciales utilizando el vehículo lanzador ucraniano Cyclone-4.

Fuente: http://www.infodefensa.com/latam/2015/03/31/noticia-potencial-mercado-espacial-america-latina.html

lunes, 16 de febrero de 2015

Tronador: cómo se construye el lanzador argentino

Por Nora Bär | LA NACION - Twitter: @norabar     |   Mail: nbar@lanacion.com.ar    
 Para este año estarían previstos dos o tres lanzamientos más del vehículo experimental, VEx5.
Foto: Ministerio de Planificación

Marcos Actis decidió ser ingeniero espacial hace 40 años, cuando estaba terminando la primaria y vivía en Arroyo Dulce, un pueblo de la provincia de Buenos Aires de apenas 3000 habitantes.

"Era un fanático de Viaje a las Estrellas y soñaba con irme a trabajar a los Estados Unidos -confiesa mientras camina por el patio de la facultad donde hizo colocar una maqueta del Pulqui, el avión a reacción diseñado y construido en el país a mediados del siglo XX, el primero en su tipo en fabricarse en América latina y el noveno en el mundo-. Me acuerdo cuando vimos el alunizaje con mi padre. Él había dejado la escuela en 6° grado, era molinero y trabajaba en el campo. Un día le dije que me iba a estudiar a La Plata. Me decidí por la ingeniería aeronáutica porque era la que más se acercaba a la ingeniería espacial. Y acá estoy, viviendo un sueño hecho realidad."

Un cohete como el Tronador, diseñado para inyectar satélites de unos 250 kg en órbitas de baja altura, a alrededor de 700 km de la superficie terrestre, puede tener más de 3000 piezas.

Hoy es el decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata y dirige un equipo de 150 investigadores, docentes, becarios y técnicos que tiene a su cargo la fabricación de seis vehículos experimentales y del Tronador II, el primer lanzador espacial para colocar satélites en órbita que desarrolla íntegramente un país latinoamericano.

No están solos. El ambicioso proyecto liderado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales agrupa a más de 600 profesionales, contando los 250 que trabajan en la compañía VENG SA, contratista principal, y otros dos centenares en numerosos institutos de investigación del Conicet, como el Centro de Investigaciones Ópticas, el Instituto Argentino de Radioastronomía, las universidades de Buenos Aires, Tecnológica Nacional, la de Córdoba y la de Mar del Plata, el Instituto Universitario Aeronáutico, la Comisión Nacional de Energía Atómica, el Servicio Meteorológico Nacional, el Instituto Balseiro, Invap, Y-TEC (centro de desarrollo de tecnología de YPF) y la Planta Piloto de Ingeniería Química (Plapiqui). También participan pymes encargadas de desarrollar algunas partes específicas.

Como ingeniero, Actis es un veterano en materia espacial. Él y colegas de la UNLP trabajan en proyectos de la Conae desde la época del SAC-B, el satélite argentino de observación astronómica que se lanzó en 1996.

 Ingeniero Marcos Actis. "La navegación anda bien, los motores funcionan; ahora es tiempo de construcción.". Foto: Patricio Pidal / AFV

"Participamos en toda la serie SAC -subraya-. De los cinco instrumentos argentinos del SAC-D, cuatro se construyeron en la facultad. Y dos de los más importantes, el radiómetro y la cámara infrarroja, se hicieron en el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA, de la UNLP). Ahora estamos haciendo allí el centro tecnológico aplicado aeroespacial, que ya fue aprobado por la universidad."

Un cohete como el Tronador, diseñado para inyectar satélites de unos 250 kg en órbitas de baja altura, a alrededor de 700 km de la superficie terrestre, puede tener más de 3000 piezas. En este caso, la idea fue que, salvo excepciones, estuviera íntegramente diseñado y producido en el país. Un desafío mayor si se tiene en cuenta que exige desarrollar materiales delgados, soldaduras de alta calidad e instrumental liviano, todo prácticamente sin disponer de información técnica.

"Muchos creen que la «receta» para hacer un lanzador se baja de Internet y listo -sonríe Actis-, que es fácil encontrarla en papers o trabajos científicos, pero éstos sólo ofrecen información analítica, teórica, no procesos de construcción."

La empresa VENG SA, de Falda del Carmen, Córdoba, está encargada del diseño de los motores de 4000 kg de empuje y el sistema de propulsión. El Tronador está pensado como un vehículo de navegación autónoma, es decir que una vez programado busca su órbita, algo que nunca se había hecho en el país.

Tendrá dos "etapas". La primera es la que lo impulsa algo más de los primeros dos minutos de vuelo hasta que logra vencer la fuerza de gravedad. Ésta llega hasta los 100 km de altura, se desprende y cae al océano. Para eso se emplea el 90% del combustible. Con el 10% restante, la segunda etapa sigue hasta inyectar el satélite en la órbita predeterminada.

"Por ser un vehículo de combustible líquido (a diferencia de un misil, que usa combustible sólido), despega a muy baja velocidad -explica Actis-. Un misil sale a una aceleración de 7 u 8G [1G es la aceleración que produciría la gravedad en un objeto cualquiera en condiciones ideales] y éste despega a 1,4 G y se va acelerando: de 800 km/h pasa a 1000, 2000, 3000, 4000. A medida que se va consumiendo el líquido y se aliviana, aumenta la velocidad."

Completo, el Tronador pesará alrededor de 70.000 kilos, de los cuales 63.000 corresponderán al combustible. El vehículo en sí, que medirá algo más de 30 metros de altura por dos metros y medio de diámetro, sólo pesará 7000 kilos.

La empresa VENG SA, de Falda del Carmen, Córdoba, está encargada del diseño de los motores de 4000 kg de empuje y el sistema de propulsión.

"El Tronador II se diseñó para inyectar con alta precisión en órbitas polares cargas útiles livianas para observación de la Tierra. Todos sus motores son de desarrollo local y funcionan con combustibles y oxidantes líquidos en sus dos etapas, también desarrollados localmente -explica el ingeniero Pablo Servidia, responsable del Sistema de Navegación, Guiado y Control, e investigador principal del área de Acceso al Espacio de la Conae-. Los motores con propelentes líquidos se destacan por su alta energía específica, su escalabilidad, la posibilidad de regular fácilmente el tiempo de quemado y, en consecuencia, por lograr la precisión de posicionamiento requerida. Además, para mejorar la confiabilidad de la fase final del vuelo, el motor que se desarrolló para la última etapa utiliza propelentes hipergólicos, es decir que se encienden al simple contacto."

Según explica Servidia, el motor de la primera etapa ya se probó en 2014 y, junto con el de la última etapa, que impulsa la parte superior, se ensayará este año en los vehículos experimentales VEx5. Durante las pruebas tratarán de ajustar el encendido en condiciones de ingravidez y vacío, que son difíciles de replicar en tierra.

Los científicos y tecnólogos que trabajan en el programa Tronador esperan que este esfuerzo también ofrezca beneficios en áreas más terrenales.

Este combustible que utilizará el Tronador está en manos de un equipo de Y-TEC. "Es de un tipo que sólo producen tres países: Estados Unidos, China y Rusia", describe Gustavo Bianchi, doctor en Ciencia de los Materiales de la Universidad de Mar del Plata, ex investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica y hoy director del centro de desarrollo tecnológico de YPF.

Se trata de un tipo de kerosene al que se aplica un proceso especial cuyos detalles no se pueden comentar por ser secreto industrial. "Lo desarrollamos nosotros desde cero -asegura Bianchi-. Ya estamos comenzando a construir una planta para producirlo exclusivamente para la Conae." Debido al interés que despiertan estos desarrollos, tanto los investigadores de la UNLP como de grupos que desarrollaron el GPS y otros dispositivos del vehículo, así como empresas privadas que trabajaron sobre las baterías de litio, deben respetar una cláusula de confidencialidad, y no pueden compartir sus hallazgos ni publicarlos en congresos ni revistas científicas.

Es sabido que la exploración espacial dejó como subproducto un sinnúmero de nuevas tecnologías. Es el caso del GPS, el código de barras, los detectores de humo, la pintura anticorrosión, los pañales desechables, nuevos metales aislantes, el Kevlar, el cierre velcro, el termómetro digital, el tubo para la pasta de dientes, los alimentos deshidratados y el microondas.

Los científicos y tecnólogos que trabajan en el programa Tronador esperan que este esfuerzo también ofrezca beneficios en áreas más terrenales. Un ejemplo son los aluminios de alta calidad que se están desarrollando en la UNLP.

"La Argentina exporta aluminio, pero de bajo precio -explica Actis-. El barato se exporta y después compramos aluminio caro. Nuestro aluminio vale unos 2000 dólares la tonelada, pero el que importamos, unos 20.000. Y el espacial, que es el que estamos haciendo en la facultad, alrededor de 200.000. El dato importante es que este último se usa para vehículos espaciales, pero también sirve para la industria automotriz. Es una tecnología de gran valor agregado. Lo mismo ocurre con los sistemas de navegación."

El sensor se compone esencialmente de un metal con un grabado particular que se llama "red de Bragg"
En el Centro de Investigaciones Ópticas del Conicet, Ricardo Duchowicz y Gustavo Torchia lideran dos de los grupos que, junto con el de Mario Garavaglia, desarrollan desde hace más de una década los giróscopos que estarán encargados de monitorear el vuelo del lanzador y sensores que permiten controlar su salud estructural. Los tres grupos están vinculados desde 2009.

"Nuestros giróscopos demostraron una calidad incluso superior a algunos de los modelos comerciales -comenta Duchowicz-. Ya estamos en una etapa madura y la idea es que los dispositivos que diseñamos para el Tronador u otros similares también se puedan vender."

El giróscopo es un sistema interferométrico que detecta una señal cuya frecuencia se corre si uno rota el dispositivo. Mediante el control de una tensión que compensa ese corrimiento se puede determinar el grado de giro que está realizando. Tiene tal precisión que si se lo colocara sobre la mesa frente a la que estamos sentados podría registrar la rotación de la Tierra.

"El que desarrollamos hasta ahora -explica Duchowicz- tiene 500 metros de fibra óptica y un solo eje. En los próximos dos años pensamos compendiarlo en un sistema de tres ejes, lo que permitiría medir cualquier tipo de movimiento, algo fundamental para mantener la estabilidad de un lanzador o de un satélite."

Otros dos equipos están desarrollando sensores de fibras ópticas que permiten controlar temperatura y deformación. "Con estos dispositivos hacemos análisis de la salud estructural del vehículo -dice Gustavo Torchia-. En el espacio, las variaciones de temperatura pueden llegar a los 150 grados, según si el aparato está en la cara iluminada u oscura del planeta. Los sensores están preparados para monitorear desde -10 hasta 150 grados, y es posible desarrollar dispositivos que lleguen a 500 y hasta 1500 grados. Como la fibra óptica es un elemento pasivo, se utiliza una consola con la electrónica y un emisor que ilumina en una banda ancha los distintos tipos de sensores, colocados a lo largo del lanzador. Si algo se calienta o varía su temperatura, se desplaza a mayor longitud de onda. Es decir, lo que medimos son variaciones de la longitud de onda, solamente importan los corrimientos. Ocurre lo mismo si el material se deforma o se estira."

El sensor se compone esencialmente de un metal con un grabado particular que se llama "red de Bragg", para lo cual los científicos desarrollaron una planta de grabado de redes en el propio CIOP.

Se prevé que este año se realicen pruebas con el vehículo experimental VEx5, que ya tiene dos etapas
"En el mercado, grabar cada una de esas redes cuesta 200 dólares -detalla Torchia-. Así, como los testeos tienen que ser destructivos, porque hay que probar cuánto es lo máximo que toleran, podemos disponer de las nuestras sin necesidad de comprarlas." Y más adelante agrega: "La consola se coloca en la parte del vehículo que está refrigerada o con temperatura controlada; en cambio, la línea de sensores puede llegar hasta donde se quiera. Dentro de una fibra se pueden colocar 20 sensores a la vez, que monitorean distintos puntos del sistema. Entonces con un mismo aparato se controlan varios simultáneamente. Después, mediante la telemetría, se conocen perfectamente desde tierra, en tiempo real, la temperatura y la deformación".

Hasta ahora, el lanzador fue sometido a dos pruebas, ambas con la primera etapa, desde la localidad de Pipinas. En la primera, realizada en febrero de 2014, sólo se elevó un par de metros, en lo que se interpretó como un rotundo fracaso. Sin embargo, Actis aclara que para los ingenieros el balance fue ampliamente positivo.

"Hay que tener en cuenta que el vehículo se carga y se activa automáticamente, a distancia. El módulo se elevó apenas dos metros y medio porque falló un enganche, que es algo externo -dice-. Toda la ingeniería y el encendido del vehículo anduvieron bárbaro. Eso permitió hacer las correcciones y ya en el segundo intento sabíamos que todo lo demás andaba bien y lo único que tenía que hacer era desengancharse. Se aprende más de las fallas que de los éxitos. Como decía Wernher von Braun: «Los resultados de una prueba valen por mil opiniones expertas»."

El 14 de agosto del año pasado se realizó otra prueba con resultados ampliamente satisfactorios: "Ascendió hasta 3000 metros de altura; la idea era que llevara poco combustible porque teníamos un radio de acción muy chiquito: estábamos limitados por los ocho km de exclusión que se establecen para prevenir accidentes si algo no funciona -cuenta Actis-. Probamos el sistema de navegación y fue un éxito. Ahora estamos ensayando la segunda etapa, donde viajan todos los sistemas de control para buscar la órbita exacta donde se inyecta el satélite."

Además de promover el desarrollo de nuevas tecnologías que actualmente no se producen en el país, el proyecto también estimula la formación de recursos humanos. "Enviamos docentes y estudiantes a capacitarse afuera -cuenta Actis-: algunos viajaron gracias al plan Becar, otros, a hacer másteres y doctorados en ingeniería aeroespacial... Para medir el impacto que tiene este proyecto, baste con mencionar que la carrera de Ingeniería Aeronáutica solía tener 70 inscriptos y este año tuvo 140."

Se prevé que este año se realicen pruebas con el vehículo experimental VEx5, que ya tiene dos etapas. Según detalla Servidia, esto "implica la evaluación progresiva de una serie de objetivos, como separación de etapas, vuelo controlado, encendido e impulso del motor de la última etapa y del mecanismo de apertura de cofia [donde va alojado el satélite]. Las pruebas se realizarán desde el área cercana a la localidad de Pipinas, al norte de la bahía de Samborombón".

Marcos Actis.
El decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata dirige uno de los grupos que, liderados por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, trabajan en el diseño y la construcción de un lanzador satelital autónomo desarrollado íntegramente con tecnología local. Para este año estarían previstos dos o tres lanzamientos más del vehículo experimental, VEx5

miércoles, 3 de diciembre de 2014

El satélite chino brasileño CBERS-4 ya está integrado en su vehículo de lanzamiento

(defensa.com) La cúpula que alberga el satélite chino-brasileño CBERS-4 se unió al vehículo de lanzamiento Larga Marcha-4B el pasado viernes en la base de Taiyuan, China. El lanzamiento está previsto para el domingo 7 de diciembre.
Los equipos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE) y la Academia China de Tecnología Espacial (CAST) realizan los últimos preparativos para el lanzamiento del quinto satélite del Programa CBERS (acrónimo de Satélite Sino-Brasileiro de Recursos Terrestres). Según el INPE tendrá exactamente las mismas especificaciones técnicas que el CBERS-3.  Llevará cuatro cámaras de monitoreo de  mejor  resolución que en los modelos anteriores. En total, el equipo transportado al espacio pesa más de dos toneladas y tiene una útil vida prevista de cuatro años.

En órbita, el satélites CBERS-4  centrará su labor en  Brasil, China y los países de América del Sur, aunque también puede hacer registros de otras regiones del planeta. Entre sus principales tareas estará el monitoreo de la deforestación en el Amazonas. La inversión en esta quinta versión del programa CBERS debe seguir siendo un monto similar al aplicado al CBERS-3, cerca de 160 millones de dólares. La participación en la construcción sigue repartida al cincuenta por ciento entre China y Brasil. (Javier Bonilla)

martes, 2 de diciembre de 2014

Una empresa española pondrá en órbita nanosatélites mediante un Mig-29

(defensa.com) - La empresa española Celestia Aerospace ha anunciado la puesta en marcha de un servicio de fabricación y lanzamiento de satélites de pequeño tamaño usando un avión de combate Mig-29 como vector de lanzamiento y operando desde un aeropuerto situado en España. La empresa, que tiene actualmente su sede en Barcelona, se instalará en uno de los aeropuertos españoles con menor tráfico comercial, de ahí que entre los candidatos estén los de Teruel,  Castellón o el de Lérida.
Según nos confirma Daniel Ventura González, vicepresidente de la División Aeronáutica, ya han mantenido varios encuentros con los responsables de algunos de estos aeropuertos  y se está en el proceso de seleccionar el mejor candidato. En el aeródromo que se determine, habrán de instalar un hangar para integrar el misil y sus satélites al avión, estando previsto que los primeros lanzamientos puedan tener lugar a comienzos de 2016. Así mismo, Ventura precisa que el Gabinete del Jefe de Estado Mayor del Aire (JEMA) ha sido informado de los planes de la empresa, “buscando su colaboración y beneplácito para utilizar el espacio aéreo militar por encima de FL420 (altitud de vuelo de 42.000 pies)  y realizar el lanzamiento. Estamos convencidos de que encontraremos múltiples vías de colaboración en un futuro próximo. Además, nos une una relación cercana y cordial con el Ejército del Aire”.
Celestia es una empresa formada por 40 personas y funcionará ofreciendo soluciones “llave en mano”, por lo que será responsable de todo el proceso, incluyendo el diseño y construcción del satélite, el lanzamiento y la operación de este, incluyendo la gestión de datos. Fabricará los satélites según los requerimientos del cliente, con forma de cubo de 10 cm. de lado y un peso aproximado de 10 kg. cuyo coste de lanzamiento estaría en los 50.000 euros. La ventaja que anuncia la empresa es el bajo coste en comparación con otros sistemas de lanzamiento convencionales, condicionados por el papel secundario al que son relegados los nanosatélites frente a los satélites de gran tamaño, en términos de plazos, flexibilidad y prioridad de lanzamiento. La empresa quiere beneficiarse de la falta de estándares en un área tan especializada como ésta, ofreciéndose como líder en el desarrollo de plataformas orbitales para esta actividad.

Preguntado por la elección del MIG-29 como plataforma de lanzamiento, Ventura asegura que “Se trata de un tema puramente económico. La adquisición de un avión de combate en servicio es prohibitiva, pero el MiG-29 ofrece una combinación de altas prestaciones y precio asumible (alrededor de 5 millones de euros), que hacen viable este sistema de lanzamiento. También contemplamos la posibilidad de optar por un Sukhoi 27 por las mismas razones, aunque tanto el mantenimiento como la operación se encarecen y el MiG-29 ofrece una combinación de techo operativo, velocidad, y capacidad de carga suficiente para nuestros propósitos”.
La empresa cree que hay una gran variedad de aplicaciones para este tipo de satélites, desde las comunicaciones, la experimentación en gravedad cero, la fotografía orbital o la homologación de componentes electrónicos y mecánicos para satélites de grandes dimensiones. Para ello, los nanosatélites son puestos en órbita equipados para poder enviar la información generada a la estación de seguimiento en tierra. Celestia ha proyectado ya dos satélites denominados BioPharmaSAT, destinado al sector de la biotecnología, y SemicondSAT, al de la electrónica. Actuarán como bancos de pruebas de nuevos materiales y procesos de materiales de alta tecnología en entorno de ingravidez, como la cristalización de las proteínas o de materiales de alta tecnología, áreas de importancia para la industria farmacéutica y de los semiconductores respectivamente. La empresa contaría ya con un compromiso para el lanzamiento de 40 satélites para una empresa de comunicaciones encriptadas. 

“Nuestra empresa quiere romper con los estándares (o mejor dicho, falta de ellos) existentes en la industria incipiente de los nanosatélites de uso comercial. El diseño de nuevos estándares ofrece la ventaja a las empresas e instituciones la posibilidad de necesitar un conocimiento limitado de la plataforma para poder desarrollar sus experimentos y aplicaciones, abriendo este mercado a iniciativas que hasta ahora no se atrevían a experimentar en órbita debido a su falta de know-how en el desarrollo de las plataformas orbitales. Además, la estandarización también conlleva una disminución de costes en el desarrollo y fabricación del nanosatélite”.
Usarán para ello un avión Mig-29UB desmilitarizado que empleará unos misiles modificados para el lanzamiento de los satélites, un sistema bautizado como Sistema de Lanzamiento Aéreo Sagitarius (SALS por sus siglas en inglés). Para ello están buscando un avión de combate Mig-29UB por ser el que mejores prestaciones ofrece en términos de techo operativo, velocidad, capacidad de carga y coste. Este avión puede encontrarse a un coste aproximado de cinco millones en las Fuerzas Aéreas de varios países que los tienen o tenían hasta hace poco en servicio, como Polonia, Ucrania o Eslovaquia. Incluso el mercado privado estadounidense ofrece la posibilidad de adquirir un avión de este tipo ya desmilitarizado y aprovecharse del gran número de repuestos que aún puede encontrarse.

Un aspecto importante es que el lanzador que empleará el avión es un desarrollo propio inspirado en el arma antisatélites ASM-135 ASAT que desarrolló la Fuerza Aérea estadounidense (USAF) en los años ochenta para el F-15. El misil podrá estar configurado para llevar cuatro o dieciséis satélites que pueden ser puestos en órbita en una única operación de lanzamiento. El avión, tras despegar, realizará un tiro prácticamente parabólico, que requerirá pocas correcciones una vez disparado.

La empresa espera contar con un 100 % de capital privado, estando abiertos a la asociación con alguna empresa tecnológica ya que el proyecto requiere de una financiación de 50 millones de euros. Además esperan poder trabajar con el organismo gestor del aeropuerto elegido de la manera más productiva de cara a la obtención de los necesarios permisos. Celestia Aerospace cuenta con Gloria García-Cuadrado como directora, persona con experiencia tras dirigir el clúster aeroespacial de Cataluña. También se encuentra en su plantilla Adriano Camps, profesor del Departamento de nanosatélites de la Universidad Politécnica de Barcelona. (J.N.G.)
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