lunes, 16 de febrero de 2015

Tronador: cómo se construye el lanzador argentino

Por Nora Bär | LA NACION - Twitter: @norabar     |   Mail: nbar@lanacion.com.ar    
 Para este año estarían previstos dos o tres lanzamientos más del vehículo experimental, VEx5.
Foto: Ministerio de Planificación

Marcos Actis decidió ser ingeniero espacial hace 40 años, cuando estaba terminando la primaria y vivía en Arroyo Dulce, un pueblo de la provincia de Buenos Aires de apenas 3000 habitantes.

"Era un fanático de Viaje a las Estrellas y soñaba con irme a trabajar a los Estados Unidos -confiesa mientras camina por el patio de la facultad donde hizo colocar una maqueta del Pulqui, el avión a reacción diseñado y construido en el país a mediados del siglo XX, el primero en su tipo en fabricarse en América latina y el noveno en el mundo-. Me acuerdo cuando vimos el alunizaje con mi padre. Él había dejado la escuela en 6° grado, era molinero y trabajaba en el campo. Un día le dije que me iba a estudiar a La Plata. Me decidí por la ingeniería aeronáutica porque era la que más se acercaba a la ingeniería espacial. Y acá estoy, viviendo un sueño hecho realidad."

Un cohete como el Tronador, diseñado para inyectar satélites de unos 250 kg en órbitas de baja altura, a alrededor de 700 km de la superficie terrestre, puede tener más de 3000 piezas.

Hoy es el decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata y dirige un equipo de 150 investigadores, docentes, becarios y técnicos que tiene a su cargo la fabricación de seis vehículos experimentales y del Tronador II, el primer lanzador espacial para colocar satélites en órbita que desarrolla íntegramente un país latinoamericano.

No están solos. El ambicioso proyecto liderado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales agrupa a más de 600 profesionales, contando los 250 que trabajan en la compañía VENG SA, contratista principal, y otros dos centenares en numerosos institutos de investigación del Conicet, como el Centro de Investigaciones Ópticas, el Instituto Argentino de Radioastronomía, las universidades de Buenos Aires, Tecnológica Nacional, la de Córdoba y la de Mar del Plata, el Instituto Universitario Aeronáutico, la Comisión Nacional de Energía Atómica, el Servicio Meteorológico Nacional, el Instituto Balseiro, Invap, Y-TEC (centro de desarrollo de tecnología de YPF) y la Planta Piloto de Ingeniería Química (Plapiqui). También participan pymes encargadas de desarrollar algunas partes específicas.

Como ingeniero, Actis es un veterano en materia espacial. Él y colegas de la UNLP trabajan en proyectos de la Conae desde la época del SAC-B, el satélite argentino de observación astronómica que se lanzó en 1996.

 Ingeniero Marcos Actis. "La navegación anda bien, los motores funcionan; ahora es tiempo de construcción.". Foto: Patricio Pidal / AFV

"Participamos en toda la serie SAC -subraya-. De los cinco instrumentos argentinos del SAC-D, cuatro se construyeron en la facultad. Y dos de los más importantes, el radiómetro y la cámara infrarroja, se hicieron en el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA, de la UNLP). Ahora estamos haciendo allí el centro tecnológico aplicado aeroespacial, que ya fue aprobado por la universidad."

Un cohete como el Tronador, diseñado para inyectar satélites de unos 250 kg en órbitas de baja altura, a alrededor de 700 km de la superficie terrestre, puede tener más de 3000 piezas. En este caso, la idea fue que, salvo excepciones, estuviera íntegramente diseñado y producido en el país. Un desafío mayor si se tiene en cuenta que exige desarrollar materiales delgados, soldaduras de alta calidad e instrumental liviano, todo prácticamente sin disponer de información técnica.

"Muchos creen que la «receta» para hacer un lanzador se baja de Internet y listo -sonríe Actis-, que es fácil encontrarla en papers o trabajos científicos, pero éstos sólo ofrecen información analítica, teórica, no procesos de construcción."

La empresa VENG SA, de Falda del Carmen, Córdoba, está encargada del diseño de los motores de 4000 kg de empuje y el sistema de propulsión. El Tronador está pensado como un vehículo de navegación autónoma, es decir que una vez programado busca su órbita, algo que nunca se había hecho en el país.

Tendrá dos "etapas". La primera es la que lo impulsa algo más de los primeros dos minutos de vuelo hasta que logra vencer la fuerza de gravedad. Ésta llega hasta los 100 km de altura, se desprende y cae al océano. Para eso se emplea el 90% del combustible. Con el 10% restante, la segunda etapa sigue hasta inyectar el satélite en la órbita predeterminada.

"Por ser un vehículo de combustible líquido (a diferencia de un misil, que usa combustible sólido), despega a muy baja velocidad -explica Actis-. Un misil sale a una aceleración de 7 u 8G [1G es la aceleración que produciría la gravedad en un objeto cualquiera en condiciones ideales] y éste despega a 1,4 G y se va acelerando: de 800 km/h pasa a 1000, 2000, 3000, 4000. A medida que se va consumiendo el líquido y se aliviana, aumenta la velocidad."

Completo, el Tronador pesará alrededor de 70.000 kilos, de los cuales 63.000 corresponderán al combustible. El vehículo en sí, que medirá algo más de 30 metros de altura por dos metros y medio de diámetro, sólo pesará 7000 kilos.

La empresa VENG SA, de Falda del Carmen, Córdoba, está encargada del diseño de los motores de 4000 kg de empuje y el sistema de propulsión.

"El Tronador II se diseñó para inyectar con alta precisión en órbitas polares cargas útiles livianas para observación de la Tierra. Todos sus motores son de desarrollo local y funcionan con combustibles y oxidantes líquidos en sus dos etapas, también desarrollados localmente -explica el ingeniero Pablo Servidia, responsable del Sistema de Navegación, Guiado y Control, e investigador principal del área de Acceso al Espacio de la Conae-. Los motores con propelentes líquidos se destacan por su alta energía específica, su escalabilidad, la posibilidad de regular fácilmente el tiempo de quemado y, en consecuencia, por lograr la precisión de posicionamiento requerida. Además, para mejorar la confiabilidad de la fase final del vuelo, el motor que se desarrolló para la última etapa utiliza propelentes hipergólicos, es decir que se encienden al simple contacto."

Según explica Servidia, el motor de la primera etapa ya se probó en 2014 y, junto con el de la última etapa, que impulsa la parte superior, se ensayará este año en los vehículos experimentales VEx5. Durante las pruebas tratarán de ajustar el encendido en condiciones de ingravidez y vacío, que son difíciles de replicar en tierra.

Los científicos y tecnólogos que trabajan en el programa Tronador esperan que este esfuerzo también ofrezca beneficios en áreas más terrenales.

Este combustible que utilizará el Tronador está en manos de un equipo de Y-TEC. "Es de un tipo que sólo producen tres países: Estados Unidos, China y Rusia", describe Gustavo Bianchi, doctor en Ciencia de los Materiales de la Universidad de Mar del Plata, ex investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica y hoy director del centro de desarrollo tecnológico de YPF.

Se trata de un tipo de kerosene al que se aplica un proceso especial cuyos detalles no se pueden comentar por ser secreto industrial. "Lo desarrollamos nosotros desde cero -asegura Bianchi-. Ya estamos comenzando a construir una planta para producirlo exclusivamente para la Conae." Debido al interés que despiertan estos desarrollos, tanto los investigadores de la UNLP como de grupos que desarrollaron el GPS y otros dispositivos del vehículo, así como empresas privadas que trabajaron sobre las baterías de litio, deben respetar una cláusula de confidencialidad, y no pueden compartir sus hallazgos ni publicarlos en congresos ni revistas científicas.

Es sabido que la exploración espacial dejó como subproducto un sinnúmero de nuevas tecnologías. Es el caso del GPS, el código de barras, los detectores de humo, la pintura anticorrosión, los pañales desechables, nuevos metales aislantes, el Kevlar, el cierre velcro, el termómetro digital, el tubo para la pasta de dientes, los alimentos deshidratados y el microondas.

Los científicos y tecnólogos que trabajan en el programa Tronador esperan que este esfuerzo también ofrezca beneficios en áreas más terrenales. Un ejemplo son los aluminios de alta calidad que se están desarrollando en la UNLP.

"La Argentina exporta aluminio, pero de bajo precio -explica Actis-. El barato se exporta y después compramos aluminio caro. Nuestro aluminio vale unos 2000 dólares la tonelada, pero el que importamos, unos 20.000. Y el espacial, que es el que estamos haciendo en la facultad, alrededor de 200.000. El dato importante es que este último se usa para vehículos espaciales, pero también sirve para la industria automotriz. Es una tecnología de gran valor agregado. Lo mismo ocurre con los sistemas de navegación."

El sensor se compone esencialmente de un metal con un grabado particular que se llama "red de Bragg"
En el Centro de Investigaciones Ópticas del Conicet, Ricardo Duchowicz y Gustavo Torchia lideran dos de los grupos que, junto con el de Mario Garavaglia, desarrollan desde hace más de una década los giróscopos que estarán encargados de monitorear el vuelo del lanzador y sensores que permiten controlar su salud estructural. Los tres grupos están vinculados desde 2009.

"Nuestros giróscopos demostraron una calidad incluso superior a algunos de los modelos comerciales -comenta Duchowicz-. Ya estamos en una etapa madura y la idea es que los dispositivos que diseñamos para el Tronador u otros similares también se puedan vender."

El giróscopo es un sistema interferométrico que detecta una señal cuya frecuencia se corre si uno rota el dispositivo. Mediante el control de una tensión que compensa ese corrimiento se puede determinar el grado de giro que está realizando. Tiene tal precisión que si se lo colocara sobre la mesa frente a la que estamos sentados podría registrar la rotación de la Tierra.

"El que desarrollamos hasta ahora -explica Duchowicz- tiene 500 metros de fibra óptica y un solo eje. En los próximos dos años pensamos compendiarlo en un sistema de tres ejes, lo que permitiría medir cualquier tipo de movimiento, algo fundamental para mantener la estabilidad de un lanzador o de un satélite."

Otros dos equipos están desarrollando sensores de fibras ópticas que permiten controlar temperatura y deformación. "Con estos dispositivos hacemos análisis de la salud estructural del vehículo -dice Gustavo Torchia-. En el espacio, las variaciones de temperatura pueden llegar a los 150 grados, según si el aparato está en la cara iluminada u oscura del planeta. Los sensores están preparados para monitorear desde -10 hasta 150 grados, y es posible desarrollar dispositivos que lleguen a 500 y hasta 1500 grados. Como la fibra óptica es un elemento pasivo, se utiliza una consola con la electrónica y un emisor que ilumina en una banda ancha los distintos tipos de sensores, colocados a lo largo del lanzador. Si algo se calienta o varía su temperatura, se desplaza a mayor longitud de onda. Es decir, lo que medimos son variaciones de la longitud de onda, solamente importan los corrimientos. Ocurre lo mismo si el material se deforma o se estira."

El sensor se compone esencialmente de un metal con un grabado particular que se llama "red de Bragg", para lo cual los científicos desarrollaron una planta de grabado de redes en el propio CIOP.

Se prevé que este año se realicen pruebas con el vehículo experimental VEx5, que ya tiene dos etapas
"En el mercado, grabar cada una de esas redes cuesta 200 dólares -detalla Torchia-. Así, como los testeos tienen que ser destructivos, porque hay que probar cuánto es lo máximo que toleran, podemos disponer de las nuestras sin necesidad de comprarlas." Y más adelante agrega: "La consola se coloca en la parte del vehículo que está refrigerada o con temperatura controlada; en cambio, la línea de sensores puede llegar hasta donde se quiera. Dentro de una fibra se pueden colocar 20 sensores a la vez, que monitorean distintos puntos del sistema. Entonces con un mismo aparato se controlan varios simultáneamente. Después, mediante la telemetría, se conocen perfectamente desde tierra, en tiempo real, la temperatura y la deformación".

Hasta ahora, el lanzador fue sometido a dos pruebas, ambas con la primera etapa, desde la localidad de Pipinas. En la primera, realizada en febrero de 2014, sólo se elevó un par de metros, en lo que se interpretó como un rotundo fracaso. Sin embargo, Actis aclara que para los ingenieros el balance fue ampliamente positivo.

"Hay que tener en cuenta que el vehículo se carga y se activa automáticamente, a distancia. El módulo se elevó apenas dos metros y medio porque falló un enganche, que es algo externo -dice-. Toda la ingeniería y el encendido del vehículo anduvieron bárbaro. Eso permitió hacer las correcciones y ya en el segundo intento sabíamos que todo lo demás andaba bien y lo único que tenía que hacer era desengancharse. Se aprende más de las fallas que de los éxitos. Como decía Wernher von Braun: «Los resultados de una prueba valen por mil opiniones expertas»."

El 14 de agosto del año pasado se realizó otra prueba con resultados ampliamente satisfactorios: "Ascendió hasta 3000 metros de altura; la idea era que llevara poco combustible porque teníamos un radio de acción muy chiquito: estábamos limitados por los ocho km de exclusión que se establecen para prevenir accidentes si algo no funciona -cuenta Actis-. Probamos el sistema de navegación y fue un éxito. Ahora estamos ensayando la segunda etapa, donde viajan todos los sistemas de control para buscar la órbita exacta donde se inyecta el satélite."

Además de promover el desarrollo de nuevas tecnologías que actualmente no se producen en el país, el proyecto también estimula la formación de recursos humanos. "Enviamos docentes y estudiantes a capacitarse afuera -cuenta Actis-: algunos viajaron gracias al plan Becar, otros, a hacer másteres y doctorados en ingeniería aeroespacial... Para medir el impacto que tiene este proyecto, baste con mencionar que la carrera de Ingeniería Aeronáutica solía tener 70 inscriptos y este año tuvo 140."

Se prevé que este año se realicen pruebas con el vehículo experimental VEx5, que ya tiene dos etapas. Según detalla Servidia, esto "implica la evaluación progresiva de una serie de objetivos, como separación de etapas, vuelo controlado, encendido e impulso del motor de la última etapa y del mecanismo de apertura de cofia [donde va alojado el satélite]. Las pruebas se realizarán desde el área cercana a la localidad de Pipinas, al norte de la bahía de Samborombón".

Marcos Actis.
El decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata dirige uno de los grupos que, liderados por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, trabajan en el diseño y la construcción de un lanzador satelital autónomo desarrollado íntegramente con tecnología local. Para este año estarían previstos dos o tres lanzamientos más del vehículo experimental, VEx5

¿Para qué tantas revoluciones?

(Mosaico) - Por Josep Baqués

Eso es lo que deben pensar algunos cuando observan que un avión cuyo diseño se remite a principio de los años 50 sigue en servicio, en primera línea, en las fuerzas aéreas más importantes del mundo.

En efecto, el B-52H amenaza con jubilar a todos los modelos diseñados a posteriori para reemplazarlo. Los casi 80 aparatos de este modelo, fabricados entre 1961 y 1962, van a permanecer en servicio hasta el año 2030, o algo más (de hecho, se ha manejado el año 2040 como fecha tope). Se trata de aviones que no son capaces de romper la barrera del sonido pero, pese a ello, se disponen a romper la más difícil de todas las barreras: la barrera del tiempo.

Estos cuatrimotores, cuyo diseño está a caballo entre el de los bombarderos del final de la segunda guerra mundial (pero equipados con reactores) y el de algunos aviones de pasajeros de los años 50 y 60, no son especialmente virtuosos. Ni son tan rápidos como el B-1, ni son tan sigilosos como el B-2. Pero hacen muy bien su trabajo, sobre todo tras recibir la capacidad para lanzar armas guiadas. Sobre todo, los misiles AGM-86 que han sido objeto de un programa, aún vigente, de mejoras constantes. Lo cual relativiza el impacto de la provocativa pregunta con la que encabezaba este comentario, por supuesto. Pero eso no obsta nada al hecho de que la plataforma sea exactamente la que es.

De esto pueden dar buena cuenta las operaciones de bombardeo llevadas a cabo en Irak, en 2003. Sorprendentemente, su disponibilidad sí supera -con creces- las ratios de esos modelos más sofisticados: más del 80% en el caso del B-52H, frente a menos del 50% en el caso del B-1 y del B-2. Lo cual da a entender que, en muchas ocasiones, la fiabilidad de los equipos (o de los "sistemas") puede resultar tan interesante, o más, que unas prestaciones aparentemente espectaculares.

Por otra parte, tampoco podemos obviar que una parte de la extraordinaria longevidad del B-52H es debida a que las guerras han cambiado. Como suena. Un avión diseñado en los comienzos de la guerra fría "aguanta" gracias a que la guerra fría ha terminado y ha sido sustituida por las "nuevas guerras". ¿Cómo se explica eso? Muy sencillo. Si se hubiera prolongado la situación existente antes de 1991 es muy probable que todas las versiones del venerable B-52 ya hubiesen terminado convertidas en chatarra o, siendo muy, muy benevolentes, en los cementerios de aviones que poseen los estadounidenses y que, en realidad, son más parecidos a los corredores de la muerte.

Básicamente, porque los B-52 tendrían muy difícil salir con bien de acciones de bombardeo contra ejércitos dotados de buenos sistemas de radar/alerta temprana, de modernos cazabombarderos de cuarta generación o de abundantes sistemas de misiles antiaéreos. Ese temor es lo que en su día animó a los planificadores de los Estados Unidos a lanzar los programas que dieron pie al B-1 o al B-2. En cambio, en situaciones como las de Irak o Afganistán, o tantas otras similares, esos problemas suelen ser escasos y pueden ser eliminados en los primeros días de combate. Después, el B-52 puede (suele) recuperar todo su brío con la máxima eficacia.

¿Moraleja? Cuidado con enterrar antes de tiempo los medios de la anterior RMA. Por cierto, ¿se imaginan una recuperación de los aviones helimotores de escasas dimensiones para combatir las guerras del futuro?

Textron Airland Scorpion y la actual coyuntura de la aviación militar

(Mosaico) - Enviado por Ignacio Cristobal
Una de las novedades del verano aeronáutico militar 2014, cuyas dos principales citas son el Royal International Air Tatto (RIAT) de la RAF en Fairford, probablemente el mayor y mejor airshow del mundo, y el Salón de Farnborough, también en el Reino Unido, ha sido la presentación del Textron Airland Scorpion.

Contrasta esta novedad con la ausencia, en ambos encuentros aéreos, del primer F-35B (versión V/STOL) de la RAF que por problemas en sus complejos motores ha tenido que quedarse en tierra (en Estados Unidos) y no ha podido cruzar el Atlántico para su puesta de largo ante sus apenados y preocupados contribuyentes.

Pero volviendo al Scorpion, lo que se ha podido descubrir es un avión multimisión que aparece en un momento en el que hay un debate abierto sobre el futuro de la aviación militar marcado en un extremo por los caros aviones de combate que ya vuelan y están operativos (Super Hornet y Eurofighter) y los más baratos UAVs.

Las guerras de Irak y Afganistán han sido, desde el punto de vista de la aviación militar, extremadamente caras. Se han utilizado armas muy costosas y aviones pensados para otras misiones de guerra convencional, diferentes al combate de contrainsurgencia en un espacio aéreo sin amenazas. Ambas guerras han pivotado según datos y cifras de la USAF sobre los F-15 (23.000$ la hora de vuelo), F-16 (25.000$) y A-10 (13.000$ también por hora de vuelo) que hasta hace muy poco han lanzado bombas y misiles guiadas de gran potencia y pensados para otros objetivos: masas de carros avanzando, búnkers protegidos bajo tierra, centros de mando y control, ambiente de guerra electrónica, etc.

Algún cambio se vio en Libia donde el arma preferida por la RAF y l'Armée de l'Air francesa fueron las bombas dirigidas de menor tamaño (Small Diameter Bomb), así como los pequeños misiles Brimstone, pero todos ellos lanzados desde los caros Eurofighter, Rafale, Tornado y Mirage 2000D. También llama la atención que uno de los helicópteros que más misiones ha realizado tanto en Libia como en Mali ha sido el vetusto Gazelle que dotado con nuevo visor óptico e infrarrojo, y con misiles HOT ha cumplido sus misiones a la perfección.

Con esto no abogo por el fin de los grandes y caros aviones de combate: que pregunten a Israel o en el Pentágono si se quiere mantener a raya a Irán, Corea del Norte o ser disuasivo frente a China. Me refiero a que las fuerzas aéreas deben pensar qué medios tener para guerras de baja intensidad (muy frecuentes desde el 11-S), para las de alta intensidad o para disuadir eventualmente a determinados vecinos.

Desde hace unos pocos años en la USAF y RAF (nos guste o no son referentes junto con Israel en materia de aviación militar), debido a las reducciones presupuestarias tan importantes sufridas y el éxito de los UAVs (en sus versiones de reconocimiento y en las de ataque), se están planteando retirar aviones costosos para salvar programas: los Harrier y Nimrod de la RAF por el F-35B, el A-10 de la USAF por el F-35A. Y, bajo el pretexto de ayudar a otros países (Irak y Afganistán), están iniciando programas para dotar a esos países de escuadrones de aviones más baratos para la guerra de contrainsurgencia (programa que evalúa la USAF para comprar bien el Beechcraft AT-6, bien el Embraer Super Tucano).

En este contexto apareció en 2012 una Joint Venture entre Textron, que ponía el dinero, y AirLand, que aportaba la idea, y que en el plazo de dos años y con ayuda de Cessna han diseñado y producido un primer prototipo de lo que podría ser un camino intermedio, en coste y versatilidad, entre los actuales cazas operativos de combate y los turbohélices contrainsurgencia mencionados. Una curiosidad en la construcción del prototipo que vuela es que el 70% de sus piezas son del Cessna Citation X, un 21% compradas en el mercado y un 9% específicas del Scorpion.
Entonces ¿qué ofrece el Scorpion? Un avión biplaza táctico e ISR (Inteligencia, vigilancia y reconocimiento) de bajo coste de mantenimiento (3.000$ la hora de vuelo) y más capaz que los turbohélices (aunque también más caro en su precio de venta). 

Dotado de dos pequeños reactores Honeywell TFE731 es capaz de volar despacio, para poder pasar rápidamente a altas velocidades subsónicas si es necesario. Pero lo realmente innovador es su flexibilidad, ya que puede utilizarse como avión de ataque ligero (para ello cuenta con una bodega interna con capacidad de 1.400 kg de armamento, así como los habituales puntos en las alas) que aunque no probado todavía está pensado para portar municiones JDAM, SDB, Enhanced Paveway IV, Hellfire, pod con un cañón e incluso armas aire-aire. No posee radar. 

Otras de sus aplicaciones son patrulla aérea, vigilancia de fronteras o marítima, contrainsurgencia, lucha contra narcotráfico, etc. Para todo ello cuenta además con dos sensores retráctiles (uno en el morro y otro en el fuselaje) con los que puede contar con un designador láser y una cámara infrarroja.
Las características técnicas que ofrece su fabricante tras varios meses de pruebas son las siguientes: velocidad de crucero de 830 km/h, alcance con 4.000 kg de combustible de 4.400 km, y una vida operativa de 20.000 horas (gracias a que muchas de sus partes están fabricadas con composites).

El fabricante lo ofrece también como entrenador, ahora que el mercado de los entrenadores está abierto, especialmente en la USAF que busca sustituto al mítico T-38 Talon.

Es interesante saber que detrás de esta aventura esté Cessna que produjo en la década de 1960 un avión también versátil para el ataque ligero, contrainsurgencia, vigilancia y entrenamiento, que no es otro que el A-37 Dragonfly. Quizás los países que lo utilizaron en Centroamérica, América del Sur y Asia estén interesados en un producto que ofrece bastantes ventajas sobre el papel. Veremos qué pasa.

Ignacio Cristóbal Urbicain

La tercera estrategia de compensación estadounidense

(Mosaico) - Enviado por Guillem Colom

El pasado septiembre, el Secretario de Defensa estadounidense Chuck Hagel sentó las bases de la Tercera Estrategia de Compensación. Enfocada a explotar las capacidades tecnológicas del país, esta iniciativa pretende incrementar la brecha militar entre Estados Unidos y sus competidores y garantizar la proyección del poder en cualquier punto del globo con independencia de las estrategias anti-acceso y de negación de área (A2/AD) enemigas.

Esta estrategia será la gran herencia de Chuck Hagel tras su fugaz paso por el Pentágono porque su conquista no sólo articulará el planeamiento militar norteamericano durante los próximos años; sino que podría motivar el logro de una nueva Revolución en los Asuntos Militares (RMA). Para ello, esta estrategia pretende:
- Combinar las capacidades en servicio con el desarrollo de nuevas capacidades que permitan al país combatir en toda la gama de las operaciones en múltiples teatros de operaciones de forma concurrente.
- Reducir la dependencia de las bases navales, aéreas y terrestres avanzadas.
- Protegerse de la pérdida o degradación de los satélites.
- Explotar la capacidad de ataque estratégico de precisión para amenazar cualquier objetivo enemigo dentro o fuera del teatro de operaciones.
- Explotación las áreas tecnológico-militares en las que Washington posee un claro liderazgo y donde sus adversarios todavía carecen del know-how necesario.
- Valerse de las alianzas para conseguir un mejor posicionamiento estratégico y compartir los costes y responsabilidades de la defensa regional.

Teniendo en cuenta lo expuesto en este mismo foro, tal y como sugiere la Revisión Cuatrienal de la Defensa de 2014 y plantea abiertamente el Panel de Defensa Nacional, las fuerzas armadas del país tal y como están organizadas no pueden combatir en dos guerras que estallaran simultáneamente, por lo que serían incapaces de satisfacer los objetivos de defensa nacional. Si a ello se le añade que la estructura de fuerzas para 2019 será más pequeña que el actual pero con un catálogo de capacidades similar, que los medios A2/AD de los adversarios habrán madurado y que los ejércitos del país deberán participar en una amplia gama de contingencias, es evidente que Washington necesita un nuevo enfoque para proyectar el poder y satisfacer con un ejército más pequeño un mayor número de cometidos.

Igualmente, porque la ventaja estratégica que proporcionó la RMA de la información está llegando a su fin puesto que los adversarios de Estados Unidos no sólo se están dotando de las capacidades tecnológico-militares vinculadas con esta revolución (sistemas C4ISTAR para digitalizar el campo de batalla, armas inteligentes para batir con precisión los objetivos enemigos y plataformas furtivas o no-tripuladas para entrar en áreas de riesgo); sino que también están desarrollando medidas específicas –las estrategias A2/AD– para impedir que Estados Unidos proyecte su poder. Más específicamente, las fuerzas armadas norteamericanas se enfrentan a cuatro problemas operativos:
- La creciente vulnerabilidad de la instalaciones (puertos, aeropuertos o bases) situadas en las regiones avanzadas compromete el actual modelo de presencia y proyección del poder.
- Los adversarios se están dotando de medios C4ISTAR para detectar, identificar y seguir los movimientos de los buques de superficie desde grandes distancias y están adquiriendo misiles anti-buque para destruirlos antes de alcanzar la costa.
- Los aviones no-furtivos –que representan el grueso de la flota americana– son cada vez más vulnerables a los sistemas antiaéreos enemigos.
- Los sistemas espaciales –y con ello las capacidades que éstos proporcionan, desde geolocalización y navegación a inteligencia o comunicaciones– son cada vez más vulnerables a ataques físicos o cibernéticos.

En otras palabras, la difusión de las tecnologías de la información junto con el desarrollo de capacidades A2/AD comprometen el tradicional modelo de presencia y proyección militar estadounidense que hemos visto en la mayoría de las campañas bélicas en las que este país ha participado.

Si Estados Unidos no puede garantizar el logro de sus objetivos de defensa nacional ni tampoco proyectar su poder a cualquier punto del planeta, es probable que sus aliados –en especial aquellos situados en Asia-Pacífico u Oriente Medio– cuestionen su capacidad para defenderlos. Ello podría desestabilizar estas regiones al provocar nuevas carreras armamentísticas, facilitar la proliferación nuclear e incluso transformar el sistema de alianzas.

Todos estos elementos han mediado para que el Pentágono lance esta tercera estrategia de compensación. Fundamentada en las capacidades tecnológicas del país, encaminada a garantizar la capacidad de acceso a cualquier punto del globo con independencia de las medidas A2/AD enemigas y orientada tanto a incrementar el vínculo con sus aliados y socios como forzar a los potenciales competidores a iniciar una nueva carrera de armamentos que sus complejos militares-industriales posiblemente no podrán seguir, la consecución de esta tercera compensación no sólo motivará el desarrollo de nuevos conceptos operativos, nuevas capacidades militares y nuevos estilos de planear y conducir las operaciones; sino también revitalizar los debates acerca de una nueva RMA. No obstante, todavía quedan demasiadas preguntas por responder, como la no-inclusión en esta estrategia de las armas hipersónicas que permitirían apoyar la capacidad de ataque estratégico del país, las enormes similitudes que ésta tiene con los planes transformadores del denostado Donald Rumsfeld y las propuestas del fenecido Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, los complejos equilibrios entre las viejas y las nuevas capacidades, la integración de las lecciones aprendidas de una década de guerra contra el terror y operaciones de baja y media intensidad contra adversarios irregulares e híbridos, o la creencia que la calidad siempre sustituye a la cantidad.

La posible composición, las tecnologías vinculadas y los cambios planteados en la arquitectura de defensa estadounidense serán analizadas en un próximo post.

Guillem Colom Piella es Profesor de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide y Codirector de Thiber.org 

domingo, 15 de febrero de 2015

Los tres 'dragones' que dominan el cielo de Asia

(Rt.com) - Un artículo del portal estadounidense 'The National Interest' analiza las tres fuerzas aéreas más eficaces del continente asiático.
A J-31 stealth fighter
A J-31 stealth fighter Reuters / Alex Lee

El poderío aéreo ha jugado un papel fundamental en los conflictos desarrollados en el escenario político de Asia desde la Segunda Guerra Mundial. Desde las guerras de Corea y Vietnam hasta varios conflictos entre India y Pakistán, las fuerzas aéreas han ayudado a alterar el equilibrio estratégico de los conflictos armados en favor de alguna de las partes.

Pero las fuerzas aéreas eficaces necesitan más que elegantes y rápidos cazas que tanto gustan al público no profesional en los espectáculos de acrobacia aérea.

También necesitan aeronaves que puedan proporcionar transporte aéreo estratégico y táctico, y aviones de alerta temprana capaces de mantener la vigilancia y el control del cielo. También se precisa de una base industrial de defensa que pueda mantener a los aviones de guerra en el aire. Un artículo del portal estadounidense 'The National Interest' analiza las tres fuerzas aéreas más eficaces en ese contexto.

La Fuerza Aérea de Japón

La FAJ fue establecida en 1954 como la rama aérea de las Fuerzas de Autodefensa de Japón, restricción impuesta al país después de la Segunda Guerra Mundial. Durante décadas, Japón ha combinado su alto nivel de sofisticación técnica con una serie de aeronaves proporcionadas por los Estados Unidos para desplegar una fuerza formidable.
La FAJ está bien equipada con aviones modernos. Opera más de 300 aeronaves de combate de generaciones 4 y 4.5 (F-15 y F-2, estos últimos fabricados por Mitsubishi Heavy Industries y Lockheed Martin para la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón), complementados con un grupo de veteranos F-4 Phantom. Mantiene una gran flota de aviones de alerta temprana, junto con un escuadrón de aviones-cisterna, capaces de mantener a sus cazas en el aire.

Los japoneses tienen también reputación de alta calidad. La FAJ participa regularmente en ejercicios conjuntos con Estados Unidos, y en los últimos años en maniobras conjuntas con Corea del Sur.

Sin embargo, los programas de compras de Japón no siempre han ido bien. El proyecto del F-2 desembocó en un caza ligeramente más capaz que el F-16 estadounidense, pero a un costo mucho mayor, aunque mantiene el dinero de defensa invertido en un programa doméstico.

La Fuerza Aérea India (FAI)

Durante la Guerra Fría, la FAI fue una de las pocas fuerzas aéreas, además de los países del Pacto de Varsovia, en utilizar aviones soviéticos con buenos resultados, disfrutando de un gran éxito en sus varios conflictos armados contra Pakistán. La Fuerza Aérea india combina la tecnología soviética con un sistema británico de formación y gestión, que la dejó relativamente bien preparada ante el desafío de aviones de Pakistán de producción occidental.

Los cuatro ejercicios 'Cope India', con participación de aviones estadounidenses, celebrados entre 2004 y 2009 demostraron que los pilotos de la India han mantenido su ventaja. La FAI opera más de 300 cazas de generaciones 4 y 4.5, complementados por una gran flota de MiG-21.

Para brindar apoyo directo a sus tropas en el campo de combate, los indios operan una fuerte flota de cerca de 200 de aviones de ataque a tierra. La FAI también ha reforzado su flota de aviones de funciones auxiliares. Está adquiriendo C-17 Globemaster para asegurar el transporte de cargas pesadas y dispone de una respetable flota de aviones de reabastecimiento en vuelo y alerta temprana.

Dos enormes interrogantes permanecen. La primera consiste en el compromiso de la India de desarrollar conjuntamente con Rusia el caza de quinta generación PAK-FA (T-50). El avión tiene un enorme potencial, pero ha sufrido numerosos problemas iniciales predecibles.

La otra cuestión implica la adquisición de cazas franceses Rafale, de Dassault, aunque últimamente se ha informado que el Gobierno indio pone este enorme contrato en tela de juicio.

La Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China

Hace treinta años, la Fuerza Aérea china era enorme, pero muy poco eficaz. Poseía una enorme cantidad de interceptores obsoletos, junto con un grupo de pilotos mal entrenados. La industria aeronáutica china estaba luchando para aprender a fabricar cazas de tercera generación.

Las cosas han cambiado. China cuenta ahora con más de 600 cazas de generaciones 4 y 4.5, complementados con un gran grupo de interceptores y aviones de ataque más viejos. Cabe agregar que China ha producido la mayor parte de estos aviones, incluyendo los J-10 y J-11.

El gigante asiático está desarrollando además dos nuevos proyectos de cazas furtivos de superioridad aérea: J-20 y J-31.

La Fuerza Aérea china opera además una creciente flota de aviones de transporte pesados y medios, así como aviones de alerta temprana.

Asimismo el país, ha intensificado la formación. Los pilotos chinos vuelan muchas horas más ahora que hace una década, y a menudo superan por experiencia en horas de vuelo a sus colegas norteamericanos.

Por supuesto, la industria aeronáutica china todavía tiene problemas de calidad, especialmente en la producción de motores. El sector de la industria de defensa también depende demasiado de la adquisición de tecnologías extranjeras. Sin embargo, en términos de fuselajes, pilotos y capacidad industrial, China es ahora la potencia aérea más importante de Asia.

El petrolero que Argentina construyó para Venezuela se oxida en Astilleros Río Santiago

LPO (La Plata) - Fue botado en 2012 pero nunca navegó. Lleva más de 30 meses en un canal de Ensenada.

Pasaron más de 10 años desde que Hugo Chávez visitó el Astillero Río Santiago de Ensenada para anunciar la construcción de ocho buques tanqueros para la empresa petrolera venezolana. De esos ocho barcos sólo se avanzó en dos: El Eva Perón y el Juana Azurduy. El primero fue botado en 2012 en un mega acto donde participaron las autoridades del gobierno provincial y los obreros del astillero estatal.

Pero está muy lejos de navegar los mares, el petrolero de 47 mil toneladas reposa desde entonces sobre un canal interno del astillero. En su caseta de navegación pueden verse andamios de trabajo, aunque rara vez se observan obreros en el lugar.

El contrato del Eva Perón se firmó en agosto de 2005 y se calculaba que debía estar terminado en 2009. Sin embargo, entre la burocracia venezolana y las internas en el astillero, ya pasaron diez años y el petrolero sigue en Ensenada. En el medio, un sinnúmero de problemas que comenzaron con la falta de planos, que estaban a cargo de una empresa brasileña y que recién se completaron en 2010.

LPO consulta de manera formal al astillero sobre cuáles son los trabajos que restan al Eva Perón. Las preguntas se realizaron mediante correo electrónico y con suficientes días de antelación como para ser respondidas. Sin embargo, la respuesta nunca llegó.

Informalmente aseguran que lo que restan son tareas de alistamiento. En términos náuticos significa la etapa en la que el buque se encuentra a flote y se le instalan todos los elementos faltantes como maquinarias, equipos, tuberías, muebles.

Durante varios meses se dijo que los retrasos en la construcción del petrolero se debían a que el gobierno de Venezuela no enviaba los materiales hacia Argentina. Sin embargo, a pedido de los argentinos se logró renegociar el contrato y es el astillero Río Santiago quien se encarga de las compras. Pero el problema ahora está en que el dinero llega a cuenta gotas al país, producto de la crisis en el país caribeño.

Algunas versiones aseguran que la demora se debe a internas entre dos facciones gremiales dentro del histórico astillero estatal. Otros afirman que la demora entre la botadura y la entrega se mantiene según lo previsto.

Lo cierto es que la historia del astillero rebate esos argumentos. El petrolero Ingeniero Huergo II -de 75 mil toneladas- se botó en agosto de 1978 y se entregó a YPF en septiembre de 1980 (25 meses). En tanto, el Ingeniero Silveyra -un buque casi idéntico al anterior- se botó en marzo de 1980 y se entregó en mayo de 1981 (14 meses). El Eva Perón ya lleva 31 meses desde la botadura y algunas versiones dan cuenta que por las obras llevarán otros 12 meses.

Problemas para Venezuela

Como parte de un ambicioso plan de negocio ideado por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez, la petrolera estatal venezolana ordenó unos 42 tanqueros.

De estos encargues, sólo siete barcos lograron abandonar los muelles y navegar los mares. Las últimas entregas fueron el tanquero Carabobo, que sufrió varios años de retraso en el astillero Bohai Shipbuilding Heavy Industry, de China. Y el Aframax Sorocaima, que corrió la misma suerte en un astillero iraní.

Con apenas 22 tanqueros propios y no todos ellos activos, el gobierno venezolano solo logra transportar con buques propios un cuarto de los 2 millones de barriles por día de crudo y el 12 por ciento de los derivados, según su último reporte anual.

Mientras tanto, a más de 30 meses desde su botadura, el Eva Perón permanece en un muelle de Ensenada, casi encallado.

Alistan primer Alstom con aire acondicionado para la línea D

(enelsubte.com) - Presentaron el primer Alstom adaptado con aire acondicionado, que comenzará a operar hacia fines de este mes. Habían prometido dos trenes para enero, pero se demoró la obra.
 
Con una recorrida nocturna por la línea D de la que participaron el Jefe de Gabinete de la Ciudad y precandidato a Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, la vicejefa María Eugenia Vidal y el Presidente de SBASE Juan Pablo Piccardo, se anunció que entrará en servicio en los próximos días el primer tren Alstom en recibir aire acondicionado.

No es un tren nuevo, sino que se trata de la formación “B”, fabricada en Brasil en el año 2001, que recibió una reparación general que incluyó la revisión de componentes eléctricos y mecánicos, la instalación de equipos de refrigeración, el recambio de luminarias, rediseño interior de los techos, reemplazo de ventanillas y retapizado de asientos en tonos fríos.
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Subterráneos de Buenos Aires había prometido que para enero pasado habría dos trenes con refrigeración operando en la línea D. Aunque con demoras, la primera formación entrará a servicio a fines de febrero y esperan durante el año reformar otros cuatro trenes.

Argentina negocia la compra de 20 poderosos aviones que podrían llegar a Malvinas

(Infobae.com) - Según el diario inglés Daily Express, el gobierno de Cristina Kirchner mantiene conversaciones con China para adquirir dos decenas jets de FC-1/JF-17 de última generación

El gobierno argentino volvió de China con una serie de acuerdos económicos, financieros y comerciales. Pero la gira presidencial podría haber incluido una negociación más: la compra de 20 jets FC-1/JF-17 con capacidad para llegar a las Islas Malvinas.

El Sunday Express (versión dominical del diario británico Daily Express) publica en su edición de hoy un artículo titulado "China vende jets de combate a la Argentina que son capaces de atacar las Islas Malvinas". El periodista Marco Giannangeli informa que, según fuentes del Ministerio de Defensa británico, funcionarios de Cristina Kirchner y Xi Jinping ya están en conversaciones para concretar la venta de las aeronaves de última generación.

Esa posibilidad se produce luego de que se frustraran los intentos argentinos para adquirir aviones de guerra israelíes o españoles. Semanas atrás, el Daily Express había publicado que existían negociaciones para comprar aeronaves rusas. Pero el propio diario británico las dio por caídas en su edición de hoy: los modelos chinos son más modernos y tienen un mayor poder de fuego.

A ocho meses del fin del mandato de Cristina Kirchner y a tan sólo dos de un nuevo aniversario de la guerra de Malvinas, la soberanía sobre las islas vuelve a estar en la agenda pública, como sucedió con cada uno de los gobiernos argentinos con baja imagen positiva.

A continuación, la traducción completa del artículo del Daily Express:

Argentina está por comprar un sofisticado caza chino capaz de atacar las islas Malvinas ("Falklands" en el texto original) como parte de su "asociación estratégica" con Pekín.

La jugada, que anoche elevó aún más las tensiones en el Atlántico Sur, se produce luego de la visita de tres días que la presidente Cristina Kirchner realizó a Pekín la semana pasada. Allí, Argentina se aseguró 15 acuerdos económicos y una importante investión financiera para reforzar su defectuosa economía.

Las negociaciones suceden luego de que Buenos Aires decidiera abandonar las conversaciones con Vladimir Putin para adquirir 12 bombarderos Sukhoi Su-24 "Fencer" capaces de alcanzar Puerto Argentino ("Port Stanley" en el texto original).

Anoche, fuentes del Sunday Express señalaron que el acuerdo con Rusia, revelado por este medio en septiembre, se había estancado por una serie de retrasos y preocupaciones por el mantenimiento posventa.

De todos modos, Argentina ahora negocia la entrega de 20 de los más avanzados aviones de guerra del mundo.

La señora Kirchner ha provocado constantemente preocupación al Foreign Offic con sus campañas para generar apoyo político internacional al proyecto de que las Islas sean devueltas a la Argentina.

El mes pasado, el Ministerio de Defensa británico reveló que el sistema de defensa Rapier que está colocado en la base militar de Monte Agradable ("Mount Pleasant" en el original) para contrarrestar cualquier amenaza aérea será actualizado. También se mejorará el despliegue de la primera línea de reacción ante posibles ataques.

China ha comprometido más de 162 mil millones de libras en inversiones en América Latinas para los próximos años. Además, ha indicado que amortizar los préstamos millonarios cedidos años atrás, permitiendo que naciones como Argentina puedan reconstruir sus economías.

Un punto crucial es que el paquete financiero incluye equipamiento militar para reconstruir la lisiada Fuerza Aérea argentina. En los últimos 18 meses ya intentaron compraron aeronaves a Israel, España y, más recientemente, a Moscú.

En el "grupo de trabajo" formado por ambos países, Beijin aceptó proveer alrededor de cazas de combate 20 FC-1/JF 17 "Thunder" producidos por la empresa Chengdu Aircraft Corporation.

El modelo, destacado por tener un solo asiento y un solo motor, puede alcanzar una velocidad máxima de Mach1.8 a una altitud de 55.000 pies. Cuenta además con un rango de combate de 1.350 kilómetros, lo que le permitirán volar ida y vuelta hasta Puerto Argentino desde la base de Tierra del Fuego.

El avión puede además cargar una gran variedad de armas, incluyendo misiles aire-aire y bombas guiadas por láser.

La colaboración ayudará a elevar la influencia china en la región, apuntalada también por proyectos como las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, el ferrocarril Belgrano Cargas y la planta nuclear de Atucha. Las estimaciones señalan que con esas obras se generarán más de 20.000 puestos trabajos.

Una alta fuente de la Fuerza Aérea Británica (Royal Air Force) señaló: "La adquisición de aviones chinos is preocupante; son modernos, veloces y muy capaces. De todas formas, nosotros tenemos un robusto poder en las Malvinas. Me imagino que Cristina Kirchner está tratando de reforzar sus fuerzas militares para a su vez reforzar su lugar en la mesa de negociación de la política exterior".

Anoche, Justin Bronk, integrante del think tank de defensa RUSI (por sus siglas The Royal United Services Institute for Defence and Security Studies), señaló: "Argentina ha estado negociando por aeronaves rusas, pero en realidad esos Fencers empezaban a verse anticuados si lo que buscan es conservar las Malvinas. Además, tienen muy malos antecedentes en el servicio de posventa para clientes".

"Los JF-17 chinos están basados en los viejos Mig 21 de la Unión Soviética, la columna vertebral de la Fuerza Aérea comunista, por lo que tienen un excelente pedigrí. Son más baratos que lo que Rusia puede ofrecer, son nuevos y tienen una buena reputación pro ser confiables y tener capacidad para llevar una gran variedad de armamento", continuó.

Luego, añadió: "Son el equivalente no-occidental de los Gripen suecos que Argentina originalmente intentó comprar a través de Brasil. Pero el acuerdo fue frenado por Gran Bretaña gracias a que esos aviones tienen un 30% de partes inglesas".

"Sin dudas le permitiría a la Fuerza Aérea Argentina volar hasta Puerto Argentino, pero no son competencia para los Typhoons de la Fuerza Aérea Británica y sus pilotos no tienen el entrenamiento que tienen los nuestros. Además, nosotros tenemos los destructores Tipo 45, que son los destructores aéreos más formidables del mundo", analizó.

"Este acuerdo le daría a China su primer mercado de exportación para el nuevo caza de combate, que fue desarrolla en Pakistán. Por lo visto, están dispuestos a ofrecer muy buenos términos de financiamiento para la Argentina", prosiguió.

A continuación, añadió: "Definitivamente la Argentina está intentando reconstruir su orgullo militar, sobre todo teniendo en cuenta que la causa Malvinas es todavía un gran tema allí. Poder decir "estamos en condiciones de retener las Islas" es vital para ella. Si bien es probable que ella vaya a ser sucedida por un candidato moderado cuando deje el poder en octubre (NdT: en realidad, dejará el cargo el 10 de diciembre de este año), sería un error pensar que este tema desaparecerá".

La Foto: Te acordas del UNASUR

Fotos credito Juan Carlos Cicalesi

Hoy

Ayer...

Plan de pavimentación

(Ejercito Argentino) - El Comando de la 3ra División de Ejército, de Bahía Blanca, efectuó trabajos de pavimentación y reencarpetado en sus principales arterias de circulación.
Las obras, que se realizaron con el apoyo de la Municipalidad local, abarcaron una superficie de 3.892 m2, e incluyeron tareas de limpieza, bacheo, riego de imprimación y encarpetado asfáltico, entre otras.

Sobre las calles de tierra por pavimentar, se finalizaron los trabajos de mejoramiento de los suelos y se regularizó la superficie, para continuar, en otra etapa, con el proceso tradicional de pavimentación asfáltica.

Uniformes y equipamiento para el Ejército

(Ejercito Argentino) - La Dirección General de Material realizó una operación logística como parte de las acciones que se están llevando a cabo para abastecer al Ejército de indumentaria, equipamiento y nuevas tecnologías.
Foto de la noticia
En lo que respecta al nuevo uniforme de combate multicam del Ejército Argentino, fueron recibidos un total de 125 mil, además de 40 mil correajes completos, cantidad suficiente para abastecer a la Fuerza por dos años.

Asimismo se recibieron equipos de comunicaciones portátiles y vehiculares, cocinas de campaña, equipos para montaña y carpas, entre otros.  La carga llegó en 67 contenedores, traídos al país por cinco embarcaciones, en el período diciembre 2014 - febrero 2015.

Terminada la fase de transporte internacional, y luego de minuciosos controles aduaneros, se comenzó el proceso de nacionalización que, una vez finalizado, dará lugar a la distribución del material y equipo en las distintas guarniciones del país.

Video: Infiltración cubano-sovietica en Argentina

Un buien documento histórico...

Video: Hora Clave, la SIDE


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