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jueves, 23 de agosto de 2018

Un futuro sostenible se construye con madera

Por Osvaldo Vassallo, presidente de la Asociación Forestal Argentina - Clarin.com
Renovable y reciclable
Para que no se pierdan más bosques nativos se necesita que para el 2050 haya 250 millones de hectáreas de plantaciones forestales. Esto implica plantar globalmente siete millones de hectáreas por año.

Arboleda. Plantaciones de pino.

La madera es uno de los productos estrella para el desarrollo sostenible. Es un producto renovable, reciclable y carbono neutro o positivo. En un mundo que tiene el desafío de absorber el crecimiento de la población, la inclusión en el bienestar de millones de pobres y en un contexto de recursos escasos y cambio climático, las opciones de productos amigables con un desarrollo sostenible son pocas. La madera es una de ellas.

La madera provee materia prima para productos de primera necesidad de la población, como viviendas, muebles, papeles, energía, químicos, reemplazando en muchos casos, el uso de productos no renovables provenientes de la minería y los combustibles fósiles. Con las nuevas tecnologías, como la nanotecnología y las biorefinerías, se agregan un sin número de otras aplicaciones.

¿De dónde obtener maderas de forma sostenible? Tradicionalmente, han sido los bosques naturales los proveedores de madera. Estos bosques tienen valores en biodiversidad, conservación de suelo, de cursos de agua, etc. que pueden superar el valor de la madera que proveen y ya se han perdido millones de hectáreas de bosques por el reemplazo con agricultura y ganadería. Por ello, desde diversas organizaciones ambientales apoyan las plantaciones forestales gestionadas sosteniblemente como la opción para proveer madera quitando presión a los bosques nativos, al menos, en la parte maderable.

Resultado de imagen para Un futuro sostenible se construye con maderaLas proyecciones de demanda de madera realizadas por la prestigiosa WWF (la mayor organización conservacionista independiente en el mundo) indican que para lograr que no se pierdan más bosques nativos se requerirán 250 millones de hectáreas de plantaciones forestales para el 2050. ¡Esto implica plantar globalmente siete millones de hectáreas por año!

Argentina tiene alto potencial de crecer en forestaciones de alta productividad. Actualmente, cuenta con un patrimonio de 1,3 millones de ha. de plantaciones forestales, principalmente de pino, eucalipto y salicáceas. Cerca del 40% de estas plantaciones se encuentran certificadas por sellos de gestión sostenibles. Estas plantaciones proveen materia prima al 95% de las industrias de base forestal del país, que incluyen alrededor de 2.700 pequeñas y medianas empresas.

Aunque el sector es importante, está lejos de su potencial. Desde el Gobierno han presentado como objetivos en la mesa de Cambio Climático llegar a 2 millones de ha de plantaciones forestales para el año 2030. Lograrlo implica un desafío de políticas, luego de años de mucha ambivalencia. Por otro lado, el sector ofrece una amplia gama de posibilidades de inversión, dado tanto las expectativas de crecimiento de la demanda interna como global. Internamente, se está recibiendo un apoyo histórico, a partir de la Mesa de Competitividad del Sector Foresto-Industrial presidida por el presidente Mauricio Macri mediante el cual se priorizan medidas y se alinean incentivos que ha generado expectativas muy positivas.
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Hoy el sector tiene en agenda varios temas y ejes relevantes para cumplir la meta de cambio climático fijada al 2030, uno de ellos es prorrogar por 10 años la Ley de promoción para los bosques cultivados N° 25.080 que vence a fines de año y es una herramienta indispensable para crecer en superficie forestal hasta tanto de desarrolle una industria que traccione la demanda y logre de por sí sola incrementar la superficie.

Otra herramienta que es fruto del trabajo público-privado es el "Seguro Verde", recientemente anunciado y que permitirá financiar la Ley antes mencionada con el aporte voluntario de las compañías de seguro con el fin de reducir la huella de carbono de sus asegurados. Como consumidores, como inversores, como empresarios, como funcionarios, todos tenemos la posibilidad de acompañar el desarrollo sostenible apoyando la expansión de las plantaciones forestales y la producción y el consumo de los productos provenientes de los bosques que se gestionen sosteniblemente. Es el camino para ir construyendo un futuro sostenible.

domingo, 5 de agosto de 2018

Proyectan instalar una planta de celulosa en la provincia de Corrientes

Las inversiones en el sector están frenadasPor Martin Boerr - La Nación
El proyecto, que tiene el aval de una consultora forestal finlandesa, demandaría desembolsos de entre US$800 millones y US$1000 millones; negocian obtener los fondos.

POSADAS.- En la Argentina, cuando se habla de una inversión de US$1000 millones de capitales locales para instalar una moderna fábrica solo cabe pensar en un puñadito de grupos empresarios. Pero un proyecto en la Mesopotamia podría romper con esa lógica.

Un grupo de seis empresarios y profesionales de las provincias de Corrientes y Misiones mantienen conversaciones con dos grupos inversores de Estados Unidos y Europa, para instalar una planta de pasta celulósica y papel kraftliner (el que se usa para las cajas de embalaje).

Se trata del proyecto Isyry Cuatiá, nombre guaraní que significa "río de papel". Esta fábrica se emplazaría en la localidad correntina de Ituzaingó y tendría capacidad para 500.000 toneladas de pasta o papel kraftliner, producido a partir del pino. La última planta de pasta celulósica que se inauguró en la Argentina fue Alto Paraná (Misiones) en 1983 y se hizo con aportes del Estado nacional.

Ysyry Cuatiá es una de las mayores inversiones industriales proyectadas en la actual gestión presidencial. Su desarrollo, de concretarse, demandaría un desembolso de entre 800 millones de dólares y 1000 millones de dólares, dependiendo de la configuración final de la planta, según dijo a la nacion el consultor forestal Gustavo Cetrángolo.

Él fue quien reunió a un heterogéneo grupo de empresarios y profesionales que vieron el potencial y aportaron trabajo y capital para contratar a la finlandesa Pôyry, la consultora forestal más grande del mundo, que avaló el plan. Al grupo lo completan Ralf Frank y Mario Plotz, un médico obereño. Los tres son socios en Agroforestal Oberá, una pequeña planta que exporta resina de pino. En el proyecto están también los empresarios Stuart Navajas y Marcos Pereda. Navajas es empresario forestal y maderero, y pertenece a la familia que controla la yerbatera Las Marías. Pereda maneja el Grupo Bermejo (ganadería) y hace diez años se metió en el negocio de la forestación de la mano de Cetrángolo, quien ayudó a armar un plan de negocios para las 2300 hectáreas que tiene en San Lorenzo. Completa el sexteto el abogado Marcelo Subizar, que es el encargado de armar la parte legal de la inversión.

"En mayo pasado estuvo de visita uno de los grupos interesados en asociarse, de origen norteamericano y del sector celulósico y papelero; los recibimos el supermartes de las Lebac", comentó Cetrángolo. Eran días complicados por la corrida cambiaria: "Obviamente miran con atención las turbulencias financieras, aunque esta es una inversión a largo plazo", agregó.

El segundo grupo interesado lo forman dos compañías de origen europeo. "La que lleva la voz cantante en ese segundo grupo produce cajas y papel para cajas; el otro es del sector celulósico", dijo Cetrángolo. Los europeos ya hicieron pruebas satisfactorias de la calidad de la madera.

Existe un tercer grupo que podría invertir, que es de origen chino, vinculado a empresas que fabrican las maquinarias que se usan para transformar la madera en pasta o cartón, en forma indistinta. Con este grupo está negociando directamente el gobierno de Corrientes.

"Tenemos en claro que dejar ingresar a un socio, con cualquiera de las fórmulas posibles, nos dejaría con una minoría accionaria, pero incluso así queremos avanzar, las papeleras y las fábricas de pasta se hicieron en los años 70 y en los 80 con aportes de los Estados nacionales y provinciales en la Argentina y con la participación de empresarios más chicos. Papel Prensa se hizo con el entusiasmo emprendedor de Roberto Civita, fundador de editorial Abril, que tampoco tenía el capital, pero tenía la idea", describió el consultor.

La instalación de una fábrica de pasta celulósica en la Argentina sería toda una novedad en un sector en el que no hubo iniciativas por más de 10 años, tras la polémica y el conflicto diplomático con Uruguay por la instalación de Botnia.

En ese lapso, Chile, Brasil y Uruguay recibieron fuertes inversiones que elevaron la capacidad de producción de 12 millones de toneladas en 2007 a 24,7 millones. La Argentina sigue estancada con 400.000 toneladas, casi todas de Alto Paraná (Arauco Argentina) y una parte de Celulosa Argentina.

La preparación del proyecto industrial Ysyry Cuatiá incluyó varios viajes a países de Europa, a China y a Finlandia para analizar la maquinaria a adquirir, realizados por Cetrángolo y otros miembros del grupo. "Estamos cada vez más cerca, creemos que se puede, hay demanda, hay materia prima y la Argentina necesita industrializarse, exportar y crecer", sintetizó.

martes, 5 de junio de 2018

Lanzan plan para forestar un millón más de hectáreas a 2030, con foco en cambio climático y empleo

Por Carlos Pagura - Ambito.com
"¡Argentinos, planten árboles!". La arenga que Domingo Sarmiento lanzó en uno de sus discursos hace casi un siglo y medio fue recordada otra vez durante el lanzamiento de ForestAr 2030, el plan interministerial que busca duplicar la superficie de hectáreas forestadas con el propósito de potenciar esa industria y combatir los efectos del cambio climático.

La meta es pasar de las 1.300.000 hectáreas forestadas actuales a más de 2.000.000 de aquí a 12 años, lo que redundaría, según las expectativas oficiales, en llevar los 100.000 puestos de trabajo del sector a 200.000.

El ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, resaltó que el plan "cumple con tres cualidades necesarias: sostenibilidad social, económica y medioambiental. Plantar árboles no es solo retener carbono para un mejor ambiente, sino generar empleo. Hay 7.000 pymes involucradas en la actividad y tenemos que seguir sentados en la mesa mundial para ofrecer más productos de forestación". 

En diálogo con ámbito.com, el funcionario afirmó que existen oportunidades para generar empleos en toda la cadena, "desde la plantación de los árboles, el raleo, los viveros, el transporte, la manutención y la industria en sí misma". 

"El potencial es enorme, porque tenemos las tierras más aptas, un clima ideal y productores muy capacitados. Un árbol que acá cosechamos a los 14 o 16 años, en otras partes del mundo tienen que esperar 60 o 70 años para que alcance el mismo diámetro", graficó.

Aclaró además que las especies a plantar "dependerán de la zona, porque algunas se dan más para el eucalipto, otras para el pino" y vaticinó que "habrá mucho mercado por la necesidad de papel o para la construcción de viviendas de madera, más eficientes para ahorrar energía". 

Otro aspecto apuntado son los proyectos de biomasa, que utilizan las sobras del proceso forestal para generar energía limpia. El primero de los emprendimientos de este tipo del Programa RenovAr comenzó a generar electricidad en agosto pasado en Puerto Esperanza, Misiones. Demandó una inversión de más de $ 100 millones, la construcción de una planta de 10.000 m2 de superficie y la contratación de 400 obreros y entrega energía al Sistema Interconectado Nacional. 

Etchevehere barajó también la posibilidad de "radicar industrias como papeleras y pasteras", un antecedente que rápidamente trae a la memoria el conflicto con la uruguaya Botnia. "Está perfectamente demostrado que haciendo las cosas bien no causa ningún impacto negativo", subrayó.

Por su parte, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, sostuvo que "No solo deforestar cero es nuestra meta, sino que también lo es la reforestación mediante un trabajo convergente y sinérgico. Nosotros sabemos las hectáreas que queremos forestar y el dióxido de carbono que queremos absorber, pero también sabemos que agregará valor y permitirá exportar y generar ingreso de divisas, como una inserción inteligente en un mercado cada vez más competitivo".

"Tenemos que traducir el problema del cambio climático en una oportunidad; el impulso a una economía de múltiple efecto, a partir de la comunicación y educación respecto a los beneficios ecosistémicos del bosque y de la cadena de valor de la madera, de planes de inversión, de la generación de nuevos negocios", agregó.

El programa, en el que intervendrán las carteras de Ambiente, Agroindustria, Producción, Desarrollo Social, Trabajo y Educación, contará con la asistencia de la organización ecologista The Nature Conservancy, y fue anunciado en el marco del Día Mundial del Ambiente.

En los próximos meses se definirá además el futuro de la ley de promoción de Bosques Cultivados, que determina las nuevas plantaciones que puedan amortiguar el daño ambiental que se produjo por la reducción en la masa de bosques nativos con que contaba el país. Sancionada en 1998 y prorrogada en 2008, la 25.080 tenía un plazo de ejecución de diez años, por lo que sus metas vencen este año y deberán ser revisadas.

Otra feliz coincidencia con Proyecto Pragmalia. Hace mas de dos años, Desarrollo y Defensa le envio un mail con información al Ministro de Medio Ambiente Bergman cuando se hizo cargo con esta propuesta, reseñada en: 

martes, 30 de enero de 2018

El Gobierno quiere forestar en tierras del Ejército y de ferrocarriles en Corrientes y Entre Ríos

El proyecto, a largo plazo, extendería la forestación a 10 mil / 20 mil hectáreas en ambas provinciasPor Josefina Pagani - La Nación
El proyecto, a largo plazo, extendería la forestación a 10 mil / 20 mil hectáreas en ambas provincias.

El gobierno de Mauricio Macri piensa en un plan de forestación de entre 10.000 y 20.000 hectáreas que el Estado posee en Corrientes y Entre Ríos . Como puntapie inicial, la semana pasada anunció la concesión de cuatro sectores rurales de 250 hectáreas en el departamento correntino de Santo Tomé.

Se trata de la primera fase de una acción de promoción forestal que, si obtiene buenos resultados, se extenderá a otras zonas de Corrientes y a Entre Ríos, según informó Ramón María Lanús, presidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). "Es una manera de que las tierras tengan un buen uso, generen buena actividad económica, sean sustentables para el medio ambiente y permanezcan en las manos del estado nacional", dijo a LA NACION.

Además, explicó que la motivación es incentivar la economía regional y volcar esos inmuebles en desuso a la actividad económica de la zona. "Lo mejor que puede pasar allí es que haya rápidamente forestación y empleo", afirmó.

En ABBE indicaron que la concesión de los espacios no implica transferencia de dominio. "En quince años cuando finalice el contrato, esas tierras volverán a manos del Estado", dijo Lanús. Este sería un primer caso de mil hectáreas del Plan Forestal 2018: si los resultados son positivos piensan extenderlo a otras superficies que pertenecen al Ejército. "Tenemos pensadas unas 10 mil y 20 mil hectáreas para forestar en Corrientes y una parte de Entre Ríos", confirmó el presidente de AABE y explicó que también proyectan forestar en tierras ferroviarias (ramales de trenes inactivos).

Cuáles son los requisitos

La concesión de uso se realizará por el tiempo que el concesionario demore en realizar la tala rasa, cuyo plazo no puede ser mayor a los 15 años, contados a partir de la fecha de la firma del contrato. El tipo de especie es eucaliptus y debe ser cultivado bajo las buenas prácticas forestales: se dejarán los tocones que deberán medir 20 centímetros para un futuro rebrote que quedará a favor del estado nacional. Además, los productores deberán pagar un canon y los fondos de la ley forestal como cualquier privado.

En el sector explicaron que en la Argentina hay 1,3 millones de hectáreas cultivadas (pinos, eucaliptos y salicáceas) y el potencial de la forestación podría alcanzar las 3,5 millones de hectáreas. Sin embargo, sólo se está industrializando el 50% por ciento. "En cuanto a objetivos, a diez años, se puede hablar de 2 millones de hectáreas cultivadas. A muy largo plazo si se llega a la totalidad de la superficie (3,5 millones) la Argentina podría generar exportaciones por 5 o 6 mil millones de dólares, un monto similar al de Chile", explicaron desde la Asociación Forestal Argentina (AFoA).

Desde la entidad se mostraron conformes con el plan y lo destacaron como "una buena oportunidad", pero aclararon que sería más apropiado que se utilice el derecho real de superficie y no la concesión. Osvaldo Vassallo, presidente de AFoA, dijo: "El derecho garantiza que el estado mantenga la titularidad de las tierras. Se va a forestar arriba de esa propiedad: el concesionario tiene derecho sobre el árbol pero no sobre el suelo", explicó.

Además, Vasallo destacó que el Plan llega en un buen momento para el sector donde el gobierno nacional tiene como objetivo el aprovechamiento de los bosques. El 15 de enero pasado, Mauricio Macri recibió por tercera vez a la Mesa Foresto Industrial. De la reunión participaron el ministro de agroindustria, Luis Miguel Etchevehere , productores, industrias, sindicatos y comercios de la madera, el papel y derivados.

domingo, 24 de septiembre de 2017

Vivero Municipal: la fábrica de árboles cumple 100 años

Por Mauricio Giambartolomei - LA NACION
En el predio de Parque Avellaneda, se cultivan unos 185.000 ejemplares al año; gran parte se coloca en el espacio público y en distintas áreas de gobierno.
Dos hombres trasplantan las flores de estación de macetas pequeñas a otras más grandes
Dos hombres trasplantan las flores de estación de macetas pequeñas a otras más grandes. Foto: LA NACION / Silvana Colombo.

Los ejemplares de catalpa, jacarandá, sesbania, tipa y fresno que se encuentran en una de las vidrieras de siembra no tienen más de diez centímetros. Son miniaturas de los árboles que cuando tengan al menos un metro y medio de altura se trasplantarán a algún espacio público porteño. Pero por el momento se encuentran allí, en el Vivero Municipal, con cuidados minuciosos y una dedicación artesanal, junto a otras especies de coníferas, arbustos, palmeras y flores de interior.

El predio de seis hectáreas situado en Parque Avellaneda es una de las "fábricas" de plantas y árboles de la ciudad. Las 200 especies que se cultivan pasan ahí sus primeros meses antes de llegar a plazas, parques y distintos organismos del gobierno. Cada uno de los ejemplares es parte de la historia del vivero que el próximo 28 de septiembre festejará los 100 años de su fundación.

La producción anual se cuenta de a miles. Todos los años se generan 25.000 ejemplares forestales, 10.000 plantas de interior y 150.000 flores de estación para dos períodos: primavera/verano y otoño/invierno.

Desde 1917, el vivero funciona en las tierras que pertenecían a la Hermandad de la Santa Caridad hasta 1828, cuando Domingo Olivera las compró para explotarlas con fines agrícolas. En marzo de 1912, la municipalidad de Buenos Aires las adquirió para convertirlas en el parque Nicolás Avellaneda, uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad por su extensión, forestación y patrimonio histórico y cultural.

Las 30 hectáreas del parque están delimitadas por la avenida Directorio y las calles Lacarra, Monte y Florentino Ameghino. Allí se encuentra la casona de la familia Olivera, que formaba parte de lo que era el casco principal de una estancia, hoy convertida en un centro cultural del barrio Parque Avellaneda.

"El vivero tiene diez áreas: semillero, rosaleda, cultivos de plantas interiores, coníferas, palmeras, arbustos, forestales, fitodecoración, floricultura y coordinación general y administración", explica Roberto Olivera, el coordinador general.

El camino de todos los ejemplares se inicia en el semillero, y desde ahí van directamente a los invernaderos o las dos vidrieras de siembra destinadas a especies forestales. Cada una puede albergar hasta 12.000 unidades que a los tres meses de ser cultivadas se trasplantan a macetas más grandes y se trasladan a vidrieras de acopio. En esos espacios permanecerán entre seis meses y un año, para luego pasar al espacio público.

Según datos oficiales, en la ciudad hay 1825 hectáreas de superficie verde entre plazas, parques, canteros, reservas y plazoletas, donde hay 51.503 árboles, palmeras y arbustos. Se suman a los 372.000 que se encuentran en las veredas, de acuerdos con los últimos datos oficiales, de 2011, uno cada ocho habitantes, la relación mínima recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En junio pasado se inició un nuevo censo de arbolado para conocer la cantidad, la diversidad y el estado fitosanitario. Se espera que los resultados estén listos en noviembre.

El de Parque Avellaneda es el principal vivero de la ciudad, pero también hay otros en el partido de Ituzaingó y en la Reserva Ecológica de Costanera Sur, donde se producen árboles y plantas para el espacio público.

Los primeros rayos de sol de la primavera crean un clima cálido que se siente aún más dentro de uno de los invernaderos de Parque Avellaneda, en el área de plantas interiores, donde crecen cientos de spathiphyllum y scindapsus, más conocidas como calita o potus. La temperatura es más elevada dentro de esa carpa de nylon, que también aporta una humedad deseada por los agrónomos que cuidan de las plantas.

"Creamos condiciones climáticas similares al hábitat natural, porque en realidad las plantas para interiores no existen. Son plantas que provienen de un clima tropical, de Misiones o Brasil", cuenta Rubén Rodríguez, el encargado del área, que trabaja en el vivero desde hace 32 años.

Reserva para recambio

Varios chicos de guardapolvo que están haciendo una visita guiada al vivero caminan por esa zona de producción donde se generan unas 10.000 plantas por año. "[Lo producido] va a instituciones del gobierno como los centros de gestión y participación, hospitales, comisarías y ministerios. De acá salen las plantas que uno ve cuando está esperando un turno", explica Rodríguez.

El 80% de estos cultivos quedan en el invernadero como reserva para recambio. Los pedidos de las diferentes áreas de gobierno son a diario y la cantidad de ejemplares está sujeta al destino.

Petuñas, copetes, corales, helechos de arroz y otras herbáceas cultivadas hace dos meses son las más demandadas en esta época. Los invernaderos donde se cultivan son como arcoíris, surcados por franjas de colores que se mezclan a lo largo del espacio. "Tenemos entre 30.000 y 40.000 ejemplares listos para trasplantar, pero la producción anual es de 150.000 plantas", resume Carlos Sampayo, el responsable del área de floricultura.

Además de las plantas y flores pequeñas que florecen en el Vivero Municipal -que depende de la Secretaría de Atención y Gestión Ciudadana porteña- y se trasplantan a la vía pública, otros ejemplares de mayor tamaño siguen el mismo camino.

Los festejos serán durante toda la semana. Empezarán mañana con la visita de funcionarios y se espera que Horacio Rodríguez Larreta realice una recorrida.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Macri quiere que se instalen cuatro papeleras más en la Mesopotamia

Macri con los gobernadores mesopotánicos(LPO) - Así quedó manifiesto en una reunión con empresarios y gobernadores. El plan para desarrollar la industria forestal.

Según pudo averiguar LPO, Macri está obsesionado con cuatro puntos que giran en torno a aumentar las exportaciones, invertir en plantas de papel, construir viviendas de madera y fomentar el uso de energía en base a biomasa forestal.

Estos aspectos surgieron debido a que los empresarios manifestaron su preocupación por el alto nivel de capacidad ociosa que registran actualmente las madereras: se calcula que un 50% de los 20 millones de metros cúbicos producidos por año no se cosecha.

Fue así cuando Macri planteó un objetivo más que ambicioso, no sólo en términos económicos, sino también políticos por el elevado grado de sensibilidad respecto a eventuales reclamos ambientalistas y diplomáticos con Uruguay y Brasil. Es que en la reunión se habló sin tabúes de instalar en la Mesopotamia tres o cuatro papeleras como las que están produciendo en los países vecinos que comparten el río Uruguay con la Argentina para volcar el excedente de producción allí mismo.

El dato político quizá más relevante fue que en esa reunión estuvieron presentes los gobernadores de Corrientes, Ricardo Colombi; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; y de Misiones, Hugo Passalacqua, quienes estuvieron de acuerdo con el plan.
Macri con el CEO de Marubeni, empresa japonesa dedicada al sector forestal.

Sucede que para estas tres provincias la industria maderera es de suma importancia dado que, según datos oficiales, genera más de 194 mil puestos de trabajo formales independientemente de que se trate de un sector con un alto nivel de marginalidad. Para tener una idea, la instalación de una planta industrial de celulosa y papel tiene un costo aproximado de u$s 1.500 millones por lo que se necesitaría atraer inversores extranjeros que ya tienen la fallida experiencia con Botnia en Gualeguaychú.

Así las cosas, también se habló en el encuentro del plan para construir 50 mil viviendas de madera por año que, según dicen los empresarios, ayudaría a paliar el déficit habitacional y a fomentar las plantaciones forestales comerciales a largo plazo. Asimismo, los empresarios instaron a atraer inversiones en plantas de energía eléctrica en base a biomasa poniendo como ejemplo que la calefacción con chips de madera podría reducir en un 40% el consumo en lugares donde no hay gas natural.

En tanto, el objetivo que se trazó respecto a las exportaciones es lograr que el sector genere un ingreso de divisas del orden de los u$s 500 millones por año, aunque para esto es necesario obras en hidrovías, bitrenes, puertos, rutas y caminos.

Radiografía del sector

Actualmente en la Argentina hay 1,3 millones de hectáreas cultivadas, al tiempo que el potencial de la forestación local podría alcanzar las 3,5 millones para el año 2030 triplicando la plantación actual de 40.000 a 120.000 hectáreas por año.

Se calcula que la industria está compuesta por 8.441 unidades productivas de las cuales un 98% son pequeñas y medianas empresas, mientras que el valor bruto de la producción de la cadena el año pasado fue de u$s 13.016 millones.

Según datos del sector privado, la incidencia del transporte y la logística supera el 45% del valor de exportación en el caso de la madera. Los costos portuarios son cinco veces más caros que en Brasil y Chile (u$s 150 versus u$s 1.000).

En gastos de despachante, naviera, terminal portuaria y depósito fiscal, la Argentina paga hasta un 160% más que Uruguay (el sector tiene una balanza comercial deficitaria de u$s 700 millones por año debido principalmente a la importación de papel).

Entre 2000 y 2015, la superficie plantada en Latinoamérica aumentó un 55% en promedio. En ese período, en Brasil (principal exportador mundial de pulpa de papel) se expandió 49%; Chile 57%; Uruguay 69%; y la Argentina sólo creció 12%.

Esto último se explica porque de 1990 a 2015, Brasil invirtió en el sector más de u$s 20 mil millones; Chile u$s 8 mil millones y Uruguay u$s 3 mil millones. En la Argentina la última inversión en plantas de celulosa y papel fue en 1982 (Alto Paraná). 

sábado, 31 de octubre de 2015

Crean árboles de mas de 40 frutas

(Diario Ecología) - Puede parecer algo salido de una pintura, pero es la obra real que Sam Van Aken espera completar en unos años. Se llama El árbol de 100 frutas (The Tree of 100 Fruits) y representa la meta final de un curioso proyecto iniciado por este profesor y artista estadounidense.
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A completarse en 15 años, esta imagen ilustra el futuro de los árboles de 40 frutas que Van Aken ya creó injertando en un mismo tronco varios tipos de ramas de árboles frutales. Por ahora, sus creaciones producen duraznos, ciruelas, nectarinas, albericoques y cerezas. Pronto, si el experimento funciona, también tendrán almendras: todo en uno.

Van Aken llama a su proceso “escultura a través de injertos”. Cada árbol se construye a partir de técnicas de injertado, donde el artista hace pequeños cortes en el tronco e inserta una rama nueva. Luego de atarla y encintarla, el corte se cierra y la rama comienza a crecer junto al tronco.

Cada árbol tarda unos cinco años en desarrollarse lo suficiente para sumarle los 40 injertos que lo componen. El resultado es un árbol colorido, multifrutal y totalmente.

“Quería que el árbol interrumpiera y transformara la cotidianidad”, dijo Van Aken. “Cuando el árbol florece inesperadamente en colores diferentes y observas los distintos tipos de fruta colgadas de las ramas, no sólo cambia la forma en que lo ves, sino que cambia la forma en que percibes las cosas en general”.

Para su creador, uno de los propósitos de estos árboles es conservar la diversidad de variedades nativas de los Estados Unidos, pero este no es un proyecto puramente horticultural. Los árboles también son resultado de un proceso creativo, escultural: es la manipulación de un material vivo.
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Como expresión artística, el punto de partida para intentar desentrañar el significado de estos árboles parte en las referencias bíblicas que Van Aken utiliza para titular sus exposiciones. New Edens (Nuevos Edenes) recuerda al relato del Génesis, y tal vez intente prometernos una redención del pecado original. Además, en sus 40 frutas, estos árboles hacen alusión a un número recurrente en la Biblia, que aparece, por ejemplo, en los 40 días que duró el diluvio universal y los 40 días que demoró el pueblo de Israel en llegar a la Tierra Prometida.

Pero no es todo. La obra de Van Aken también alude a todo un grupo de connotaciones culturales que tradicionalmente asociamos a los árboles -como fertilidad, estacionalidad, linaje- y, por supuesto, a un conjunto nuevo de interpretaciones que nacen del trabajo original del artista. Entre ellos, cabe mencionar la sustentabilidad, la conservación, las formas que encontramos para producir nuestros alimentos y cómo utilizamos la naturaleza como forma de hacer arte. Como dice Van Aken, el verdadero significado estará en el ojo de quien lo mire.
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Por otro lado, estos curiosos ejemplares no se quedan atrás como árboles frutales destinados al consumo humano. A diferencia de los árboles tradicionales, los árboles de 40 frutas no producen grandes cantidades de una sola variedad de fruta que se echa a perder al poco tiempo: producen cantidades moderadas de muchas clases. Además, como las frutas maduran en tiempos distintos -entre julio y octubre- tampoco inundan la casa de frutas sólo una vez al año.

martes, 20 de octubre de 2015

Los efectos colaterales de plantar un árbol

Por Laura Rocha - LA NACION
Descubren que las especies exóticas en el Sur corrieron a las hormigas
Plantar cualquier especie de árbol en cualquier lugar no siempre es bueno. Así lo revela un estudio científico que muestra un caso emblemático en la Patagonia argentina: después de casi 35 años, en las áreas forestadas con un tipo de pino ya no hay hormigas.

En medio del actual debate acerca de cuán conveniente es seguir forestando para luchar contra el cambio climático en esa región, la investigadora Amy Austin, profesora de la cátedra de Ecología de la Facultad de Agronomía de la UBA e investigadora del Conicet, advierte sobre los impactos ambientales impensados al tomar decisiones sin una base científica sólida.

"Mucha gente está proponiendo plantaciones de árboles para secuestrar carbono y mitigar el impacto humano sobre la concentración de CO2 en la atmósfera, pero no tenemos mucha idea de cómo estamos afectando los ecosistemas. Por ejemplo vimos que al forestar con pinos, las hormigas desaparecen de esos terrenos. Ahora estamos tratando de entender cuáles son las consecuencias de estos cambios tan radicales sobre la biodiversidad del suelo", comentó Austin, que desarrolló su trabajo junto a la bióloga Adelia González Arzac.

Las forestaciones en la Patagonia comenzaron en la década del 70 gracias a incentivos impositivos del Estado nacional, que buscaba aumentar la producción de celulosa y papel. Hoy, la superficie forestada allí es de casi 70.000 hectáreas. En su mayoría se implantaron especies exóticas, para lo que se removió el bosque nativo y, en particular, el bosque mixto de coihue y ciprés. Actualmente, estas plantaciones estarían acercándose al momento de ser taladas.

martes, 8 de septiembre de 2015

Argentina, en el top ten de un incómodo ranking ambiental

Resultado de imagen para deforestacion argentinaPor Matías Longoni (Clarin.com) - Está entre los países que más deforestan en todo el mundo: cada año pierde el 1% de sus bosques.


La Argentina está entre los países que más deforestan en todo el mundo: cada año pierde cerca de 300.000 hectáreas de sus apreciados bosques, lo que equivale al 1% de su masa boscosa total. Esta situación la coloca en el incómodo "top ten" de un ranking presentado hoy por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en el Congreso Forestal Mundial que se realiza en Durban, Sudáfrica. Figura novena entre los diez países que menos cuidan sus árboles nativos.

La FAO se ocupa de medir la evolución de los bosques en todo el mundo desde 1990, en coincidencia con la aparición en el escenario internacional de una creciente preocupación por el calentamiento global, el cambio climático y la necesidad de proteger los recursos naturales. En aquel entonces, según este registro histórico, la Argentina contaba con 34,7 millones de hectáreas de bosques naturales. Ahora -25 años despúes- se han reducido a 27,11 millones de hectáreas. Es decir que el país perdió en un cuarto de siglo el 22% de sus bosques, unas 7,6 millones de hectáreas.

De este modo, la Argentina desafortunadamente viene contribuyendo a la alarmante deforestación a nivel global. Según la FAO, desde 1990 se han perdido 129 millones de hectáreas, una superficie equivalente a todo Sudáfrica, país que alberga este congreso forestal que convocó a más de 4.000 especialistas. O la mitad de las 273 millones de hectáreas contenidas dentro de las fronteras argentinas.

En el ránking global de países que más desforestan Brasil ocupa tranquilamente el podio, con cerca de 1 millón de hectáreas del Amazonas erradicadas cada año. Lo siguen Indonesia (- 684 mil hectáreas anuales), Myanmar (-546 mil), Nigeria (-410 mil) y Tanzania (-372 mil). Paraguay aparece sorpresivamente en el sexto lugar, con la pérdida de 325 mil hectáreas cada año. Este fenómeno está muy vinculado con lo que también sucede en la Argentina, ya que ambos países comparten el llamado Gran Chaco, una de las regiones forestales más amenazada a escala global, con 10 millones de hectáreas que corren peligro por el avance de la agricultura.

La Argentina, donde la deforestación también estuvo muy ligada al avance de la soja en dicha región, quedó novena en el ránking de la FAO. Tomando en cuenta los últimos cinco años, desde la presentación del anterior informe, en el país se ha desmontado casi 1 millón y medio de hectáreas, o un promedio de 297 mil hectáreas cada año. Lo preocupante es que, a diferencia de Brasil, el ratio de deforestación es del 1% anual, mientras que en el vecino país (que dispone de superficies boscosas mucho mayores) representa apenas 0,2% del área total de bosques naturales.

lunes, 23 de marzo de 2015

Fuerzas Armadas hondureñas trabajan junto a civiles para proteger y reforestar bosques

Por Holger Alava - Dialogo
Más de 2.000 soldados y 100 oficiales de las Fuerzas Armadas de Honduras trabajan con civiles a lo largo del país para evitar y controlar incendios forestales a través del programa de gobierno “Chamba Comunitaria”.

La iniciativa, que creará unos 45.000 puestos de trabajo durante los próximos tres años, coordina el trabajo de civiles y personal del Ejército, e incluye esfuerzos de reforestación. Chamba Comunitaria sigue los esfuerzos de al menos 100 soldados en febrero, trabajando con pequeñas empresas, para contener incendios en el departamento de El Paraíso y garantizar la seguridad de las principales salidas en las ciudades afectadas.

Trabajando con las comunidades

Las tareas realizadas por los soldados implican un desafío físico. “Es un trabajo arduo con machetes y azadas”, manifestó el Coronel Fredy Pineda, Comandante del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente de las Fuerzas Armadas. “Estamos trabajando en el eje norte y en Danlí. Luego, nos trasladaremos a Olancho y la salida al sur. Hemos capacitado a siete municipios en el sector norte, incluyendo organismos de obras hidráulicas, fideicomisos y cooperativas, entre otros”.



Residentes hondureños asisten a un taller patrocinado por las Fuerzas Armadas de Honduras sobre prevención y control de incendios forestales. [Imagen: Fuerzas Armadas de Honduras]        Integrantes de las Fuerzas Armadas y la población civil participaron en una capacitación sobre las mejores formas de evitar y controlar incendios forestales. [Imagen: Fuerzas Armadas de Honduras]

“En el sur, hemos trabajado con las comunidades con los índices más altos de incendios forestales, tales como los cinco mayores municipios en el sur de El Paraíso, entre los que se encuentran Yauyupe y Texiguat. Los próximos puntos de capacitación son Siguatepeque, Guaimaca y San Marcos de Colón”.

En el marco del programa, residentes civiles son contratados para proteger a los bosques de incendios, mientras que personal militar apaga incendios y mantiene las cuencas. El personal de los departamentos de Comayagua y El Paraíso ha sido entrenado, con un enfoque en la educación de la población civil sobre cómo evitar incendios y maximizar la seguridad pública.

Chamba Comunitaria beneficiará especialmente a los municipios que son más vulnerables a incendios forestales durante los meses de verano, según lo determinado por el Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre de Honduras (ICF), que ha establecido zonas de riesgo y ha priorizado actividades de prevención.

El aporte municipal es vital en este desafío conjunto, según el Coronel Pineda. El Plan de Protección Forestal clasifica niveles de riesgo considerando variables tales como las condiciones meteorológicas del lugar, la cantidad de vegetación proclive a incendiarse en la región, la accesibilidad al lugar y su proximidad a las poblaciones civiles.

Patrullas a pie y tecnología

Como parte del trabajo de prevención, las fuerzas militares están aumentando la reforestación en zonas deforestadas y degradadas a través de la producción de 700.000 plantas en viveros. También realizan patrullajes de manera regular en estas zonas y llevan a cabo controles en puntos fijos y móviles con el objetivo de frenar la tala ilegal y el comercio de madera, que pueden dañar al medio ambiente e incrementar las posibilidades de que se produzcan incendios.

Por su parte, la Secretaría de Defensa Nacional, a través del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente de las Fuerzas Armadas, asignará personal a los diferentes municipios para proteger y conservar los bosques, la calidad del aire y el agua, así como también para reducir el impacto del cambio climático. Por ejemplo, el personal militar del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente de las Fuerzas Armadas enfocará sus esfuerzos en patrullar regiones forestales para inspeccionar si hay colillas de cigarrillos encendidas, que son la principal causa de los incendios forestales.

A su vez, el gobierno también ha realizado alianzas y acuerdos con empresas de telefonía móvil del país, facilitando torres de monitoreo forestal donde el personal militar puede activar la alarma y organizar una rápida respuesta en caso de incendio.

La educación también es un importante elemento del esfuerzo de prevención.

El 13 de enero, personal del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente de las Fuerzas Armadas dictó un taller sobre la prevención y control de incendios forestales en el municipio de Guaimaca, departamento de Francisco Morazán. Guaimaca es conocido por sus recursos naturales y su inmensa biodiversidad, rodeado de dos importantes reservas naturales; sin embargo, sus áreas forestales son utilizadas por grupos del crimen organizado para la tala ilegal e indiscriminada, lo cual daña el medio ambiente y aumenta las probabilidades de que se produzcan incendios forestales.

En otro programa educativo, el 24 de febrero, el ICF dictó un taller de prevención de incendios forestales en el programa Chamba Comunitaria. Al menos 40 alcaldes presentaron planes de protección forestal y control de plagas al Director Ejecutivo del ICF, Misael León Carvajal. Los asistentes aprendieron acerca de los proyectos forestales y los procedimientos administrativos del programa.

El ministerio de Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización, así como la Oficina Presidencial también participaron del taller.

La deforestación ha aumentado con el incremento del crimen organizado

La iniciativa de protección forestal está diseñada para proteger las 5,4 millones de hectáreas de regiones forestales que tiene Honduras, las cuales albergan una impresionante amalgama de ecosistemas, biodiversidad y belleza escénica.

Alrededor del 40 por ciento de la cubierta forestal, que equivale a 2,2 millones de hectáreas, se ve amenazada cada año por incendios. Los municipios con más cantidad de incendios forestales son el Distrito Central, Puerto Lempira, Danli, Juticalpa y Siguatepeque. Hasta junio de 2014, unos 68 incendios forestales habían afectado a 81.506 hectáreas.

Mientras tanto, la tasa de deforestación al este de Honduras había tenido una ligera disminución hasta el 2007. Ese año, grupos del crimen organizado en México tales como Los Zetas y el cartel de Sinaloa aumentaron significativamente sus operaciones al este de Honduras, talando árboles para construir pistas de aterrizaje clandestinas para aviones que transportan drogas.

Después de eso, la tasa de pérdida forestal en Honduras aumentó drásticamente. Entre 2007 y 2011, se multiplicó por nueve la pérdida forestal en zonas sensibles en términos ambientales al este de Honduras, de aproximadamente 20 km2 en 2007 a aproximadamente 180 km2 en 2011, según la revista Science.

El problema adquirió tal magnitud que en 2011, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) nombró a la Reserva de la Biosfera de Río Plátano —hogar de especies de animales exóticos y en peligro de extinción tales como osos hormigueros gigantes, jaguares, ocelotes y guacamayos— como zona de “Patrimonio de la Humanidad en peligro” .

viernes, 28 de noviembre de 2014

Presentaron nuevos clones de sauces

(INTA Informa) - Investigadores del INTA Delta del Paraná –Buenos Aires–desarrollaron seis nuevos cultivares de sauce, caracterizados por el rápido crecimiento, la forma y la aptitud maderera. Este logro amplía y mejora la disponibilidad forestal de la región.
Presentaron nuevos clones de sauces
El Delta del Paraná es el marco físico más importante para las plantaciones de Salicáceas –sauces y álamos– en el país. Los sauces se adaptan bien a los sitios bajos, predominantes en la región Delta, considerándose un género forestal clave para aumentar sustancialmente la superficie plantada en la cuenca. Por esto, investigadores del INTA presentaron seis clones de sauces que se caracterizan por el rápido crecimiento, la forma y la aptitud maderera.

“Con el objetivo de ampliar y mejorar la disponibilidad varietal pudimos inscribir los nuevos sauces: Agronales INTA-CIEF, Los Arroyos INTA-CIEF, Géminis INTA-CIEF, Lezama INTA-CIEF, Ibicuy INTA-CIEF y Yaguareté INTA-CIEF”, expresó Teresa Cerrillo, investigadora del Programa de Mejoramiento Genético del género Salix del INTA Delta del Paraná.

Los clones, que fueron inscriptos recientemente en el Registro Nacional de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas (INASE), se destacan por la velocidad de crecimiento, calidad del fuste, sanidad, adaptación y aptitud de la madera para usos industriales.
De acuerdo con Cerrillo, “para la obtención de esta primera serie de clones mejorados, se realizaron cruzamientos controlados y libres y se amplió la base genética”.

“Debido a las diferencias clonales que poseen, se pueden realizar recomendaciones específicas para la plantación según las características del sitio”, indicó la especialista quien explicó: “Agronales INTA CIEF y Géminis INTA CIEF prosperan en sitios bien drenados y altos –como caídas de albardón– y no resultan adecuados para ambientes con alto riesgo de anegamiento prolongado”.

De acuerdo con Cerrillo, “para la obtención de esta primera serie de clones mejorados, se realizaron cruzamientos controlados y libres y se amplió la base genética”.

Por su parte, Ibicuy INTA-CIEF, Yaguareté INTA-CIEF, Lezama INTA-CEF y Los Arroyos INTA-CIEF mostraron mayor rusticidad a inundaciones críticas –eventos extremos y prolongados–.
En general, todos poseen buena aptitud para usos sólidos y, cuatro de los seis, demostraron también excelentes propiedades tecnológicas para la industria del papel como resistencia al rasgado, a la tracción y opacidad. “Estas características representan una valiosa aptitud doble propósito”, dijo la especialista del INTA.

En este sentido, Yaguareté INTA-CIEF, Lezama INTA-CIEF, Los Arroyos INTA-CIEF, Géminis INTA-CIEF y Agronales INTA-CIEF se destacan por su aptitud para papel y para usos sólidos. “Este atributo, junto a la mejor forma y el crecimiento rápido, constituyen una innovación tecnológica en sí, ya que hasta el momento ningún clon tradicional poseía ese perfil integrado”, destacó Cerrillo.
Asimismo, la técnica del INTA aseguró que “si bien la selección de materiales está primordialmente orientada al territorio Delta del Paraná, estos clones seleccionados están siendo probados en otras regiones como Río Negro, Neuquén, Chubut, Mendoza, Cuenca del Salado y Tucumán”.

Los seis genotipos experimentales se encuentran en la etapa temprana de mejoramiento, lo cual dará continuidad al programa para futuras liberaciones de material mejorado. Se obtuvieron en el marco del Proyecto Nacional de Mejoramiento Genético del INTA, con apoyo del Programa de Domesticación y Mejoramiento de Especies Forestales Nativas e Introducidas para Usos de Alto Valor (PROMEF) .
Los clones, que fueron inscriptos recientemente en el INASE, se destacan por la velocidad de crecimiento, calidad del fuste, sanidad, adaptación y aptitud de la madera para usos industriales.

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martes, 27 de noviembre de 2012

El árbol que puede salvar al mundo

En Texas están utilizando un árbol que podría purificar un suelo infértil y dejarlo listo para ser utilizado en cualquier tipo de cultivo. Y no sólo eso, sino que este árbol absorbe 10 veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol, y arroja mucho más oxígeno. ¿Qué árbol? El Kiri.
el arbol que puede salvar El árbol que puede salvar al mundo

El árbol Kiri, originario de China, es también conocido como árbol Emperatriz o Paulownia tormentosa. Suele crecer entre 10 a 25 metros de altura, con troncos de entre 7 y 20 decímetros de diámetros. Pero se caracteriza por sus grandes hojas, que llegan a los 40 centímetros de ancho.
el arbol que puede salvar1 El árbol que puede salvar al mundo
Es un árbol popular como ornamento, así se hicieron famosos en Japón, y desde allí entraron en Europa en 1834. Pero lo que lo hace tan distintivo es su supervivencia a diferente inclemencias. Por ejemplo sobreviven al fuego, ya que pueden regenerar sus raíces y vasos de crecimiento de forma rápida. También tolera la polución, y no exige suelos fértiles.
Es por esta razón que se la utiliza como “planta pionera”, o sea que el kiri es un árbol que puede proveer un buen abono a una tierra previamente poco fértil. Sus hojas son ricas en nitrógeno (buen abono) y las raíces previenen la erosión.  Como si fuera poco, crece muy rápido.

Pero lo malo del Kiri es que cuando tiene que competir con otros árboles más altos que le dan sombra no prospera.

el arbol que puede salvar2 El árbol que puede salvar al mundoEn Texas ha comenzado un proyecto llamado Kiri Revolution (La Revolución Kiri) que consiste en plantar un millón de kiris para así dejar el suelo purificado y lograr que recupere sus propiedades. El proyecto es llevado a cabo por Chris Sanders y Brittany Turner que no sólo eligieron al kiri por sus propiedades fértiles sino porque también absorbe diez veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol en el mundo, y como si fuera poco emite grandes cantidades de oxígeno. O sea que es ideal para la lucha contra el cambio climático.
Texas tiene el suelo, el aire y el agua muy contaminada. Por eso Sanders y Turner eligieron al kiri, que puede prosperar en suelos y aguas contaminadas, al tiempo que purifica la tierra en la que crece.

297463836 a13e535055 El árbol que puede salvar al mundoOtra ventaja es que el kiri es el árbol de crecimiento más rápido del planeta. En apenas ocho años, una semilla de kiri llega al tamaño de un roble de 40 años. En sólo un año llega a los cuatro metros y medio de altura.


Como si fuera poco sus hojas pueden utilizarse para hacer un rico té, y al parecer sus flores, de rico aroma, atraen a las abejas y generan una miel más rica, eso dicen.

El kiri es el árbol del futuro, se dice en muchos medios. Pero creo que es el árbol del presente, ahora mismo lo podemos aprovechar.  Pueden ser de gran ayuda contra el calentamiento global y contra la desertificación.

Otra feliz coincidencia con Proyecto Pragmalia: 
http://proyectopragmalia.blogspot.com.ar/2009/08/191-incrementar-la-forestacion-con.html

jueves, 16 de febrero de 2012

Un país con un potencial enorme

Hay 4,5 millones de ha forestables; reclaman incentivar la industrialización
Si algo caracteriza a la forestación en la Argentina es que todavía tiene un potencial enorme para seguir creciendo. No sólo en materia de producción primaria, sino que queda mucho por avanzar en el camino de la generación de valor agregado.

"En la Argentina hay 1,2 millones de hectáreas forestales cultivadas", dijo José Urtubey, vicepresidente de la Asociación Forestal Argentina (AFOA). El potencial que todavía existe para este sector es enorme, si se tiene en cuenta que hay disponibles unas 4,5 millones de ha que no compiten con la agricultura, porque se trata de suelos degradados. Desde AFOA creen que el avance sobre esas tierras no sólo redundaría en ventajas económicas, sino también ambientales, porque evitaría la erosión y desgaste de esos suelos y por la captura de carbono.

El potencial no sólo está marcado por la disponibilidad de tierras, sino también por la productividad que éstas tienen. Mientras que en Canadá un pino tarda 80 años en crecer, en la Argentina llega a la etapa productiva en 18 años. Este dato adquiere más valor si se tiene en cuenta que esas especies fueron importadas de Canadá.

Hoy, la forestación representa poco más del 1% del PBI y genera 500 mil empleos directos e indirectos. Hay provincias para las que esta actividad es vital. Es el caso de Misiones, donde se calcula que el 70% de la población depende de la industria forestal, según explicó AFOA.

"El punto en el que la Argentina necesita dar un salto de calidad importante es en la industrialización. Hoy hay un stock de madera de 24 millones de metros cúbicos. Sólo se industrializa el 50%. El resto, no sólo está inutilizado, sino que puede empezar a tener problemas sanitarios", explicó Urtubey.

Según Lucrecia Santinoni, directora nacional de Producción Agrícola y Forestal, "la decisión de crear la subsecretaría de Valor Agregado y Nuevas Tecnologías, tiene como principal objetivo la ejecución de herramientas de promoción y apoyo de todos los emprendimientos vinculados al agregado de valor de los productos de origen agropecuario. Por supuesto entre estos se encuentran los forestales", y agregó: "Diría que es una de las estrategias más importantes para darle impulso, no sólo a ese sector, sino para desarrollo económico territorial en general".

Santinoni explicó que a nivel forestal, hasta ahora, se vino trabajando en el marco de la Ley de Promoción Forestal 25.080 y su prórroga, la 26.432. "Estas normas prevén el financiamiento de hasta el 80% de los costos de implantación, y las tareas de raleo y poda en áreas forestadas". La ley 25.080 comenzó a ejecutarse en el 2000. Hasta la fecha, el monto ejecutado supera los $ 430 millones, los beneficiarios son casi 30.000 y los planes presentados son algo más de 20.000, dijo Santinoni.

Un aspecto importante por tener en cuenta es que "sólo se financian proyectos que estén en concordancia con la ley 26.331, de presupuestos mínimos, cuya autoridad de aplicación es la Secretaria de Ambiente", aclaró Santinoni. Entre las cuestiones consideradas está la prohibición de la explotación de áreas naturales protegidas.

Para fomentar el valor agregado de la actividad, además, se está ejecutando una donación del Banco Mundial, que se destina principalmente a la investigación y desarrollo de las alternativas de industrialización. Según Santinoni, también se están analizando modelos corporativos de producción forestal, para fomentar la asociación de productores, para el establecimiento de pequeños aserraderos o la generación de energías alternativas a partir del aserrín desechado.

Sin embargo, pesa sobre el país un estigma, que funciona como un obstáculo para las actividades cuya rentabilidad se obtiene en el largo plazo. Según un informe elaborado por el Foro de Inversiones y Financiamiento, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), "la inestabilidad política de la Argentina es un factor que limita las inversiones extranjeras y domésticas para este sector". El informe fue publicado en noviembre de 2010.

Otras de las limitantes mencionadas fueron las "retenciones a la exportación", "la deficiencia logística", "los problemas de abastecimiento energético", y "la percepción negativa que tiene la sociedad hacia este tipo de actividades". En este caso particular, menciona el conflicto desatado con Uruguay por la instalación de las papeleras en Fray Bentos.

DIXIT
"Hoy hay un stock de madera de 24 millones de metros cúbicos. Sólo se industrializa el 50%. El resto, no sólo está inutilizado, sino que puede empezar a tener problemas sanitarios". José Urtubey , vicepresidente de AFOA .

Fuente: Diario La Nación

Las múltiples caras de la forestación

Por Mercedes Manfroni para LA NACION
Un nuevo concepto de forestación. No sólo se trabaja cada vez más con bosques implantados, proceso que comenzó a gestarse hace 40 años, con el fin de proteger los bosques nativos. Sino que, además, empezó a generarse una diversificación de la actividad que no termina con la tala de la madera. Es que la industria forestal tiene un gran potencial de crecimiento. Sólo se industrializa el 50 por ciento de la madera que se produce.

Alto Paraná, una de las firmas forestales más importantes de la Argentina y del mundo, es un claro ejemplo de esta tendencia que busca agregar valor a los bosques implantados, maximizar los servicios ambientales y hasta generar energía alternativa a través de los desechos del proceso industrial. En su caso particular, también se está trabajando en la puesta en marcha de un emprendimiento turístico. Esta diversificación del negocio fue la que determinó que Alto Paraná recibiera el año pasado el premio a la Excelencia Agropecuaria La Nacion Banco Galicia. Esta empresa, de origen chileno, fue creada en 1975. Funciona en la Argentina desde 1996, en donde radicó el aserradero más grande de América latina, ubicado en Misiones.

En esa provincia la empresa tiene dos plantas más. Además, allí posee 233.000 hectáreas de bosques. Pero se fue expandiendo por el territorio nacional y ya posee emprendimientos en Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos, que suman 25 mil hectáreas más. Por año, factura 2500 millones de pesos. Cerca de 55% de su producción se destina al mercado externo y el resto al local. "Anualmente, implantamos entre 7000 y 9000 hectáreas, que equivalen a unos 13 millones de árboles", dijo Pablo Mainardi, gerente general de Alto Paraná, y agregó: "Nosotros sólo industrializamos bosques implantados".

De las 233.000 hectáreas que tienen en Misiones [provincia cuya superficie total es de 3 millones de hectáreas], la mitad fueron cultivadas por la empresa, mayoritariamente con pinos, pero también con algo de eucaliptos. La otra mitad son importantes reservas que no pueden tocar, entre ellas, la Reserva San Jorge que contiene los pocos Palos Rosas que quedan en la provincia y la mayor cantidad de sus Yaguaretés. "La idea es abrirla a la comunidad en forma muy cuidada y generar algunos proyectos turísticos", comentó Mainardi. Y anticipó que planean que la visita a la reserva se convierta en un paseo más de la oferta que tiene Misiones en materia de turismo.

Valor agregado
"Tenemos tres líneas de negocios para industrializar la ruralidad", dijo Mainardi, utilizando el concepto elegido por la presidenta Cristina Fernández y el Ministerio de Agricultura. Uno de los caballitos de batalla de Alto Paraná es la planta de MDF (tableros de madera de mediana densidad) que comenzó a funcionar en 2002, y requirió una inversión de 100 millones de dólares. Este producto se utiliza en la fabricación de muebles y en la construcción. Con él se consiguen mejores terminaciones que con el aglomerado.

El año pasado, se hizo otra importante inversión, de 50 millones de dólares, con la que se levantaron dos plantas. Una de ellas, de Celulosa Fluff, material que se utiliza para producir papel y papel tissue, como para fabricar el material absorbente que se usa para pañales. En la otra planta se recubren con melamina los tableros de MDF.

Hoy los mercados más importantes que tiene la Argentina para su celulosa son Brasil, Sudáfrica y China. A los dos primeros también se dirigen los tableros de MDF. Pero hay mercados a los que se exporta esporádicamente, como sucede con los países de Medio Oriente.

Según Mainardi, la crisis económica mundial deprimió los precios de los productos de la industria forestal. Por eso, para las empresas del sector, es importante mejorar la productividad de la actividad. Sobre la base de la selección de sus mejores variedades, Alto Paraná consiguió incrementar en un 50% el rendimiento de sus especies, en los últimos 15 años.

Energías alternativas
Pero hay otras formas de mejorar la competitividad de la empresa, que no dependen exclusivamente de la productividad de los bosques. Alto Paraná, a partir de los desechos de sus procesos industriales, comenzó a generar la energía para autoabastecerse. Se trata de energía limpia que se obtiene de la combustión de los desechos de la madera. Con la energía que sobra también se abastece a la red provincial.

De esta manera, no sólo se aprovechan los desechos y se ahorra energía, sino que también se genera huella de carbono positiva, condición que tienen en cuenta los mercados internacionales a la hora de importar un producto.

Aunque la humedad de Misiones hace poco probable la hipótesis de incendios, la empresa sabe que, frente a esos accidentes, "lo fundamental es llegar rápido", señaló Mainardi. Por eso es que Alto Paraná creó sus propias brigadas contra los incendios forestales y también trabaja con las comunidades para concientizar y capacitar a la gente para que pueda ayudar a evitarlos.

Con este tipo de inversiones, tan focalizadas en el largo plazo, cuya rentabilidad comienza a percibirse recién después de transcurridos los primeros 15 o 18 años, la Ley de Tierras y sus consecuencias merece un capítulo especial. "Lo que hay que esperar es que el decreto reglamentario contemple que los proyectos productivos y, especialmente los forestales, puedan seguir funcionando", dijo Mainardi, esperanzado. La preocupación de este sector, radica en el límite de hectáreas productivas que pueden estar en manos de extranjeros. En la pampa húmeda no pueden ser más de 1000 hectáreas. Estas dimensiones no alcanzan para satisfacer los requerimientos de la industria forestal.

OTRA FACETA

Recursos humanos.
La capacitación de los recursos humanos es otro aspecto fundamental que determina la productividad y que también está contemplado por Alto Paraná. La empresa sostiene dos colegios en Misiones: Los Lapachos, en Puerto Esperanza, con 493 alumnos, y Nuestra Señora de los Milagros, en Puerto Piraí, a la que concurren 450 estudiantes...

Plan.
Varios de los profesionales que hoy están trabajando en la empresa se formaron en los colegios que apoya Alto Paraná como parte de su programa de Responsabilidad Social Empresaria. En total, la empresa tiene 1700 empleados y se calcula que son 4000 personas las que trabajan de manera directa e indirecta.

500.000 Empleos
Son los que en forma directa e indirecta genera la forestación. Además representa poco más del 1 por ciento del producto bruto interno del país. El stock de madera es de 24 millones de metros cúbicos y se industrializa sólo el 50 por ciento de esa producción.

2500 Millones de pesos
Son los que factura Alto Paraná en la Argentina. Por año, la firma implanta entre 7000 y 9000 hectáreas, que equivalen a unos 13 millones de árboles. En Misiones posee 233.000 hectáreas y tiene emprendimientos en Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos.

sábado, 5 de noviembre de 2011

¿Qué beneficios produce la forestación?

Por la Fundación Siglo XXI
El mercado mundial de productos forestales es de 140.000 millones de dólares con tendencia creciente. Supera al mercado combinado de gra­nos y oleaginosas o al de carnes y lácteos. Además opera sin barreras ni restricciones comerciales a diferencia del mercado de cereales y carnes.

Mientras que el proteccionismo agrícola de los países desarrollados hace cada vez más dificultosos esos mercados, los productos forestales constituyen un “commodity” libremente ‘transable’. Ambas tendencias se irán acentuando en el futuro, porque los países desarrollados están decididos a asegurar el autoabastecimiento de alimentos a cualquier costo, mientras que, paralelamente restringen la tala de árboles por motivos ambientales. Argentina debería replantearse su rol en el mundo como abastecedor de productos forestales en gran escala. Uruguay está aplicando una política inteligente en ese sentido. Deberíamos seguir ese ejemplo.

Argentina tiene todas las condiciones para in­ser­tar­se exitosamente en ese mercado capturando el 10 % de la demanda, lo que supone ex­por­ta­cio­nes por 14.000 millones de dólares anuales. Argentina tiene entre 18 y 20 millones de hec­tá­reas de suelos con aptitud forestal, incluyendo unos 5 millones de hectáreas sin usos agro­pe­cua­rios alternativos. Actualmente sólo se explota el 5 %: un millón de hectáreas.

De las 20 millones de hectáreas, 11 millones tie­nen condiciones óptimas, en las cuales el cre­ci­mien­to de las especies es más del doble de países forestales exitosos. Esto significa que el tiempo de espera para ingresar a la etapa de corte y explotación comercial es más reducido. La fo­res­ta­ción no es un negocio de países pobres: los principales exportadores mundiales son países desarrollados: Estados Unidos, Canadá, Suecia, Finlandia, Alemania, Japón y Reino Unido.

La forestación es especialmente oportuna en un país que padece fuerte desempleo: un millón de hectáreas implican 100.000 empleos (entre directos e indirectos). Entre el 40 % y el 55 % del costo forestal es mano de obra. La forestación es demandante de mano de obra no calificada, que puede ser adiestrada rápidamente atacando en su raíz el problema de la desocupación estructural. Además es un factor de equilibrio regional porque se desarrolla en provincias periféricas como Corrientes (1.543.000 hectáreas); Misiones (880.900 hectáreas); Jujuy, Salta y Tucumán (2.172.000 hectáreas); Chubut, Río Negro y Neuquén (3.871.000 hectáreas).

Las industrias vinculadas al sector forestal se ubican cerca de los bosques por la ele­va­da incidencia de los fletes de los insumos. Por ende, la forestación implica la industrialización de la región cerca de las fuentes de abastecimiento. Es pues un ciclo agro industrial completo que se implanta en provincias periféricas que necesitan generar empleo y producción.

Un instrumento vital para el éxito de la política forestal es el reintegro de una parte de los gastos directos de forestación. Contamos con la herramienta legal idónea: la ley 25080 que ha sido exitosa ya que en el 2001 se alcanzó por primera vez en la historia 100.000 hectáreas en un año, quintuplicando el comienzo de la década del 90. Lo más importante es que forestar significa empleo productivo hoy y divisas seguras, mañana.

Argentina salió de la crisis de la deuda externa de 1890 exportando granos y car­nes. Ahora puede hacerlo además con madera y derivados. Cada millón de hectáreas forestadas genera ex­por­ta­cio­nes por 1.200 millones de dólares anuales, si se alcanzan los grados de industrialización ade­cua­dos. Para que el proceso sea viable es necesario dar accesibilidad a las tierras que se puedan forestar. De otro modo no se podría sacar la producción. El plan de caminos rurales pavimentados apunta en esta dirección.

La forestación en gran escala constituye una respuesta inteligente a las crónicas inundaciones de la región pampeana. Es más fácil dispersar el agua en la atmósfera que llevarla al Atlántico, debido a la falta de pendiente, como enseña con acierto el experto forestal Ing. José Edgardo Torres. Cada eucaliptus actúa como una pequeña máquina bombeadora que transfiere a la atmósfera a través del follaje el agua sobrante del subsuelo. Podemos plantar 7.000 millones de “bombas extactoras” de agua en 4.9 millones de hectáreas de la región pampeana.

La forestación es la respuesta inteligente al recalentamiento de la atmósfera. Los países desarrollados –grandes generadores de anhídrido carbónico– están subsidiando los bosques que se implanten en gran escala. La atmósfera y la bios­fe­ra es una sola; estaba ‘globalizada’ antes de que esta palabra se pusiera de moda y los efectos positivos de la forestación en gran escala serán percibidos también en el resto del mundo.

Zonas para Forestación
En síntesis, la industria forestal tiene las siguientes ventajas:
1°.- Es generador de empleo.
2°.- Es un producto exportable.
3°.- La celeridad del crecimiento es mayor que la de países tradicionalmente productores como Suecia, Estados Unidos o Chile.
4°.- Afianza el desarrollo de las economías regionales ya que las industrias vinculadas al sector forestal se ubican cerca de los bosques por la fuerte incidencia de los fletes.
5°.- Finalmente, la forestación tiene un triple impacto ecológico positivo:
a) como generador de oxígeno;
b) como elemento balanceador del cambio climático y
c) como prevención de la erosión de los suelos.

La meta es la forestación de cinco millones de hectáreas, lo que proporcionaria 100.000 empleos. 
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