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martes, 31 de julio de 2018

El ejército de EE. UU. está aprendiendo a atacar barcos de guerra de nuevo

Por Kyle Mizokami - Mecanica Popular -  Traducción Desarrollo y Defensa
Los adversarios con poderosas y poderosas armadas están forzando al Ejército a mirar hacia el mar nuevamente.
Más de medio siglo después de que abandonó la misión, el ejército de EE. UU. está aprendiendo una vez más a mantener a raya a las flotas enemigas utilizando la potencia de fuego moderna. Durante el ejercicio de julio de 2018 para hundir al ex USS Racine , un equipo del ejército disparó un misil de ataque naval contra el barco, impactando. El objetivo es negar a las flotas enemigas la capacidad de operar cerca de las masas terrestres, en particular las islas, ocupadas por las fuerzas terrestres de los EE. UU.

Resultado de imagen para RIMPAC SINKEXEl RIMPAC SINKEX, o "ejercicio de hundimiento", vio a un equipo del ejército de EE. UU. disparar un misil de ataque naval fabricado en Noruega desde la parte trasera de un camión pesado. Un nuevo sistema de armas, el Misil Naval de Ataque (NSM) -(Ver abajo) fue seleccionado recientemente para equipar los buques de combate litoral de la Armada de los EE. UU. Y las futuras fragatas. También se puede lanzar desde el F-35 Joint Strike Fighter. El NSM golpeó al ex USS Racine desde una distancia de aproximadamente 55 millas. 

Durante décadas, el ejército de EE. UU. estuvo a cargo de las defensas costeras en los Estados Unidos continentales, Hawai y en el extranjero. Estas defensas típicamente incluían grandes cañones de artillería con vistas a lugares estratégicos como la Bahía de San Francisco, el Puerto de Nueva York, el Puerto de Boston, Hawai, el Canal de Panamá y las Filipinas. Poco antes de la Segunda Guerra Mundial, la misión creció para incluir defensa antiaérea. La dominación de los mares por parte de la Marina de los EE. UU. y el surgimiento de las armas nucleares llevaron a la disolución del Cuerpo de Artillería de la Costa en 1950.
Resultado de imagen para Misil Naval de Ataque (NSM)
Hoy, el ascenso de la armada china y el enfoque de la armada rusa de superficie en las operaciones costeras hacen que los EE. UU. Y sus aliados, en particular Japón, se pregunten cómo mantener a raya a las flotas enemigas. Los adversarios podrían realizar operaciones anfibias en lugares como el Mar del Sur de China y el Mar Báltico, arrebatando islas estratégicamente importantes o tramos de costa. Si bien las fuerzas aéreas y navales son una defensa obvia, los misiles antibuque basados ​​en tierra podrían hacer que los ataques anfibios sean demasiado arriesgados para intentarlo.
Un cañón de artillería costera en Fort Hamilton, Nueva York.

Los misiles antibuque basados ​​en tierra son útiles por otras razones. Contribuyen a la guerra en el mar al restringir los movimientos de la flota enemiga. Una sola batería de misiles Naval Strike con un alcance de 100 millas náuticas puede sentarse en una pequeña isla y mantener al enemigo fuera de 31,415 millas cuadradas de agua cercana. Obligadas a mantener su distancia de las masas de tierra, las flotas enemigas podrían ser llevadas a lugares donde son vulnerables a los ataques de barcos amigos, aviones y submarinos. El arma antibuque basada en tierra también permite que la Marina de los EE. UU. se concentre en las aguas abiertas.
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No se sabe si el ejército de los EE. UU. se enfrentará a nuevas unidades de artillería de la costa y cuándo. Solo sabemos que la capacidad está siendo explorada. La misión incluso podría ir al Cuerpo de Marines, que aunque generalmente es una herramienta ofensiva, ya se le ha entregado la misión de defensa de islas antes. Véase la defensa heroica de Wake Island de las fuerzas japonesas en 1942. 

Quien sea que vaya, la misión ya está aquí y no se puede ir.

Cuáles son los "objetivos estratégicos" que el Gobierno analiza darle en custodia a las FF.AA.

Por Natasha Niebieskikwiat - Clarin.com
Clarín publica la lista de los "sitios" a los que se evalúa enviar a las FF.AA. Sin embargo, por ahora, los radares serán la primera experiencia, el resto seguirá bajo la órbita de las fuerzas de seguridad.

Una semana atrás, en Campo de Mayo, Mauricio Macri concretó lo que durante meses fueron especulaciones y proyecciones. Con la promulgación del decreto 683, el presidente dio el primer paso de la reforma del sistema de la Defensa que el Gobierno busca implementar, y este martes  continuó con la publicación en el Boletín Oficial de la nueva Directiva de Política de Defensa Nacional (DPDN), en la que se establecen las prioridades del Gobierno para las fuerzas armadas. 

Para Macri y su ministro Oscar Aguad, con el decreto 683, que sustituyó a otro de Néstor Kirchner (el 727), es el momento de "modernizar a las Fuerzas Armadas" que "colaborarán" en tareas habituales del Ministerio de Seguridad brindando apoyo logístico en las zonas de frontera. En tanto la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sentenció que había que darles "la oportunidad a los militares de insertarse en la democracia".

Clarín obtuvo en exclusiva el listado de llamados "objetivos estratégicos" destacados por el Gobierno como puntos que podrían ser custodiados por las fuerzas armadas en algún tipo de tarea única o en cooperación con las fuerzas de seguridad, las que actualmente realizan su vigilancia. 

El mapa de los objetivos militares que el Gobierno analiza pasar a la jurisdicción de las Fuerzas Armadas.Hasta ahora, en medio de la polémica, sólo hubo especulaciones de cuáles son esos puntos estratégicos.  Sin embargo, según afirmó una alta fuente oficial, el primer paso de esta experiencia, en la que actuarán las fuerzas armadas será la custodia de 22 radares que están bajo el sistema Invap, y que se distribuyen por todo el territorio nacional, desde Misiones a Ushuaia. El resto de los sitios seguirán custodiados por las fuerzas de seguridad, y bajo estudio, de la ministra Patricia Bullrich con su colega de Defensa, Oscar Aguad.  

Por orden alfabético, los "objetivos estratégicos" cuya vigilancia está hoy en estudio por el Gobierno son: Alicurá (hidroeléctrica), las centrales nucleares Atucha y Atucha II; la central termoeléctrica de la costa; El Chocón (hidroeléctrica), Embalse (central nuclear); la termoeléctrica de Luján de Cuyo; las hidroeléctricas Pichi PL, Piedra del Águila, Planicie Banderita, Río Turbio, Salto Grande (que tiene custodia argentina y uruguaya), más la binacional Yacyretá.

La totalidad de estos centros están hoy custodiados por distintas fuerzas de seguridad, como Gendarmería y prefectura, y en algunos casos también tienen seguridad privada. La Custodia a cargo de las FF.AA. y Gendarmería ya figuraba en la vieja ley de Defensa de 1988 (articulo 31 ley 23.554)  y ahora fue restituida por el artículo 24 bis del decreto 683.

Desde el kirchnerismo vienen afirmando que parte del cambio de la Defensa servirá para la represión interna, por ejemplo del conflicto mapuche, o del narco en las calles del Conurbano bonaerense. Afirman que se reviven los años más oscuros de la última dictadura.  Sin embargo, la letra del decreto aprobado dista mucho de ese objetivo. Por empezar, el artículo uno del decreto 683 que sustituye el artículo uno del viejo decreto 727/06 del gobierno de Néstor Kirchner afirma que las Fuerzas Armadas serán "empleadas en forma disuasiva o efectiva ante agresiones de origen externo contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de la República Argentina, la vida y la libertad de sus habitantes o ante cualquier otra forma de agresión externa que sea incompatible con la Carta de las Naciones Unidas". Los mapuches son argentinos. No podrían reprimirlos. Y para empezar, el mismo decreto 727 ya utilizaba a las fuerzas armadas en el "escudo" norte argentino, contrariando su propia prohibición. 

Entre tanto, tal como ya ha publicado este diario, los radares, que sirven para todo tipo de controles -tanto del tránsito normal como de las actividades ilícitas, como el narcotráfico- serán el primer objetivo de custodia combinada, por ejército en tierra y la fuerza aérea en lo logístico, como siempre.

Según confirmó Clarín, habrá un primer envío de 500 efectivos de Ejército a Formosa, pero el despliegue de unos 3000 a 4000 efectivos tendrá como destino el norte argentino, incluyendo Salta y Misiones. La atención estará puesta en los pasos limítrofes ilegales, con dotación de personal que se incorpore gradualmente y rotación periódica. 

El Gobierno pone en marcha la reforma de las Fuerzas Armadas: traslada a 500 militares a la frontera norte

Por Martín Dinatale - mdinatale@infobae.com - Infobae.com
Desde mañana el Ministerio de Defensa enviará efectivos del Ejército y la Fuerza Aérea para dar apoyo logístico a la Gendarmería. También se enviarán helicópteros, drones teledirigidos y aviones.

El gobierno pondrá en marcha desde mañana temprano la anunciada reforma militar. Lo hará cuando lleguen a la frontera norte 500 efectivos militares para dar apoyo logístico a la fuerzas de seguridad y establecer una "presencia disuasiva" contra las bandas de narcotraficantes o eventuales grupos terroristas.

Según confirmaron a Infobae fuentes calificadas del Estado Mayor Conjunto y del Ministerio de Defensa, el ministro Oscar Aguad ya firmó la resolución interna para concretar desde mañana la primer tanda del traslado de tropas a la frontera norte que se terminará de ejecutar antes de fin de año con un total de 4.000 efectivos militares.

Así, en esta primera etapa del plan, las Fuerzas Armadas trasladarán a unos 450 efectivos del Ejército, 40 pilotos y mecánicos de las Fuerza Aérea, 8 helicópteros y 2 aviones A4AR que están desde ayer en Chaco con la firme intención de dar respaldo en terreno a la Gendarmería o la Prefectura que patrulla la frontera con Paraguay, Bolivia y Brasil.

En el Ejército se supo que hasta anoche había orden de movilizar desde mañana a 300 hombres y los restantes cuando lleguen los recursos correspondientes.

"Se trata de un cambio de época donde las Fuerzas Armadas se adaptarán a los tiempos modernos que se viven con ataques externos de grupos que no responden a un Estado en particular y donde queda en claro que los militares no violarán la ley de seguridad interior", reflexionó ante Infobae un allegado al ministro Aguad.

El presidente Mauricio Macri hablará de esto y de la reforma militar  esta noche durante la cena anual de camaradería que encabezará con Aguad, los jefes de las tres fuerzas en el Salón de Honor General San Martín del Edificio Libertador.

Para poner en marcha el plan de despliegue militar a la frontera norte tanto en el gobierno como en el Estado Mayor Conjunto aclararon que "no habrá intervención directa de los efectivos militares ante la detección de hechos delictivos sino una presencia fuerte del Ejército o la Fuerza Aérea en la frontera Norte para disuadir".

No está previsto, al menos hasta el momento, el despliegue de uniformados de la Armada. Ante consultas realizadas por Infobae, fuentes calificadas de esa fuerza dijeron que no se recibieron instrucciones por ahora para ir a la frontera norte aunque no descartaron que en el futuro inmediato esto ocurra.

Por su parte, fuentes de la Fuerza Aérea consultadas dijeron que para el operativo en la frontera norte se trasladará a 40 personas del Escuadrón Aeromóvil. Además, estará incluida allí la tripulación, los mecánicos y el equipo para rescate. También habrá un helicóptero de rescate ante la posibilidad una eyección.

Así, la Fuerza Aérea pondrá en marcha todo un sistema completo entre radares desplegados en la frontera norte y personal de comando y control donde se centraliza la información para la toma de decisiones. Todo ello incluye unas 200 personas operativas para las 24 horas que seguirán los movimientos tanto en el norte como en Buenos Aires.

La decisión de poner en marcha el 1 de agosto el despliegue de militares a la frontera norte la tomó Macri con Aguad, el jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Bari del Valle Sosa y buena parte de la cúpula del Ministerio de Defensa. Esto forma parte de la reforma a las Fuerzas Armadas que la semana pasada anunció el presidente en Campo de Mayo y que se impuso por medio de dos decretos presidenciales, el segundo publicado hoy en el Boletín Oficial y anticipado por Infobae.

El plan de reestructuración militar también contempla la creación de una fuerza de despliegue rápido que tendrá unos 10.000 uniformados dispuestos a trasladarse a diferentes puntos del país en menos de 24 horas cuando las fuerzas de seguridad lo requieran.

El despliegue total de militares a la frontera norte será de 4.000 efectivos, en su mayoría del Ejército, se dará en una primera etapa con 500 hombres y luego el resto. Estos irán acompañados por medios técnicos como sensores, drones, radares terrestres y equipos de comunicación para brindar apoyo logístico.
(NA)
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De esta manera, cualquier operativo contra narcotraficantes seguirá bajo el mando de la Gendarmería o la Prefectura. No se permitirá la intervención de militares en los operativos sino que su accionar estará limitado al apoyo logístico y a la presencia de disuasión.

La frontera norte es una de las más porosas de la Argentina y se estima que la mayor parte del tráfico de cocaína y marihuana transita por ese corredor fronterizo de unos 3.000 kilómetros. Desde mañana ese espacio estará plagado de militares que confluirán con las fuerzas de seguridad.

lunes, 30 de julio de 2018

Dato aterrador: Estados Unidos arrojó 26.171 bombas en 7 países en 2016

Nota previa al final de la presidencia de Obama...
Por Micah Zenko Jennifer Wilson - The National Interest - Traducción Desarrollo y Defensa
Una estadística asombrosa.

A medida que el Presidente Obama ingrese a las últimas semanas de su presidencia, habrá amplias evaluaciones de su enfoque militar extranjero, que se ha centrado en reducir las tropas de combate terrestres de los EE. UU. (con la notable excepción del aumento de Afganistán), apoyar a los socios de seguridad locales y autorizar uso expansivo de la potencia aérea. Si esta estrategia "funciona", es decir, reduce la amenaza que representan los extremistas que operan desde esos países y mejora la seguridad general y el gobierno del terreno, es muy controvertida. Sin embargo, para bien o para mal, estos son los afectados centrales de la doctrina de Obama.

Resultado de imagen para Scary Fact: America Dropped 26,171 Bombs in 7 Countries in 2016En el último año del presidente Obama en el cargo, Estados Unidos arrojó 26.171 bombas en siete países. Esta estimación es indudablemente baja, ya que solo se dispone de datos confiables para ataques aéreos en Pakistán, Yemen, Somalia y Libia, y un solo " ataque ", según la definición del Pentágono, puede involucrar múltiples bombas o municiones. En 2016, Estados Unidos arrojó 3,027 bombas más -y en un país más, Libia- que en 2015.

La mayoría (24,287) fueron arrojados a Irak y Siria. Este número se basa en el porcentaje de ataques aéreos totales de la coalición llevados a cabo en 2016 por los Estados Unidos en Operation Inherent Resolve (OIR), la campaña contra el Estado islámico. 

Resultado de imagen para Scary Fact: America Dropped 26,171 Bombs in 7 Countries in 2016El Pentágono publica un recuento de bombas lanzadas por los Estados Unidos y sus aliados y encontramos datos para el 2016 usando los lanzamientos de ataques públicos de OIR y esa útil herramienta. Usando esta información, encontramos que en 2016, los Estados Unidos llevaron a cabo aproximadamente 79 por ciento (5.904) de los ataques aéreos de la coalición en Irak y Siria, que en total suman 7.473. Del total de 30.743 bombas que arrojó la coalición, Estados Unidos disminuyó 24.287 (79 por ciento de 30.743).

Para determinar cuántas bombas estadounidenses se arrojaron sobre cada Irak y Siria, analizamos el porcentaje del total de ataques aéreos del OIR en EE. UU. Realizados en cada país. Estuvieron casi divididos, con 49.8 por ciento (o 2.941 ataques aéreos) llevados a cabo en Iraq, y 50.2 por ciento (o 2.963 ataques aéreos) en Siria. Por lo tanto, el número de bombas arrojadas también fue casi el mismo en los dos países (12.095 en Iraq y 12.192 en Siria). El año pasado, Estados Unidos realizó aproximadamente el 67 por ciento de los ataques aéreos en Iraq en 2016, y el 96 por ciento de los ataques aéreos en Siria.

Sin FF.AA. no hay Nación

Por Adolfo Koutoudjian - Perfil.com
Seguir planteando el porvenir de los militares con los recuerdos e imágenes del pasado mediato, como la dictadura, no ayuda a discutir racionalmente el tema, ni a prepararlos para el futuro. 
La Argentina tiene aún muchos territorios semivacíos que requieren todos los instrumentos del Estado, entre ellos las FF.AA., para su preservación soberana. FOTO: CEDOC 

El anuncio del presidente Macri es un paso necesario para encuadrar el rol de las Fuerzas Armadas. no para hoy, sino para el futuro. Seguir planteando el porvenir de las instituciones con los recuerdos e imágenes del pasado mediato, no ayuda a discutir racionalmente el tema. Nadie ignora en el país no solo a la dictadura militar ni que, por diversas razones, las FF.AA. se habían transformado desde 1930 en el Partido Militar con enorme influencia en la historia contemporánea argentina hasta la Guerra de Malvinas y los últimos estertores de la asonada de los coroneles Rico y Seineldín, en 1987 y 1990. 

Como fruto de esos acontecimientos, casi unánimemente surgió la Ley de Defensa Nacional en 1988 y, posteriormente, la Ley de Seguridad Interior y de Inteligencia que pusieron límites legales al accionar de las fuerzas en la política interna. Teniendo en cuenta esos límites, es imprescindible encuadrar legalmente cualquier nuevo accionar, con adecuado debate, para que casi 70 mil ciudadanos que prestan servicios al Estado de buen nivel profesional, aceptable organización y disciplina, participen en el desarrollo de la Argentina del siglo XXI, como hombres y mujeres responsables y respetuosos de la Constitución Nacional a quienes juraron respetar y defender.

 Algunos ejemplos. Sin llegar a grandes extremos, hay numerosos ejemplos de los procesos de conversión de las instituciones militares. El Ejército alemán actual no tiene nada que ver con la Wehrmacht que provocara 25 millones de muertos solamente a Rusia y Europa en general. Lo mismo puede decirse del Ejército italiano, español y tantos otros. 

 No hay Estado moderno, con un patrimonio territorial enorme, con fronteras marítimas y aéreas no consolidadas en el Sur, con territorios insulares ocupados por una potencia extra continental, que no tengan Fuerzas Armadas aptas para disuadir y actuar en defensa propia en caso de necesidad. Como dijera Celso Amorim, ex ministro de Defensa brasileño, “Brasil necesita FF.AA. para que cuando deba decir que no, sea creíble”. 

Supuestos del debate. Este debate requiere algunos supuestos, a saber: 
◆ Análisis académico civilizado y desapasionado; 
◆ Defensa del Sistema Democrático, representativo y republicano. 
 ◆ Democracia sin exclusiones, salvo para los que abjuran explícita o implícitamente del sistema. 
 ◆  Modernizar la Argentina y sus principales instituciones. 
◆Constatación del debilitamiento del Estado-Nación en el mundo y auge de los regionalismos en todo el mundo. 
◆ Pleno uso de los instrumentos del Estado para el desarrollo nacional. 
◆ Constatación de la debilidad argentina en sus instituciones, en su desarrollo territorial desigual y en gran parte del pueblo (un tercio en la pobreza, marginalidad y desesperanza); y, 
◆ Contastación del potencial argentino por su geografía, por sus hazañas históricas, por la gloria alcanzada por algunos de sus hombres y mujeres a lo largo de 200 años de historia independiente. Visión estratégica e intereses vitales. Vivimos en un mundo que se caracteriza por cambiar rápidamente, que está ingresando a la cuarta Revolución Industrial y con sociedades que se desplazan a dos o tres velocidades. 

Principios generales: 
◆ Todos los países del mundo definen y defienden sus intereses vitales tomando en cuenta sus bases geopolíticas y su entorno internacional. 
◆ En todo el mundo desarrollado las FF.AA. son parte esencial del Estado moderno, de la protección de sus habitantes y de su integridad territorial. 
◆ Es esencial el sostenimiento del sistema democrático. 
◆ Es norma la salvaguarda de los derechos humanos de todos los habitantes que acaten las normas jurídicas del país y la Bandera nacional. 

Principios para Argentina: 
◆ a) ¿Se terminó la consolidación del despliegue territorial de la Argentina? (por ejemplo en el Atlántico Sur, las islas oceánicas, la Antártida, la plataforma submarina, el espacio aéreo y estatrosférico). 
 b. ¿Tiene aún Argentina espacios semivacíos que requieren todos los instrumentos del Estado para su preservación soberana? (Patagonia, NOA,  Chaco austral). 
 c. ¿Las FF.AA. son un instrumento del Estado y la sociedad o son una corporación aislada (partido o familia militar)? ¿Tienen un rol constitucional? 

 Amenazas directas o indirectas a la República Argentina. 
 A título recordatorio señalaremos que la enumeración de amenazas no agota el espectro de problemas del país, ya que también existen la necesidad de defender la integridad territorial (Malvinas, islas australes, Antártida, mar Argentino, espacio aéreo, espacio cibernético), la eventualidad de bloqueos físicos del territorio soberano (en el mar, en el espacio, en la Cuenca del Plata); ciberataques a todos los sistemas cibernéticos (militares, energéticos, previsionales, financieros, entre otros); terrorismo transnacional, como Estado Islámico, el Caso AMIA; el monitoreo de los recursos naturales del país (agua, aire, suelo, etc.) y de las fronteras: terrestres, marítimas y aéreas sumamente porosas. 

 Hechos necesarios para discutir. 
◆ Conjuntez: no solo en las FF.AA. donde se ha avanzado bastante, sino que es necesario pensarlo en otra aéreas del Estado (sistema financiero, infraestructura, educación, etc.).  
◆ Presupuesto acorde a los cambios propuestos (moderado pero creciente en el tiempo hasta límites razonables en América del Sur (aproximadamente del 1,5% del Producto Bruto Interno). 
◆ Radarización operativa terrestre, marítima y aérea las 24 horas, en lo posible con tecnología nacional. 
◆¿Son las FF.AA. un instrumento necesario y apto para la preservación y el cuidado de los ambientes naturales, terrestres y marítimos? 
◆ ¿Tienen valor como instrumento democrático del Estado? 
◆ Es razonable el uso conjunto y planificado de las instalaciones militares para la preservación ambiental, la seguridad ciudadana (cárceles), la educación elemental, definiendo que cualquier enajenación patrimonial de las FF.AA. retornará al sistema de modernización militar y no para especulación inmobiliaria. 
◆ ¿Aspira Argentina a integrar activamente el mundo desarrollado a través de la ONU, el Mercosur,  la Alianza del Pacífico, el BRIC aportando, entre otras cosas, cascos azules, cascos blancos, ayuda alimenticia y sanitaria, capacitación educativa, etc. 
◆ Es hora que Argentina desarrolle una o más agencias de inteligencia estratégica para estudiar las tendencias mundiales, en lo tecnológico, biológico, atómico, espacial y productivo. 
◆ Es tiempo de estudiar una gran agencia de ciberseguridad integrando la economía, la defensa, la infraestructura y la ciencia y dependiente directamente de la Presidencia de la Nación con asesoramiento de las comisiones respectivas del Congreso Nacional. 
◆ Es fundamental que el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) promueva un Plan Estratégico Nacional de largo plazo (2050) que implique conceptualmente el territorio, la población, los recursos naturales, la educación y los medios de comunicación con participación directa del Sistema Universitario Nacional y la opinión autorizada del Congreso. 
◆ ¿Es discutible el rol de las FF.AA. en la protección estratégica de los intereses vitales del país? 
Esto comprende la energía, el agua dulce, el ciberespacio, entre otros. En particular son especialmente sensibles el Sistema Nuclear, el Sistema Interconectado Nacional, los canales navegables, los nudos de transporte, los pasos internacionales y la presencia estratégica en las principales fuentes de recursos energéticos (Neuquén, Golfo de San Jorge, Cuenca Malvinas, represas hidroeléctricas de la Cuenca del Plata, Polos Nucleares (Atucha, Embalse, etc.). Es indispensable volver a contabilizar y encuadrar las reservas nacionales, casi desactivadas en la última década.

Vulnerabilidades argentinas. 
Sin posibilidad de profundizar en el tema, la República Argentina tiene numerosas vulnerabilidades de todo tipo. Estas surgen por su enorme geografía (2,8 millones de km2 continentales y otros tantos del mar Argentino); sus fronteras porosas en el Norte y las no consolidadas en el Sur marítimo debido a que un tercio de su población se concentra en el 1% del territorio; infraestructuras de transporte extensas; con fuentes energéticas en las fronteras y mercados de consumo en el Río de la Plata; con el 85% de sus exportaciones en los puertos del tramo Paraná-Plata; y el espacio aéreo con controles deficientes, entre las vulnerabilidades más destacadas, como tener un tercio de su población en la pobreza (y 5% en la indigencia), una educación en fuerte declinación y élites dirigenciales con cuestionables responsabilidades. 

Y un sistema financiero hiperconcentrado y capaz de desestabilizar cualquier gobierno, como se lo evidenció en 1988/90, 2001/2 y hoy en 2018. Conocer, identificar y monitorear estas vulnerabilidades es responsabilidad de todo gobierno que, necesariamente, deberá recurrir a todo instrumento que permite salvaguardar los intereses nacionales y las FF.AA. son, en nuestro criterio, bien conducidas y guiadas por el poder político, un instrumento eficaz, rápido y leal a la conducción democrática como ya se vivió en las crisis de 1988/90 y 2001/2002. Nuevos tiempos. 

El nuevo planteo del presidente Macri posibilita, y si se lo desarrolla sin especulación electoral, resignificar y modernizar las FF.AA. en función de los nuevos tiempos. Como dijera el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Claudio Pasqualini en mayo del 2018, requieren capacitación, entrenamiento, equipamiento moderno y no sofisticado, ejercicios combinados como retaguardia de las fuerzas de seguridad en las fronteras y adquisición de procedimientos y doctrinas de defensa de entes estratégicos de la Nación (represas, centrales nucleares, canales navegables, exploración submarina, marco legal adecuado para la intercepción aérea clandestina y, en general, protección de centrales de comando y control). A tal efecto, la Ley de Reestructuración de las FF.AA (Ley 24.848/98) le da al PEN todas las posibilidades de modernizar el instrumento militar. 

La readecuación del  Decreto 727/2006 limitante a “ataques de fuerzas armadas de estados extrajeros” quedó obsoleta con vistas a las amenazas concretas de terrorismo y  narcoterrorismo transnacional, los ataques cibernéticos exteriores y las llamadas “guerras híbridas”. Esto no significa, ni puede significar, considerar terrorismo extranjero, a manifestaciones violentas de grupos políticos marginales de ruidosa presencia en las calles porteñas. Por lo tanto, ni es misión, ni están en el espíritu de las FF.AA., la represión política interna. 

En cuanto a su rol disuasorio en el Norte Grande Argentino y en la Patagonia, es bien sabido que lo tienen por su sola presencia y despliegue como así lo entienden todos los habitantes, especialmente rurales, de esas regiones semivacías de la Argentina. Es necesario que no pueden considerarse “santuario” a regiones de difícil acceso, para grupos ilegales transnacionales con prácticas símiles a guerrillas o reivindicando “derechos ancestrales”, leídos en afiebradas crónicas nazis de grupos como Annherbe O’Thule de la Alemania de los años 30. 

 La presencia de las Fuerzas Armadas como las de seguridad tiene, para la población argentina y extranjera, la imagen del Estado argentino, pues portan el Escudo nacional y la Bandera, que en nuestro país tiene diferente vibración entre los habitantes de Buenos Aires y del interior profundo. El Estado Nacional con sus escuelas, destacamentos, medios de comunicación, y cuarteles de frontera permite identificarse al habitante con un sentido de pertenencia a la Argentina. 

En relación a los aspectos operativos, libera a fuerzas de Gendarmería Nacional a tareas pasivas y permite trasladarlos a lugares más necesarios. Al Ejército en particular le permite un mejor conocimiento y adiestramiento en el territorio, avanzando hacia la creciente especialización en unidades de “Fuerzas Especiales” acorde a los tipos de conflictos del mundo actual (“guerras híbridas”) y mejora la imagen argentina ante el mundo y sus organizaciones como en las reuniones del G20, las Olimpíadas de octubre, la excelente performance de los cascos azules argentinos en el exterior y permite a sus cuadros de oficiales y suboficiales integrarse al mundo tecnológico y cibernético actual. 

 Apostillas históricas. 
Hay dos maneras de ver a las FF.AA.; o las vemos con la impronta de Videla, Massera, Rojas, Camps y otros (obsesionados por la cruzada católica anticomunista planteada por Estados Unidos en la Guerra Fría) o lo vemos con la impronta de San Martín, Belgrano, Rosas, Brown, Storni, Mosconi, Oca Balda, Perón, Pujato, Leal, los soldados de Malvinas o los tripulantes del ARA San Juan. 

La República se construye con integralidad, no parcialidades; el rol de las FF.AA. se define de La Quiaca a la Antártida, desde el fondo del mar Argentino hasta el espacio estratosférico nacional. 
Observarles desde las anárquicas calles de Buenos Aires es el peor error que puede hacer la política. Sin grandeza y patriotismo no solo no hay un rol para las FF.AA. sino que se diluye la amalgama cultural de la Nación.

 *Profesor titular de Geopolítica UBA.

jueves, 26 de julio de 2018

La nueva empresa que buscará el Ara San Juan sólo cobrará si lo encuentra

(La Nación) - Oscar Aguad:" El lunes se sabrá que empresa buscará el Ara San Juan y si lo encuentra cobrará" .


El ministro de Defensa, Oscar Aguad , participó del programa Terapia de Noticias , y dio detalles sobre cómo continuará la búsqueda del submarino Ara San Juan . Este lunes se abrirán los sobres que decidirán qué empresa continuará el trabajo, entre cuatro que se ofrecieron para ir a riesgo.

"Se hizo la selección técnica de las cuatro y se convocó a que digan cuánto cobran si lo encuentran. Va a ir una sola pero todas nos han dicho que, si se lo adjudican, recién en agosto comenzará la búsqueda", indicó el ministro. Y detalló: "Pueden estar el tiempo que quieran y nosotros no les vamos a delimitar el área de búsqueda".

Reforma militar: las diferencias entre el nuevo decreto del Gobierno y la política del kirchnerismo

Mauricio Macri cuando anunció el nuevo decreto (Adrián Escandar)Por Martín Dinatale - mdinatale@infobae.com - Infobae.com
El Gobierno publicará en el Boletín Oficial el decreto que establece la "directiva de política de defensa nacional" y fija diferencias de fondo con la anterior gestión


Mauricio Macri cuando anunció el nuevo decreto (Adrián Escandar)

El decreto complementario que materializará el plan de reestructuración de las Fuerzas Armadas saldrá en el Boletín Oficial y no solo establece los parámetros instrumentales con que se llevará adelante esa reforma sino que también marca una profunda diferenciación del kirchnerismo en la visión de la política internacional.

El gobierno de Macri ya emitió un decreto que derogó la normativa 727/2006 de Néstor Kirchner para establecer la idea de que los ataques externos no solo pueden ser de un Estado sino de otros grupos como el terrorismo internacional o el narcotráfico. Así, se habilitó el apoyo logístico de los militares a las fuerzas de seguridad. 

Sin embargo, como adelantó Infobae el lunes pasado cuando el Presidente anunció la reforma militar desde Campo de Mayo, también el Ejecutivo emitirá la norma que establece la "Directiva de Política de Defensa Nacional". Este decreto contempla tres artículos para derogar el Decreto 1714/2009 y el Decreto 2645/2014 de los Kirchner. 

Así, la nueva norma contempla un anexo documental de 22 páginas que establece la Directiva de Política de Defensa Nacional y que prevé todo lo que se dijo hasta ahora: la conformación de una unidad de despliegue rápido; el refuerzo militar en las fronteras; la vigilancia y control de los espacios soberanos; la protección de Objetivos Estratégicos de parte de las Fuerzas Armadas; el apoyo a la política exterior; el apoyo al sistema de seguridad interior; la creación de la ciberdefensa para la vigilancia y control de los espacios soberanos y la reestructuración del Poder Aeroespacial del Instrumento Militar para unificar la fuerza aérea militar, entre otras cosas.

"Todo esto forma parte de la reestructuración en la práctica de las Fuerzas Armadas. Pero también lo que se buscó modificar con esta nueva normativa es la visión que tiene la Argentina del mundo y del rol de los militares en un escenario mundial totalmente diferente al que veían los Kirchner", admitió a este medio un alto funcionario.

En este sentido, de la lectura del decreto, al que accedió Infobae, se pueden determinar en sus anexos los cambios conceptuales de fondo que plantea Macri respecto del kirchnerismo en materia de política exterior y defensa.

Las diferencias de visión de la política exterior

El rol de Estados Unidos. En el capítulo sobre "Apreciación del Escenario Global y Regional" el nuevo decreto sostiene que "la preeminencia del poder militar de los Estados Unidos encuentra de manera creciente un contrapeso en el aumento de las capacidades militares de China y Rusia, en especial por la manera en que dichas capacidades fortalecen el poder de estas potencias en sus respectivas regiones".
Para el kirchnerismo, esta visión era totalmente diferente. En el Decreto 1714/2009 que será derogado se establecía que "en términos estrictamente militares, sólo los Estados Unidos detenta una supremacía indiscutible, caracterizada por, entre otros elementos, un gasto de defensa que equivale a más de la mitad del total mundial, un liderazgo incuestionable en lo que ha dado en llamarse la Revolución de los Asuntos Militares, una presencia militar a escala mundial con más de 120 bases de diversa magnitud en todo el mundo, situadas selectivamente en áreas y zonas estratégicas clave desde el punto de vista de sus intereses vitales".

Multilateralismo. Se plantea que "el debilitamiento de la predisposición al multilateralismo no es homogéneo ni irreversible. Esta tendencia encuentra como contrapartida la prolífera actividad de diversos mecanismos de vinculación entre las naciones". Y agrega que "ámbitos como el G20 y la OCDE expresan la aún persistente confianza en la utilización de instancias de articulación internacional y gobernanza global".
En cambio, el decreto de Kirchner planteaba que "se debe contemplar la irrupción de enfoques sobre la naturaleza multidimensional del concepto de seguridad o las irresueltas tensiones generadas entre los deberes y principios de la comunidad internacional".

Terrorismo. La figura de "terrorismo internacional" aparece en el decreto de Maci para sostener que ello "configura uno de los principales problemas de la agenda del siglo XXI. Este fenómeno adquiere mayor complejidad al confluir con otros delitos y fenómenos criminales complejos, tales como el narcotráfico, el lavado de dinero, la trata de personas y los delitos que se cometen con asistencia de las nuevas tecnologías de la información. El abordaje de estos asuntos requiere una estrecha articulación nacional e internacional, que incluya la participación de organismos gubernamentales y de la sociedad civil".
La defensa nacional del kirchnerismo ni siquiera planteaba este tema y los ataques externos eran provocados por Estados. Solo se menciona al pasar en el decreto del 2006 que "se registran de manera creciente nuevos fenómenos, procesos y actores que inciden en la agenda de seguridad internacional y se instalan como desafíos a la seguridad, entendida ésta de manera integral". Pero aclaraba que estas situaciones y problemáticas protagonizadas por actores que no necesariamente son estatales: "Requieren abordajes y formas de resolución que no pasan de manera exclusiva a través del empleo de fuerzas armadas".

Diagnóstico Regional. En la evaluación que hace el Gobierno de la situación regional, el texto sostiene que "América del Sur ha logrado consolidarse como una zona de paz, caracterizada por la ausencia de conflictos interestatales, el respeto de los Derechos Humanos y la promoción del sistema democrático de gobierno". Y pone énfasis en la participación activa de la Argentina en la OEA el Mercosur y su acercamiento con la Alianza del Pacífico. No sólo ello. También eleva una dura crítica al "régimen autoritario de Venezuela que viola de manera sistemática las libertades fundamentales y los derechos políticos de sus ciudadanos y que atenta contra la consolidación de la zona de paz sudamericana".
Por el contrario, los Kirchner sostenían en el plan de defensa que la Argentina debía tener un rol "activo y constructivo en las consultas tendientes al futuro establecimiento de un órgano de Defensa Sudamericano en el marco de la UNASUR y respaldaba el accionar del grupo del ALBA integrado, entre otros, por Venezuela, Cuba y Nicaragua". Lejos de ello, el actual gobierno no solo cuestionó a la UNASUR sino que decidió alejarse temporalmente de ese organismo hasta tanto garantice un esquema de funcionamiento democrático.

La cuestión Malvinas. En el capítulo donde se estableció la decisión de reforzar el control militar en el Atlántico Sur y la Antártida, el nuevo decreto hace una salvedad sobre el vínculo con Gran Bretaña. "La reciente mejora en la relación con el Reino Unido contribuye al logro de este objetivo nacional irrenunciable, ya que favorece un espacio de oportunidad para incrementar la cooperación bilateral y promueve al interés nacional de preservar y explotar los recursos naturales allí existentes".
El decreto de los Kirchner no sólo rechazaba cualquier acercamiento con Londres sino que planteaba que Gran Breteña "está trabajando en la pretensión de extender su alegada soberanía territorial en las islas Malvinas y en la Antártida".

A partir de mañana, las Fuerzas Armadas deberán atenerse a la visión de política exterior que impondrá Macri con el nuevo decreto de reorganización militar.

miércoles, 25 de julio de 2018

Estados Unidos busca aliviar sanciones a los clientes de exportación rusos

Por Jon Grevatt - IHS Jane's Defense Industry - Traducción Desarrollo y Defensa
El Senado de los EE. UU. y el Comité de la Cámara de los Servicios Armados han propuesto una enmienda a la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) 2019 para aliviar las sanciones a los países que adquieran equipos de defensa de Rusia. Jane entiende que la medida tiene la intención de apoyar los esfuerzos de los EE. UU. para construir asociaciones estratégicas en Asia Pacífico.

La enmienda propuesta se proporciona en un informe de la conferencia, presentado por el comité del Senado el 24 de julio para acompañar la versión final del NDAA 2019, que propone una "exención modificada" a la Sección 231 de la Ley Contra los Adversarios a través de Sanciones de los Estados Unidos (CAATSA).
Indonesia, que ha ordenado recientemente 11 aviones de combate Sukhoi Su-35 (en la imagen), es uno de varios países asiáticos a los que se dirigen las enmiendas propuestas a las leyes estadounidenses que facilitarán las sanciones a los clientes militares de Rusia.  (Sukhoi)
Indonesia, que ha ordenado recientemente 11 aviones de combate Sukhoi Su-35 (en la imagen), es uno de varios países asiáticos a los que se dirigen las enmiendas propuestas a las leyes estadounidenses que facilitarán las sanciones a los clientes militares de Rusia. (Sukhoi)

CAATSA firmó la ley de EE. UU. En agosto de 2017 e impone sanciones contra Rusia, así como contra Irán y Corea del Norte. La Sección 231 de CAATSA describe la imposición de sanciones a "las personas que realicen transacciones con los sectores de inteligencia o defensa de" Rusia.

La enmienda propuesta de CAATSA no menciona ningún país en particular, pero Jane entiende que la modificación tiene como objetivo permitir que los Estados Unidos continúen estableciendo relaciones con India, Indonesia y Vietnam. Estos países son considerados aliados importantes por Washington, pero también tienen una fuerte tradición de adquirir equipo militar de Rusia.

Según el comité del Senado, la enmienda a la Sección 231 de CAATSA proporcionará "flexibilidad para que los socios estratégicos y aliados se alejen del uso de equipos militares rusos en equipos estadounidenses, mientras se asegura que los intereses de defensa y seguridad de los EE. UU. permanezcan protegidos".

Específicamente, el informe del comité establece que cualquier exención debe ser de interés para los Estados Unidos, y que la exención debe permitirse si el país contratante está tomando medidas (o está dispuesto a tomar medidas) para reducir sus inventarios de equipo de defensa ruso o si cooperan con los Estados Unidos en asuntos de seguridad que son críticos para los intereses estratégicos de EE. UU.

Modernizar la defensa nacional requiere iniciativa, creatividad y más de cinco mandatos presidenciales

Por Martín Balza - Clarin.com
¿Cuáles son, ante el mundo, los espacios geopolíticos "apetecibles" de la Argentina? Falta instrumentar un sistema de defensa con objetivos concretos, y un plan de reequipamiento y reestructuración de las Fuerzas Armadas. Los peligros de la desinversión.
Una demostración en el Día del Ejército Argentino, el 29 de mayo pasado, en el Colegio Militar de la Nación de El Palomar, provincia de Buenos Aires (Luciano Thieberger)

En sentido lato, Defensa Nacional es la capacidad de garantizar de modo permanente los intereses vitales de nuestro país, y es deber ineludible por parte del Estado “proveer a la defensa común”, como lo expresa con claridad meridiana el Preámbulo de la Constitución Nacional.

Ello impone la integración y la acción coordinada de todas las Fuerzas de la Nación para la solución de aquellos conflictos que requieran del empleo de las Fuerzas Armadas. Su finalidad es garantizar de modo permanente la soberanía e independencia de la Nación y su integridad territorial.
En octubre pasado se presentaban, en Córdoba, cuatro de los doce aviones Beechcraft T-6C Texan II, adquiridos por la Argentina para el entrenamiento de aviadores. Sin embargo, muchos expertos en Defensa remarcan que estas medidas son insuficientes (DyN/Gentileza).
En octubre pasado se presentaban, en Córdoba, cuatro de los doce aviones Beechcraft T-6C Texan II, adquiridos por la Argentina para el entrenamiento de aviadores. Sin embargo, muchos expertos en Defensa remarcan que estas medidas son insuficientes (DyN/Gentileza).

La soberanía es la esencia de nuestra convivencia. Ningún organismo internacional o multinacional puede garantizarla de manera confiable. La ausencia de certezas indica que ningún país es ajeno a los riesgos y amenazas que acometen al mundo, por lejanos o insólitos que hoy se perciban.

Ello impone un supuesto teórico de planeamiento a partir del cual el Estado prepara su instrumento militar, adoptando una estrategia para la determinación de capacidades, la preparación de los medios y su conducción. 

Este supuesto suele también denominarse hipótesis de conflicto o escenario de empleo, y resuelve para la estrategia nacional y para la estrategia militar dos problemas complejos que requieren de un cuidadoso análisis.

Estos son: la predicción y la asignación de prioridades. Quienes con miopía afirman la inexistencia del expresado supuesto, ignoran que la razón de ser de las Fuerzas Armadas no responde a la eventualidad de un conflicto determinado, sino que su existencia radica en tanto y en cuanto existe el Estado, del cual constituyen un atributo insustituible y que hay también escenarios de empleo y objetivos estratégicos esenciales a proteger.

Según Eric de la Maisonneuve, no es necesario buscar escenarios posibles en los “tratados de polemología, pues se desarrollan frente a nuestros ojos a escala natural”.

En nuestro caso, y muy sintéticamente, son: la Patagonia, apetecible, vacío y desprotegido espacio geopolítico; joya de materias primas. El quinto litoral marítimo del mundo, con más de 6.800 km de costas, de impredecibles recursos, de una vulnerable y desprotegida riqueza ictícola y su proyección hacia la Antártida y hacia las Malvinas con una disputa de soberanía no resuelta. El Acuífero Guaraní, tercer reservorio de agua dulce del mundo, con 250 mil km² en nuestro país.

A pesar de las decenas de directivas que por décadas se confeccionaron en los Estados Mayores, de leyes y decretos vigentes, desde mediados del siglo pasado no se instrumenta un serio y efectivo sistema integrado de Defensa Nacional en torno a definiciones, objetivos y misiones concretas.

Tal sistema excedería los tiempos de cualquier gobierno, requeriría continuidad y una mirada desideologizada de corto, mediano y largo plazo, y debería estar garantizado mediante un compromiso refrendado por las principales fuerzas políticas.

Lamentablemente, desde hace más de medio siglo, la conducción política de las Fuerzas Armadas privilegia -en mayor o menor medida- sus decisiones con consideraciones políticas e ideológicas.

Se suma a esto que, desde el advenimiento de la democracia, fue evidente la desatención, destrato y marginación a que fueron sometidas, lo que originó -particularmente en las dos últimas décadas- una notoria y peligrosa desinversión que afectó la logística, el adiestramiento y la operatividad del instrumento militar. Peligroso debilitamiento y desarme unilateral. Su estado actual no permite dar una eventual respuesta a la protección de los escenarios señalados. La desprotección es notoria, por lo demás, irrefutable.

A pesar de ello, es evidente la motivación de todos sus miembros (oficiales, suboficiales y soldados), el abnegado espíritu de cuerpo, entusiasmo profesional, alta moral y vocación de servicio que se mantienen, soslayando la incomprensión y el escarnio a que fueron sometidos en treinta y cinco años de democracia.

Y, dada la cercanía territorial, no puedo obviar referirme al ejemplar caso de Chile que, habiendo tenido en el pasado un proceso político similar al nuestro, su dirigencia política —de distinto signo ideológico— respetó a sus Fuerzas Armadas, no las sometió al escarnio político y no obvió avanzar en el marco de la justicia, pero sin odio, sin rencor y sin venganza. Sus Fuerzas, desde el punto de vista logístico, operativo y profesional, son actualmente unas de las más destacadas de Latinoamérica.

Se muestra vehementemente reprochable ver y escuchar, en los tiempos que corren, que una funcionaria exprese públicamente que “… es necesario insertar a los militares en la democracia”, soslayando que esa inserción se materializó en un cruento enfrentamiento interno acontecido el 3 de diciembre de 1990.

También se evidencia censurable que, otros, aseguren que al no existir ninguna hipótesis de empleo del instrumento militar, no hay nada que planificar y podemos prescindir de ello. Peligrosa e irresponsable miopía, rayana, no sólo en lo absurdo y trágico, propio del adjetivo denominado kafkiano, sino también constitutivo de un impropio desconocimiento del incierto contexto internacional.

Es imprescindible e impostergable iniciar un plan de reequipamiento, redespliegue y reestructuración de nuestras Fuerzas Armadas, a fin de dotarlas -en el accionar militar conjunto- de una capacidad de disuasión creíble que prioritariamente posibilite desalentar amenazas a los intereses vitales de la Nación, y cumplir con otras misiones secundarias.

Recursos no faltan, si se procede con creatividad e iniciativa en un proceso de modernización que demandará más de cinco mandatos presidenciales. No olvidar que la prevención es paradigma de acción, y es preferible ser criticado por prevenir que aceptar, torpemente, ser elogiado por privilegiar la vulnerabilidad y la indefensión.

* Martín Balza es ex Jefe del Ejército Argentino. Veterano de la Guerra de Malvinas y ex Embajador en Colombia y Costa Rica

Qué hacer con los militares, el debate que siempre vuelve

Resultado de imagen para que les impide a las Fuerzas Armadas intervenir en conflictos internosPor Joaquín Morales Solá - LA NACION

¿Debe preservarse el consenso democrático (y el cuerpo legal) de 1983 que les impide a las Fuerzas Armadas intervenir en conflictos internos? Sí, desde luego. ¿Deben imaginar los gobernantes el rol que tendrán los militares en el siglo XXI, con desafíos que no figuraban en los años 80, después de más de tres décadas de indiferencia política hacia los uniformados? Sí, también.

El margen de acción y la obligación de cambiar deja un estrecho sendero por el que debe caminar la dirigencia política. Mauricio Macri comenzó a transitarlo el lunes y provocó un escándalo entre sus opositores, algunos porque creyeron ver genuinamente un regreso de los uniformados a la resolución de los conflictos internos y otros porque eligieron recurrir a la crítica demagógica. Es cierto que el Presidente usó demasiado ligeramente el término "seguridad interior", sin explicar muy bien en qué consistía semejante alusión referida a los militares.

Lo cierto es que, por ahora, el Gobierno modificará un decreto reglamentario de la ley de defensa nacional de Néstor Kirchner, que a su vez cambió el decreto reglamentario de Raúl Alfonsín. El decreto de Alfonsín, de los años 80, estipulaba que las Fuerzas Armadas solo podrían intervenir ante casos de agresión externa. Punto. Kirchner modificó ese decreto con otro decreto y agregó que los militares actuarían solo en casos de agresión de "ejércitos de Estados extranjeros".

El decreto de Kirchner dejaba afuera, por lo tanto, los casos de terrorismo internacional, de narcotráfico y de ciberataques provenientes del exterior, como son casi todos los ciberataques. El decreto de Macri reinstalará el de Alfonsín, que permite encarar los fenómenos que no estaban hace treinta años, pero a los que les cerraba la puerta el decreto de Kirchner.

Llama la atención que los primeros escandalizados hayan sido los kirchneristas. Durante su presidencia, y en una cena de camaradería de las Fuerzas Armadas, Cristina Kirchner anunció la necesidad de darles nuevas funciones a los militares. Pocos días después nombró jefe del Ejército al general César Milani, que en el acto colocó a esa fuerza "al servicio del proyecto nacional y popular". Cristina y Milani rompieron a la vista de todos los consensos de 1983, entre los que figuraba la neutralidad política de las Fuerzas Armadas.

La entonces presidenta avanzó aún más y depositó en Milani el control de los servicios de inteligencia, lo que convirtió al militar -ahora preso por delitos de lesa humanidad presuntamente cometidos en los años 70- en el hombre fuerte de las Fuerzas Armadas. La incursión de Milani en la inteligencia interna violó dos leyes: la de defensa nacional y la de seguridad interior.

Hay que descartar, desde ya, que el Gobierno esté pensando en usar las Fuerzas Armadas para reprimir el conflicto social o para patrullar las calles en busca de delincuentes. Eso no ha sucedido nunca en casi 35 años de democracia, aunque la paranoia real o simulada de la izquierda vuelve cada tanto con el mismo fantasma. Los militares no podrían nunca intervenir en los conflictos sociales porque sencillamente no saben hacerlo. Aunque todos usen uniformes, no todos los uniformados hacen lo mismo.

El tema que más suspicacias provoca es el de la incorporación de las Fuerzas Armadas a la lucha contra el narcotráfico. Hay (por así llamarlas) dos doctrinas al respecto. Una es la del general Martín Balza, exjefe del Ejército, quien dijo en su momento una frase que sintetiza la posición de no pocos militares: "Ningún general soportaría un cañonazo de un millón de dólares". Lo que esa corriente militar plantea es el temor a que la corrupción, inherente al narcotráfico, termine por contaminar también a los militares.

En los dos países más importantes de América Latina, México y Brasil, los gobiernos han recurrido al Ejército para enfrentar el narcotráfico. En México, la experiencia no ha sido buena y muchos militares terminaron corrompidos. En Brasil, el Ejército se usa para cuestiones muy puntuales, no para una tarea constante contra los narcotraficantes, y hasta ahora no hubo denuncias de complicidad con el narcotráfico.

La segunda teoría la expresa Horacio Jaunarena, exministro de Defensa de Alfonsín, De la Rúa y Duhalde. Según Jaunarena, "la respuesta del Estado debe ser proporcional a la agresión"; esto es, el Estado debe usar sus ejércitos si los narcotraficantes tienen el despliegue y el armamento de un ejército. "A un ataque con bombas y morteros el Estado no puede responderle con gases lacrimógenos", suele decir Jaunarena.

Entre esas dos posiciones extremas, ¿en qué lugar se ubica Macri? Su gobierno no imagina, en verdad, un plan de lucha frontal de los militares contra el narcotráfico, pero sí estima conveniente su actuación solo en los casos en que narcotraficantes intenten conquistar una parte del territorio nacional.

El aporte a la "seguridad nacional" en relación con el narcotráfico será más bien con el apoyo logístico, el traslado de fuerzas de seguridad, el control de las fronteras o la detección cibernética de las acciones de los traficantes de droga. Esto obligará a una modificación sustancial, sobre todo en el Ejército, del despliegue geográfico de sus cuarteles. Ubicados según las viejas hipótesis de conflicto, las supuestas guerras con Brasil y Chile, ya no sirven de nada en una región en la que prevalece la paz entre los vecinos. El Gobierno se propone vender y comprar tierras y cuarteles, algunos de estos últimos serán compartidos por el Ejército y la Fuerza Aérea. Entre los proyectos también está la construcción de una enorme y moderna base logística en Ushuaia, el último puerto antes de la Antártida. Una parte sería ocupada por la Armada para la custodia de la enorme riqueza ictícola del país. El resto se destinaría a buques de transporte y de turismo.

Los preparativos para una guerra cibernética están también entre los planes. En los últimos tiempos se han vivido experiencias de incursiones cibernéticas que influyeron decisivamente en elecciones de países muy avanzados en tecnología informática. El ciberespacio y el terrorismo internacional están también muy relacionados. La Argentina ha sufrido ya dos monumentales atentados del terrorismo internacional: el que destruyó totalmente la embajada de Israel y el que voló la sede de la AMIA.

El gobierno de Macri tiene casi terminado con Israel un acuerdo de compra de equipos informáticos de última generación. Una novedad importante es que se está negociando con Chile un acuerdo para una acción conjunta argentino-chilena en el patrullaje del ciberespacio. No deja de ser, además, un gesto político elocuente: la vieja hipótesis de guerra con el país vecino se convierte en una alianza para enfrentar a un enemigo común.

La negociación con Chile configura dos progresos. La paz definitiva con un país vecino, en primer lugar. Y la aceptación implícita de que los métodos de las viejas guerras fueron reemplazados en el mundo de hoy por guerras con otros modos, otros protagonistas y también otras armas.

El consenso democrático de 1983 no debe olvidarse. Los militares no están para resolver conflictos internos, que son responsabilidad de la política. Esta es una parte inmodificable de la verdad. La otra parte es que el significado de la seguridad cambió en el mundo y que los militares pueden hacer un aporte a los nuevos desafíos, sin que ello implique cambiar la vieja doctrina ni el espíritu de los que refundaron la democracia. En cuestiones de tal magnitud la demagogia debería quedar fuera de la discusión, por lo menos para los que todavía sueñan con volver al poder.

Se oficializó empleo de militares en apoyo a fuerzas de seguridad

Edgardo Aguilera Por Edgardo Aguilera  - Ambito.com
Se eliminó la frase que restringía la utilización del instrumento militar sólo contra “fuerzas armadas pertenecientes a otros Estados”. Se amplió así la posibilidad de actuar contra elementos hostiles no institucionales como organizaciones de crimen trasnacionales.

Los cambios en las Fuerzas Armadas anunciados el lunes por el presidente Mauricio Macri fueron oficializados ayer en el Boletín Oficial. Se dispusieron modificaciones al Decreto 727/06 y se derogó el 1691 (Directiva sobre Organización y Funcionamiento de las Fuerzas Armadas), firmados por Néstor Kirchner, que limitaban la participación de las FF.AA. en seguridad interior. 

El Decreto N°683/2018 lleva la firma de Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Defensa, Oscar Aguad. Las modificaciones más importantes dispuestas por el Gobierno de Cambiemos afectan a los artículos 1°, 3° y 24° de la norma impulsada en la gestión Kirchner. El 1°, eje de la nueva visión, quedó así: las Fuerzas Armadas "serán empleadas en forma disuasiva o efectiva" en "agresiones de origen externo". Se eliminó la frase que restringía la utilización del instrumento militar sólo contra "fuerzas armadas pertenecientes a otro/s Estados/s". Amplió de esta manera la posibilidad de actuar contra elementos hostiles no institucionales, por caso, organizaciones de crimen transnacionales, las más activas, el terrorismo y el narcotráfico. Uno de los grandes objetivos que rigieron desde el inicio la plataforma de Gobierno de Macri es terminar con el narcotráfico. 

El 29 de mayo pasado en el discurso de conmemoración del Día del Ejército, Macri anticipó la idea de plasmar una nueva directiva de política de defensa nacional y redefinir los roles de las Fuerzas Armadas. Mencionó la necesidad de que se adapten a "las amenazas del siglo XXI con innovación" y que "dediquen mayores esfuerzos en la colaboración con otras áreas del Estado, brindando apoyo logístico a las fuerzas de seguridad para cuidar a los argentinos frente a los desafíos actuales". Este lunes Macri volvió a la carga y sentó las bases del decreto publicado ayer. 

El artículo 3°, en la versión Kirchner, prohibía la formulación de "hipótesis, supuestos y/o situaciones pertenecientes al ámbito de la seguridad interior" para "la planificación, adiestramiento y la formulación doctrinaria" del Sistema de Defensa Nacional. Ahora se reemplazó por una lista de operaciones para el empleo de las Fuerzas Armadas: "Operaciones en Defensa de los intereses vitales de la Nación; Operaciones dispuestas en el Marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) u otros organismos internacionales; Operaciones encuadradas en la Ley N° 24.059 y Operaciones en Apoyo a la Comunidad Nacional e Internacional". 

Se agregó el artículo 24 bis, que establece: "El Sistema de Defensa Nacional ejercerá la custodia de los objetivos estratégicos". Uno de esos objetivos estratégicos de cara al G-20 es la zona urbana (y el espacio aéreo) donde tendrán lugar las deliberaciones de los presidentes. El Comando Aeroespacial creado en 2009, que depende del jefe del Estado Mayor Conjunto, es el organismo con la responsabilidad de "ejecutar las operaciones de vigilancia y control del espacio aéreo que el Poder Ejecutivo disponga desplegar". Tiene asiento en el edificio Cóndor, pero con la derogación del Decreto N° 1691/06 impulsada por Aguad habría quedado sin función al igual que el titular del Estado Mayor Conjunto y otra estructura importante, el Comando Operacional de las Fuerzas Armadas

Volviendo a la letra y el espíritu de las leyes que regulan la defensa nacional

Resultado de imagen para Fabián CallePor Fabián Calle - Infobae.com
Luego de varias semanas de especulaciones, varias de ellas apocalípticas tanto sea con buena o mala intención, a partir del martes 25 de julio se pudo acceder oficialmente a las breves páginas del decreto 683 que deroga y reforma el decreto 727 del año 2006 que daba el marco general para el empleo de las Fuerzas Armadas. ¿Qué surge de una desapasionada lectura? Básicamente un regreso más fiel a la letra y el espíritu de las dos leyes nacionales que con amplísimo consenso sancionó el Congreso durante los gobiernos de los presidentes Raúl Alfonsín y Carlos Menem. Con un fuerte sentido común, estas preveían el empleo de las Fuerzas Armadas como respaldo logístico y operacional de las Fuerzas de Seguridad y policiales, en el caso de que fuesen sobrepasadas por los actores, estatales o no estatales, que disrumpieran la seguridad y la soberanía de la nación.

Dado que nuestro país cuenta con tres fuerzas federales dotadas de buenas capacidades humanas y materiales, el recurso a los militares fue visto y es visto como algo puntual y de última instancia en lo que hace al empleo de la fuerza. El decreto 727 del 2006 asumía una postura centrada exclusivamente en el empleo de la fuerza militar en caso de que hubiese un ataque por parte de un Estado nación. O sea, enemigos con bandera, marcha, uniforme, código postal y asiento en las Naciones Unidas. Un mensaje no precisamente amigable para nuestros vecinos. Más aún con la retórica de la gran patria bolivariana imperante en esos años (perdón por la omisión, general San Martín). El contra-argumento podía ser que las hipótesis de conflicto no eran Brasil, Chile, Paraguay, Bolivia y Uruguay, sino el Reino Unido por Malvinas y, si dejamos volar más el realismo mágico, una invasión de los Estados Unidos ansioso de controlar nuestros recursos naturales. De ser así, no se potenció ni el poder naval, ni el poder aéreo, ni el misilístico, etcétera, para un eventual choque con los británicos.

El uso y abuso de retórica nacionalista en cuentas de Twitter, Facebook y dibujitos animados nacionales no cambiaron nunca la ecuación estratégica de Londres. Sus gobernantes se harían, reformulada, la misma pregunta que le hizo Stalin a su canciller Molotov cuando este le transmitió críticas del Vaticano. ¿Cuántas divisiones tiene el Papa? En el caso de que nuestra hipótesis de conflicto interestatal westfaliano del decreto del 2006 haya sido Washington, no se tomó ningún recaudo para transformar a nuestros militares en fuerzas irregulares especializadas en guerra asimétrica para hacer frente al mejor estilo VietCong o talibanes a la abrumadora maquinaria bélica convencional de los Estados Unidos. Ergo, palabras que no se traspolaron en hechos concretos. Nacionalismo redentista sin dientes ni garras.

Sí cabe reconocer que el decreto de esa época fue coherente y funcional al acercamiento acelerado y creciente a la izquierda que un caudillo peronista provincial tradicional como Kirchner y con óptima relación con los militares de Santa Cruz durante sus gobernaciones decidió implementar a partir del 2003, pero en especial desde el 2005, choque con Bush mediante en Mar del Plata y Hugo Chávez y sus petrodólares comprando bonos argentinos. Cuando debía consolidar su autonomía y ruptura con el ex presidente Eduardo Duhalde que lo ayudó de manera decisiva a llegar al poder. En otras palabras, coherente con las necesidades de política doméstica del momento pero no así para la defensa nacional.

Yendo al nuevo decreto publicado finalmente esta semana, se mantiene de manera ortodoxa dentro del marco dado por las leyes antes mencionadas. Sí cambia la barrera pétrea al eventual empleo de las capacidades de las Fuerzas Armadas en tareas de apoyo frente a actores no estatales presente en el decreto firmado hace 12 años. No obstante, durante su vigencia, el anterior gobierno llevó a cabo acciones como Fortín y Escudo Norte, en las que las Fuerzas Armadas y en especial el Ejército actuaron colaborando con las Fuerzas de Seguridad en materia de lucha contra el narcotráfico y otras actividades delictivas de actores no estatales. El decreto del 2006 de más está decir que no impidió ni dificultó la estrecha relación del poder político de turno con sectores del Ejército en el marco de las pujas dentro del mundo de la inteligencia que generó el memorándum de acuerdo con Irán.

Sin duda, desde el regreso al orden constitucional, en 1983, la dirigencia política argentina ha desarrollado un plexo normativo amplio y detallado en el área de la defensa nacional y seguridad. Con grandes consensos parlamentarios, se votaron leyes relevantes en 1988, 1992, 1998 y 2001. En el 2006, el decreto 727 y ahora el nuevo 683 que reglamenta la ley de defensa nacional. Que, como vimos, se adapta más a los estándares que tienen la mayoría de los países del mundo, entre ellos, nuestros vecinos de la región sudamericana. Incluyendo los autodenominados "bolivarianos". Desde ya, sin caer en casos extremos como la abierta y activa intervención militar en la vida política y económica de Venezuela.

Es llamativo, si bien comprensivo por la presencia de filtros ideológicos y dobles estándares, que algunos sectores políticos y académicos argentinos que son fóbicos a cualquier cosa que esté relacionada con las Fuerzas Armadas argentinas mantengan un ensordecedor silencio con lo que ocurre en este plano en el país caribeño. En otras palabras, si en algo hemos invertido en el campo de la defensa, es en normas, papeles, tinta, palabras y seminarios. La gran tarea pendiente es ir a lo concreto y material. Un paso no menor para los gobernantes y la sociedad argentina de los próximos 10 años.

martes, 24 de julio de 2018

El rol de las Fuerzas Armadas: una reforma necesaria a la espera de un mayor presupuesto

Por Rosendo Fraga - Clarin.com
Se tardó dos años en implementar los cambios en la política de Defensa, que ahora deben continuar con la cuestión salarial y el reequipamiento.
El presidente Mauricio Macri al anunciar el inicio de una reforma del Sistema de Defensa Nacional, en Campo de Mayo.

La “Reconversión Militar” anunciada por Mauricio Macri es coherente con las misiones que impartió a las Fuerzas Armadas a poco de iniciar su gobierno. El 29 de mayo de 2016, públicamente dijo que sus misiones eran tres: ser instrumento de la política exterior, entendiendo por ello participación en fuerzas de paz, ejercicios multinacionales, etc.; la protección del medio ambiente y la participación en la lucha contra el terrorismo, en función de participar en coaliciones globales contra él.

El 3 de julio del mismo año, en la Cena Anual de Camaradería de las Fuerzas Armadas, agregó otros tres: cooperar en la protección de las fronteras, cooperar en la lucha contra el narcotráfico y asistir en las emergencias sociales. Se tardó dos años en implementar estas misiones que ahora se traducen en una directiva y un decreto.

Por un lado, se modifica el decreto 727/06 reglamentario de la Ley de Defensa Nacional, sancionada en 1988. Fue firmado durante la gestión de Néstor Kirchner siendo ministra Nilda Garré. Iba más allá de lo establecido por la norma, de acuerdo a la cual, las amenazas internas eran enfrentadas por las fuerzas de Seguridad y las externas por las Fuerzas Armadas. La mencionada reglamentación estableció que la amenaza externa debía ser de la Fuerza Armada regular de un Estado nacional, algo que ya no sucede en el conflicto bélico moderno.

El cambio que acaba de introducirse no sólo era necesario para que las Fuerzas Armadas pudieron participar en tres de las seis misiones determinadas por Macri (cooperación en la defensa de la frontera, colaboración contra el narcotráfico y participación en las coaliciones contra el terrorismo), sino incluso para el despliegue de medios militares en la seguridad de la Cumbre del G20. A esto se agrega que el Presidente firmó la Directiva que da marco a la política de Defensa. En ella se asume que Argentina tiene intereses concretos a defender, riesgos que implican amenazas para ellos y que pueden requerir el empleo de las Fuerzas Armadas para defenderlos. En este orden se menciona la importancia del Atlántico Sur, la relevancia de la defensa aeroespacial, amenazas transnacionales como el crimen organizado y los conflictos que crean inestabilidad regional, entre otros.

En cuanto a la cooperación militar en la protección de la frontera y la lucha contra el narcotráfico, ello puede darse con el cambio jurídico y doctrinario que se ha implementado, siempre que se resuelvan cuatro cuestiones: el adiestramiento, el equipamiento, el presupuesto necesario y las reglas de empeñamiento con las cuales deben operar.

La idea la Cyber-defensa planteada, recoge experiencias de las Fuerzas Armadas desarrolladas durante la última década. Pero debe tenerse presente, que ella es una herramienta que sólo resulta eficaz en combinación con otras que no sustituye. Aunque se desarrolle la capacidad militar cybernética, la Fuerza Aérea siempre va a necesitar una adecuada combinación de aviones de transporte, combate y entrenamiento; la Armada una fuerza de submarinos y una flota de superficie y el Ejercito unidades para operar en la montaña, el monte y la estepa, como también elementos de desplazamiento rápido.

Pero la política de Defensa, debe incorporar otros capítulos más para adquirir consistencia y viabilidad: dar continuidad y credibilidad a la política salarial del sector anunciada por Macri en 2016; definir un plan de reequipamiento con un cronograma para el largo plazo; asegurar un mínimo de recursos para el funcionamiento y definir qué porcentaje del PBI se le destinará en los próximos años.

*El autor es Director del Centro de Estudios Unión para una Nueva Mayoría

Cómo será la reforma en la doctrina de las FFAA (III)

(Ambito.com) -  Macri planea modificar un decreto del kirchnerismo para asignarle un nuevo rol en la seguridad interior. Además, el Ejecutivo busca fortalecer las empresas estatales FAdeA y Tandanor.
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Mauricio Macri anunció la reforma del Sistema de Defensa Nacional con el objetivo de asignarle a las Fuerzas Armadas un nuevo rol para que "colaboren" en la seguridad interior. De esta manera, el Presidente habilitará la intervención de los militares en un área que hasta ahora les está vedada.

De acuerdo a lo informado por Presidencia, la reforma consiste en modificar el Decreto 727 del año 2006 sobre la reglamentación de la Ley de Defensa, contemplando la intervención de las FFAA ante "agresiones de origen externo" y no restringirla sólo a "amenazas estatales" externas. En ese punto, el Gobierno apunta a incluir a las FFAA en su programa de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. 

Sin brindar demasiados detalles, el Gobierno señaló a través de una comunicado que planea "actualizar la doctrina y los planes de carrera militar" poniendo el énfasis "en el uso de las nuevas tecnologías". Parte del nuevo escenario también incluye la idea de "fortalecer" las empresas FAdeA (Fábrica Argentina de Aviones) y Tandanor (industria naval).
Resultado de imagen para Tandanor
Asimismo, desde Casa Rosada anticiparon que se actualizará "la visión del contexto internacional" con el objetivo de ratificar el compromiso del Gobierno en materia de "cooperación para fortalecer la paz y la seguridad mundial".

La reforma planteada por el Ejecutivo es inédita desde el retorno de la democracia. Vale mencionar que desde 1983 la doctrina vigente en la Argentina limita el accionar de las FFAA. Por lo pronto, estas modificaciones se materializarán por decreto en los próximos días. 
Resultado de imagen para apoyo logístico en la zona de fronteras
La reforma fue anunciada por Macri durante un acto en Campo de Mayo junto al ministro de Defensa Oscar Aguad y varios jefes militares. El Presidente señaló que los militares actuarán como "apoyo logístico en la zona de fronteras", así como ante "eventos de carácter estratégico". 

Al respecto, afirmó que "es importante" que las fuerzas militares "puedan colaborar con la seguridad interior, principalmente brindando apoyo logístico en la zona de frontera, interviniendo frente a la prevención de eventos de carácter estratégicos". Las Fuerzas Armadas tendrán también como misión la "custodia y protección de los objetivos estratégicos", señaló el Presidente.

Aguad, a su turno, precisó en declaraciones periodísticas que el Ejército actuará como "fuerza disuasiva" en los pequeños poblados" de frontera para que "no haya peligro de que puedan instalarse grupos vinculados al narcotráfico y también grupos terroristas". Aguad indicó que con ese objetivo se creará una "fuerza de despliegue rápido con 10 mil hombres".

Terrorismo, narcotráfico y custodia de "objetivos estratégicos", entre las tareas de las nuevas FFAA

(Infobae.com) - El Gobierno publicó uno de los decretos que reconvierten el rol de las fuerzas militares. El texto había sido adelantado por Infobae
El Gobierno oficializó el plan de reestructuración de las Fuerzas Armadas, que a partir de ahora serán empleadas en el combate del terrorismo internacional y colaborarán en la lucha contra el narcotráfico. Además, custodiarán objetivos estratégicos que hasta al momento eran vigilados por la Gendarmería.

Las modificaciones se formalizaron a través del decreto 683/2018, que figura en el Boletín Oficial de este martes con la firma del Presidente, del jefe de Gabinete Marcos Peña y del ministro de Defensa Oscar Aguad.

A través del texto, que fue adelantado ayer por Infobae,  el Gobierno derogó la Directiva Sobre Organización y Funcionamiento de las FFFA aprobada por el decreto 1691 e introdujo cambios en el 727, que limitaba el uso de las fuerzas militares al combate de agresiones de otros estados -ambos firmados por Néstor Kirchner en 2006-.

"Las Fuerzas Armadas, instrumento militar de la defensa nacional, serán empleadas en forma disuasiva o efectiva ante agresiones de origen externo contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de la República Argentina, la vida y la libertad de sus habitantes, o ante cualquier otra forma de agresión externa que sea incompatible con la Carta de las Naciones Unidas", indica el primer punto de la norma.

Y agrega que las FFAA enmarcarán su planeamiento y empleo en los siguientes tipos de operaciones:
-Operaciones en Defensa de los intereses vitales de la Nación.
-Operaciones dispuestas en el Marco de la ONU u otros organismos internacionales.
-Operaciones encuadradas en la Ley N° 24.059.
-Operaciones en Apoyo a la Comunidad Nacional e Internacional.

Por otra parte, señala que el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea conforman el Instrumento Militar de la Defensa Nacional, que "deberá concebirse como una única instancia integradora de las formas y modalidades de acción propias de cada una de esas fuerzas".

"La misión primaria fundamental del Instrumento Militar consiste en asegurar la defensa nacional ante situaciones de agresión externa", remarca el decreto. La novedad es que dentro de esas agresiones externas no sólo serán consideradas otras naciones: las FFAA podrán emplearse para combatir al terrorismo y al narcotráfico internacional. 

El texto sostiene también que las tres fuerzas "tendrán por misión alistar, adiestrar y sostener los medios puestos a su disposición, como así también aquellas funciones y responsabilidades asignadas por la normativa vigente, a los efectos de garantizar su eficaz empleo en el marco del planeamiento militar".

Y aclara que el Ministerio de Defensa "considerará como criterio para las previsiones estratégicas, la organización, el equipamiento, la doctrina y el adiestramiento de las FFAA, a la integración operativa de sus funciones de apoyo logístico con las fuerzas de seguridad".

En los argumentos, el Ejecutivo consideró que "como consecuencia de la evolución del entorno de Seguridad y Defensa resulta necesario establecer roles y funciones que deben asumir cada una de las instancias que la componen para que contribuyan al eficiente uso de los recursos del Estado".

Y agregó que la Ley N° 24.948 establece como principio fundamental de la reestructuración de las FFAA "la prioridad al accionar conjunto y a la integración operativa de las fuerzas, así como con las fuerzas de seguridad en sus funciones de apoyo y con fuerzas del ámbito regional y las de los países que integren contingentes de paz por mandato de las Naciones Unidas".

Una de las novedades de la reforma es la introducción de la custodia de "objetivos estratégicos". Si bien todavía no hay una lista de los bienes de interés que serán protegidos por fuerzas militares, la norma apunta a las represas y otras reservas naturales que hasta ahora eran protegidas por la Gendarmería. Los "objetivos estratégicos" serán definidos por el propio Poder Ejecutivo. 
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