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lunes, 14 de septiembre de 2015

Programa Tiangong

Tiangong (chino: Palacio celestial) es un programa de estación espacial de la República Popular de China, con el objetivo de crear una estación espacial de tercera generación, comparable a la Mir. Este programa es autónomo y no tiene relación con otros países que realizan actividades en el espacio. El programa comenzó en 1992 como el Proyecto 921-2. En enero de 2013, China sigue adelante en un gran programa multifase de construcción que dará lugar a una gran estación espacial en 2020.

China lanzó su primer laboratorio espacial, Tiangong 1, el 29 de septiembre de 2011. Tras Tiangong 1, un laboratorio espacial más avanzado completado con la nave de carga, llamado Tiangong 2, será construido. Tiangong 3 continuará desarrollando estas tecnologías. El proyecto culminará con una estación orbital grande, que constará de un módulo principal de 20 toneladas, 2 módulos de investigación más pequeños y embarcación de transporte de carga. Dispondrá de alojamiento para tres astronautas durante largos periodos y está previsto que se complete justo en la fecha en la que la Estación Espacial Internacional está programada para ser retirada.

En 1999, el Proyecto 921-2 recibió finalmente autorización oficial. Se estudiaron dos versiones de la estación: un "laboratorio espacial" de 8 toneladas y una "estación espacial" de 25 toneladas.

En 2000, se dio a conocer en la Expo 1997 de Hanover el primer modelo de la estación espacial planeada. Estaba construida a partir de módulos derivados del módulo orbital de la Shenzhou. La longitud total de la estación sería de unos 20 metros, con una masa total de menos de 90 toneladas, con posibilidad de expansión añadiendo módulos adicionales.

En 2001, ingenieros chinos describieron un proceso para la realización del Proyecto 921 en tres etapas. Originalmente el proyecto debía estar completado en el año 2010.
- Primera, vuelo tripulado (Fase 1), que tuvo lugar con éxito en 2003.
- Segunda, puesta en marcha de un laboratorio espacial (Fase 2, con una versión reducida del modelo inicial) que contaría con tripulación sólo a corto plazo y quedaría en modo automático entre visitas.
- Tercera, involucraría el lanzamiento de un laboratorio espacial mayor, el cual estaría permanentemente habitado y sería la primera estación espacial china (Fase 3).
Originalmente, China planeaba simplemente realizar un encuentro espacial entre Shenzhou 8 y Shenzhou 9 para formar un laboratorio espacial simple. Sin embargo, se decidió abandonar dicho plan y lanzar en su lugar un pequeño laboratorio espacial. En 2007, se hicieron públicos los planes para el lanzamiento en 2010 de un "laboratorio espacial" de 8 toneladas denominado Tiangong 1. Este sería un módulo de laboratorio espacial de 8 toneladas con dos puertos de acopamiento. Los vuelos posteriores (Shenzhou 9 y Shenzhou 10) se acoplarían al laboratorio.

El 29 de septiembre de 2008, Zhang Jianqi Vice Director del programa espacial tripulado de China, declaró en una entrevista para la Televisión Central de China6 que el Tiangong 1 (es decir, no Shenzhou 8) sería el "objetivo de acoplamiento" de 8 toneladas, y Shenzhou 8, Shenzhou 9 y Shenzhou 10 serían naves espaciales que se acoplarían a Tiangong 1.

El 1 de octubre de 2008, la Administración Espacial de Shanghai, que participó en el desarrollo de Shenzhou 9, declaró que habían realizado con éxito el experimento de simulación para el acoplamiento de Tiangong 1 y Shenzhou 8.

El 16 de junio de 2012, se lanzó Shenzhou 9 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan en Mongolia Interior, China, con tres tripulantes. La nave Shenzhou realizó con éxito un encuentro espacial con el laboratorio Tiangong 1 el 18 de junio de 2012 a las 6:07 UTC, siendo el primer acoplamiento chino de una nave espacial tripulada. El 11 de junio de 2013, China lanzó Shenzhou 10 con una tripulación de tres personas con destino a Tiangong 1.

La "estación espacial" completa de 60 toneladas se ha retrasado hasta 2020-2022 y tendrá condiciones de vida para tres astronautas a largo plazo.

Los esfuerzos de China para desarrollar una estación espacial de órbita baja terrestre comenzarán con una fase de laboratorio espacial, con el lanzamiento de los tres módulos espaciales Tiangong. El objetivo de acoplamiento chino consiste en un módulo de propulsión (recurso) y un módulo presurizado para los experimentos, con un mecanismo de acoplamiento en cada extremo. El puerto de acoplamiento de la sección de experimentos soporta acoplamiento automatizado. Su longitud es de 10,5 metros y el diámetro es de 3,4 m. Tiene una masa de 8.000 kg. Fue lanzado el 29 de septiembre de 2011 y está destinado a estancias cortas de una tripulación de tres astronautas.

Tiangong 2 "laboratorio espacial" - El Laboratorio Espacial de China será lanzado en 2015.
Su configuración es la siguiente:
-Tamaño de la tripulación: 3, con víveres y recursos para 20 días.
-Longitud: 14,4 m
-Diámetro máximo: 4,2 m
-Masa: 20.000 kg
-Dos puertos de acoplamiento

Estación espacial Tiangong 3
En julio de 2013, está previsto que el Laboratorio Espacial de China sea lanzado en el marco de tiempo de 2020. Se evaluaran las condiciones de vida para tres astronautas durante 40 días y la tecnología de soporte vital regenerativo, asi como verificar la reposición orbital de propulsor y de aire.
China planea construir la tercera estación espacial multimódulo del mundo, siguiendo a la Mir y la ISS. Esto depende de la fecha de lanzamiento de Tiangong 3, y de la fecha de separación del OPSEK de la ISS. Los componentes previamente separados se integrarán en la estación espacial, dispuestos como:
- Core Cabin Module (CCM) - basado en la "estación espacial" Tiangong 3 y análogo al Mir Core Module. - El módulo principal de 18,1 metros de largo, con un diámetro máximo de 4,2 m y un peso en lanzamiento de 20 a 22 toneladas, será el primero en ser lanzado.
- Laboratory Cabin Module I (LCM-1) y Laboratory Cabin Module II (LCM-2) - basados en el "laboratorio espacial" Tiangong 2. Cada módulo de laboratorio tiene 14,4 metros de largo, con el mismo diámetro máximo y peso en lanzamiento que el módulo principal.
- Shenzhou - nave tripulada: Una nave de carga basada en Tiangong 1, que tendrá un diámetro máximo de 3,35 metros y un peso en lanzamiento menor a 13 toneladas, para el transporte de suministros y servicios de laboratorio a la estación espacial.

La estación más grande será acoplada en 2020-2022 y está diseñada para un ciclo de vida de 10 años. El complejo tendrá un peso aproximado de 60.000 kg y tendrá condiciones de vida para tres astronautas a largo plazo.

Tras el éxito del lanzamiento espacial tripulado de China, un funcionario chino expresó su interés en participar en el programa de la Estación Espacial Internacional. En 2010, el Director General de la Agencia Espacial Europea Jean-Jacques Dordain, declaró que su agencia estaba dispuesta a proponer a los otros 4 socios que China, India y Corea del Sur fueran invitados a unirse a la asociación de la ISS. China ha manifestado su disposición a seguir cooperando con otros países en la exploración tripulada.

viernes, 21 de agosto de 2015

Aniversario del Lanzamiento del Vehículo Vex 1B y próximos pasos del proyecto Tronador II argentino

(defensa.com) La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios conmemora el día 15 de agosto de 2015 el primer aniversario del  exitoso lanzamiento del Vehículo Experimental VEX 1 B, realizado en Punta Indio, provincia de Buenos Aires, como prueba para el futuro lanzador argentino de satélites Tronador II.
El Vex 1B permitió ensayar en vuelo el sistema de navegación, guiado y control, entre otros sistemas del vehículo, y también se probó el segmento terreno asociado, para la operación del vehículo. Tras estos resultados se avanzó al siguiente paso del proyecto: el desarrollo de los vehículos experimentales VEX 5 para realizar pruebas de mayor complejidad, hasta alcanzar el lanzador Tronador II operativo, para colocar en órbita satélites de observación de la Tierra de hasta 250 kilogramos.

El nuevo paso del proyecto ya está en marcha, con el próximo ensayo del Vex 5A en el Centro de Control de Lanzamiento de Vehículos Experimentales, en Punta Indio. Se trata de un vehículo de dos etapas, que reproduce a una escala de tiempo acotada y progresivamente, eventos similares a los del lanzador Tronador II, que tendrá también dos etapas y los mismos propelentes (combustible y oxidante) en cada una. La parte superior del Vex 5A (denominada segunda etapa)  tiene una configuración similar al Vex1B.

Al nuevo vehículo Vex 5 se le incorpora otro segmento: la primera etapa, que lleva como combustible un kerosene denominado KC-1, que se está desarrollando especialmente para este proyecto, y oxígeno líquido como oxidante.  Como parte del ensayo de la primera etapa del Vex 5A se prevé realizar un tipo de trayectoria con ascenso vertical (similar a la trayectoria del VEx1B),  propulsando durante más tiempo y con un empuje mayor. También habrá instancias de pruebas sucesivas de control por toberas a reacción, separación de etapas, encendido de la segunda etapa y terminación del vuelo. Durante el ensayo se evaluarán en tiempo real los parámetros del vuelo, pudiendo decidirse la terminación de la misión según los resultados parciales obtenidos.
El Vehículo Vex 5A es el primer ejemplar en el que se ensayarán eventos de mayor complejidad, en una secuencia progresiva. En los siguientes vehículos VEx-5 se continuarán probando los mismos eventos, para ganar confiabilidad. El objetivo final es la prueba de la tecnología asociada a los mecanismos y funciones que se deben cumplir en vuelo, para concluir con un ensayo final de todos los eventos de la misión, sumando otros que completen todas las características del lanzador, para su funcionamiento operativo.
Solo 10 países en el mundo cuentan actualmente con sus propios lanzadores de satélites, a ellos pronto se sumara el argentino. Mediante el proyecto Tronador II se está desarrollando completamente en el país la capacidad propia de lanzamiento de satélites desde territorio nacional. El Tronador II colocará en órbita a los satélites de la serie SARE de arquitectura segmentada para la observación de la Tierra, que aportarán información útil para agricultura,  pesca, hidrología, gestión de emergencias, salud, entre otras aplicaciones.

martes, 18 de agosto de 2015

El Arsat 2 viaja a Guyana Francesa para su lanzamiento en septiembre

Por Soledad Maradona  | Para LA NACION
A fines del mes próximo, el satélite argentino será lanzado al espacio, partirá desde Bariloche y acompañará al Arsat 1 que permanece en órbita

El Arsat 2 partirá hoy a Guyana Francesa hasta su lanzamiento al espacio. Foto: Alfredo Leiva
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El segundo satélite geoestacionario construido por la empresa rionegrina Invap, Arsat 2, parte hoy rumbo a Guyana Francesa donde será lanzado al espacio el 30 de septiembre.

El satélite que fue construido íntegramente en Bariloche aunque cuenta con partes importadas, fue trasladado esta madrugada en un contenedor especial desde la sede de Invap al aeropuerto internacional de Bariloche, con un operativo de seguridad vial que se inició a las 5 de la madrugada y se extendió hasta pasadas las 6, debido a que el vehículo transitaba a solo 15 km/h.

En el aeropuerto fue cargado en un avión Antonov de origen ruso donde será trasportado a Guyana Francesa previa escala en Neuquén y Ezeiza para la recarga de combustible.

El operativo de carga en el aeropuerto fue seguido por las autoridades de Invap, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretetilneck y la intendenta María Eugenia Martini, que destacaron el logro de la empresa estatal rionegrina que en menos de un año concluyó el segundo satélite geoestacionario argentino.

El satélite tiene una vida útil en el espacio de 15 años y previo a su partida fue sometido a rigurosos ensayos de termo-vacío, acústico, de vibraciones, de compatibilidad electromagnética, de campo cercano por radiofrecuencia y de propiedades de masa. Los resultados indicaron que "los sistemas funcionan adecuadamente y que el satélite es apto para resistir las distintas condiciones a las que se verá sometido desde su lanzamiento hasta la operación por 15 años en el vacío del espacio profundo", informó Invap.

El Arsat 2 es el segundo satélite argentino de una serie de tres que integran el Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones que coordina el Ministerio de Planificación Federal. Ofrecerá cobertura en todo el continente americano, incluso Estados Unidos y brindará servicios de telecomunicaciones (televisión, telefonía, Internet y datos).

Según se informó, el satélite será ubicado en la posición orbital 81° oeste, asignado a la Argentina por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

A fines de agosto del año pasado, desde Bariloche partió el primero de los satélites construidos en esta ciudad, el Arsat 1, que fue puesto en órbita en octubre y emite servicios de internet, telefonía, datos y televisión..

lunes, 20 de julio de 2015

China, interesada en adquirir una plataforma de lanzamiento espacial marítima rusa

(RT.com) - China está interesada en adquirir plataforma de lanzamiento espacial marino rusa
China está interesada en adquirir plataforma de lanzamiento espacial marino rusa
Wikipedia / Kosmos24

Sea Launch AG, la empresa operadora de la plataforma de lanzamientos espaciales marítima, perteneciente al consorcio espacial ruso Energuía, está negociando con el Gobierno de China la compraventa de este 'cosmódromo flotante', junto con cohetes propulsores Zenit-SL y una nave de mando.

Para cerrar esta transacción, los impulsores de la iniciativa tendrán que superar un 'campo minado' debido a posibles consecuencias jurídicas y políticas de este contrato en Rusia, China y EE.UU., en particular, en lo referente al régimen de no proliferación de tecnología de misiles, informa el portal chino Space News.

Sea Launch tiene su sede en Berna, Suiza, pero su puerto de origen es Long Beach, California, EE.UU. El cohete Zenit-3SL de Sea Launch está construido por fabricantes de Ucrania y Rusia, empresas de carácter estatal, y con Boeing en calidad de contratista principal original de la compañía. Sería complicado 'ordenar' los efectos de las restricciones estadounidenses de transferencia de tecnología de cohetería espacial y requerimientos del régimen del tráfico internacional de armas, señalan funcionarios rusos del sector.
En agosto del 2014, en plena crisis de relaciones entre Rusia y Ucrania, las operaciones de Sea Launch fueron suspendidas hasta mediados del 2015. Además, el viceprimer ministro ruso Dmitri Rogozin, encargado del sector de la industria militar, no descartó que Sea Launch pasara a operar desde Brasil.

El 14 de enero, el servicio de prensa de la Corporación Unificada de Cohetería Espacial, que agrupa a todas las empresas rusas del sector, informó que estaba considerando la posibilidad de sustituir el cohete ruso-ucraniano Zenit en el proyecto Sea Launch por el nuevo cohete propulsor ruso Angara.

La empresa internacional Sea Launch fue fundada en 1995 como el proyecto comercial internacional más grande de lanzamientos espaciales desde plataformas marítimas. La empresa y el puerto espacial flotante fueron creados para dar vida a la idea de lanzar cohetes espaciales desde el ecuador.

Nuevo radiotelescopio chino-argentino

(defensa.com) Con 40 metros de diámetro, será emplazado en el Parque Nacional El Leoncito, ubicado en el Departamento de Calingasta, en la zona cordillerana de la provincia de San Juan, limítrofe con Chile, desde donde realizará estudios en el campo de la geodesia y georeferenciación para proyectos astrofísicos complementarios.

En el proyecto participan el Conicet de Argentina, la National Astronomical Observatory of the Chinese Academy of Science (NAOC) y la Universidad Nacional de San Juan.


El convenio, firmado en el Rectorado de la Universidad Nacional de San Juan, establece que el CART realizará estudios en el campo de la geodesia y georeferenciación para el mejoramiento de las técnicas de Interferometría de Base Muy Larga (VLBI), junto con antenas similares ubicadas en todo el mundo. Es un nuevo pasó en el polémico acuerdo con Pekín sobre actividades espaciales, que permite al gigante asiático mejorar y ampliar su influencia en este ámbito en el hemisferio Sur.

miércoles, 15 de julio de 2015

China y Brasil ponen en funcionamiento su cuarto satélite conjunto

(iProfesional.com) - Ofrecerá información privilegiada sobre la deforestación de la Amazonía, la mayor selva tropical del mundo, según anunciaron los dos países.
China y Brasil pusieron en funcionamiento el satélite conjunto CBERS-4, el cuarto aparato de este tipo desarrollado y lanzado con éxito por los dos países dentro de su programa de cooperación.

El CBERS-4 fue lanzado el 7 de diciembre de 2014 desde la base espacial china de Taiyuan, en el norte del país, y los análisis realizados por los expertos han confirmado que está cumpliendo sus funciones, según confirmó la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional de China.

El satélite ofrecerá información privilegiada sobre la deforestación de la Amazonía, la mayor selva tropical del mundo, principal objetivo del anterior satélite CBERS-3 que cayó a Tierra por un fallo de funcionamiento del vehículo lanzador durante el vuelo.

Este nuevo aparato está, como el anterior, diseñado para fotografiar, rastrear y registrar actividades agrícolas, deforestación de los bosques, cambios en la vegetación, recursos hídricos y expansión urbana con una resolución muy superior a la de los anteriores satélites.

Toda la información que recoja el satélite, que dará una vuelta completa a la Tierra cada 100 minutos, será otorgada "de manera gratuita" a países de África y Latinoamérica, precisa hoy la agencia oficial Xinhua.

Bajo el marco del CBERS (siglas de China-Brazil Earth Resources Satellite), un proyecto de cooperación especial con dos décadas de historia, Brasil y China han desarrollado y lanzado anteriormente los satélites CBERS-1 (retirado en 2003), CBERS-2 y CBERS-2B (retirado en 2010), y CBERS-3 en 2013.

Los dos países ya planean la siguiente fase, el CBERS-4B, que será puesto en órbita en 2016.
La cooperación con Brasil en ciencia se enmarca en el interés de China por impulsar su programa espacial y demostrar que puede competir con tradicionales potencias tecnológicas después de décadas de subdesarrollo y aislamiento internacional.

lunes, 6 de abril de 2015

El potencial mercado espacial de América Latina

(Especial de Infoespacial para Infodefensa) - Silenciosa pero implacable, Latinoamérica vive su propia carrera espacial.

La batalla por los satcom la está ganando, por ahora, Argentina, pues, según el informe sobre la Indusria Espacial Española de la colección Perfiles de IDS, se ha convertido en el primer país de la región que diseña, construye, integra y pone en órbita su propio satélite de comunicaciones geoestacionario (GEO), el Arsat-1.


Según este artículo, el desarrollo del satélite argentino Arsal-1, que ya opera con normalidad, es el mejor ejemplo del enorme salto tecnológico que ha experimentado.

Latinoamérica en la última década en lo que al sector del Espacio se refiere. Este gran avance cualitativo queda reflejado en el gran interés que varios gobiernos del Cono Sur están demostrando por los satélites de fabricación propia y sus amplias aplicaciones, tanto civiles como militares.

El informe pasa revista a la situación en el sector espacial de los países latinoamericanos, concentrándose sobre todo en Argentina y Brasil.

Argentina

El Arsat-1, lanzado el 16 de octubre de 2014, ha sido todo un hito regional. Producido por la empresa tecnológica INVAP para la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima (ARSAT), la plataforma suministrará un amplio espectro de servicios de telecomunicaciones, transmisión de datos, telefonía y televisión por toda Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.

Como parte de una constelación programada de tres plataformas, el Arsat-1 porta 25 transpondedores (receptores-transmisores) en banda Ku -doce de 36 MHz, cuatro de 54 MHz y ocho de 72 MHz- que proporcionarán a los argentinos y a sus vecinos Televisión Directa al Hogar (DTH), internet accesible con antenas VSAT y telefonía IP.

A nivel regional, Argentina colabora con Brasil en el Satélite Argentino Brasileño para Información del Mar (SABIA-Mar). El organismo ejecutor del proyecto será la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y están planificados los satélites de observación de la Tierra Sabiamar A y Sabiamar B, que funcionarán como plataformas multi-misión, desarrolladas por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), mientras que los principales instrumentos de la carga útil serán desarrollados y provistos por la CONAE.

Los dos satélites tendrán aplicaciones en datos ambientales y meteorológicos; estudios marítimos y costeros; detección de luces urbanas, cobertura de nieve y hielo, incendios forestales y vigilancia marítima.

Gracias a intercambios con universidades estadounidenses y con centros de investigación de la NASA han surgido empresas argentinas punteras como Satellogic, que hacen nanosatélites y buscan “democratizar el espacio”, es decir, facilitar los servicios  necesarios para lanzar nano y microsatélites.

El 26 de abril de 2013, Satellogic puso en órbita, a bordo de un cohete chino, un satélite de 20 centímetros por 10 cm por 10 cm (2U) de sólo dos kilos y medio de peso que sigue girando a 450 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre, el Cube Bug-1 o Capitán Beto. Era el primer CubeSat argentino. Unos meses más tarde, lanzó desde la base rusa de Yasni al Cube Bug2 o Manolito, otro aparato de similares proporciones, y en el verano del año pasado debutó el tercer ingenio, de nombre Tita.

En cuanto a acceso al Espacio, Argentina está inmersa en el programa Tronador  II, la segunda fase del proyecto de fabricación de un cohete diseñado para colocar satélites en órbitas polares y colocar cargas en órbitas bajas terrestres (LEO). El propulsor “de  alta precisión” tiene como objetivo principal enviar al espacio los llamados “satélites de estructura segmentada”, un tipo de plataforma completamente innovador que investigan en el CONAE y que constaría de estructuras segmentadas y pequeñas, cada una de ellas con su propio instrumental autónomo que podrían irse ensamblando unas con otras en el Espacio o bien operando coordinadamente a modo de constelación.

Brasil

Brasil posee un importante y ambicioso programa espacial civil-militar. El desarrollo de naves de medio peso pivota sobre un acuerdo “estratégico global” suscrito en 1988 por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE) y la Academia China de Tecnología Espacial (CAST), prorrogado en 2002, para el desarrollo de plataformas de observación de la Tierra dentro del programa  . Hasta el momento se han lanzado cinco dispositivos,  el último, el CBERS-4,  en diciembre de 2014. y se negocia  la construcción de un sexto que podría ser puesto en órbita dentro de tres años.

Fruto de esta estrecha cooperación tecnológica con China, el Amazonia-1 se convertirá en el primer satélite de observación de la Tierra completamente  desarrollado en  Brasil tras su despegue programado para este año 2015.

Además de la familia CBERS, Brasil trabaja en un satcom de uso dual, en banda Ka y en banda X, el Satélite Geostacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas  (SGDC).  En 2012, la empresa Thales Alenia Space Francia ganó la licitación  internacional para el desarrollo de esta plataforma, que podría abrir posibilidades de negocio a empresas españolas  ya asentadas en Brasil como Indra o Hispasat.

Dentro del mundo de las plataformas de pequeño tamaño, el Gobierno de Brasilia ha destina- do recursos  humanos y financieros al proyecto o Sistema Espacial para Realização de Pesquisa e Experimentos com NanoSatélites. De este programa, que implica a estudiantes universitarios, salió un CubeSat 3U que esperaba turno para ser lanzado. Lo mismo le ocurría al ITASAT 1, un CubeSat 6U fabricado por el Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA).

Brasil, que fue el primer país latinoamericano en emprender un programa de lanzadores allá por los años 80, está planificando actualmente el programa VLS, que contempla el desarrollo, de aquí a 2020, de dos versiones de cohetes, el VLS Alfa y el VLS Beta, capaces de poner en una órbita de 500 a 800 kilómetros de altura una masa de 200 a 800 kilos. Para ello tienen presupuestados 1.140 millones de reales (353 millones de euros).

Además, y en colaboración con la Agencia Espacial Alemana (DLR), los ingenieros brasileños trabajan en un cohete lanzador de microsatélites (VLM) con una configuración en tres etapas. Finalmente, el tercer capítulo del programa nacional brasileño de actividades espaciales pasa por la modernización del actual Centro de Lanzamientos situado en Alcántara. Para ello, crearon con Ucrania una empresa binacional llamada Alcântara Cyclone Space para realizar desde Brasil lanzamientos comerciales utilizando el vehículo lanzador ucraniano Cyclone-4.

Fuente: http://www.infodefensa.com/latam/2015/03/31/noticia-potencial-mercado-espacial-america-latina.html

lunes, 16 de febrero de 2015

Tronador: cómo se construye el lanzador argentino

Por Nora Bär | LA NACION - Twitter: @norabar     |   Mail: nbar@lanacion.com.ar    
 Para este año estarían previstos dos o tres lanzamientos más del vehículo experimental, VEx5.
Foto: Ministerio de Planificación

Marcos Actis decidió ser ingeniero espacial hace 40 años, cuando estaba terminando la primaria y vivía en Arroyo Dulce, un pueblo de la provincia de Buenos Aires de apenas 3000 habitantes.

"Era un fanático de Viaje a las Estrellas y soñaba con irme a trabajar a los Estados Unidos -confiesa mientras camina por el patio de la facultad donde hizo colocar una maqueta del Pulqui, el avión a reacción diseñado y construido en el país a mediados del siglo XX, el primero en su tipo en fabricarse en América latina y el noveno en el mundo-. Me acuerdo cuando vimos el alunizaje con mi padre. Él había dejado la escuela en 6° grado, era molinero y trabajaba en el campo. Un día le dije que me iba a estudiar a La Plata. Me decidí por la ingeniería aeronáutica porque era la que más se acercaba a la ingeniería espacial. Y acá estoy, viviendo un sueño hecho realidad."

Un cohete como el Tronador, diseñado para inyectar satélites de unos 250 kg en órbitas de baja altura, a alrededor de 700 km de la superficie terrestre, puede tener más de 3000 piezas.

Hoy es el decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata y dirige un equipo de 150 investigadores, docentes, becarios y técnicos que tiene a su cargo la fabricación de seis vehículos experimentales y del Tronador II, el primer lanzador espacial para colocar satélites en órbita que desarrolla íntegramente un país latinoamericano.

No están solos. El ambicioso proyecto liderado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales agrupa a más de 600 profesionales, contando los 250 que trabajan en la compañía VENG SA, contratista principal, y otros dos centenares en numerosos institutos de investigación del Conicet, como el Centro de Investigaciones Ópticas, el Instituto Argentino de Radioastronomía, las universidades de Buenos Aires, Tecnológica Nacional, la de Córdoba y la de Mar del Plata, el Instituto Universitario Aeronáutico, la Comisión Nacional de Energía Atómica, el Servicio Meteorológico Nacional, el Instituto Balseiro, Invap, Y-TEC (centro de desarrollo de tecnología de YPF) y la Planta Piloto de Ingeniería Química (Plapiqui). También participan pymes encargadas de desarrollar algunas partes específicas.

Como ingeniero, Actis es un veterano en materia espacial. Él y colegas de la UNLP trabajan en proyectos de la Conae desde la época del SAC-B, el satélite argentino de observación astronómica que se lanzó en 1996.

 Ingeniero Marcos Actis. "La navegación anda bien, los motores funcionan; ahora es tiempo de construcción.". Foto: Patricio Pidal / AFV

"Participamos en toda la serie SAC -subraya-. De los cinco instrumentos argentinos del SAC-D, cuatro se construyeron en la facultad. Y dos de los más importantes, el radiómetro y la cámara infrarroja, se hicieron en el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA, de la UNLP). Ahora estamos haciendo allí el centro tecnológico aplicado aeroespacial, que ya fue aprobado por la universidad."

Un cohete como el Tronador, diseñado para inyectar satélites de unos 250 kg en órbitas de baja altura, a alrededor de 700 km de la superficie terrestre, puede tener más de 3000 piezas. En este caso, la idea fue que, salvo excepciones, estuviera íntegramente diseñado y producido en el país. Un desafío mayor si se tiene en cuenta que exige desarrollar materiales delgados, soldaduras de alta calidad e instrumental liviano, todo prácticamente sin disponer de información técnica.

"Muchos creen que la «receta» para hacer un lanzador se baja de Internet y listo -sonríe Actis-, que es fácil encontrarla en papers o trabajos científicos, pero éstos sólo ofrecen información analítica, teórica, no procesos de construcción."

La empresa VENG SA, de Falda del Carmen, Córdoba, está encargada del diseño de los motores de 4000 kg de empuje y el sistema de propulsión. El Tronador está pensado como un vehículo de navegación autónoma, es decir que una vez programado busca su órbita, algo que nunca se había hecho en el país.

Tendrá dos "etapas". La primera es la que lo impulsa algo más de los primeros dos minutos de vuelo hasta que logra vencer la fuerza de gravedad. Ésta llega hasta los 100 km de altura, se desprende y cae al océano. Para eso se emplea el 90% del combustible. Con el 10% restante, la segunda etapa sigue hasta inyectar el satélite en la órbita predeterminada.

"Por ser un vehículo de combustible líquido (a diferencia de un misil, que usa combustible sólido), despega a muy baja velocidad -explica Actis-. Un misil sale a una aceleración de 7 u 8G [1G es la aceleración que produciría la gravedad en un objeto cualquiera en condiciones ideales] y éste despega a 1,4 G y se va acelerando: de 800 km/h pasa a 1000, 2000, 3000, 4000. A medida que se va consumiendo el líquido y se aliviana, aumenta la velocidad."

Completo, el Tronador pesará alrededor de 70.000 kilos, de los cuales 63.000 corresponderán al combustible. El vehículo en sí, que medirá algo más de 30 metros de altura por dos metros y medio de diámetro, sólo pesará 7000 kilos.

La empresa VENG SA, de Falda del Carmen, Córdoba, está encargada del diseño de los motores de 4000 kg de empuje y el sistema de propulsión.

"El Tronador II se diseñó para inyectar con alta precisión en órbitas polares cargas útiles livianas para observación de la Tierra. Todos sus motores son de desarrollo local y funcionan con combustibles y oxidantes líquidos en sus dos etapas, también desarrollados localmente -explica el ingeniero Pablo Servidia, responsable del Sistema de Navegación, Guiado y Control, e investigador principal del área de Acceso al Espacio de la Conae-. Los motores con propelentes líquidos se destacan por su alta energía específica, su escalabilidad, la posibilidad de regular fácilmente el tiempo de quemado y, en consecuencia, por lograr la precisión de posicionamiento requerida. Además, para mejorar la confiabilidad de la fase final del vuelo, el motor que se desarrolló para la última etapa utiliza propelentes hipergólicos, es decir que se encienden al simple contacto."

Según explica Servidia, el motor de la primera etapa ya se probó en 2014 y, junto con el de la última etapa, que impulsa la parte superior, se ensayará este año en los vehículos experimentales VEx5. Durante las pruebas tratarán de ajustar el encendido en condiciones de ingravidez y vacío, que son difíciles de replicar en tierra.

Los científicos y tecnólogos que trabajan en el programa Tronador esperan que este esfuerzo también ofrezca beneficios en áreas más terrenales.

Este combustible que utilizará el Tronador está en manos de un equipo de Y-TEC. "Es de un tipo que sólo producen tres países: Estados Unidos, China y Rusia", describe Gustavo Bianchi, doctor en Ciencia de los Materiales de la Universidad de Mar del Plata, ex investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica y hoy director del centro de desarrollo tecnológico de YPF.

Se trata de un tipo de kerosene al que se aplica un proceso especial cuyos detalles no se pueden comentar por ser secreto industrial. "Lo desarrollamos nosotros desde cero -asegura Bianchi-. Ya estamos comenzando a construir una planta para producirlo exclusivamente para la Conae." Debido al interés que despiertan estos desarrollos, tanto los investigadores de la UNLP como de grupos que desarrollaron el GPS y otros dispositivos del vehículo, así como empresas privadas que trabajaron sobre las baterías de litio, deben respetar una cláusula de confidencialidad, y no pueden compartir sus hallazgos ni publicarlos en congresos ni revistas científicas.

Es sabido que la exploración espacial dejó como subproducto un sinnúmero de nuevas tecnologías. Es el caso del GPS, el código de barras, los detectores de humo, la pintura anticorrosión, los pañales desechables, nuevos metales aislantes, el Kevlar, el cierre velcro, el termómetro digital, el tubo para la pasta de dientes, los alimentos deshidratados y el microondas.

Los científicos y tecnólogos que trabajan en el programa Tronador esperan que este esfuerzo también ofrezca beneficios en áreas más terrenales. Un ejemplo son los aluminios de alta calidad que se están desarrollando en la UNLP.

"La Argentina exporta aluminio, pero de bajo precio -explica Actis-. El barato se exporta y después compramos aluminio caro. Nuestro aluminio vale unos 2000 dólares la tonelada, pero el que importamos, unos 20.000. Y el espacial, que es el que estamos haciendo en la facultad, alrededor de 200.000. El dato importante es que este último se usa para vehículos espaciales, pero también sirve para la industria automotriz. Es una tecnología de gran valor agregado. Lo mismo ocurre con los sistemas de navegación."

El sensor se compone esencialmente de un metal con un grabado particular que se llama "red de Bragg"
En el Centro de Investigaciones Ópticas del Conicet, Ricardo Duchowicz y Gustavo Torchia lideran dos de los grupos que, junto con el de Mario Garavaglia, desarrollan desde hace más de una década los giróscopos que estarán encargados de monitorear el vuelo del lanzador y sensores que permiten controlar su salud estructural. Los tres grupos están vinculados desde 2009.

"Nuestros giróscopos demostraron una calidad incluso superior a algunos de los modelos comerciales -comenta Duchowicz-. Ya estamos en una etapa madura y la idea es que los dispositivos que diseñamos para el Tronador u otros similares también se puedan vender."

El giróscopo es un sistema interferométrico que detecta una señal cuya frecuencia se corre si uno rota el dispositivo. Mediante el control de una tensión que compensa ese corrimiento se puede determinar el grado de giro que está realizando. Tiene tal precisión que si se lo colocara sobre la mesa frente a la que estamos sentados podría registrar la rotación de la Tierra.

"El que desarrollamos hasta ahora -explica Duchowicz- tiene 500 metros de fibra óptica y un solo eje. En los próximos dos años pensamos compendiarlo en un sistema de tres ejes, lo que permitiría medir cualquier tipo de movimiento, algo fundamental para mantener la estabilidad de un lanzador o de un satélite."

Otros dos equipos están desarrollando sensores de fibras ópticas que permiten controlar temperatura y deformación. "Con estos dispositivos hacemos análisis de la salud estructural del vehículo -dice Gustavo Torchia-. En el espacio, las variaciones de temperatura pueden llegar a los 150 grados, según si el aparato está en la cara iluminada u oscura del planeta. Los sensores están preparados para monitorear desde -10 hasta 150 grados, y es posible desarrollar dispositivos que lleguen a 500 y hasta 1500 grados. Como la fibra óptica es un elemento pasivo, se utiliza una consola con la electrónica y un emisor que ilumina en una banda ancha los distintos tipos de sensores, colocados a lo largo del lanzador. Si algo se calienta o varía su temperatura, se desplaza a mayor longitud de onda. Es decir, lo que medimos son variaciones de la longitud de onda, solamente importan los corrimientos. Ocurre lo mismo si el material se deforma o se estira."

El sensor se compone esencialmente de un metal con un grabado particular que se llama "red de Bragg", para lo cual los científicos desarrollaron una planta de grabado de redes en el propio CIOP.

Se prevé que este año se realicen pruebas con el vehículo experimental VEx5, que ya tiene dos etapas
"En el mercado, grabar cada una de esas redes cuesta 200 dólares -detalla Torchia-. Así, como los testeos tienen que ser destructivos, porque hay que probar cuánto es lo máximo que toleran, podemos disponer de las nuestras sin necesidad de comprarlas." Y más adelante agrega: "La consola se coloca en la parte del vehículo que está refrigerada o con temperatura controlada; en cambio, la línea de sensores puede llegar hasta donde se quiera. Dentro de una fibra se pueden colocar 20 sensores a la vez, que monitorean distintos puntos del sistema. Entonces con un mismo aparato se controlan varios simultáneamente. Después, mediante la telemetría, se conocen perfectamente desde tierra, en tiempo real, la temperatura y la deformación".

Hasta ahora, el lanzador fue sometido a dos pruebas, ambas con la primera etapa, desde la localidad de Pipinas. En la primera, realizada en febrero de 2014, sólo se elevó un par de metros, en lo que se interpretó como un rotundo fracaso. Sin embargo, Actis aclara que para los ingenieros el balance fue ampliamente positivo.

"Hay que tener en cuenta que el vehículo se carga y se activa automáticamente, a distancia. El módulo se elevó apenas dos metros y medio porque falló un enganche, que es algo externo -dice-. Toda la ingeniería y el encendido del vehículo anduvieron bárbaro. Eso permitió hacer las correcciones y ya en el segundo intento sabíamos que todo lo demás andaba bien y lo único que tenía que hacer era desengancharse. Se aprende más de las fallas que de los éxitos. Como decía Wernher von Braun: «Los resultados de una prueba valen por mil opiniones expertas»."

El 14 de agosto del año pasado se realizó otra prueba con resultados ampliamente satisfactorios: "Ascendió hasta 3000 metros de altura; la idea era que llevara poco combustible porque teníamos un radio de acción muy chiquito: estábamos limitados por los ocho km de exclusión que se establecen para prevenir accidentes si algo no funciona -cuenta Actis-. Probamos el sistema de navegación y fue un éxito. Ahora estamos ensayando la segunda etapa, donde viajan todos los sistemas de control para buscar la órbita exacta donde se inyecta el satélite."

Además de promover el desarrollo de nuevas tecnologías que actualmente no se producen en el país, el proyecto también estimula la formación de recursos humanos. "Enviamos docentes y estudiantes a capacitarse afuera -cuenta Actis-: algunos viajaron gracias al plan Becar, otros, a hacer másteres y doctorados en ingeniería aeroespacial... Para medir el impacto que tiene este proyecto, baste con mencionar que la carrera de Ingeniería Aeronáutica solía tener 70 inscriptos y este año tuvo 140."

Se prevé que este año se realicen pruebas con el vehículo experimental VEx5, que ya tiene dos etapas. Según detalla Servidia, esto "implica la evaluación progresiva de una serie de objetivos, como separación de etapas, vuelo controlado, encendido e impulso del motor de la última etapa y del mecanismo de apertura de cofia [donde va alojado el satélite]. Las pruebas se realizarán desde el área cercana a la localidad de Pipinas, al norte de la bahía de Samborombón".

Marcos Actis.
El decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata dirige uno de los grupos que, liderados por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, trabajan en el diseño y la construcción de un lanzador satelital autónomo desarrollado íntegramente con tecnología local. Para este año estarían previstos dos o tres lanzamientos más del vehículo experimental, VEx5

miércoles, 3 de diciembre de 2014

El satélite chino brasileño CBERS-4 ya está integrado en su vehículo de lanzamiento

(defensa.com) La cúpula que alberga el satélite chino-brasileño CBERS-4 se unió al vehículo de lanzamiento Larga Marcha-4B el pasado viernes en la base de Taiyuan, China. El lanzamiento está previsto para el domingo 7 de diciembre.
Los equipos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE) y la Academia China de Tecnología Espacial (CAST) realizan los últimos preparativos para el lanzamiento del quinto satélite del Programa CBERS (acrónimo de Satélite Sino-Brasileiro de Recursos Terrestres). Según el INPE tendrá exactamente las mismas especificaciones técnicas que el CBERS-3.  Llevará cuatro cámaras de monitoreo de  mejor  resolución que en los modelos anteriores. En total, el equipo transportado al espacio pesa más de dos toneladas y tiene una útil vida prevista de cuatro años.

En órbita, el satélites CBERS-4  centrará su labor en  Brasil, China y los países de América del Sur, aunque también puede hacer registros de otras regiones del planeta. Entre sus principales tareas estará el monitoreo de la deforestación en el Amazonas. La inversión en esta quinta versión del programa CBERS debe seguir siendo un monto similar al aplicado al CBERS-3, cerca de 160 millones de dólares. La participación en la construcción sigue repartida al cincuenta por ciento entre China y Brasil. (Javier Bonilla)

martes, 2 de diciembre de 2014

Una empresa española pondrá en órbita nanosatélites mediante un Mig-29

(defensa.com) - La empresa española Celestia Aerospace ha anunciado la puesta en marcha de un servicio de fabricación y lanzamiento de satélites de pequeño tamaño usando un avión de combate Mig-29 como vector de lanzamiento y operando desde un aeropuerto situado en España. La empresa, que tiene actualmente su sede en Barcelona, se instalará en uno de los aeropuertos españoles con menor tráfico comercial, de ahí que entre los candidatos estén los de Teruel,  Castellón o el de Lérida.
Según nos confirma Daniel Ventura González, vicepresidente de la División Aeronáutica, ya han mantenido varios encuentros con los responsables de algunos de estos aeropuertos  y se está en el proceso de seleccionar el mejor candidato. En el aeródromo que se determine, habrán de instalar un hangar para integrar el misil y sus satélites al avión, estando previsto que los primeros lanzamientos puedan tener lugar a comienzos de 2016. Así mismo, Ventura precisa que el Gabinete del Jefe de Estado Mayor del Aire (JEMA) ha sido informado de los planes de la empresa, “buscando su colaboración y beneplácito para utilizar el espacio aéreo militar por encima de FL420 (altitud de vuelo de 42.000 pies)  y realizar el lanzamiento. Estamos convencidos de que encontraremos múltiples vías de colaboración en un futuro próximo. Además, nos une una relación cercana y cordial con el Ejército del Aire”.
Celestia es una empresa formada por 40 personas y funcionará ofreciendo soluciones “llave en mano”, por lo que será responsable de todo el proceso, incluyendo el diseño y construcción del satélite, el lanzamiento y la operación de este, incluyendo la gestión de datos. Fabricará los satélites según los requerimientos del cliente, con forma de cubo de 10 cm. de lado y un peso aproximado de 10 kg. cuyo coste de lanzamiento estaría en los 50.000 euros. La ventaja que anuncia la empresa es el bajo coste en comparación con otros sistemas de lanzamiento convencionales, condicionados por el papel secundario al que son relegados los nanosatélites frente a los satélites de gran tamaño, en términos de plazos, flexibilidad y prioridad de lanzamiento. La empresa quiere beneficiarse de la falta de estándares en un área tan especializada como ésta, ofreciéndose como líder en el desarrollo de plataformas orbitales para esta actividad.

Preguntado por la elección del MIG-29 como plataforma de lanzamiento, Ventura asegura que “Se trata de un tema puramente económico. La adquisición de un avión de combate en servicio es prohibitiva, pero el MiG-29 ofrece una combinación de altas prestaciones y precio asumible (alrededor de 5 millones de euros), que hacen viable este sistema de lanzamiento. También contemplamos la posibilidad de optar por un Sukhoi 27 por las mismas razones, aunque tanto el mantenimiento como la operación se encarecen y el MiG-29 ofrece una combinación de techo operativo, velocidad, y capacidad de carga suficiente para nuestros propósitos”.
La empresa cree que hay una gran variedad de aplicaciones para este tipo de satélites, desde las comunicaciones, la experimentación en gravedad cero, la fotografía orbital o la homologación de componentes electrónicos y mecánicos para satélites de grandes dimensiones. Para ello, los nanosatélites son puestos en órbita equipados para poder enviar la información generada a la estación de seguimiento en tierra. Celestia ha proyectado ya dos satélites denominados BioPharmaSAT, destinado al sector de la biotecnología, y SemicondSAT, al de la electrónica. Actuarán como bancos de pruebas de nuevos materiales y procesos de materiales de alta tecnología en entorno de ingravidez, como la cristalización de las proteínas o de materiales de alta tecnología, áreas de importancia para la industria farmacéutica y de los semiconductores respectivamente. La empresa contaría ya con un compromiso para el lanzamiento de 40 satélites para una empresa de comunicaciones encriptadas. 

“Nuestra empresa quiere romper con los estándares (o mejor dicho, falta de ellos) existentes en la industria incipiente de los nanosatélites de uso comercial. El diseño de nuevos estándares ofrece la ventaja a las empresas e instituciones la posibilidad de necesitar un conocimiento limitado de la plataforma para poder desarrollar sus experimentos y aplicaciones, abriendo este mercado a iniciativas que hasta ahora no se atrevían a experimentar en órbita debido a su falta de know-how en el desarrollo de las plataformas orbitales. Además, la estandarización también conlleva una disminución de costes en el desarrollo y fabricación del nanosatélite”.
Usarán para ello un avión Mig-29UB desmilitarizado que empleará unos misiles modificados para el lanzamiento de los satélites, un sistema bautizado como Sistema de Lanzamiento Aéreo Sagitarius (SALS por sus siglas en inglés). Para ello están buscando un avión de combate Mig-29UB por ser el que mejores prestaciones ofrece en términos de techo operativo, velocidad, capacidad de carga y coste. Este avión puede encontrarse a un coste aproximado de cinco millones en las Fuerzas Aéreas de varios países que los tienen o tenían hasta hace poco en servicio, como Polonia, Ucrania o Eslovaquia. Incluso el mercado privado estadounidense ofrece la posibilidad de adquirir un avión de este tipo ya desmilitarizado y aprovecharse del gran número de repuestos que aún puede encontrarse.

Un aspecto importante es que el lanzador que empleará el avión es un desarrollo propio inspirado en el arma antisatélites ASM-135 ASAT que desarrolló la Fuerza Aérea estadounidense (USAF) en los años ochenta para el F-15. El misil podrá estar configurado para llevar cuatro o dieciséis satélites que pueden ser puestos en órbita en una única operación de lanzamiento. El avión, tras despegar, realizará un tiro prácticamente parabólico, que requerirá pocas correcciones una vez disparado.

La empresa espera contar con un 100 % de capital privado, estando abiertos a la asociación con alguna empresa tecnológica ya que el proyecto requiere de una financiación de 50 millones de euros. Además esperan poder trabajar con el organismo gestor del aeropuerto elegido de la manera más productiva de cara a la obtención de los necesarios permisos. Celestia Aerospace cuenta con Gloria García-Cuadrado como directora, persona con experiencia tras dirigir el clúster aeroespacial de Cataluña. También se encuentra en su plantilla Adriano Camps, profesor del Departamento de nanosatélites de la Universidad Politécnica de Barcelona. (J.N.G.)

jueves, 18 de septiembre de 2014

Boeing y SpaceX transportarán a los astronautas de la NASA para no depender de Rusia

(iProfesional.com) - La aeronáutica recibirá 4.200 millones de dólares, mientras que la compañía de Elon Musk, cofundador de PayPal, cobrará 2.600 millones de dólares. El contrato recupera para empresas privadas estadounidenses unas tareas que desde 2011 estaban en manos de los rusos

Las compañías Boeing y SpaceX fueron elegidas para transportar de nuevo astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional en vehículos y con tecnología estadounidenses, sin dependencia de terceros países.

El contrato, valorado en unos 6.800 millones de dólares, recupera para empresas privadas estadounidenses unas tareas que desde 2011, con la retirada de los transbordadores espaciales, estaban en manos de las del programa espacial ruso Soyuz. “Desde el primer momento el Gobierno de (Barack) Obama dejó claro que esta gran nación en la Tierra no debería depender de otros países para ir al espacio”, dijo el director de la NASA, Charles Bolden, en una rueda de prensa desde Cabo Cañaveral (Florida).

Bolden explicó que esperan que este multimillonario contrato permita acabar en 2017 con la dependencia de Rusia para llevar al personal hasta la EEI.

Boeing recibirá 4.200 millones de dólares, mientras que la NASA concederá a Space X, la compañía de Elon Musk, cofundador del sistema de pagos por Internet PayPal, 2.600 millones de dólares.

Los lanzamientos, según el anuncio, se harán de nuevo desde el tradicional centro de Cabo Cañaveral, en la costa este de Florida, en el caso de la compañía Boeing en su cápsula espacial CST-100, y en el de SpaceX en su cohete espacial Dragon. Con este contrato, todo el proceso de envío de astronautas o equipos al espacio volverá a manos estadounidenses y se volverá a desarrollar con tecnología de este país.

Se calcula que el llamado “servicio de taxi” del programa espacial ruso Soyuz venía cobrando más de 70 millones de dólares por cada astronauta estadounidense que trasladaba a la EEI.

Con la recuperación de estas labores, aunque ahora privatizadas a tenor del contrato anunciado hoy, la NASA pretende estar en capacidad de enviar a sus primeros astronautas en estos vehículos en tres años.
“Hoy estamos un paso más cerca de lanzar a nuestros astronautas desde suelo estadounidense en vehículos espaciales estadounidenses y acabar la dependencia en Rusia para 2017″, dijo, citado por la agencia Efe.
Bolden afirmó que poner en manos de la industria privada la gestión de los vuelos en la órbita baja terrestre permitirá a la NASA “centrarse en una misión todavía más ambiciosa: enviar humanos a Marte”.

Esta alianza entre el sector público y el privado permitirá que aumente la tripulación permanente de la Estación Espacial Internacional, actualmente establecido en 6, y realizar más experimentos en ese laboratorio “único” en microgravedad.

El acuerdo permite que las compañías ofrezcan también sus servicios de transporte humano a otros clientes además de la NASA, lo que permitirá reducir los costos para todos los usuarios. La NASA ha subrayado que ambos vehículos tienen que superar las pruebas y los protocolos de seguridad de la agencia espacial antes de que comiencen las misiones tripuladas.

El vicepresidente y director general de la división de exploración espacial de Boeing, John Elbon, señaló que su compañía se siente “honrada” por la decisión de la NASA y aseguró que CST-100 “ofrece a la NASA lo más novedoso, seguro y eficiente para ser el sucesor de los transbordadores espaciales”.
“La compañía construyó el vehículo para la NASA, pero espera llevar a pasajeros privados y a otros gobiernos al espacio algún día”, agregó.

El consejero delegado y jefe de diseño de Space X, Elon Musk, agradeció la confianza que la NASA ha depositado en su compañía y consideró que “es un paso vital en un viaje que en última instancia nos llevará a las estrellas y convertirá a la humanidad en una especie de multi-planeta”.

La SpaceX Dragon se convirtió en 2012 en el primer vehículo comercial en llevar carga a la estación espacial pero la compañía está trabajando en una versión para transportar humanos.

La CST-100 puede acomodar hasta siete pasajeros o una parte de pasajeros y otra de carga.
En esta nueva carrera espacial también compiten otras empresas como Sierra Nevada Corp, una compañía aeroespacial con sede en Nevada, que está trabajando en la nave Dream Chaser, basada en el vehículo espacial HL-20 de la NASA, con capacidad para transportar hasta a siete astronautas.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Polémica por una estación espacial de China en el Sur

Por Martín Dinatale | LA NACION

El ministro Julio De Vido, ayer, en Pekín, donde habló del acuerdo. Foto: Télam

Un manto de dudas entre senadores oficialistas y opositores envolvió en las últimas horas al acuerdo de cooperación que firmó la Argentina con China para instalar en Neuquén una estación de "espacio lejano de exploración a la Luna", que será dirigida por el gobierno chino.

Los detalles del acuerdo que selló Cristina Kirchner en la reciente visita de su par chino, Xi Jinping, se conocieron la semana pasada ya que el Gobierno busca su ratificación parlamentaria inmediata. La premura de la Casa Rosada por avalar esa iniciativa y los ocho artículos que contempla despertaron muchas dudas en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. Hay motivos de sobra para tanta inquietud: algunos legisladores denunciaron que habrá una cesión de soberanía argentina a China en Neuquén; objetan que se trate de un plan a 50 años que prevé amplias exenciones impositivas para la empresa china Satelite Launch and Tracking Control General; el personal chino que contratarán se regirá bajo las condiciones laborales de Pekín, y el acuerdo prevé la instalación de una "red de telemetría, seguimiento y comando", cuyo alcance real se desconoce, entre otras cosas.

En el Gobierno aducen que el acuerdo implicará una inversión de unos 300 millones de dólares y será beneficioso para Neuquén. Pero la inquietud de los senadores, tanto del oficialismo como de la oposición, resultó ser tan notable que el presidente de la comisión, el kirchnerista Ruperto Godoy, citó para hoy al mediodía al Senado a las autoridades de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) para que expliquen los alcances del acuerdo firmado con China. Es que la Conae podrá acceder a la estación espacial china en al menos un 10% del tiempo disponible para el desarrollo de sus proyectos de investigación.

"En el acuerdo queda claro que la Argentina perderá soberanía con China porque el personal de la planta estará bajo las leyes de ese país y el lugar que ocupe la estación en Neuquén quedará bajo control del gobierno chino", dijo a LA NACION el senador radical Juan Carlos Marino.

A su turno, el senador de UNEN y también miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores Fernando "Pino" Solanas dijo: "Hay muchas preguntas y pocas respuestas sobre algo tan sensible como entregar cientos de hectáreas de una provincia limítrofe con otro Estado, a un tercer Estado -China- por medio siglo para actividades en las que la Argentina se beneficiará de forma ínfima: sólo 2 horas y 40 minutos por día de uso de la antena de los chinos" , dijo.

La oposición también duda si el personal chino será civil o militar, ya que esto no se aclara en el acuerdo. Tampoco se explican los motivos por los que en el artículo 2 del acuerdo se prevé que por 50 años habrá una exención a la empresa satelital china "de todo impuesto y/o derecho aduanero, de los impuestos internos así como de los impuestos nacionales, incluido el IVA".

Los senadores opositores Carlos Reutemann y Rubén Giustiniani también mostraron sus reparos al proyecto y adelantaron que votarán en contra de la iniciativa oficial.

En el oficialismo varios senadores expusieron en reserva sus objeciones y dudas a la iniciativa oficial. El senador kirchnerista de Chubut, Marcelo Guinle sólo se limitó a decir a LA NACION: "Hay que evaluar el tema y por eso pedimos que expongan las autoridades de la Conae, ya que hay muchas dudas que aclarar".

La senadora Lucila Crexell, del Movimiento Popular Neuquino y aliada al gobernador Jorge Sapag, destacó que el acuerdo con China será "muy importante para Neuquén" y remarcó que la NASA firmó un convenio similar con Australia y España. Pero Crexell se mostró interesada en oír a la Conae para despejar las dudas que genera la iniciativa firmada entre Cristina Kirchner y Xi Jinping.

El ministro de Planificación, Julio De Vido, se reunió ayer con el gobierno chino en Pekín para profundizar detalles del acuerdo.

Otro punto polémico del acuerdo que se envió al Congreso bajo la firma del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y del canciller, Héctor Timerman, expresa que "la Argentina no interferirá ni interrumpirá las actividades normales que se lleven a cabo" para instalar la estación espacial de China en Neuquén. Y destaca que el Gobierno "facilitará la tramitación de los permisos de ingreso y/o emisión de visas en las categorías correspondientes" al personal chino. La instalación de una antena satelital en la estación también generó dudas, ya que el acuerdo dice que estará bajo "el seguimiento y comando" del gobierno de China, sin dar más detalles.

martes, 26 de agosto de 2014

Argentina prueba exitosamente el prototipo del cohete Tronador II (II)

(infoespacial.com) - Gabriel Profilio, Montevideo –  El pasado 15 de agosto, desde Pipinas, provincia de Buenos Aires, se lanzó un segundo prototipo del cohete Tronador II, en este caso denominado Vex1B, el cual voló durante 27 segundos alcanzando una altura de 2.200 metros.

Este vehículo, que en el futuro permitirá la colocación de satélites en el espacio en forma independiente por parte de Argentina, mide 14,5 metros de altura, pesa 2,8 toneladas, posee una velocidad máxima de 828 kilómetros por hora y en el futuro podrá poner en órbita cargas útiles de hasta 250 kilogramos.

El ensayo permitió comprobar el funcionamiento de los sistemas de control, propulsión, navegación y guiado del cohete, desarrollados íntegramente en el país y que fueron todos satisfactorios. En marzo pasado, se había lanzado el Vex1A pero no pudo completar su misión por interferencias en sus sistemas, lo que causó que el cohete fallara y no alcanzara a despegar cayendo al suelo apenas levantó el vuelo.

El programa Tronador II cuenta como proyecto el lanzamiento de entre tres a seis cohetes de prueba, hasta llegar a la fase final que permita tener en forma ciento por ciento operativo el sistema.

Junto con esto, también se están desarrollando localmente satélites de comunicaciones (comenzando con el ARSAT 1 que será lanzado en octubre desde la Guyana Francesa) para conformar un sistema de lanzamiento y puesta en órbita de sistemas en forma integral y construidos totalmente en Argentina.

Foto: Agencia NOVA

lunes, 16 de diciembre de 2013

Un año en el espacio del transbordador secreto estadounidense


Por J. Garulo - Atenea digital - El 11 de diciembre de 2012 se lanzó el tercer prototipo de avión espacial estadounidense, tras dos intentos fallidos debidos a un problema de pérdida de combustible.
Este vuelo es el tercero del programa y el segundo del primer vehículo de prueba orbital (OTV 1). Frente a la expectación conseguida por el primer vuelo, éste no ha suscitado apenas interés en los medios de comunicación. Aparentemente podría estar desarrollando dos misiones, una probar el propio avión y la segunda probando las cargas secretas que lleva en su interior y que serán analizadas en tierra cuando finalice su misión. Según el director del programa X-37B, teniente coronel Tom McIntyre, el tercer vuelo no sólo ayudaría a la Fuerza Aérea a evaluar mejor y comprender mejor las características de rendimiento del vehículo, sino también a como el vehículo ha sido reacondicionado tras su primera misión, aprovechando la experiencia obtenida en la misma, clave para reutilizar vehículos orbitales. También señaló que el X-37B estaba diseñado para realizar misiones de 270 días, que podrían prolongarse en función de los objetivos conseguidos, del rendimiento del vehículo y de las condiciones de la zona de aterrizaje.

El primer vuelo del OTV 1 se realizó en 2010, habiéndose lanzado el 21 de abril, y estuvo en órbita 224 días, hasta el 3 de diciembre, convirtiéndose en el primer vehículo no tripulado que regresó del espacio y aterrizó de forma autónoma.

El segundo vehículo de prueba orbital, el prototipo OTV 2, fue lanzado el 5 de marzo de 2011 y permaneció en el espacio hasta el 16 de junio de 2012, tras 469, a pesar de que inicialmente estaba previsto que permaneciese en el espacio 270 días.

La misión fue clasificada al igual que la carga útil que lleva y para el jefe del Mando del Espacio de la Fuerza Aérea, general William Shelton, la misión fue un éxito espectacular. Cuando había superado los 270 días en órbita, la portavoz de la Fuerza Aérea, major Tracy Bunko, afirmó que: "Los experimentos en órbita están continuando. Aunque no podemos predecir cuándo terminará, estamos aprendiendo diariamente cosas nuevas sobre el vehículo, lo que hace que la misión sea un proceso muy dinámico... Habíamos planeado inicialmente una misión de nueve meses, pero continuaremos ampliándola si las circunstancias lo permiten. Lo que nos proporcionará oportunidades adicionales para realizar experimentos y nos permitirá obtener el máximo valor de la misión." De hecho la duración de 469 días y en esta tercera misión se han superado los 365 días. 


Dado el carácter clasificado de la misión y la falta de información sobre las mismas y sobre los equipos de los vuelos del X-37B, se han realizado múltiples hipótesis sobre la misma, desde la realización de misiones de espionajes sobre el programa espacial chino a la mejora del concepto del X-37B para vuelos humanos y a que podría estar diseñado para destruir satélites de potenciales naciones enemigas de Estados Unidos. En el primer vuelo, el X-37B estuvo siendo seguido por observadores terrestres que señalaron que los controladores realizaban cada dos días maniobras para mantenerlo en la órbita preestablecida, una forma de control característica de los satélites de inteligencia. El subsecretario adjunto de la Fuerza Aérea de programas espaciales, Gary Payton, afirmó que el avión tiene como misión principal la de ser un demostrador tecnológico y una plataforma para experimentos espaciales. 

El X-37B se parece al Space Shuttle, aunque es bastante más pequeño, y tiene como mejoras respecto al Shuttle las placas de cerámica del escudo térmico, más resistente; el sistema de control de vuelo, electromecánico en lugar de actuadores hidráulicos; y está equipado con un panel solar desplegable, en lugar de un células de combustible criogénicas, lo que le permite permanecer en órbita durante meses, mientras que el Space Shuttle solo podía permanecer en el espacio unas dos semanas y media.

El X-37B, que fue lanzado por la NASA en 1999 y posteriormente continuado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, DARPA, forma parte de un programa de la Fuerza Aérea estadounidense sobre cuyas misiones no se ha informado, salvo que es un programa experimental de pruebas para demostrar tecnologías de una plataforma espacial, no tripulada, de pruebas, fiable y reutilizable para la Fuerza Aérea. Los objetivos de la misma incluyen realizar experimentos en el espacio, estudiar la reducción de riesgos de las tecnologías de vehículos espaciales reutilizables y desarrollar conceptos para dichas tecnologías, que podrían ser clave en futuras misiones espaciales, además es un banco de pruebas de tecnologías avanzadas de materiales, de propulsión y operativas.

La órbita del X-37B tiene un periastro de 323 km y un apoastro de 339 km y vuela a más de 28.200 km/h.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Hoy se lanza "Manolito", el nuevo nanosatélite argentino


Si todo funcionó según lo previsto, "Manolito" -lanzado a las 4.30 de hoy- ya está surcando el espacio a 27.000 kilómetros por hora y a alrededor de 600 km de altura sobre la superficie terrestre.

"Manolito" es el cálido apodo que sus creadores le pusieron al CubeBug-2, el segundo de una nueva generación de satélites experimentales, diseñados y construidos en el país y que están poniendo a prueba un original concepto tecnológico: el de los nanosatélites, aparatos que son órdenes de magnitud más pequeños y económicos que los satélites convencionales.

Desarrollado por la compañía Satellogic, "Manolito" tenía fecha de lanzamiento para esta madrugada desde una plataforma rusa, junto con otros 13 nanosatélites de otros países y con un satélite "tradicional", el DubaiSat.
Versión mejorada del "Capitán Beto", que fue puesto en órbita el 26 de abril de este año por un lanzador chino, "Manolito" es un producto de pura estirpe local y desafía todos los preconceptos: pesa 1800 gramos, más del 80% de sus componentes son nacionales (como los paneles solares, desarrollados por la Comisión Nacional de Energía Atómica, o la computadora de a bordo y el GPS, que pertenecen a Satellogic), y fue diseñado y ensamblado en un ph del barrio de Colegiales.

"Estamos supercontentos -confesó ayer con una gran sonrisa Emiliano Kargieman, fundador y director ejecutivo de la compañía, integrada por 18 jóvenes innovadores tecnológicos-. Queremos democratizar la tecnología espacial. Llevarla a un entorno de pequeñas empresas, laboratorios, estudiantes, amateurs."
 Capitán Beto (foto) tiene 60% de integración nacional, en cambio, Manolito tendrá un 82% (Gentileza: Satellogic)
Financiada por Invap, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (Mincyt) e inversores privados, Satellogic lleva invertidos cuatro millones de dólares en este proyecto. "Manolito" costó 70.000 dólares, y su lanzamiento, 120.000.

"Como decía Jorge Sábato -agregó el ministro Lino Barañao-, hay ocasiones en que un funcionario tiene que asumir una apuesta para alcanzar ciertos logros. Hoy tenemos como producto tanto un hardware como un software que son públicos y que nos permitirán acceder a un núcleo de oportunidades en los mercados globales." El código fuente para replicar el diseño de "Manolito" y de "Capitán Beto" está disponible en https: //github.com/satellogic/canopus .

"Manolito" forma parte de un proyecto de largo plazo para desarrollar una plataforma de servicios, como observación de la Tierra y las estrellas, prueba de sensores y nuevos materiales, investigaciones biológicas y aplicaciones educativas. Comenzará a comunicarse con las estaciones terrenas de Bariloche y Tortuguitas alrededor de las 10 am.

El lanzamiento del tercer satélite de la serie ya está reservado, también desde una base rusa, para abril de 2015..

viernes, 15 de noviembre de 2013

Lanzamiento del cohete argentino Tronador (II)

(defensa.com) La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) ultima los detalles para el lanzamiento en la ciudad de Punta Indio, en el sureste bonaerense, del cohete que permitirá poner en órbita satélites de observación que brindarán información de utilidad a la actividad agropecuaria, la pesca y la hidrología. 
El director ejecutivo y técnico de la Conae, Conrado Varotto, aseguró que “el lanzamiento del cohete satelital Tronador II, denominado técnicamente VEx1, tendrá lugar este mes cuando las condiciones meteorológicas lo permitan”. El doctor en física, nacido en Italia, estuvo a cargo de la presentación de la conferencia de prensa y visita a la plataforma de lanzamiento del cohete, ubicada próxima a la Bahía de Samborombón, a 200 kilómetros de la Capital Federal. 

El Tronador II será el primero de su tipo en Latinoamérica y permitirá el lanzamiento de satélites que darán información útil para el agro, la pesca, la hidrología, emergencias, planificación territorial y salud. El plan integral satelital 2014-2016 comprende una inversión total por parte del Estado de 2.000 millones de pesos y la inversión específica para este cohete es de 55 millones de pesos, detalló Varotto. Este proyecto ubicará a la Argentina entre los países del mundo con tecnología de avanzada para transportar satélites de hasta 250 kilos.

El VEx1 es el primero de una serie de tres a seis cohetes experimentales que se lanzarán como prototipos para perfeccionar al lanzador satelital. El cohete tiene un largo de 14,5 metros, que equivalen a un edificio de cinco pisos, pesa 2,8 toneladas, y es propulsado con combustible líquido. El objetivo de la misión satelital es probar en vuelo el sistema de navegación, guiado y control, recordó Varotto.
En junio de este año llegó desde Córdoba el motor para el cohete y en agosto último se finalizó la integración aviónica. En octubre se montó al cohete en un carretón de transporte y se lo trasladó a la plataforma de lanzamiento. En el transcurso de noviembre se lanzará el cohete teniendo en cuenta las condiciones climáticas reinantes, aclaró Varotto.

El centro de control de lanzamiento fue emplazado en la localidad de Pipinas, en Punta Indio, a 11 kilómetros de la base de lanzamiento. El proyecto involucra el trabajo de más de 350 personas y la supervisión y participación de profesionales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). (Luis Piñeiro, corresponsal en Argentina)

domingo, 10 de noviembre de 2013

Argentina lanzará un cohete de prueba antes de poner en órbita satélites de observación



Argentina ultima los detalles para lanzar al espacio un cohete experimental antes de enviar el cohete Tronador II en 2015 que habrá de poner en órbita satélites de observación que brinden información en el campo agropecuario, pesquero o hidrológico.
 
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina (Conae) ha anunciado que, si las condiciones climáticas lo permiten, en el transcurso de noviembre se llevará a cabo el lanzamiento del cohete experimental Vex1A desde el distrito bonaerense de Punta Indio, a 150 kilómetros al sur de Buenos Aires.

Este cohete será el primero de una serie de tres a seis cohetes experimentales destinados a probar el sistema de navegación, guiado y control para perfeccionar al lanzador satelital Tronador II, que estará listo en 2015.

El director de Conae, Conrado Varotto, explicó que el plan integral de satélites para el bienio 2014-2016 comprende una inversión total de unos 335 millones de dólares, de los que más de nueve millones de dólares se han destinado al Vex1A. Este cohete experimental mide 14,5 metros de largo y pesa casi tres toneladas. El lanzador final Tronador II tendrá 33 metros de alto y podrá colocar satélites de 250 kilos en órbitas polares a 600 kilómetros de la superficie terrestre.

Según la Conae, con el desarrollo del Tronador II, Argentina aspira a sumarse al club de países que fabrican sus propios satélites y disponen de lanzadores, como es el caso de Rusia, Japón, EE.UU., Francia, China y la India. Uno de los objetivos de Argentina es lograr transporte espacial para poder vender este servicio a otros países.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/110882-argentina-espacio-cohete-satelites

lunes, 5 de noviembre de 2012

Once expertos de distintas agencias espaciales revisan el proyecto del nuevo satélite argentino SAOCOM


En el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) en la provincia de Córdoba, ha tenido lugar la revisión técnica del proyecto SAOCOM, dedicada a evaluar el diseño del Segmento Terreno para el comando, control y adquisición de datos del nuevo satélite argentino de tele-observación por radar de microondas, cuya construcción ya ha comenzado.

El Comité Revisor estuvo formado por once expertos en áreas de ingeniería, sistemas y observación de la Tierra, provenientes de importantes agencias espaciales del exterior y de la agencia espacial argentina. La agencia espacial italiana ASI envió tres especialistas del proyecto COSMO SkyMed, los satélites italianos que integran, como contraparte de la serie SAOCOM argentina, el Sistema SIASGE (Sistema Italo-Argentino de satélites para beneficio de la Sociedad, Gestión de emergencias y desarrollo Económico).

El comité se completó con dos profesionales provenientes de la estación terrena de Alaska (Alaska Satellite Facility (ASF), desde la cual también se bajarán datos y se enviarán comandos al satélite SAOCOM, un profesional de la agencia espacial europea ESA, de la agencia espacial japonesa JAXA y de la agencia espacial canadiense CSA. En el plano local, integraron el comité profesionales de la CONAE: el ingeniero de vuelo del satélite SAC-C y el jefe de proyecto SAC-D Aquarius -quien presidió el Comité Revisor-; y un profesional de la Facultad de Astronomía, Matemática y Física de la Universidad Nacional de Córdoba integrante del equipo de diseño del proyecto SARE de la CONAE.

Durante las dos jornadas de revisión, estuvieron reunidos cerca de 80 profesionales de la CONAE que trabajan para la Misión SAOCOM, e instituciones invitadas. Los responsables del Segmento Terreno del Centro Espacial de la CONAE en Córdoba dieron presentaciones y respondieron preguntas de los revisores sobre el estado del diseño del proyecto, en relación a aspectos como la planificación de la misión, el control del satélite, la recepción y gerenciamiento de datos y su almacenamiento.

La Misión SAOCOM en su totalidad tiene múltiples etapas de revisión. Ya fue realizada la de la plataforma satelital, del instrumento SAR (sigla en inglés de “Synthetic Aperture Radar”: radar de apertura sintética) y del segmento terreno. Restan dos instancias más: la revisión del segmento de vuelo, a fines del próximo mes de noviembre de 2012, y la revisión de la misión completa, en el mes de mayo de 2013, en la cual se examinará todo el funcionamiento del conjunto, incluyendo las aplicaciones previstas de los datos que obtendrá esta nueva misión satelital argentina.

Actualmente se encuentra en construcción el modelo estructural del SAOCOM, el cual se ensayará para validar desde el punto de vista mecánico, los modelos usados para el diseño del satélite. También está en desarrollo el modelo de ingeniería para validar el funcionamiento de la electrónica de vuelo y el software (Defensa.com).

domingo, 7 de octubre de 2012

En órbita al satélite venezolano VRSS-1 Francisco de Miranda


(Infodefensa.com) Caracas - Fue puesto en órbita el satélite de observación venezolano VRSS-1 Francisco de Miranda, desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, ubicado en el desierto del Gobi, al noroeste de China, según han informado medios oficiales e internacionales.

El VRSS-1 Miranda es el segundo satélite venezolano, el primero fue el de comunicaciones Simón Bolívar que fue enviado al espacio en octubre de 2008. Está basado en el bús CAST2000 desarrollado por la Academia China de Tecnología Espacial (CAST) y fue llevado al espacio en un vehículo de lanzamiento CZ-2D, desarrollado por la Academia de Tecnología de Vuelos Espaciales de Shanghai.

Por su parte, la China Great Cooperación Industrial Wall (CGWIC), subsidiaria de la Corporación China de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (CASC), es la contratista principal y responsable ante el Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias de Venezuela, para la puesta en órbita del satélite.

El satélite Miranda pesa 880 kg, orbita a 639,5 km de altitud y tiene una vida útil de cinco años. Dispone de dos cámaras de alta resolución pancromático con una cobertura de 57 km de ancho, y, dos cámaras de media resolución multiespectral con una cobertura de 369 km de ancho. Además, tiene conectadas más de cinco mil antenas, lo que beneficia a seis grandes áreas: Educación, Seguridad y Defensa, Energía y Petróleo, Alimentación, Comunicaciones y Salud.

La Fuerza Armada Nacional ha destacado que el satélite Miranda contribuirá a la modernización del sistema cartográfico, necesario para operaciones de seguridad y defensa; apoyará las labores de reconocimiento, vigilancia, resguardo y control de los espacios fronterizos, así como las de detección y erradicación de cultivos ilícitos y minería ilegal.

La estación terrena de control y rastreo de los satélites de Venezuela está ubicada en la base aeroespacial Capitán Manuel Ríos, de la Fuerza Aérea Venezolana, localizada en Carrizales, estado Guárico.

martes, 4 de septiembre de 2012

Apoyo de Argentina al programa de China de Exploración de la Luna

La CONAE y la Agencia de Lanzamiento y Control de Satélites de China CLTC firmaron un acuerdo por el cual nuestro país dará apoyo mediante instalaciones de seguimiento terrestre, únicas en el hemisferio Sur, a las misiones de exploración de la Luna programadas por China. Bajada del Agrio, en la provincia de Neuquén, fue el lugar elegido para construir la estación de seguimiento, comando y adquisición de datos de naves espaciales. Contará con una antena de 35 metros de diámetro que también se dedicará a la investigación del espacio lejano.

El Secretario General de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Ministro Felix Menicocci y el Vice Director de la Agencia China de Lanzamiento y Control de Satélites (CLTC por sus siglas en inglés), Sr. Yu Tongjie, formalizaron en Beijing, un Acuerdo de Cooperación para la instalación en territorio argentino de una estación de seguimiento, comando y adquisición de datos, y una antena para investigación del espacio lejano.

Dicha estación tiene el fin de asegurar la visibilidad de las naves espaciales desde el hemisferio Sur, dar apoyo en Tierra al Programa de Exploración de la Luna, a las misiones interplanetarias y de estudios astronómicos de la República Popular China, y también será utilizada para proyectos de la CONAE. Después de un exhaustivo proceso de selección entre 80 sitios candidatos, entre ellos países vecinos de Argentina, y gracias al apoyo de la Provincia de Neuquén y de la Comisión Nacional de Comunicaciones, se consideró que el sitio en cercanías a la localidad neuquina de Bajada del Agrio, cumple con todas las características necesarias para albergar la estación y la antena de exploración del espacio profundo.

La República Popular China lleva adelante un ambicioso proyecto de Exploración de la Luna bajo el nombre de “Chang-E que tiene tres etapas:
- Chang-E 1 y Chang-E 2: llegada de las naves y sobrevuelo de la Luna.
- Chang-E 3 y Chang-E 4: orbitar, alunizar y desplazarse sobre la superficie lunar.
- Chang-E 5: orbitar, alunizar y recoger muestras del suelo lunar y volver a la Tierra con dichas muestras.

Todas estas fases requieren un control permanente de alta precisión. Para ello es necesaria una red de antenas específicas sobre la superficie terrestre, que aseguren la visibilidad cuasi completa y permanente de las sondas espaciales y en el espacio lejano. China actualmente posee dos estaciones en su territorio para este tipo de comunicaciones.

Para completar dicha visibilidad de las naves espaciales, era necesaria una estación en el hemisferio Sur. Disponer de una estación de este tipo implica la oportunidad de participar en un importante programa de exploración de la Luna, y el acceso a nuevas herramientas y tecnologías para los proyectos espaciales de la CONAE. La agencia espacial argentina actuará como coordinadora entre CLTC y las autoridades nacionales, provinciales y locales que correspondan, a fin de brindar apoyo a las actividades necesarias para establecer y operar dicha estación en Neuquén. (Luis Piñeiro - Defensa.com)
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