domingo, 4 de septiembre de 2016

Desviaron fondos de rutas para Tecnópolis y la Quinta de Olivos

Por Pablo Fernández Blanco - LA NACION
Según Vialidad, la suma fue de más de $ 200 millones entre 2008 y 2015.

Un informe oficial sostiene que el 40% de las rutas está en mal estado y son responsables de buena parte de los accidentes de tránsito. Pese a eso, nada impidió que la administración de Cristina Kirchner desviara entre 2008 y 2015 más de $ 200 millones que originalmente estaban destinados a mejorar y modernizar la infraestructura vial de todo el país.

La Quinta de OlivosLos fondos, según corroboró LA NACION, se destinaron a dos espacios icónicos del kirchnerismo: la Quinta Presidencial de Olivos, donde la ex mandataria se alojó la mayor parte del tiempo, y el predio de Tecnópolis, la megaexposición temática con la que el último gobierno intentó celebrar las capacidades científicas y tecnológicas de la Argentina.


La Quinta de Olivos. Foto: Archivo / Mariana Araujo

El dinero salió de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), el organismo que estaba a cargo de Nelson Periotti y respondía al ex secretario de Obras Públicas José López, detenido desde el 14 de junio pasado, luego de que intentó esconder casi US$ 9 millones en un monasterio en General Rodríguez. Todos trabajaban bajo la conducción del ex ministro de Planificación Julio De Vido, el ex funcionario con más expedientes abiertos en la Justicia.

Así lo muestran más de 100 páginas del libro de Contratos de la División Licitaciones de Vialidad, a las que accedió LA NACION mediante un pedido de acceso a la información pública hecho por LN Data.

Las obras de Tecnópolis se llevan la factura más grande. La feria recibió casi $ 180 millones de fondos que debían ir a obras viales. La principal adjudicataria de esos contratos fue la firma cordobesa Electroingeniería, que creció exponencialmente en el kirchnerismo. Uno de sus socios, Gerardo Ferreyra, se reconoce cercano al ex secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, con quien compartió la prisión durante la última dictadura militar.

Uno de los principales ejecutivos de la empresa, que pidió reserva de su nombre, confirmó que Electroingeniería hizo movimientos de suelo, calles y partes del predio, algo que consideró trabajos menores para el tamaño de la compañía.

Hubo, al menos, cinco proyectos para la feria de ciencia financiados por Vialidad. El 28 de mayo de 2012 se firmaron dos contratos con Electroingeniería para la "readecuación del predio Tecnópolis-Etapa 1" y "Etapa 2" por $ 29.917.658,72 y $ 29.960.071,33 en cada caso.

El 25 de octubre de 2013 Electroingeniería sumó la etapa 4 de la readecuación de Tecnópolis, con un presupuesto de $ 46.971,47. El número es muy bajo y podría tratarse de un error en el ingreso de la cifra a los libros de Vialidad. Y el 8 de abril del año pasado se quedó con la sexta etapa, por $ 42.613.565,34.

Las etapas de la readecuación de Tecnópolis no son consecutivas según los registros que vio LA NACION.

El 28 de diciembre de 2012, sin embargo, se adjudicó la ampliación del predio Parque del Bicentenario a un consorcio distinto integrado por Eleprint, Ecas y Smcic. Es posible que se trate de un cambio de nomenclatura para destinar fondos a Tecnópolis.

Electroingeniería consideró que no fue un buen negocio. Allegados a la empresa explicaron que tuvo "problemas de cobro, con moras de hasta un año o más porque estaba bajo el área de José López, que siempre nos castigaba con el último lugar en la cola de pagos, como publicó LA NACION".

Esa no fue la única plata para rutas que terminó en la feria. Una fuente de Vialidad confirmó que el stand que pagó el organismo en Tecnópolis el año pasado costó aproximadamente $ 35 millones. La cifra aparece desmesurada, según la mirada de la administración actual, que este año destinará $ 4 millones a ese gasto.

En menor medida, aunque también por montos millonarios, Vialidad destinó fondos para remodelar la quinta de Olivos. Según su ex titular, el organismo se encargaba desde 1979 de esa clase de refacciones. Pero la gestión macrista rechazó de plano ese argumento y recomendó buscar el objeto del organismo. "Fue creada para planificar, operar y construir los caminos federales. Puede haber habido alguna resolución o decreto, pero no relacionado con obras de arquitectura", criticaron.

Cristina Kirchner decidió utilizar por primera vez durante su administración los fondos de rutas para otros fines el 30 de noviembre de 2010, cuando encargó la reparación del muro perimetral de la residencia de Olivos. El ingreso en los libros de la adjudicación indica que en el mismo proceso se decidió avanzar con "obras varias", pero no especifica ninguna de ellas. A juzgar por el presupuesto, se trató de un trabajo importante, ya que costó $ 3.795.627,7. La empresa ganadora fue Ecas.

Dos años después, en noviembre de 2012, la refacción en Olivos con fondos para rutas fue aún mayor. Se destinaron $ 29.835.027,35 sin mayores detalles. Otra vez, la constructora fue Ecas, que formó para ese trabajo una Unión Transitoria de Empresas con Eleprint, la firma de Gustavo Weiss, ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). Aunque se lo mencionó como un hombre cercano al gobierno anterior, su discurso en un acto irritó a la Presidenta, en noviembre de 2014.

En mayo pasado, el ex titular de Vialidad defendió ese contrato, cuestionado por información periodística. Sostuvo que los fondos se utilizaron para hacer, al menos, 10 obras, entre las que se encontraban la "reparación de techos y pintura exterior del edificio de huéspedes", donde se estima que se hospedó Florencia Kirchner cuando estaba embarazada.

Pocos días después de ocupar la dependencia que respondía a López, el nuevo titular de Vialidad, Javier Iguacel, frenó una adjudicación que había comenzado a ejecutarse porque le resultó sospechoso. Se trataba de un contrato por aproximadamente $ 40 millones para proveer las cámaras y el servicio de circuito cerrado de vigilancia para la quinta presidencial.

El presupuesto de la DNV el año pasado fue de $ 23.514 millones. Está entres los más grandes del Estado, después de las partidas destinadas a subsidios energéticos, y entre los más polémicos. No sólo porque estaba bajo la conducción de López, sino también porque esa entidad está relacionada con las irregularidades que rodean al empresario kirchnerista Lázaro Báez, preso al igual que el ex secretario de Obras Públicas.

Según un relevamiento de LA NACION, tan sólo en la primera década de gobierno el kirchnerismo destinó $ 63.400,71 millones al tendido y la reparación de rutas a través de la DNV, uno de los presupuestos más jugosos del país.

Santa Cruz fue la provincia más beneficiada. Se llevó unos $6885 millones, casi el 11% de lo disponible. Y en los ocho años en que Cristina Kirchner estuvo en la Presidencia, las empresas de Lázaro Baéz cobraron US$ 2196 millones.

Un desvío millonario

Quinta en lugar de rutas: El facsímil muestra el precario registro, en el que consta que el dinero para arreglos viales fue a parar a Olivos

Foto: LA NACION

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