sábado, 2 de enero de 2016

Se larga un rally que precisa reinventarse

Por Alejo Vetere | canchallena.com - Twitter:  @avetere  
 
Lavigne y el mapa del reccorrido, con 10 etapas en la Argentina.  Foto: EFE

Etienne Lavigne, responsable máximo del Dakar, se mueve entre automóviles, carpas y fanáticos del rally. Gesticula, habla por teléfono y procura estar en todos los detalles de último momento en el campamento base, en el predio de Tecnópolis. La improvisada 38ª edición del Dakar se pondrá en marcha hoy con un tramo de 11 kilómetros cronometrados que no contarán para la competencia. Las máquinas se mostrarán por última vez en un podio simbólico desde las 11.15, antes de emprender la gran aventura, con Rosario como próximo destino. La misma ciudad en donde se cerrará la travesía el sábado 16 de enero.

Serán 9600 peligrosos kilómetros con una dificultad sin precedente para esta competencia. A mitad de año, las renuncias de Perú y Chile a albergar parte del trazado alteraron los planes y el Dakar tendrá 10 de sus 13 etapas en la Argentina; las otras tres serán en el salar de Uyuni, en Bolivia, a 4000 metros de altura. El desierto de Atacama, un clásico del rally desde su desembarco en Sudamérica, en 2009, será el gran ausente, una baja que organizadores y corredores lamentan por lo bajo, aun más que las dunas de Perú. "Algunos pilotos de Europa perdieron interés en la carrera cuando se enteraron de que el rally no pasaría por el desierto de Atacama. Espero que podamos abrir la puerta de Chile el año próximo, y también la de Perú", anhela Lavigne, director de ASO, la empresa encargada de la organización de la carrera, en una charla con la Nación.

Sin embargo, el futuro del Dakar en Sudamérica hoy es una incógnita. "Es temprano para pensar en la próxima edición. Encontramos en Gustavo Santos, el nuevo ministro de Turismo, voluntad de apoyar el Dakar, hay entusiasmo para que siga la historia del rally en el país", anticipa el empresario francés. De todos modos, la merma de pilotos y la negativa de Chile y Perú son señales que la organización no pasa por alto. Para volver a seducir al país trasandino, ven con buenos ojos proponer que la largada de 2017 sea de ese lado de la Cordillera. Son medidas para evitar un Dakar problemático como el que comienza hoy. "No fue fácil armar esta prueba. Este año es verdad que hay menos competidores, hemos perdido un 11% de pilotos con respecto a la última edición. La renuncia de Perú y Chile afectó", afirmó Lavigne.

Las novedades están relacionadas con los volantazos que dio la organización para rearmar el recorrido, ya sin Chile ni Perú, en tres semanas. Que se corra gran parte en la Argentina se traduce en un rally mucho más veloz, con sus respectivos riesgos. En este sentido, las dos salientes son la etapa maratón, en Jujuy, en donde los competidores deberán dejar sus vehículos en un parque cerrado sin la posibilidad de recibir asistencia mecánica, y la salida simultánea en la etapa Belén-La Rioja.

"Estoy contento con la calidad de competidores que tenemos, sobre todo en autos. Están los mejores de la disciplina. Son 15 los pilotos que pueden ganar potencialmente la carrera", afirmó Lavigne. Los grandes favoritos son el qatarí Nasser Al Attiyah, defensor del título, y el español Nani Roma (ganador en 2014), ambos del equipo Mini, que va en busca de su quinto título consecutivo.

Peugeot participa de su segundo Dakar e intentará cortar con el reinado de la escuadra alemana. Para semejante empresa cuenta con el nueve veces campeón mundial de rallys (WRC) Sébastien Loeb, con el experimentado Stéphane Peterhansel, que suma 11 títulos (seis en motos y cinco en autos), el francés Cyril Despres y el español Carlos Sainz. Loeb y Mikko Hirvonen, de Mini, debutarán en el Dakar.

En motos, el panorama es diferente: por primera vez desde 2005, no competirá ninguno de los campeones. No estarán ni Cyril Despres, que se pasó a los autos, ni el español Marc Coma, ahora director deportivo. Sin los dos animadores históricos, el portugués Paolo Gonçalves y el español Joan Barreda, ambos de Honda, llevan el cartel de favoritos.

Entre los argentinos se destaca el regreso de los hermanos Patronelli. Marcos, ausente en la última edición, y Alejandro, que no lo corre desde 2012, participarán en cuatriciclos. Orly Terranova, en autos, intentará subirse por primera vez al podio, y Emiliano Spataro y el chaqueño Juan Manuel Silva irán en busca de experiencia. En motos, Javier Pizzolito es la carta argentina con expectativa moderada. El cordobés Federico Villagra, múltiple campeón argentino de rally, participará en la categoría de camiones, dominada por los rusos Andrey Karginov, Eduard Nikolaev y Ayrat Mardeev, del equipo Kamaz, vencedores de las tres últimas ediciones.

60 países tienen al menos un piloto representante.

143 son las motos participantes; además: 110 autos, 46 cuatriciclos y 55 camiones.

556 el total de competidores.

El regreso a África, con Angola al frente. Las complicaciones para la organización del octavo rally Dakar en Sudamérica le reabre la puerta a África. "En Angola, Namibia y Sudáfrica hay terrenos para armar este tipo de competencias. Estamos hablando hace dos años en Luanda, porque en esa geografía es posible hacerlo. No en el norte de África, por la situación política", dijo Etiene Lavigne.

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