miércoles, 19 de junio de 2013

La tuneladora, la gran promesa, duerme en su trinchera de Haedo


Por Pablo Tomino - LA NACION (Twitter: @prtomino - Mail: ptomino@lanacion.com.ar )

La obra del soterramiento, largamente publicitada, sigue detenida y la tuneladora aún no empezó a trabajar. Foto: LA NACION / Rodrigo Néspolo

La megaobra que en 2012 se había presupuestado en 11.000 millones de pesos, y que según las promesas oficiales cambiará diametralmente la manera en la que corre el ferrocarril hacia el Oeste, salvando cientos de vidas por accidentes en los pasos a nivel, ya suma siete años de demora.

En el último anuncio oficial, en septiembre del año pasado, las autoridades nacionales se multiplicaban para aparecer en la foto con la imponente tuneladora bautizada La Argentina, que emprendería el largo camino para soterrar el ferrocarril Sarmiento. Pero diez meses más tarde duerme en el olvido en el obrador de Haedo construido para contenerla.

De las más de 500 personas contratadas sólo quedaron unos treinta. Y un futuro incierto, porque el Gobierno no consigue reunir los 1500 millones de dólares que el Consorcio Nuevo Sarmiento requiere para comenzar a cavar el túnel de 17 kilómetros hasta el barrio porteño de Caballito.

Este primer tramo iba a completarse en diciembre de 2015, pero la tuneladora La Argentina -la más grande de América latina, que costó 40 millones de euros y tenía una llamativa cabeza con el escudo nacional- está ensamblada en la trinchera de Haedo, a la intemperie, a la espera de financiamiento.

Esta obra, que beneficiaría a 280.000 pasajeros por día, fue adjudicada en 2008 por la Nación a un pool de empresas. Pero los trabajos se demoraron por las negociaciones por la adecuación de precios ante la suba del índice inflacionario, según confiaron empresarios del sector. Luego del trágico accidente en la estación de Once, el 22 de febrero del año pasado, el Gobierno anunció el inicio de la obra, pero esa promesa tampoco se cumplió.

Hoy, en las 11 hectáreas del obrador de Haedo, los guardias de seguridad del lugar confirmaron que la obra está "totalmente parada", pero aseguran que "hay movimiento de obreros y ejecutivos que entran y salen". Consultados sobre esta situación, desde el Consorcio Nuevo Sarmiento -conformado por Iecsa, Odebrecht, Comsa y Ghella- indicaron que no iban a responder las inquietudes de la nacion.

El último intento de que la obra se encamine había sido de la empresa brasileña Odebrecht, en el sentido de que hizo gestiones con bancos de Brasil para conseguir financiamiento. Pero la aprobación definitiva nunca la tuvo.

El soterramiento del ferrocarril Sarmiento, una obra de 32,6 kilómetros, es de vital importancia para la conexión entre el oeste del Gran Buenos Aires y el centro porteño, ya que unirá Moreno con Caballito (el último tramo hasta Once se mantendrá como está).

Cuando LA NACION quiso saber si el Gobierno tiene previsto continuar con la obra, además de conocer el costo de mantenimiento que implica tener un obrador sin funcionar durante diez meses, desde la Secretaría de Transporte de la Nación, que depende del ministro Florencio Randazzo, no respondieron las llamadas ni los mensajes de texto que les fueron enviados a los voceros.

En la segunda etapa, se prevé que la tuneladora La Argentina corra en sentido inverso, desde Haedo hasta Castelar. Y en el último tramo se completará el recorrido hasta la cabecera de Moreno. Estos dos tramos demandarán unos 50 meses de trabajos, con la reconstrucción de 12 estaciones.

Si el proyecto que anunció el Gobierno contemplaba que en 2015 iba estar terminado el túnel entre Haedo y Caballito y la obra todavía no empezó (estaba previsto que se hiciera en 44 meses), es incierto estimar cuándo los pasajeros del Sarmiento podrían ser testigos del servicio con un recorrido totalmente soterrado.

"En el pico de trabajo esta obra generará 10.000 puestos de trabajo; 2000 relacionados en forma directa con la construcción y 8000 asociados indirectamente a la provisión de los distintos servicios, materiales y equipos que conforman el proyecto", había dicho Mario Cenciarini, ingeniero a cargo del proyecto, cuando LA NACION visitó el obrador de Haedo, en junio pasado. Nada de esto ocurrió, todavía.

La tuneladora, que según especialistas requiere mantenimiento para evitar su deterioro, una vez puesta en marcha avanzará 450 metros por mes. Se prevé que en el tramo hasta Caballito se construyan seis estaciones nuevas. La gigantesca maquinaria, que tiene 125 metros de longitud, hará un túnel de 10,40 metros de diámetro en el que habrá dos vías por las cuales circularán las formaciones. Y eliminará los problemáticos pasos a nivel que hoy tiene el ferrocarril Sarmiento.

Así será si el Gobierno decide invertir 1500 millones de dólares en una megaobra bajo tierra que el público no podrá ver, durante años, hasta que esté terminada, aunque a la larga beneficiará a millones de usuarios y vecinos..

¿Por que no pusieron ese dinero en una renta así por lo menos generaria unos "pesillos" para ir fabricando los encofrados que se necesitan para construir el tunel, asi la perdida por inactividad de la inversión no sería tan grande...pero, este gobierno esta constituidos por funcionarios de enorme capacidad

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