Tal y como anunció el pasado miércoles Serguéi Koshelev, jefe del Departamento para Cooperación Militar Internacional del Ministerio de Defensa, los funcionarios de defensa rusos y representantes de la OTAN debatirán el establecimiento de bases de reparación de armamento y equipamiento militar en Afganistán durante la conferencia internacional sobre Aspectos Políticos y Militares de la Seguridad Europea, que tendrá lugar en Moscú los próximos 23-24 de mayo. 

“Analizaremos las opciones para instalar bases de reparación en el territorio de Afganistán”, dijo Koshelev, y añadió que mantener el armamento y equipamiento militar afgano en las condiciones óptimas sigue siendo una tarea importante. Explicó también que cualquier deterioro de la situación en Afganistán tras la retirada de la OTAN en 2014 podría tener un impacto negativo sobre la seguridad tanto de Rusia como de otros países europeos. 

Los diplomáticos rusos también cuentan con expandir la cooperación con la OTAN en Afganistán después de 2014, cuando la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad se retire de ese país, de acuerdo con las declaraciones de Alexander Grushko, representante permanente de Rusia frente a la alianza.



“No descartamos nuevas áreas de cooperación [con la OTAN] en Afganistán. Ello dependerá sobre todo de la naturaleza de la presencia internacional de las misiones de la OTAN en el país después del 2014, así como de las tareas que todavía quedan por finalizar en Afganistán”, comentó Grushko a Ria Novosti.
En concreto, Moscú está preparado para expandirse en el corredor de transporte de carga de las fuerzas internacionales desde Afganistán.  
 
El presidente Hamid Karzai prometió antes que Afganistán sería más seguro una vez se haya completado la retirada de la OTAN. Tampoco se descarta que Karzai entable pronto conversaciones de paz directas con los talibanes por primera vez. Las negociaciones podrían tener lugar en Qatar, donde recientemente se inició la primera misión oficial de los talibanes. 

A su vez, el exsecretario de Defensa de EE UU , Leon Panetta, ya había afirmado que las autoridades de Afganistán proporcionan en estos momentos la seguridad del 75% de la población del país. 

Declaró que el país se encuentra “en camino para conseguir los objetivos que nuestras naciones acordaron el año pasado [en la cumbre de la OTAN] en Chicago”. Aunque las fuerzas afganas están preparadas para asumir la dirección y la responsabilidad de la seguridad, prometió un compromiso continuado para desarrollar y mantener las fuerzas afganas más allá de 2014. 

Los medios de comunicación rusos han informado de que, otra vez, un grupo de congresistas norteamericanos exigió al Pentágono que abandonase sus planes de compra de helicópteros para Afganistán a Rosoboronexport. No es la primera de estas peticiones y la administración de EE UU ya las rechazó anteriormente. 

En las antiguas bases soviéticas” 

Según el coronel Anatoli Tsiganuk, experto del Centro de predicciones militares y miembro del Consejo cívico adjunto al Ministerio de Defensa, la intervención actual de Rusia en los asuntos de Afganistán es un paso obligatorio. 

“Los norteamericanos se van y dejan atrás el 30% de su equipamiento. Estos equipos requieren un mantenimiento. Además, muchos de los equipos en uso son rusos o, para ser exactos, soviéticos, y también necesitan reparaciones”, explicó al periódico Vzgliad

Al mismo tiempo, la comunidad de expertos se muestra nerviosa ante las posibles acciones de EE UU, puesto que pretenden dejar parte de su equipamiento en países de Asia Central.
“Dicen que se retiran pero dejan sus equipos, que son distintos a los nuestros, lo que significa que una serie de especialistas norteamericanos estarán presentes en esta región de la CEI”, añadió. 

Vadim Kozyulin, profesor de la Academia de Ciencias Militares y Director del Proyecto para Armas convencionales y automáticas en el Centro PIR, cree que Rusia no volverá a Afganistán, tal y como el presidente Vladímir Putin ha afirmado reiteradamente. 

“Debemos proporcionarles asistencia técnica o formar a sus especialistas”, comentó Kozulin al periódico Vzgliad. Recordó que las bases norteamericanas están situadas donde se encontraban las tropas soviéticas en los años 80. Por lo tanto, los especialistas rusos no tendrán que empezar de cero. Los norteamericanos cuentan con una operación logística enorme en Afganistán y les vendría bien algo de ayuda. 

El experto recordó también que gran parte del equipamiento ruso permanece en Afganistán desde la época soviética. Ha demostrado que es de calidad y los pilotos afganos están familiarizados con él: “Los helicópteros rusos que hoy compra Afganistán son fáciles de operar y conocidos por parte de los pilotos locales”. En su opinión, Afganistán no albergaría grandes bases de reparaciones, ya que los equipos se trasladarían a plantas en Rusia para ser reparados allí. 

Kozyulin no desestimó el hecho de que la influencia de Moscú en este área pueda ganar fuerza de nuevo. Sin embargo, se deberá más bien a factores geopolíticos, y no al retorno de especialistas rusos a Afganistán.
“La influencia es inevitable. A medida que los norteamericanos se retiren, la UE y los EE UU perderán interés en la región. Tan pronto como las tropas hayan salido, toda la responsabilidad recaerá poco a poco sobre los países adyacentes, que son nuestros aliados de la OTSC o los vecinos más próximos, como Uzbekistán. Es por esta razón que, como gran poder regional, Rusia poseerá, sin duda, una conexión directa con todo lo que suceda en el país y soportará parte de la responsabilidad. Dicho de otra manera, el juego norteamericano está a punto de terminar. Es hora de que nosotros empecemos el nuestro, lo que implica asumir la responsabilidad”, opina Kozulin.

Fuente: Rusia Hoy