Es una de las tecnologías clave del siglo XXI: el mercado de la energía solar es tan codiciado que la Unión Europea y China actúan como “guerreros del Sol”, según titula el Frankfurter Rundschau, que prevé “el mayor conflicto comercial de la historia”.

La polémica se debe a las subvenciones que Pekín concede a su industria solar, consideradas abusivas y demasiado exclusivas por los europeos. Gracias a este cómodo sistema, los productores chinos de energía fotovoltaica reciben créditos por valor de varios miles de millones de dólares sin tener que ofrecer importantes garantías a cambio. De este modo,
en pocos años han logrado no sólo ponerse al nivel de los europeos sino incluso superarles. En la actualidad, ofrecen la misma calidad un 30% más barata. [...] Más del 80% de los módulos instalados actualmente en Europa vienen de China.
Tras la quiebra de uno de los líderes del sector (la alemana Q-Cells), la respuesta de los europeos no se ha hecho esperar. Con la empresa Solarworld a la cabeza, la federación europea ha interpuesto una demanda ante la Comisión Europea por “dumping”. Bruselas podría decidir la imposición de sanciones en los próximos meses, pero el diario precisa que
[...] las consecuencias serán enormes. Con una cuota del 70%, Europa es de lejos el principal actor del mercado de la energía fotovoltaica. Ante esta tesitura, China saca pecho y amenaza con un proceso contra los productores europeos de silicio, uno de los componentes clave de las celdas solares.
Pero ahí no acaba todo. Existen rumores de que los representantes chinos podrían haber advertido a las empresas automovilísticas europeas de que un posible boicot contra la energía solar tendría graves consecuencias para ellas. Frankfurter Rundschau manifiesta su preocupación por la degradación de la situación:
Si China adopta una actitud conciliadora y llama al orden a sus grupos, podremos respirar aliviados. De lo contrario, se avecinaría una guerra comercial universal.