martes, 15 de mayo de 2012

Quitar la pegatina sale $ 43.300 diarios


Por Pablo Tomino - LA NACION (Twitter: @prtomino - Mail: ptomino@lanacion.com.ar)
José Villafañe, encargado de un edificio en la avenida Rivadavia al 5200, en Caballito, cumple un ritual cada mañana: con una espátula quita uno por uno los cartelitos y panfletos adheridos con pegamento en la fachada de su casa. "Los vecinos se quejan, porque la mayoría de las publicidades son de mujeres que se prostituyen, pero los volanteros ya tienen todo estudiado: pasan temprano y llenan de papeles el edificio", contó.

Foto: Pincel en mano, un volantero pega carteles en Santa Fe al 4300. Foto: LA NACION / Ricardo Pristupluk

Desde la oferta de asistencia psicológica, masajes, curación de animales, aprendizaje de guitarra y de flauta hasta un curso para evitar el desengaño amoroso pueden encontrarse hoy en cada una de las esquinas de la Capital. Al gobierno porteño le cuesta 43.300 pesos por día limpiar los papeles pegados en sitios públicos y privados, tarea que lleva adelante con 417 operarios de distintas cooperativas de higiene, informaron en el Ministerio de Espacio Público de la ciudad. Pero en cuestión de horas Buenos Aires se "empapela" otra vez por obra y gracia de volanteros que cobran 400 pesos por mes para hacer ese trabajo.

El gobierno porteño aseguró haber desembolsado 1.300.000 pesos el mes pasado para limpiar la pegatina en la zona delimitada por las avenidas Santa Fe, Belgrano, Callao y Alem, en el centro. Pero muchos de estos lugares siguen sucios, ya que los volanteros pasan con insistencia una vez que estas cuadrillas limpian las esquinas críticas.

La gran mayoría de las avenidas de los centros comerciales a cielo abierto de la ciudad están pobladas de esta publicidad ilegal: los teléfonos públicos, los semáforos, los cestos de basura, los postes de iluminación, las vidrieras y hasta los umbrales de los edificios constituyen una cartelera gratuita donde la pegatina es la reina de la calle. Y en la que los controles y castigos del Estado brillan por su ausencia.

La ley prevé la imposición de una multa por esta conducta, ya que el artículo 80 del Código Contravencional local especifica: "Quien mancha o ensucia por cualquier medio bienes de propiedad pública o privada es sancionado/a con uno a quince días de trabajos de utilidad pública o multa de 200 a 3000 pesos". Además, la acción de pegar carteles también infringe el Código de Faltas de la ciudad, que en el capítulo 3.1.1 reza que "quien instale carteles, fije o haga fijar afiches o coloque o haga colocar pasacalles en la vía pública sin el permiso correspondiente será sancionado/a con multa de 100 a 5000 unidades fijas y/o decomiso de los carteles, afiches o pasacalles". De todas maneras, en la práctica, la sanción se aplica poco y nada. Y mucho menos se paga.

En 2011, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público realizó actas una vez que se dictaminaron las multas. Durante ese año la entidad detectó 13.000 carteles en infracción, pero la cantidad de actas labradas sólo alcanzó las 2300 en todo el año. Además, las autoridades porteñas no pudieron precisar qué cantidad de estas multas llegaron a cobrarse.

En tanto, en lo que va del año se detectaron 13.900 carteles en infracción, principalmente en eventos como la carrera de Super TC2000 en el centro, donde los inspectores advirtieron 4000 anuncios fijados sobre las vallas de cemento.

"Hace rato que trabajamos para controlar la situación de las pegatinas ilegales en el macrocentro. Además de las multas buscamos la condena social. Por eso, pegamos los carteles de «infractor» encima, para que la gente identifique quiénes son los que violan la ley", dijo Diego Santilli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la ciudad.

La Capital hoy se ve deslucida por el descuido del espacio público, como sucede en las concurridas avenidas Rivadavia, Corrientes, de Mayo, 9 de Julio y Santa Fe, entre otras muy transitadas por vecinos y turistas.

Para mitigar esta problemática el gobierno porteño había puesto en marcha en 2009 un plan al que se llamó "Preparate para despegar", que se desarrolló de manera experimental en 500 manzanas del macrocentro. Pero esta acción se abandonó, así como las sanciones ejemplificadoras.

$ 2200 de salario

Es lo que perciben los empleados de las cooperativas que realizan la limpieza de la pegatina en bienes públicos y privados de las principales arterias -Santa Fe, Rivadavia y Corrientes, entre otras- de la ciudad

2300 actas de infracción labradas

Por causa de la pegatina en la ciudad durante 2011. El gobierno porteño no supo informar cuántas de estas faltas finalmente llegaron a cobrarse.

1 comentario:

  1. Revisionman15 mayo, 2012

    Siempre estuve en desacuerdo con las pegatinas y más con los aerosoles.
    Al primero haría un acuerdo, ya que la mayoría que los pegan son organizaciones de todo tipo para que no lo hagan y les daría paneles con un plástico que los protega para que los puedan poner allí (he visto en Bs.As. que hay veredas en donde hay marcos de hierro forjado para poner carteles, están pintados de verde, no sé como se llaman), también habría que ver las imprentas y prohibirles que los hagan a los que no están autorizados.
    Los aerosoles prohibiría su venta, soló a lugares de pintura de bicicletas por ejemplo. No sé el uso específico que tienen.

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