lunes, 24 de mayo de 2010

Notoria ausencia de CFK en el desfile cívico militar

Por Mariano Confalonieric - Diario Perfil


Oficialmente se dijo que no estaba en la agenda. Pero hay otras hipótesis: el miedo a una silbatina y las diferencias ideológicas.
Foto: Un granadero a caballo pasa delante del palco oficial. Sobresalen las figuras de Aníbal Fernández, Scioli, Rabolini, Garré y Randazzo. Pero falta la jefa de Estado.

“La verdad es que Dios quiso que fuera la Presidenta del Bicentenario”, dijo Cristina Fernández el viernes, al dejar inaugurado el paseo de la 9 de julio. Terminó de pronunciar esas palabras con un nudo en la garganta, la emoción la puso al borde del llanto.

Sin embargo, ayer en el desfile cívico militar, el más importante desde la presidencia de Carlos Menem, y con una concurrencia popular masiva que superó las expectativas, la Presidenta pegó el faltazo. Quizás la versión más creíble de su ausencia haya sido la aportada por un hombre de confianza del matrimonio presidencial, que concurre asiduamente a Olivos: “Ella no quería arruinar su suerte de ser la Presidenta del Bicentenario con una silbatina”, a la que podía quedar expuesta en público. Silbatina que ni aún ausente pudo evitar. A la noche, cuando se hacía el cambio de guardia del regimiento de Patricios y Jorge Coscia mandaba un saludo de la Presidenta se escucharon varios silbidos.

Oficialmente se dijo que nunca estuvo prevista la participación de Cristina en el desfile. “Por protocolo, ella está en la apertura y en el cierre de los festejos”, explicó el vocero presidencial a PERFIL. Aunque dos datos contradicen la versión. El primero es que en la agenda presidencial, que se renueva a diario en la página web de la Casa Rosada, figuraba entre las actividades de CFK la asistencia al desfile cívico militar que empezó a la una. El segundo es el que un ministro del Gabinete le confirmó a este diario que hasta último momento Cristina era de la partida, pero se bajó. “Entre los ministros charlamos y suponíamos que (su ausencia) fue por cansancio”, explicó el funcionario. Es que la jefa de Estado llegó de su gira por Europa el jueves y en dos días presidió seis actos. “La noté muy cansada en el acto con los riojanos”, graficó el ministro. Es cierto también que este tipo de desfiles son agotadores: el de ayer duró seis horas corridas y sin intervalos. Pero no deja de ser un dato llamativo.

Otra hipótesis es que, por razones ideológicas, no quería quedar al al frente de un desfile militar. La ausencia de Cristina no es una sorpresa si se tiene en cuenta la relación del matrimonio presidencial con los uniformados. En el inicio de la era K, el 25 de marzo de 2004, Néstor hizo que el teniente general Roberto Bendini descolgara los cuadros de Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, los dos ex presidentes de facto de la última dictadura militar, que todavía estaban en el Colegio Militar. Pero el gesto, simbólico, fue acompañado por una política de derechos humanos que causó (y causa) rechazo dentro de algunos sectores del Ejército.

El 30 de marzo de 2006, después de un polémico acto en homenaje a las “víctimas de la guerrilla” en Plaza San Martín, el presidente Kirchner participó por primera vez de un acto aniversario del Ejército con un duro discurso hacia los militares que criticaron al Gobierno: “no les tengo miedo”, dijo. Durante la ceremonia, un grupo de oficiales, entre los que se encontraba el hijo de Videla, rompió filas y le dio la espalda a Kirchner. Esos oficiales fueron sancionados por la ministra Nilda Garré.

En el entorno de Julio Cobos, que no fue invitado al desfile de ayer, supusieron que la Presidenta no iría al evento por su “mala onda” con los uniformados. El que faltó a la cita, también, fue Mauricio Macri, el jefe de Gobierno porteño.

El Gobierno estuvo representado en el desfile por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; la ministra de Defensa, Nilda Garré; el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; la ministra de Industria, Débora Giorgi y el ministro de Justicia, Julio César Alak. En el palco principal sobresalió la imagen del gobernador bonaerense Daniel Scioli y la de su esposa, Karina Rabolini, quienes se ubicaron en el centro de la escena. También otros gobernadores.

Cristina no asistirá a la reapertura del Teatro Colón, tal como lo anticipó por carta. El martes, la jefa de Estado reemplazará el tedeum de la Catedral porteña por el de la Basílica de Luján. Y a la noche, cerrará con la cena de gala en la Casa Rosada.

1 comentario:

  1. Pensar que esta señora, se olvido que tambien es la comandante en Jefe de las fuerzas armadas.
    Pobre país. Demosle gracias a Dios, que todavia crece el "yuyo" maldito, que los brasileños compra los autos fabricados aqui y que no les alcanza el tiempo para saturarnos con tantas palabras sin sentido, presentando planes ineficientes y por mostrarnos lo que no debe ser un presidente.

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