miércoles, 9 de septiembre de 2009

El Buque tipo Mistral, prueba de fuego para la Industria Rusa

Por Ilia Kramnik.
Los planes de Armada de Rusia de adquirir buques de desembarco anfibio (BDA) de que tanto habló la prensa nacional los últimos meses fueron confirmados recientemente. Una nota oficial del ministerio de Defensa de Rusia anunció las intenciones de adquirir buques de desembarco anfibio tipo Mistral de fabricación francesa con miras a la adquisición de las licencias correspondientes para la construcción de otros tres buques de este tipo en los astilleros rusos.
En el caso de que firme este contrato, será un acontecimiento importante en el mercado mundial de armas en primer lugar por el monto, ya que la construcción de los cuatro buques superará los 1.200 millones de euros y también porque en los últimos años, Rusia evitó la compra de armamento en el exterior limitándose a la adquisición de equipos por separado o tecnologías. Los planes del Ministerio de Defensa desataron un intenso debate entre expertos y profanos del país, y al respecto, es provechoso explicar cuál es el objetivo que persigue la Armada al adquirir buques de guerra de fabricación extranjera.

Según expertos, una de las razones que obligó al ministerio ruso acudir a los proveedores galos fue el precario estado en que se encuentra la ciencia y la industria militar naviera nacional, que desde la década de los años 90 y comienzos de los años 2000 no puede diseñar y fabricar en la cantidad suficiente. Para enmendar esa situación se necesita mucho tiempo, pero el paulatino deterioro y desgaste de los buques de la Armada rusa no da tiempo para esperar. La mayoría de los buques de guerra rusos deben ser retirados definitivamente del servicio activo en los próximos 10 o 15 años, mientras que el ciclo completo desde el comienzo del diseño del buque hasta la botadura del buque prototipo tarda como mínimo diez años.

Actualmente, Rusia diseña nuevos buques prototipos, a partir de los cuales se planeará la construcción de más unidades en serie. En el caso de los BDA, la situación es desfavorable, porque los centros de diseño nacionales no tienen ningún proyecto listo para este tipo de buques. Existe un proyecto que no terminó elaborado desde tiempos soviéticos, el proyecto BDA 11780 de hace más 25 años de antigüedad concebido con tecnología que actualmente es anticuada y requiere una profunda revisión y modernización.

Si el Gobierno ruso ordena reanudar los trabajos a partir del proyecto soviético, el buque prototipo estará listo para 2020, mientras que si se opta por la variante francesa y se firma el contrato correspondiente a finales de año, el nuevo buque se podrá incorporar a la Flota en 2012 y los barcos de construcción rusa, en 2020. La Armada de Rusia necesita con mucha urgencia buques de desembarco anfibio por los que actualmente tiene a su disposición, de fabricación polaca fueron construidos en la década de los años 70 y 80 y la mayoría están caducos.
Como ha demostrado la práctica, Rusia necesita unidades de infantería de marina de alta movilidad y con todos los recursos tácticos de desembarco.

Estas unidades son necesarias no sólo en el caso de un posible agravamiento de la situación con los países vecinos, como en la "guerra de los cinco días" contra Georgia en agosto del año pasado, sino también para actuar en misiones bélicas en zonas apartadas y en la lucha contra la piratería.
En este tipo de operaciones, los BDA son los elementos más adecuados y económicos, ya que permiten evitar el envió de buques antisubmarinos como hizo Rusia en el Golfo de Adén.

¿Y cuáles con las características del barco francés que planea comprar Rusia?. El buque anfibio de desembarco tipo Mistral tiene un desplazamiento de 21.000 toneladas, 100 metros de largo y 32 metros de manga. Creado según la concepción clásica, tiene una cubierta de vuelo corrida (para el despegue y aterrizaje de helicópteros en ambas direcciones) y la torre de mando en el extremo derecho de la cubierta. Estos buques pueden transportar 900 infantes o 40 tanques y entre 15 helicópteros pesados o 35 ligeros. También transporta pontones y barcas con plataformas de desembarco y avanzan a una velocidad máxima de 19 nudos, con una autonomía de 20.000 millas.

La concepción del buque tipo mistral nació en Estados Unidos en la época de la guerra con Vietnam, cuando la Armada estadounidense afrontó problemas para coordinar las acciones de los diferentes buques de desembarco dedicados al transporte de las tropas. En las maniobras de desembarco, diferentes buques cumplían funciones específicas. Los buques diques de desembarco transportaban equipos, combustible y municiones, los buques de desembarco de tanques transportaban equipo bélico hasta la orilla, mientras que la infantería de marina emplazada en otros buques, se transportaba a la costa en helicópteros instalados en portahelicópteros, que no eran más que portaviones del tipo Excess condicionados. Además, la flota tuvo problemas para coordinar las acciones de la infantería en la costa. Además de utilizarse para el desembarco de tropas, los BDA pueden proporcionar apoyo aéreo con helicópteros de combate. Y si se acondicionan con misiles y piezas de artillería, los BDA pueden convertirse en el núcleo de un grupo expedicionario de asalto en capacidad de afrontar una guerra local.

A pesar de las ventajas del BDA, la posible firma del contrato sobre el Mistral por Rusia y Francia plantea algunos interrogantes. Antes que todo, hasta qué punto el nuevo barco se inserta en el programa de modernización y la estructura de la Armada rusa. Porque no tiene sentido comprar un sólo buque de ese tipo sin la transferencia de la tecnología correspondiente que permita su ulterior fabricación en serie. Además, el uso y mantenimiento de un solo buque causa determinados problemas a la Flota. En este sentido, tiene mucha importancia las cláusulas del contrato que permiten la construcción de buques análogos con la ayuda técnica de Francia en astilleros rusos. Otro asunto importante tiene relación con los buques de escolta necesarios para ese tipo de portahelicópteros.

Actualmente, para la Armada rusa en los astilleros del país se fabrica una cantidad muy modesta de buques de superficie, mientras que para formar tres ó cuatro grupos expedicionarios en torno a BDA se necesitan al menos 15-20 unidades de buques tipo corbetas o fragatas, además de otra cantidad similar de buques de apoyo que desempañan otras tareas. Por ahora, el programa de fabricación no permite suponer que la Armada rusa reciba a corto plazo la cantidad de buques que necesita. Queda por esperar que la aprobación de nuevos proyectos importantes de construcción de buques como los de tipo Mistral se convierta en un elemento adicional para potenciar el rearme de la Flota con nuevos buques bajo nuevas prioridades.

Finalmente, los buques de desembarco anfibio, como otras unidades de combate de primera línea, necesitan de infraestructuras específicas desde puertos, dársenas y diques de mantenimiento y hasta buques de apoyo logístico que también hay que construir.
La adquisición del buque francés tipo Mistral y la fabricación en serie de este tipo de buques por empresas rusas será una prueba de fuego para comprobar si Rusia está en capacidad de restablecer su armada y mantenerla en el nivel bélico adecuado.
Fuente: RIA Novosti

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