viernes, 3 de abril de 2009

Macrí, ¿fueron solo anuncios?

La primera: Sin nuevos subtes, Macri lanza una red de colectivos rápidos

Dicen que funcionará desde mayo de 2009. Primero será en Juan B. Justo y seguirá por San Juan, Independencia y otras avenidas. Los vehículos triplicarán la capacidad de los comunes, circularán por carriles especiales y pararán en dársenas.Luego de reconocer que no va a poder cumplir con su promesa electoral de hacer 10 kilómetros de subte por año, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, decidió impulsar otra propuesta para solucionar el caótico tránsito porteño. La Ciudad quiere armar una nueva red de colectivos rápidos con coches dobles que circularán por carriles especiales y pararán en dársenas. La idea es comenzar por Juan B. Justo y luego seguir por otras grandes avenidas hasta formar un sistema integrado.
Fuentes del macrismo comentaron que las últimas encuestas que recibieron indicaron que los problemas con el tránsito ya son la segunda causa de protesta de los vecinos, detrás de la inseguridad. Eso, sumado a que Macri reconoció que no iba a poder avanzar con la ampliación de los subtes por falta de financiamiento -por la que acusó al Gobierno nacional- (ver La extensión...), obligaron a la Comuna a buscar una variante en un proyecto que había presentado en junio Diego Santilli, el vicepresidente de la Legislatura. "Hay que seguir invirtiendo en subtes, pero son obras que estarían en el mediano o largo plazo. Mientras tanto, debemos contar con colectivos de calidad, que viajen rápido y puedan ser una opción para que la gente no tenga que usar su auto particular", le dijo el diputado a Clarín.

El sistema de colectivos se conoce como Bus Rapid Transit (BRT) y se aplica en más de 100 ciudades, como París, Beijing, Amsterdam, Los Angeles, Boston, Bogotá, Curitiba y Sidney, por ejemplo.

¿Cómo es?
En algunas avenidas y autopistas se construyen dársenas donde la gente compra el pasaje y espera. La idea es que se utilicen sistemas prepagos, como las tarjetas magnéticas, lo que evitaría el problema de la falta de monedas. En las estaciones, que estarían cada no menos de cuatro cuadras, habría carteles electrónicos que indiquen cuánto falta para que llegue el colectivo. Los vehículos serían como "vagones" de subte con ruedas. En Buenos Aires se usarían vehículos dobles o triples, con fuelles que unen cada coche. Esto permitiría llevar entre 160 y 240 pasajeros por colectivo, contra los 50 a 70 de los coches actuales. Además, los vehículos tendrían motores híbridos para contaminar lo menos posible el entorno.

Y al no perderse tiempo con la emisión del boleto dentro de cada unidad, los colectivos pueden circular más rápido. Estarían adaptados para discapacitados y contarían con sistemas inteligentes de tránsito, que permiten saber cuánto falta para llegar a la estación y que el chofer pueda poner el semáforo a su favor con anticipación para no parar en las esquinas (como hacen hoy los conductores del tranvía de Puerto Madero, por ejemplo). Pero la clave del sistema es que los coches circularán por un carril preferencial. Y, a medida que se vayan sumando avenidas que se conecten entre sí a la red, los colectivos podrían andar por una especie de "circuito cerrado".Por estos días, la Comisión de Transporte de la Legislatura está trabajando con el proyecto de ley para darle un marco formal al plan BRT. "La idea es votarlo a mediados de noviembre. Luego el Ejecutivo deberá hacer y presentar la propuesta técnica", explicó Santilli.

Por lo pronto, Macri ya designó a Carlos Tramutola, el ex subsecretario de Espacio Público, a cargo del plan. El funcionario le adelantó a Clarín: "Vamos a empezar con dos carriles, ida y vuelta, en Juan B. Justo, desde Pacífico hasta Liniers. Es una inversión de $ 25 millones. Construiremos las obras en el verano para poner en funcionamiento el sistema en abril o mayo. Al servicio lo operarán las mismas empresas dueñas de las líneas 34 y 166, que hoy circulan por la avenida y deberán comprar los colectivos articulados, que cuestan unos US$ 280.000 cada uno. En principio, la tarifa será la misma que se paga hoy. Una vez que probemos el sistema, lo ampliaremos a otras avenidas: ya estamos estudiando hacerlo en San Juan e Independencia". Luego llegaría al resto de las avenidas importantes.

Los especialistas en tránsito apoyan este tipo de servicios. "En otras ciudades el modelo fue exitoso. Lógicamente, depende de que se respeten las normas, porque si los autos invadieran el carril exclusivo de nada serviría. Por eso, lo ideal sería que tuviera una separación física, no sólo señalización. Y se pueden instalar en cualquier avenida, siempre que se haga bien la infraestructura", afirmó Marcelo Aiello, gerente de Relaciones Institucionales del Centro de Estudios en Seguridad Vial (CESVI).

Además de hacer algo por el tránsito, con el sistema BRT, el Gobierno podría dar una respuesta política al incumplimiento de las promesas sobre el subte. Y lo haría con un plan de transporte "visible" (los colectivos estarían en la calle, no bajo tierra), de rápida implementación y más barato que el subte ya que se calcula que hacer un kilómetro de la red del BRT cuesta entre US$ 1 y 5 millones, mientras que uno de subte sale entre US$ 70 y 110 millones. Por otra parte, se trataría del primer medio de transporte masivo propio de la Ciudad, ya que a los subtes y colectivos los controla la Secretaría de Transporte de la Nación. Así, el Gobierno porteño decidiría desde quienes se harían cargo de las concesiones hasta cuánto saldría la tarifa.

La segunda: Sin fondos para el subte, Macrí creará una red de tranvías con centro en Puerto Madero

En silencio, el Gobierno porteño llamó esta semana a una licitación para evaluar cuatro trazas del tranvía urbano, proyecto que costaría sólo un 15% por kilómetro de lo que vale extender un subte, y que ayudaría a mejorar el caos vial. Sería una extensión del Tren del Este de Puerto Madero y extendería su recorrido hasta La Boca, al sur, y Vicente López, al norte. Además, tendría estaciones en Palermo, Aeroparque y Retiro, y aprovecharía el tendido de algunos ferrocarriles porteños.
Michetti, vicejefa de Gobierno, confirmó que su desarrollo es prioritario. Llevaría, al menos, dos años. Exactamente un mes después de que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, reconociera públicamente que la ampliación prometida de la red de subterráneos no será posible en su gestión, esta semana llamó a licitación para avanzar con la construcción de un tranvía urbano que, estiman, costaría seis veces menos que el subte.

El proyecto, que el Gobierno aún no desea comunicar oficialmente, contempla la extensión del poco explotado Tren del Este que opera en Puerto Madero y pertenece al Gobierno nacional. La idea es alargar su traza a cuatro zonas de la Ciudad para mejorar la conectividad norte–sur y ayudar a asfixiar el caos de tránsito.

Los ejes de expansión serán trazados en varias etapas y uno de los más importantes será hacia el corazón de La Boca, siguiendo la traza del Tren del Este hasta el puente Barraca Peña, para en el futuro avanzar hacia Avellaneda y aceitar la conexión con la Provincia.El otro corredor será trazado hacia el suroeste porteño y llegaría hasta Parque Patricios, donde el Gobierno desea desarrollar el Centro Cívico Siglo XXI, el futuro corazón político de la Comuna, donde Macri planea mudar los cincuenta edificios que hoy ocupan toda la administración porteña.

Bajo la carátula de “tranvía urbano”, el jueves se publicó en el Boletín Oficial el llamado a licitación para que una consultora estudie cómo articular las trazas del tranvía con el tendido actual de la red ferroviaria, del los subtes y del flujo de tránsito vehicular. Además, se pedirá una evaluación de la viabilidad comercial, es decir, si existe una demanda real de pasajeros que justifique la inversión multimillonaria de un proyecto así.

Se calcula que el kilómetro del subte cuesta unos 50 millones de dólares, pero el tranvía urbano es seis veces más económico: los especialistas estiman que cada mil metros costaría el 15% de lo que vale el subterráneo, y hasta menos, si se logra celebrar un convenio con el Gobierno nacional para poder utilizar parte de los tendidos de la actual red ferroviaria.

Este tipo de transporte es común en Europa: funciona en más de 100 ciudades con 10 mil kilómetros de vías trazadas. Sus impulsores aseguran que combina lo mejor de dos mundos, la accesibilidad y comodidad de un autobús, y la seguridad y capacidad de un tren. Además, es compatible con el tráfico peatonal.

Gabriela Michetti, vicejefa de Gobierno porteño, confirmó a PERFIL la vital importancia de esta obra principalmente por inscribirse dentro del plan de ordenamiento del transporte público. Y, además, por su contundente efecto político. Otras importantes fuentes oficiales confirmaron también que la intención es avanzar seriamente con este proyecto y aseguraron que en una primera etapa se buscará extender el tranvía desde Puerto Madero hasta Vuelta de Rocha, en La Boca, por lo que habría que realizar un acuerdo con el Gobierno nacional, quien administra el Tren del Este. La misma fuente desestimó que se trate de una medida “sacada de la galera” para afrontar el fracaso de la prometida construcción de 10 km de subte por año.
“En vista de las condiciones actuales del transporte público y los graves inconvenientes de tráfico, el Gobierno considera conveniente y oportuno promover la creación de nuevos modelos de transporte de pasajeros que presten ventaja competitiva para los vecinos, siendo el tranvía uno de los más apropiados”, fundamenta desde sus páginas el llamado a licitación firmado por la Dirección General de Infraestructura del Gobierno porteño. “El objetivo también es complementar la batería de resoluciones tendientes a mejorar el tránsito y potenciar el desarrollo en zonas como Ciudad Universitaria, donde hoy no llegan muchas líneas de colectivos”, subraya Daniel Amoroso, presidente de la comisión de Tránsito de la Legislatura.
“Un sistema así ayuda a desalentar el uso del auto particular en los centros comerciales, y acompaña la tendencia mundial que busca mejorar la calidad del transporte público masivo y darle calidad al pasajero”, completó, y confirmó que las formaciones contarán con un sistema mixto de pago, tanto con monedas como con algún soporte electrónico.

El tranvía urbano no es la única carta bajo la manga macrista para aceitar el tránsito porteño.Algunos de sus técnicos trabajan en el desarrollo de un sistema que comunique Puerto Madero con Ciudad Universitaria a través de un transporte novedoso en el país. Se trata de un “colectivo verde” eléctrico, para unos 15 pasajeros, que puede recorrer hasta 65 km con una sola carga. “La idea es unir Retiro con Ciudad Universitaria porque allí se concentran miles de estudiantes y académicos que no están conectados con los centros de tráfico porteños. En otros lugares del mundo los campus están mucho mejor comunicados con la ciudad”, confirmó Eduardo Moreno, subsecretario de Transporte porteño, a PERFIL.

En las próximas semanas, sus técnicos terminarán de limar los detalles del proyecto, que estaría funcionando para mediados del año que viene. Un minibus verde de esas características es relativamente barato: en los países de origen cuesta entre 20 y 30 mil dólares. Y la implementación tampoco es demasiado costosa, sólo hay que instalar algunas estaciones de recarga.Este tipo de transporte ecológico también podría ser utilizado para algunas recorridas turísticas por el casco histórico porteño, sin causar el deterioro propio que producen las emisiones de carbono de los motores convencionales en las construcciones que se desea preservar.

La Agencia de Protección Ambiental también trabaja en un transporte “verde”. Se trata de un vehículo híbrido alimentado a diésel y eléctrico que reduce las emisiones en un 75% y que estaría operando a partir de 2009.

Fuentes: Diario Clarín y Diario Perfíl

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