domingo, 16 de noviembre de 2008

Lamentable, nuevo round Ciudad-Nación por 20 predios ferroviarios sin obras

Están en Palermo, Once, Liniers o Belgrano, entre otros barrios. El Estado Nacional los había cedido al Gobierno porteño pero ahora lo acusa de no hacer nada y dejar que los ocupen. La Ciudad, que rechaza las críticas, promete recuperarlos.

Las vías del San Martín, y una extensa playa de maniobras, le provocan un tajo oscuro e inseguro al barrio de Palermo. Sobre los terrenos ferroviarios, que van desde la avenida Santa Fe hasta Cabrera, hoy no hay más que yuyos, basura acumulada y galpones construidos a principio del 1900 que se deterioran día a día y que van perdiendo, inexorablemente, su enorme valor arquitectónico.

Algunos de ellos se usan como locales, en donde funcionan una verdulería y una bodega, pero la mayoría están desocupados. O lo estaban, porque desde hace un tiempo una decena de familias acopia cartones allí y otras optaron por instalarse definitivamente. Y junto a los terrenos ferroviarios, a la altura de la calle Paraguay, sobrevive el edificio de las ex Bodegas Giol. Ahora vacío, estuvo ocupado ilegalmente durante décadas.

En toda esta extensión de tierras, que en su mayoría le pertenecen al Estado Nacional, la promesa oficial era construir un paseo gastronómico, un parque público lineal, la sede del CONICET y un centro cultural. Pero nunca se cumplió. El de la estación de trenes de Palermo es uno de los tantos proyectos de transformación que no superaron la instancia de anuncio político.

En una recorrida, Clarín pudo comprobar que el mismo estado de deterioro se repite en terrenos similares de barrios como Once, Liniers, Caballito, Villa Devoto, Belgrano y La Boca, por citar sólo algunos. El tema generó un nuevo enfrentamiento entre la Ciudad y la Nación que se cruzan duras acusaciones por lo que debería haber y lo que no hay.

El ONABE -el Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado- denunció, en un documento al que accedió este diario, que hay al menos 20 proyectos para refuncionalizar tierras ferroviarias que fueron "parados" por la Ciudad: "Pasaron al menos cuatro gobiernos y los terrenos todavía siguen vacíos -en los mejores casos- porque muchos han sido intrusados. Nadie se ocupó de impulsar los proyectos", reclamó el titular del organismo, Fernando Suárez.

Es que los terrenos poseen una zonificación UF, Urbanización Futura. Para hacer sobre ellos cualquier tipo de construcción hay que rezonificarlos a través de la Legislatura porteña, que tiene la potestad para modificar el Código de Planeamiento Urbano. "Nación y Ciudad pueden firmar muchos convenios, pero sin el proyecto concreto que especifique qué usos se le darán a esas tierras no hay forma de que la Legislatura trate una zonificación", se atajó Silvina Pedreira, legisladora porteña kirchnerista y presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura. Pedreira asumió como diputada en diciembre de 2007 y asegura que desde esa fecha no llegó a la Comisión ningún proyecto. Y le pasó la pelota al macrismo: aclaró que el poder encargado de hacer la presentación es el Ejecutivo.

Aunque unos y otros reclaman la zonificación para que los terrenos puedan ser aprovechados por los vecinos, lo cierto es que el cambio le colocaría un "precio de mercado" que el Gobierno porteño no está dispuesto a pagar. Suponen que quienes ocupan ilegalmente los terrenos buscarían "negociar" con la Comuna la desocupación en función de los futuros usos que se le puedan dar a esos terrenos.

El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, le aseguró a Clarín que están gestionando la desocupación de muchos terrenos: "Pero tenemos que darle a la gente que vive en ellos una alternativa superadora, porque allí no tienen servicios y no pueden acceder a las mínimas condiciones de vida. Los vamos a recuperar para que se integren a los barrios", prometió. Rodríguez Larreta recordó que hace dos semanas atrás intentaron desocupar un terreno en Caballito y el juez Roberto Gallardo -enfrentado con el macrismo por varios de sus fallos- se los impidió.

En Once, la historia es similar a la de la estación Palermo. En Perón, entre Anchorena y Gallo, hay terrenos y galpones que ahora usan como depósito empresas de camiones y un corralón, pero que deberían alojar una planta de reciclado de papel y cartones y un centro comunitario para cartoneros. La iniciativa se pensó para la crisis posterior a 2001, pero nunca se transformó en proyecto de ley.

En las inmediaciones de la estación de Liniers, la Ciudad y el ONABE trabajaron en el diseño de un parque público con viviendas, pero nunca ingresó a la Legislatura como proyecto. Y en los amplios terrenos cercanos a la estación de Caballito la situación se repite, porque si bien la Ciudad inauguró allí un puente para el tránsito liviano y los peatones, en setiembre de 2007, el proyecto total prevé un gran corredor verde y un complejo de viviendas de clase media. Aunque las torres son muy resistidas por los vecinos del barrio, porque temen que colapsen los servicios, servirían para palear el déficit habitacional en la Ciudad.

Un asesor del Gobierno porteño, específicamente relacionado con el uso de las tierras públicas, le explicó a este diario, en off the record, que otro de los impedimentos para avanzar con los proyectos es impositivo. "Algunos terrenos de Nación mantienen fuertes deudas con la Ciudad, por eso fueron cedidos, como forma de pagar esas deudas. Y si bien la cesión condonaría esas deudas, el proceso administrativo para usufructuarlas demora los proyectos.

Por otro lado, la creación de la Administración Nacional de Infraestructura Ferroviaria, también terminará por estirar los plazos para presentar proyectos concretos en esos terrenos", aseguró. Para los que no creen en las casualidades, quien estará a cargo de esta nueva administración y en las próximas semanas recibirá el dominio sobre todas las tierras ferroviarias que le pertenecen a la Nación es Juan Pablo Schiavi, ex ministro de Obras Públicas de Jorge Telerman y anteriormente jefe de campaña de Mauricio Macri. "Gestionar es muy difícil y al macrismo le cuesta. Tienen las tierras, lo que hay que hacer es convertir esos 'no lugares' en lugares para la gente", le dijo a Clarín.

En una historia repetida, distintos funcionarios que tuvieron la oportunidad de transformar esos terrenos en verde y viviendas la desperdiciaron, en una Ciudad que los necesita imperiosamente. Lamentablemente, los políticos piensan primero en su redito politico y luego en la Nación.

Fuente: Por: Silvia Gómez - Diario Clarín (modificado)

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