viernes, 6 de junio de 2008

SOMALIA: tierra sin ley

Difícilmente se puede considerar a esta antigua colonia británica e italiana como un Estado, desgarrada como está en luchas de múltiples clanes. Las matanzas y los saqueos, perpetrados en muchas ocasiones por adolescentes armados, forman parte del paisaje habitual somalí.

Somalia en el pasado sí fue una nación. Consiguió su independencia en 1960 y tuvo un sistema democrático hasta que, en 1969, un golpe dirigido por Siyad Barre instaló un régimen militar. En 1975, el país libró una guerra con Etiopía por el territorio del Ogaden que saldó con una derrota y miles de muertos y refugiados. En 1990, Barre inició una apertura redactando una constitución que autorizaba el multipartidismo, pero un año después una insurrección derrocó su Gobierno causando más de 300.000 muertos. Una marea humana huyó hacia los países vecinos, especialmente a Kenia. Desde entonces, sus vidas no han mejorado: Naciones Unidas estima que, actualmente, un millón de somalíes se encuentran en situación crítica.

Ése fue el principio del caos en el país africano, donde clanes como Hawiye, Darod o Isak libran una guerra de todos contra todos para llenar el vacío de poder. La sequía y la guerra provocaron una catástrofe humana que hizo que EEUU y la ONU decidiesen enviar soldados para pacificar la zona en una operación conocida como 'Restablecer la esperanza'. Las tropas estadounidenses, desconocedoras de la problemática somalí, pronto se vieron envueltas en los combates, provocando la muerte de cientos de personas. Uno de los 'señores de la guerra' locales, Mohamed Farah Aidid, consciente del impacto que causarían las imágenes en la opinión pública, arrastró por las calles somalíes los cuerpos de 18 rangers estadounidenses asesinados por sus milicias mientras los grababan las cámaras de televisión. Ante este panorama, Washington retiró inmediatamente a sus 28.000 soldados y abandonó a su suerte a un país en el que no había aparentes intereses económicos.

Tras la salida de los 'salvadores', la anarquía continuó y algunas regiones, como Somaliland (antigua Somalia Británica) o Puntland, proclamaron su independencia, aunque nunca han obtenido reconocimiento internacional. En 2000, unos acuerdos de paz dieron paso al actual Gobierno de transición, que no ha sido reconocido por los 'señores de la guerra' y que, en la práctica, tiene un control bastante limitado sobre el territorio nacional, ya que sólo ejerce su autoridad sobre algunas zonas de la capital.

Los atentados del 11 de septiembre sobre las Torres Gemelas también afectaron a este país, al que se acusó de ser refugio de activistas de Al-Qaeda. En noviembre de 2001, EEUU congeló los activos de Al-Barakaat, la empresa financiera más importante de Somalia, debido a su presunta vinculación con el entramado económico de Bin Laden. Además, incluyó al país en la lista de sus posibles objetivos.

Un año después, en octubre de 2002, comenzaron las negociaciones de paz a través de una 'Conferencia de Reconciliación Nacional' que reunía en Kenia al Gobierno de transición y los principales 'señores de la guerra' con el objetivo de crear una constitución e instituciones legislativas y ejecutivas que den estabilidad al país.

El 5 de julio de 2003, Somalia alcanzó un histórico acuerdo de paz que establecía la formación de un gobierno interino federal y un parlamento de transición por cuatro años. La dicha duró poco ya que, un día despúes, el 'señor de la guerra' Sudi Yalahow y el presidente Salad Hassan anunciaron su oposición. A pesar de estos contratiempos, las negociaciones para alcanzar la paz prosiguieron en el seno de la Conferencia.

El 13 de agosto de 2003 terminó oficialmente el mandato del Gobierno Nacional de Transición, pero se decidió que continuara al frente del país hasta que nacieran nuevas instituciones con criterios democráticos. Un mes después, en la Conferencia de Paz se adoptaba una constitución interina, también con la oposición de importantes líderes somalíes. Algunos de ellos abandonaron las negociaciones, paralizando el trabajo de su órgano conductor que, en octubre de 2003, tuvo que suspender sus sesiones durante tres semanas.

Finalmente, las conversaciones consiguieron dar frutos y, en enero de 2004, distintos líderes somalíes llegaron a un acuerdo para formar un parlamento integrado por 275 miembros encargados de elegir al nuevo presidente de la República, Abdulahi Yusuf Ahmed, que a su vez, nombró al primer ministro, Ali Mohamed Gedi, con responsabilidad de formar Gobierno. Entre las decisiones tomadas, se incluye que todas las instituciones tendrán un mandato transitorio de cinco años, tras el que deberá celebrarse un referéndum sobre una nueva constitución y elecciones democráticas.

El Gobierno que en un principio se estableció en Kenia, comenzó su traslado al país en los primeros meses de 2005. A pesar de la llegada de los mandatarios, no se pudo garantizar la seguridad del país debido a los miles de milicianos que aún se mantenían activos.

En octubre de 2006, la situación estalló. Las milicias de las cortes islámicas de Mogadiscio comenzaron a reclutar personas para una 'guerra santa' con el fin de acabar con las tropas 'invasoras' etíopes. Finalmente dos meses después, las milicias que controlaban la capital anunciaron su retirada y las tropas del Gobierno oficial, apoyadas por el Ejército de Etiopía, cercaron la ciudad y recuperaron su control. Las soluciones a corto plazo para evitar que el país se suma en el caos pasan por el despliegue de una fuerza de paz con efectivos enviados por Etiopía y Uganda.

En enero de 2007, EEUU anunció un plan de ayuda por valor de más de 12'5 millones de euros y días más tarde lanzó un ataque contra supuestos miembros de Al Qaeda que se encontraban en la zona. Según Intermon Oxfam, estos ataques se cobraron la vida de más de 70 pastores.
Como respuesta al recrudecimiento de los enfrentamientos en la capital, el Parlamento somalí dio luz verde a la Ley Marcial —una medida que dota de poderes adicionales al Presidente—. Actualmente, la escalada de violencia que vive Mogadiscio causa continuas bajas civiles.

FICHA
Nombre oficial: República Democrática de Somalia
Capital: Mogadiscio
Sistema de gobierno: Parlamentario
Presidente del Gobierno: Abdulahi Yusuf Ahmed
Primer Ministro:
Mohamed Ali Gedi
Partidos de la oposición:
No hay partidos políticos
Población: 8.304.601 habitantes (julio de 2004)
Superficie: 637.657 km²
Idioma: Somalí (lengua oficial), árabe, italiano, inglés
Religión: Musulmanes-Sunni

Fuente: Por RUBÉN CABEZAS (El Mundo.es)
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